El documento discute las representaciones periodísticas de desastres y cómo se construyen metodológicamente. Propone cinco claves para cubrir eventos como terremotos: 1) arquitectura metodológica, 2) descripciones rigurosas, 3) uso apropiado de la imaginación, 4) evitar enfoques puramente sensacionalistas, y 5) reconocer y equilibrar las emociones. El periodismo debe informar, educar y proponer soluciones, más que sólo enfocarse en lo sensacional.