Este documento presenta información sobre la diosa griega Afrodita. Describe su nacimiento y atributos como diosa del amor, la belleza y la sexualidad. Relata varios mitos asociados con Afrodita, incluyendo su matrimonio con Hefesto, sus amantes como Ares y Adonis, y su papel en la historia de Psique y Eros. También menciona su participación en el nacimiento de Adonis y su papel en la Guerra de Troya al influir en la elección de Paris.
4. No, Afrodita no tuvo
infancia, en todas
las imágenes y
referencias que
aparece nació
adulta, núbil e
infinitamente
deseable. Es mas,
nació adulta
surgiendo de la
espuma del mar.
Der: El nacimiento de Venus,
Botticelli,1485.
5. Debido a su inmensa belleza,
Zeus temía que Afrodita fuera la
causa de violencia entre los
otros dioses. Por ello la casó con
Hefesto, el severo y
malhumorado dios del fuego y la
fragua. Otra versión de esta
historia cuenta que Hera, la
madre de Hefesto, lo arrojó del
Olimpo al considerarlo feo y
deforme. Éste obtuvo su
venganza atrapándola en un
trono mágico y exigiendo a
cambio de su liberación la mano
de Afrodita. Hefesto estaba
contentísimo de haberse casado
con la diosa de la belleza y forjó
para ella hermosa joyería,
incluyendo el cesto, un cinturón
que la hacía incluso más
irresistible para los hombres.
6. La infelicidad de Afrodita con su
matrimonio hizo que buscase la
compañía de otros, normalmente
Ares, pero también Adonis. Hefesto
fue informado del adulterio que su
esposa mantenía con Ares por
Helios. Como venganza, atrapó
ingeniosamente a Ares y Afrodita
con una red de finas cadenas que
había dispuesto sobre el lecho para
que cayeran al más mínimo
contacto. Entonces llamó a todos
los demás dioses olímpicos para
burlarse de ellos (sin embargo, «las
diosas se quedaron en casa, todas
por vergüenza»); algún dios
desenfadado comentó que no le
habría importado sentir tal
vergüenza. Hefesto no los liberó
hasta que Poseidón le prometió que
Ares pagaría desagravios, pero
ambos escaparon tan pronto como
levantó la red y no mantuvieron su
promesa
7. Psique era la menor y más hermosa de tres
hermanas, hijas de un rey de Anatolia. Afrodita,
celosa de su belleza, envió a su hijo Eros
(Cupido) para que le lanzara una flecha que la
haría enamorarse del hombre más horrible y
ruin que encontrase. Sin embargo, Eros se
enamoró de ella y lanzó la flecha al mar;
cuando Psique se durmió, se la llevó volando
hasta su palacio.
Para evitar la ira de su madre, una vez que
tiene a Psique en su palacio, Eros se presenta
siempre de noche, en la oscuridad, y prohíbe a
Psique cualquier indagación sobre su identidad.
Cada noche, en la oscuridad, se amaban. Una
noche, Psique le contó a su amado que echaba
de menos a sus hermanas y quería verlas. Eros
aceptó, pero también le advirtió que sus
hermanas querrían acabar con su dicha. A la
mañana siguiente, Psique estuvo con sus
hermanas, que le preguntaron, envidiosas,
quién era su maravilloso marido. Psique,
incapaz de explicarles cómo era su marido,
puesto que no le había visto, titubeó y les contó
que era un joven que estaba de caza, pero
acabó confesando la verdad: que realmente no
sabía quién era. Así, las hermanas de Psique la
convencieron para que en mitad de la noche
encendiera una lámpara y observara a su
amado, asegurándole que sólo un monstruo
querría ocultar su verdadera apariencia. Psique
les hace caso y enciende una lámpara para ver a
su marido. Una gota de aceite hirviendo cae
sobre la cara de Eros dormido, que despierta y
abandona, decepcionado, a su amante.
8. Cuando Psique se da cuenta de lo que ha hecho,
ruega a Afrodita que le devuelva el amor de
Eros, pero la diosa, rencorosa, le ordena
realizar cuatro tareas, casi imposibles para un
mortal, antes de recuperar a su amante divino.
Como cuarto trabajo, Afrodita afirmó que el
estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo
como resultado de la infidelidad de Psique,
había provocado que perdiese parte de su
belleza. Psique tenía que ir al Hades y pedir a
Perséfone, la reina del inframundo, un poco de
su belleza que Psique guardaría en una caja
negra que Afrodita le dio. Psique fue a una
torre, decidiendo que el camino más corto al
inframundo sería la muerte. Una voz la detuvo
en el último momento y le indicó una ruta que
le permitiría entrar y regresar aún con vida,
además de decirle cómo pasar al perro
Cerbero, Caronte y los otros peligros de dicha
ruta. Psique apaciguó a Cerbero con un pastel
de cebada y pagó a Caronte un óbolo para que
le llevase al Hades. En el camino, vio manos que
salían del agua. Una voz le dijo que les tirase un
pastel de cebada, pero ella rehusó. Una vez allí,
Perséfone dijo que estaría encantada de hacerle
el favor a Afrodita. Una vez más pagó a Caronte
y le dio el otro pastel a Cerbero para volver.
Psique abandonó el inframundo y decidió abrir
la caja y tomar un poco de la belleza para sí
misma, pensando que si hacía esto, Eros le
amaría con toda seguridad. Dentro estaba un
«sueño estigio» que la sorprendió. Eros, que la
había perdonado, voló hasta su cuerpo y limpió
el sueño de sus ojos, suplicando entonces a Zeus
y Afrodita su permiso para casarse con Psique.
Éstos accedieron y Zeus hizo inmortal a Psique.
Afrodita bailó en la boda de Eros y Psique, y la
hija que éstos tuvieron se llamó Placer
9. Afrodita era amante de Adonis y
tomó parte en su nacimiento.
Cíniras, el rey de Chipre, tenía una
bellísima hija llamada Mirra.
Cuando la madre de ésta cometió
hibris contra Afrodita al afirmar
que su hija era más bella que la
afamada diosa, Mirra fue castigada
con una incesante lujuria hacia su
propio padre. Cíniras rechazó esto,
pero Mirra se disfrazó de prostituta
y durmió secretamente con su
padre. Finalmente, Mirra quedó
embarazada y fue descubierta por
Cíniras. Enfurecido, persiguió a su
hija con un cuchillo. Mirra huyó de
él, pidiendo misericordia a los
dioses. Éstos oyeron su plegaria y
la transformaron en un árbol de
mirra para que su padre no pudiese
matarla. Finalmente, Cíniras se
suicidó en un intento por
restablecer el honor de familia.
10. Tanto los dioses y diosas como diversos
mortales fueron invitados a la boda de
Peleo y Tetis (que luego serían padres de
Aquiles). Sólo la diosa Eris (Discordia) no
fue invitada, pero apareció con una
manzana dorada con la palabra kallistēi
(‘para la más hermosa’) inscrita, que
arrojó entre las diosas. Afrodita, Hera y
Atenea reclamaron ser la más bella y por
tanto la justa propietaria de la manzana.
Estuvieron de acuerdo en llevar el
asunto ante Zeus, quien, al no querer el
favor de ninguna diosa, dejó la elección
en manos de Paris de Troya. Hera intentó
sobornarlo con un reino (Asia Menor),
mientras Atenea le ofreció sabiduría,
fama y gloria en la batalla, pero Afrodita
le susurró que si la declaraba la más
bella le daría la mujer mortal más
hermosa del mundo como esposa, por lo
que Paris eligió a Afrodita. Esta mujer
era Helena. Las otras diosas se
enfurecieron y a través del rapto de
Helena por Paris provocaron la Guerra de
Troya.
11. Pigmalión era un escultor que
no había hallado mujer
alguna digna de su amor.
Afrodita se apiadó de él y
decidió enseñarle las
maravillas del amor. Un día,
Pigmalión fue inspirado por
un sueño de Afrodita para
fabricar una mujer de marfil
semejante a ella, a la que
llamó Galatea. Pigmalión se
enamoró de la estatua y
decidió que no podría vivir
sin ella. Rezó a Afrodita,
quien llevó a cabo la última
parte de su plan infundiendo
vida a la exquisita escultura.
Pigmalión amó a Galatea y
pronto estuvieron casados.
13. En nuestros días y en la civilización que
conocemos podría escandalizarnos este
proceder y sin embargo se puede entender la
razón de sus actos como culto a su diosa
como finalidad, ¿Qué mueve hoy a la lujuria
predominante en nuestra sociedad? Culto
divino no, sino el culto al dinero o quizá un
mero deseo de satisfacer la lujuria como
necesidad básica.
14. Contemplamos hoy en día y a nuestro alrededor como
aspectos destacados de la diosa Afrodita, belleza,
sexualidad, reproducción... son exaltados con fines tales
como vendernos un producto, mostrarnos un canon de
belleza, se podría decir que actualmente estos aspectos
los tenemos presentes diariamente, todo el mundo quiere
sacarse el máximo partido, verse guapo o guapa ante el
espejo y hay gente que todo esto puede llegar a influir en
su felicidad, en su carácter, en su aprecio por la vida… y
personalmente, mi reflexión acerca de esto es que todas
las personas son bellas y que la belleza no tiene que influir
en un aspecto tan importante como es la felicidad, sino
que cada uno tiene que sentirse a gusto consigo mismo y
no tener que verse como la sociedad le marque que sea y
que valores atribuidos a la diosa Afrodita están presentes
en nuestra sociedad pero con un sentido completamente
distinto.