DOMINGO 4º DE CUARESMA. CICLO A. DIA 26 DE MARZO DEL 2017.
1. Para ver a Dios se necesita tener limpios
los ojos del corazón.
IV Domingo de Cuaresma
Ciclo A
26 de Marzo de 2017
2. En cierto sentido todos somos... ciegos de
nacimiento. El mundo mismo nació ciego.
Ver es un milagro, sólo que no le prestamos
atención porque estamos acostumbrados y lo
damos por descontado. He aquí entonces que
Dios a veces actúa de forma repentina,
extraordinaria, a fin de sacudirnos de nuestro
sopor y hacernos atentos. Es lo que hizo en la
curación del ciego de nacimiento y de otros
ciegos en el Evangelio.
MONICIÓN.
3. CANTO DE ENTRADA.
Oh pecador, dónde vas errante,/ (3)
a dónde irás.
/En tu ambición el amor se esconde,/
(3)
a dónde irás.
/Busca la paz, el mal te está
acechando,/ (3)
a dónde irás.
4. Yo confieso ante Dios
Todopoderoso, y ante
vosotros hermanos que
he pecado mucho de
Pensamiento, palabra,
obra y omisión.
Por mi culpa, por mi
culpa, por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María
siempre Virgen, a los ángeles,
a los santos y a vosotros
hermanos, que intercedáis por mí ante Dios, Nuestro
Señor. Amén.
YO CONFIESO
5. Lectura del primer libro de Samuel 16, 1b. 6-7- 10-
13a.
En aquellos días, el Señor dijo a Samuel: «Llena
la cuerna de aceite y vete, por encargo mío, a
Jesé, el de Belén, porque entre sus hijos me he
elegido un rey.»
Cuando llegó, vio a Eliab y pensó: «Seguro, el
Señor tiene delante a su ungido.»
Pero el Señor le dijo: «No te fijes en las
apariencias ni en su buena estatura. Lo rechazo.
Porque Dios no ve como los hombres, que ven
la apariencia: el Señor ve el corazón.»
6. Jesé hizo pasar a siete hijos suyos ante
Samuel; y Samuel le dijo: «Tampoco a éstos
los ha elegido el Señor»
Luego preguntó a Jesé: «¿Se acabaron los
muchachos?»
Jesé respondió: «Queda el pequeño, que
precisamente está cuidando las ovejas.»
Samuel dijo: «Manda por él, que no nos
sentaremos a la mesa mientras no llegue.»
Jesé mandó a por él y lo hizo entrar: era de
buen color, de hermosos ojos y buen tipo.
Entonces el Señor dijo a Samuel: «Anda,
7. úngelo, porque es éste.»
Samuel tomó la cuerna de aceite y lo ungió
en medio de sus hermanos. En aquel
momento, invadió a David el espíritu del
Señor, y estuvo con él en adelante.
Palabra de Dios
PALABRA DE DIOS
8. SALMO 22
R/. El Señor es mi pastor, nada me puede
falta.
El Señor es mi pastor, nada me falta: en verdes
praderas me hace recostar, me conduce hacia
fuentes tranquilas y repara mis fuerzas.
R/. El Señor es mi pastor, nada me puede
falta.
Me guía por el sendero justo, por el honor de su
nombre. Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo: tu vara y tu
cayado me sosiegan.
9. R/. El Señor es mi pastor, nada me puede
falta.
Preparas una mesa ante mí, enfrente de mis
enemigos; me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa.
R/. El Señor es mi pastor, nada me puede
falta.
Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida, y habitaré en la
casa del Señor por años sin término.
R/. El Señor es mi pastor, nada me
puede falta.
10. ANTES DEL EVANGELIO.
Yo soy la luz del mundo,
dice el Señor; el que me
sigue tendrá la luz de la vida.
¡Deja que Jesús
encienda su luz!
11. + Lectura del santo evangelio según san
Juan 9, 1-41
En aquel tiempo, al pasar Jesús vio a un
hombre ciego de nacimiento.
Y sus discípulos le preguntaron:
-«Maestro, ¿quién pecó, éste o sus padres,
para que naciera ciego?»
Jesús contestó:
-«Ni éste pecó ni sus padres, sino para que se
manifiesten en él las obras de Dios. Mientras
es de día, tenemos que hacer las obras del
que me ha enviado; viene la noche, y nadie
12. podrá hacerlas. Mientras estoy en el mundo,
soy la luz del mundo.»
Dicho esto, escupió en tierra, hizo barro con
la saliva, se lo untó en los ojos al ciego y le
dijo:
-«Ve a lavarte a la piscina de Siloé (que
significa Enviado).»
Él fue, se lavó, y volvió con vista. Y los
vecinos y los que antes solían verlo pedir
limosna preguntaban:
-«¿No es ése el que se sentaba a pedir?»
Unos decían:
13. -«El mismo.»
Otros decían:
-«No es él, pero se le parece.»
Él respondía:
-«Soy yo.»
Y le preguntaban:
-«¿Y cómo se te han abierto los ojos?»
Él contestó:
-«Ese hombre que se llama Jesús hizo barro,
me lo untó en los ojos y me dijo que fuese a
Siloé y que me lavase. Entonces fui, me lavé,
y empecé a ver. »
14. Le preguntaron:
-«¿Dónde está él?»
Contestó:
-«No sé.»
Llevaron ante los fariseos al que había sido
ciego. Era sábado el día que Jesús hizo barro y
le abrió los ojos. También los fariseos le
preguntaban cómo había adquirido la vista.
Él les contestó:
-«Me puso barro en los ojos, me lavé, y veo.»
Algunos de los fariseos comentaban:
-«Este hombre no viene de Dios, porque no
15. guarda el sábado.» Otros replicaban:
-«¿Cómo puede un pecador hacer
semejantes signos?»
Y estaban divididos. Y volvieron a preguntarle
al ciego:
-«Y tú, ¿qué dices del que te ha abierto los
ojos?»
Él contestó:
-«Que es un profeta.»
Pero los judíos no se creyeron que aquél
había sido ciego y había recibido la vista,
hasta que llamaron a sus padres y les
16. preguntaron:
-«¿Es éste vuestro hijo, de quien decís
vosotros que nació ciego? ¿Cómo es que
ahora ve?»
Sus padres contestaron:
-«Sabernos que éste es nuestro hijo y que
nació ciego; pero cómo ve ahora, no lo
sabemos nosotros, y quién le ha abierto los
ojos, nosotros tampoco lo sabemos.
Preguntádselo a él, que es mayor y puede
explicarse. »
Sus padres respondieron así porque tenían
17. miedo a los judíos; porque los judíos ya
habían acordado excluir de la sinagoga a
quien reconociera a Jesús por Mesías. Por
eso sus padres dijeron: «Ya es mayor,
preguntádselo a él.»
Llamaron por segunda vez al que había sido
ciego y le dijeron:
-«Confiésalo ante Dios: nosotros sabemos
que ese hombre es un pecador. »
Contestó él:
-« Si es un pecador, no lo sé; sólo sé que yo
era ciego y ahora veo.» Le preguntan de
18. nuevo:
-¿«Qué te hizo, cómo te abrió los ojos?»
Les contestó:
-«Os lo he dicho ya, y no me habéis hecho
caso; ¿para qué queréis oírlo otra vez?;
¿también vosotros queréis haceros
discípulos suyos? »
Ellos lo llenaron de improperios y le dijeron:
-«Discípulo de ése lo serás tú; nosotros
somos discípulos de Moisés. Nosotros
sabemos que a Moisés le habló Dios, pero
ése no sabemos de dónde viene.»
19. Replicó él:
-«Pues eso es lo raro: que vosotros no sabéis
de dónde viene y, sin embargo, me ha abierto
los ojos. Sabemos que Dios no escucha a los
pecadores, sino al que es religioso y hace su
voluntad. Jamás se oyó decir que nadie le
abriera los ojos a un ciego de nacimiento; si
éste no viniera de Dios, no tendría ningún
poder.»
Le replicaron:
-«Empecatado naciste tú de pies a cabeza, ¿y
nos vas a dar lecciones a nosotros?»
20. Y lo expulsaron. Oyó Jesús que lo habían
expulsado, lo encontró y le dijo:
-«¿Crees tú en el Hijo del hombre?»
Él contestó:
-«¿Y quién es, Señor, para que crea en él?»
Jesús le dijo:
-«Lo estás viendo: el que te está hablando,
ése es.»
Él dijo:
-«Creo, Señor.»
Y se postró ante él.
Jesús añadió:
21. -«Para un juicio he venido yo a este mundo;
para que los que no ven vean, y los que ven
queden ciegos.»
Los fariseos que estaban con él oyeron esto
y le preguntaron:
-«¿También nosotros estamos ciegos?»
Jesús les contestó: -«Si estuvierais ciegos,
no tendríais pecado, pero como decís que
veis, vuestro pecado persiste
Palabra del Señor.
23. CREDO de los apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo,
Nuestro Señor, que fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo,
nació de Santa María Virgen;
Padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos,
al tercer día resucitó de entre los
muertos,
subió a los cielos y está sentado a la
derecha de Dios, Padre todopoderoso.
Desde allí ha de venir a juzgar a
vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo,
la santa Iglesia católica, la
comunión de los santos,
el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la
vida eterna.
Amén.
25. EN EL OFERTORIO, RECITAMOS TODOS:
Por los niños que
empiezan la vida,
por los hombres sin
techo ni hogar,
por los pueblos que
sufren la guerra,
te ofrecemos el
vino y el pan.
Pan y vino sobre el altar
son ofrendas de amor,
pan y vino serán después
tu Cuerpo y Sangre Señor.
Por los hombres que viven unidos
por los hombres que buscan la paz,
por los pueblos que no te conocen,
te ofrecemos el vino y el pan.
Por aquellos a quienes queremos,
por nosotros y nuestra amistad,
por los vivos y por los difuntos,
de ofrecemos el vino y el pan.
27. Padre Nuestro (Garfunkel)
Padrenuestro tú que estás en los que aman la
verdad, haz que el Reino que por ti se dio,
llegue pronto a nuestro corazón. Y el amor
que tu Hijo nos dejó, ese amor esté ya con
nosotros.
Y en el pan de la unidad, Cristo danos tú la
Paz, y olvídate de nuestro mal. Si olvidamos el
de los demás, no permitas que caigamos en
tentación, oh Señor, y ten piedad del mundo.
28. CANTO DE PAZ
Paz, Señor, en el cielo y la tierra,
paz, Señor, en las olas del mar,
paz, Señor, en las flores que mueren
sin saberlo la brisa al pasar.
Tú que haces las cosas más bellas
y les das una vida fugaz,
pon Señor, tu mirada sobre ellas
y devuelve a los hombres la paz.
Hoy he visto, Señor, en el cielo
suspendidas de un rayo de luz,
dos palomas que alzaron el vuelo
con las alas en forma de cruz.
29. Haz que vuelvan de nuevo a la tierra
las palomas que huyeron, Señor,
y la llama que enciende la guerra
se consuma en la paz y el amor.
Paz, Señor. Paz, Señor. Paz, Señor.
y la llama que enciende la guerra
se consuma en la paz y el amor.
30. CANTO DE COMUNIÓN.
Cerca de Ti, Señor, yo quiero estar;
tu grande eterno amor quiero gozar.
Llena mi pobre ser, limpia mi corazón,
hazme tu rostro ver, en la aflicción.
Mi pobre corazón inquieto está,
por esta vida voy buscando paz.
Más sólo tú, Señor, la paz me puedes dar;
cerca de Ti, Señor, yo quiero estar.
Pasos inciertos doy, el sol se va, más si
contigo estoy, no temo ya. Himnos de
31. gratitud, alegre cantaré
y fiel a Ti, Señor, siempre seré.
Día feliz veré, creyendo en Ti,
en que yo habitaré, cerca de Ti.
Mi voz alabará, tu santo nombre allí
y mi alma gozará, cerca de Ti.
32. Tantas cosas en la vida nos ofrecen plenitud
y no son más que mentiras
que desgastan la inquietud.
Tú has llenado mi existencia
al quererme de verdad,
yo quisiera, madre buena, amarte más.
En silencio escuchabas la palabra de Jesús
y la hacías pan de vida meditando en tu
interior. La semilla que ha caído ya germina
y está en flor.
Canto de despedida Madre
33. Con el corazón en fiesta cantaré:
Ave María, Ave María (2)
Desde que yo era muy niño has estado junto a mí,
y guiado de tu mano aprendí a decir SI.
Al calor de la esperanza nunca se enfrió mi fe
y en la noche más oscura fuiste luz.
No me dejes, madre mía ven conmigo al caminar
quiero compartir mi vida y crear fraternidad.
Muchas cosas en nosotros son el fruto de tu
Amor, la plegaria más sencilla cantaré:
Ave María, Ave María (2)
34. Junto a ti María, como un niño quiero estar.
Tómame en tus brazos, guíame en mi caminar.
Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar.
Hazme transparente, lléname de paz.
MADRE, MADRE, MADRE, MADRE,
MADRE, MADRE, MADRE, MADRE.
Gracias, Madre mía, por llevarnos a Jesús.
Haznos más humildes, tan sencillos como Tú.
Gracias madre mía por abrir tu corazón,
porque nos congregas y nos das tu amor.
Canto de despedida Madre
35. Para ver a Dios se necesita tener limpios
los ojos del corazón.
IV Domingo de Cuaresma
Ciclo A
26 de Marzo de 2017