El sistema de partidos en México, tiene escasos 30 años de vida. A tres décadas de esa reforma ¿Qué ha quedado de los partidos políticos minoritarios?, tengo dos clasificaciones al respecto: a) Los “partidos momentáneos” , b) Los “partidos franquicia”.

1. ¿Se Vende o se renta? Las franquicias del poder.
Alfonso Tecanhuey Tepox*
El sistema de partidos en México, tiene escasos 30 años de vida, sin embargo se prevé su agotamiento
como forma de representación política. En 1977, Jesús Reyes Heroles planteaba, la creación de un
sistema de partidos políticos en donde “las minorías tengan en la vida política el peso que como tales les
corresponde” (Reyes: 1994), el objetivo era claro: darle voz y espacios de acción a las minorías políticas,
reconociendo su importancia e incorporándolos a la vida pública.
A tres décadas de esa reforma ¿Qué ha quedado de los partidos políticos minoritarios?, tengo dos
clasificaciones al respecto; la primera, los “partidos momentáneos” aquéllos que elección tras elección,
local o federal, se fundan con ánimos de “representar” nuevos intereses ciudadanos, hagamos
remembranza solo de las siguientes siglas: PCD, PAS, PSN, DS, CD, PLM, PMP, FC, PASC. No obstante, al
no tener un arraigo en la sociedad o llenar su estructura política con amigos cercanos, brindan una
imagen del partido como patrimonio familiar, lo que los ha llevado a su desvanecimiento en el terreno
político, no sin antes gozar de las prerrogativas económicas que la ley electoral les brinda.
Ahora bien, una segunda clasificación me lleva a identificar a los “partidos franquicia”, la real academia
define el término franquicia como la “Concesión de derechos de explotación de un producto, actividad
en una zona determinada” (RAE: 2011), éstos a pesar de tener logros significativos y una plataforma
política, han encontrado en las coaliciones electorales con los partidos mayoritarios, una forma no
democrática de incrementar su poder, así que tanto el PT, Convergencia (ahora Movimiento ciudadano),
PVEM y Nueva Alianza, saben muy bien la rentabilidad electoral que les brinda su instituto político, los
futuros “representantes populares”, que debieran ser producto del conceso ciudadano, se negocian
previo inicio de toda campaña política, el poder se va licitando al mejor postor, se van cediendo escaños
en la cámara alta, baja, en los congresos locales, en las diputaciones, los ayuntamientos y en una que
otra gubernatura. ¿Y los intereses ciudadanos?
Como están las cosas: ¿Qué mensaje dará AMLO a sus simpatizantes de Chiapas, Puebla, Oaxaca, Sinaloa
ó Guerrero donde formaron coalición con el PAN? ¿Qué explicaciones dará Peña Nieto para convencer a
los priistas poblanos para que voten ahora por el Panal, cuando apenas hace un año fueron factor para la
derrota del PRI en el Estado? ¿Cuál es el mensaje de los panistas para los nuevaliancistas de Morelos? –
serán traidores, cuando apenas hace unos días los aplaudían por formar la coalición, ¿Es la estructura de
maestros un factor clave para determinar una elección? En Michoacán ya vimos que no, ¿y el programa
político del PT o MC?, ¿La fuerza electoral del PVEM le alcanza para las 30 posiciones a diputados que
solicito? No cabe duda que estos partidos han encontrado la forma para sostenerse en el endeble
sistema de partidos que representa la pintoresca política mexicana. Se tiene un gran reto: que la
ciudadanía se sienta mejor representada, y que sus representantes populares sean electos por el voto
ciudadano y no por negociaciones o arreglos cupulares.
*Lic. en Administración Pública y Ciencia Política.
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