1. Un hombre se sent en una estaci n del metro enó ó
Washington y comenz a tocar el viol n, en una fr aó í í
ma ana de Enero.ñ
Durante los siguientes 45 minutos, interpret seis obrasó
de Bach. Durante el mismo tiempo, se calcula que
pasaron por esa estaci n algo m s de mil personas, casió á
todas camino a sus trabajos.
2. Transcurrieron tres minutos hasta que alguien
se detuvo ante el m sico. Un hombre deú
mediana edad alter por un segundo su pasoó
y advirti que hab a una persona tocandoó í
m sica.ú
Un minuto m s tarde, el violinista recibiá ó
su primera donaci n: una mujer arroj unó ó
d lar en la lata y continu su marcha.ó ó
3. Algunos minutos m s tarde, alguien seá
apoy contra la pared a escuchar, peroó
enseguida mir su reloj y retom suó ó
camino.
4. Quien m s atenci n prest fue un ni o deá ó ó ñ
3 a os. Su madre tiraba del brazo, apurada,ñ
pero el ni o se plant ante el m sico.ñ ó ú
Cuando su madre logr arrancarlo del lugar,ó
el ni o continu volteando su cabeza parañ ó
mirar al artista.
Esto se repiti con otros ni os. Todos losó ñ
padres, sin excepci n, los forzaron a seguir laó
marcha.
5. En los tres cuartos de hora que el m sico toc ,ú ó
s lo siete personas se detuvieron y otras veinteó
dieron dinero, sin interrumpir su camino.
El violinista recaud 32 d lares. Cuandoó ó
termin de tocar y se hizo silencio, nadieó
pareci advertirlo. No hubo aplausos, nió
reconocimientos.
6. Nadie lo sab a, pero ese violinista eraí
Joshua BellJoshua Bell, uno de los mejores m sicosú
del mundo, tocando las obras m s complejasá
que se escribieron alguna vez, en un viol ní
tasado en 3.5 millones de d lares.ó
Dos d as antes de su actuaci n en el metro,í ó
Bell colm un teatro en Boston, conó
localidades que promediaban los 100
d lares.ó
7. Esta es una historia real. La actuaci n de Joshua Belló
de inc gnito en el metro fue organizada por el diarioó
The Washington Post como parte de un experimento
social sobre la percepci n, el gusto y las prioridades deó
las personas.
La consigna era: en un ambiente banal y a una hora
inconveniente, percibimos la belleza? Nos detenemos¿ ¿
a apreciarla? Reconocemos el talento en un contexto¿
inesperado?
8. Tan s lo una mujer le reconoci . Stacy Fukuyama,ó ó
que trabaja en el Departamento de Comercio, lleg casió
al final de su actuaci n. No lo dud ni un segundo: eló ó
que tocaba el viol n no era ning n artista callejero. Leí ú
hab a visto hac a tres semanas en un concierto en laí í
Biblioteca del Congreso. Y se qued mirando, at nita,ó ó
hasta que la ltima nota sali del Stradivarius.ú ó
9. "Ha sido lo m s impactante que he visto ená
Washington", reconoce.
"Joshua Bell estaba all tocando en hora punta, yí
la gente no se paraba, ni siquiera miraba.
Algunos incluso le echaban monedas! Cuartos de¡ ¡
d lar! Yo eso no se lo har a a nadie". Lo que m só í á
extra a Bell, sin embargo, fue que al final deñó
cada pieza no pasaba "nada". Nada, ni un bravo, ni
un aplauso... s lo silencio.ó
10. En total, Bell almacen en la funda deó
su Stradivarius 32 d lares y algo deó
calderilla. "No est mal", bromea, "casiá
40 d lares la hora... podr a vivir deó í
esto. Y no tendr a que pagarle a mií
agente”.
11. Interpretación musical:
Joshua Bell
Romance Of The Violin - 05 -
Serenade - Schubert
Una de las conclusiones de esta
experiencia, podría ser la siguiente:
Si no tenemos un instante para
detenernos a escuchar a uno de
los mejores músicos interpretar la
mejor música escrita, ¿qué otras
cosas nos estaremos perdiendo?
Aldo