Imágenes del acto del 16.Ago,.2013 en el instituto Capacyt de Caseros, provincia de Buenos Aires. Un texto grabado aproximado se puede consultar en este sitio: https://mega.co.nz/#F!QZV21RIY!aE8pnzw-8dFXr5xhBnnF-w
Sesión de aprendizaje Planifica Textos argumentativo.docx
119 jose
1. 16 de agosto de 2013
A.M. Rela – Versión del 14.Ago.2013 08:05 H
Acto de homenaje a
José de San Martín,
en el aniversario 163 de su fallecimiento,
el 17 de agosto de 1850.
2. José Francisco
de San Martín y
Matorras
Pintado por un
artista anónimo
25 de febrero de 1776 –
17 de agosto de 1850.
Fue el menor de cinco
hermanos.
3. Se casó con María de los Remedios de Escalada en 1812,
cuando él tenía 36 años y ella 15. Tuvieron una hija,
Mercedes Tomasa de San Martín y Escalada (1816–1875).
5. Las mujeres carecían de derechos, cualquiera
fuera su edad.
Pasaban de la tutela paterna a la del marido.
No podían comprar ni vender inmuebles.
No había nacidas libres. La emancipación era salir
de esas dos tutelas. Eso ocurría sólo por viudez.
Casarse con una mujer muy joven era darle
un poco de libertad.
6. Nota necrológica
publicada en el
periódico L’ Impartial
de Boulogne-sur-Mer,
escrita por su director
Adolph Gérard,
abogado, periodista y
director de la biblioteca
de esa ciudad
francesa.
Además Gérard era el
dueño de la casa en la
que vivían él y San
Martín.
7. San Martín ocupaba la planta alta.San Martín ocupaba la planta alta.San Martín y su hija ocupaban la planta alta.
Gérard y su familia, la baja.Gérard y su familia, la baja.
Esta casa hoy es un museo y pertenece a la Argentina.
8. El sábado 17 de agosto de 1850, a las tres
de la tarde ha fallecido en nuestra ciudad,
en la Gran Vía número 105, donde
permaneció durante dieciséis meses, y a la
edad de 72 años 5 meses y 23 días, uno de
los héroes de independencia americana, el
general José de San Martín [...]
9. Le samedi 17 Août 1850, à trois heures de l’après-midi est
décédé dans notre ville, Grande Rue, no. 105, où il demeurait
depuis seize mois, et à l`âge de 72 ans 5 mois et 23 jours, l’un
des héros de l’indépendance Américaine, le général Don José
de San-Martin […]
Suivant ses intentions, ses restes mortels seront transportés
en Amérique pour reposer auprès de ceux de sa femme.
Embaumés et placés dans un quadruple cercueil, deux de
plomb, un de sapin, un de chêne, ils ont été, de l’autorisation
du maire de la ville, et grâce à la pieuse obligeance de M.
l’abbé Haffreingue, provisoirement déposés dans l’une des
chapelles souterraines de l’église de Notre-Dame. Ils y
resteront jusqu’au moment de leur translation à Buenos
Ayres, où les attendent les hommages au rang qu’il a occupé
et aux services éminents qu’il a rendus.
10. Obedeciendo su voluntad, se transportarán sus restos
a América para descansar con los de su esposa,
embalsamados(*) y colocados en un ataúd cuádruple,
dos de plomo, uno de abeto y uno de roble, con la
autorización del alcalde de la ciudad, y gracias a la
piadosa bondad de Abbe Haffreingue,
provisionalmente depositados en una de las capillas
subterráneas de la Iglesia de Nuestra Señora. Allí
permanecerán hasta su traslado a Buenos Aires,
donde recibirán los honores correspondientes al rango
que ocupaba y a los eminentes servicios prestados.
(*) En realidad San Martín pidió honores fúnebres mínimos.
Apenas aceptó que se trasladase su corazón a Buenos Aires, para
ser enterrado junto a la tumba de doña Remedios, su esposa. Sin
embargo su yerno, mariano Balcarce, y otros deudos, decidieron
dar a sus restos las mayores honras.
11. La inhumación de San Martín
y los faustos de la higiene pública
“El artículo cuarto del testamento de San Martín pedía que
no se le hiciera ningún género de funeral y se lo condujera
directamente al cementerio, sin acompañamiento.
Expresaba también el deseo de que su corazón fuera
transportado al cementerio de Buenos Aires.”
Irina Podgorny, Museo de La Plata, Conicet, Argentina,
en su informe de investigación
Las momias de la patria: entre el culto laico, la historia de
la química y la higiene pública.
Por un decreto higiénico de Napoleón, desde 1804 estaba
prohibido conservar restos en iglesias o casas. Con los de
San Martín hubo una contravención tolerada hasta la
repatriación, diez años después.
12. “El señor de San Martín era un bello anciano, de una alta
estatura que ni la edad, ni las fatigas, ni los dolores físicos
habían podido curvar. Sus rasgos eran expresivos y
simpáticos; su mirada penetrante y viva; sus modales
llenos de afabilidad; su instrucción, una de las más
extendidas; sabía y hablaba con igual facilidad el francés,
el inglés y el italiano, y había leído todo lo que se puede
leer. Su conversación fácilmente jovial era una de las más
atractivas que se podía escuchar. Su benevolencia no
tenía límites. Tenía por el obrero una verdadera simpatía;
pero lo quería laborioso y sobrio; y jamás hombre alguno
hizo menos concesiones que él a esa popularidad
despreciable que se vuelve aduladora de los vicios de los
pueblos. ¡A todos decía la verdad!”
Adolph Gérard
13. “San Martín le ofreció a Bolívar su ejército; le
prometió combatir bajo sus órdenes, lo conjuró a ir
juntos al Perú, y a terminar allí la guerra con brillo,
para asegurar a las desdichadas poblaciones de
esas regiones el descanso que tanto necesitaban.
Bolívar se negó. Quería anexar el Perú a
Colombia, como había anexado el territorio de
Guayaquil. Para eso, debía concluir solo la
conquista. Bolívar sacrificó su deber a sus
intereses”.
Adolph Gérard
15. La original (hoy en el
cementerio de la
Recoleta) la diseñó
doña María de los
Remedios de
Escalada en 1812, y
la bordó ella en
Mendoza, con la
ayuda de otras
damas.
16. A la derecha, un pase revolucionario francés doce
años anterior, de 1790, un año después de la
Revolución Francesa. El sello BR significa Bibliothèque
Royale. Es curiosa la inclusión del sol incaico, un
símbolo americano. La Revolución era muy amplia.
B R
18. 1. m. Narración maravillosa situada fuera del tiempo
histórico y protagonizada por personajes de carácter
divino o heroico. Con frecuencia interpreta el origen del
mundo o grandes acontecimientos de la humanidad
mito
19. 2. m. Historia ficticia o personaje literario o artístico que
condensa alguna realidad humana de significación
universal.
mito
20. 3. m. Persona o cosa rodeada de extraordinaria estima.
mito
22. 3. m. Persona o cosa rodeada de
extraordinaria estima.
mito
23. "La historia cuenta lo que hicieron los hombres en las
generaciones pasadas, mientras que el mito nos habla
de la actuación de personajes sobrenaturales.
Al mitificar un personaje histórico le estamos otorgando
características sagradas y, a la vez, estamos creando
un personaje, un modelo para el futuro".
José Ignacio García Hamilton (1943–2009), historiador.
24. "Cuando alguien escriba la historia del deporte
argentino dentro de un siglo, ¿cómo recordará a
Maradona? ¿Como a un excelente deportista o
como a un borracho, drogadicto, que evadía
impuestos, no reconocía a los hijos naturales y
corría a tiros a los periodistas?", se pregunta Soria,
antes de contestarse solo y proseguir el monólogo.
"Los próceres están para ser idealizados, para que
sirvan de ejemplo".
Diego Alejandro Soria
25. “¿Para qué recordar que Sarmiento dijo que la
sangre de los gauchos sólo servía para abonar la
tierra? ¡No, no, no!" Tres veces niega la frase que
discute y humaniza al autor del Facundo antes de
insistir: "Los hombres tienen virtudes y defectos.
San Martín, como Belgrano, Rosas, Urquiza,
Sarmiento y Moreno tenía virtudes y defectos. La
historia trata de mostrar las virtudes para que sirvan
como ejemplos”. (...)
Diego Alejandro Soria
26. (...)
“Si nosotros no tenemos un prócer, lo
inventamos”.
General retirado Diego Alejandro Soria,
director del Instituto Sanmartiniano desde 1992
hasta 2012, hoy académico, en un reportaje de
Guido Carelli Lynch, escritor y periodista, publicado
en la revista de cultura Eñe.
27. Monumento al Ejército
de los Andes
Cerro de la Gloria,
Mendoza, ciudad
Hasta 1913,
Cerro del Pilar
29. Dos manos del caballo en alto: el héroe murió en batalla.
Una mano del caballo en alto: murió de las heridas
recibidas en batalla.
Todas las patas del caballo en tierra: murió de causas
naturales.
Esa regla artística se cumplía estrictamente en el Imperio
Romano, pero cayó en desuso en la Edad Media. Por
tanto hay estatuas del prócer en las que el caballo tiene
diversa cantidad de patas en alto, o ninguna.
32. "El gobierno de Francia honró su memoria en 1909 con
una estatua en Boulogne-sur-Mer. En la ceremonia habló
el poeta Belisario Roldán y dijo:
¡Padre nuestro que estás en el bronce!
“Las progenies multiplicadas levantan su corazón para
exclamar: ¡Hemos hecho la patria que soñaste! ¡Es fecunda
como tu vida, altiva como tus vanguardias, eminentes como
las cumbres, en dignidad, en esfuerzo, en avance legítimo y
también en virtudes! Ha hecho honor en todo tiempo al
relámpago soberbio que a manera de aurora trazó tu espada
el día tormentoso del nacimiento y así, como siguiendo tu
imagen viva entró en la libertad, entra a la gloria un siglo
después, por el pórtico de Francia.
33. “Quede ahí tu estatua por siempre jamás al amparo de la
potente soberanía en cuyo suelo naciera como un brote
espontáneo de la entraña generosa, séale propicio el
murmullo de esa misma mar que arrulló las últimas
nostalgias del proscrito, la ola que llega rumoreando a
quebrarse en estas altas playas traerá hasta el memento,
como un eco de la tierra bien amada el solemne latido de la
patria y que allá, en los más lejanos días del porvenir,
cuando sobre el polvo de todos nosotros haya pasado
rodando la caravana implacable de los años y al beso de los
soles y las lunas haya envejecido esa frente de bronce,
aquellos hijos de nuestros hijos que recorran Europa sientan
descubierta la cabeza y arrodillada el alma, que tiembla en
sus corazones la plegaria sin palabras de todas las
gratitudes".
Belisario Roldán
69. En 1821, en el Perú, castiga los atropellos e insultos
a los españoles. Restaura a sus dueños el ganado
confiscado por las guerrillas patriotas. Ordena a los
esclavos que se fugaron que se presenten al
Ejército. Prohíbe escudos de armas realistas y otras
enseñas de la misma tendencia. Da una semana de
plazo para que las autoridades, si desean
permanecer en sus cargos, se manifiesten en contra
de la corona española. A quienes se niegan les
permite irse del Perú con todos sus bienes.
Establece la obligatoriedad de una orden de un juez
para allanar un domicilio. Suprime la pena de azotes.
70. En el Perú rechazó también premios y honores. Le
ofrecieron el grado de Generalísimo. Aceptó el
cargo pero no el mando ni el sueldo.
El Congreso, en reunión secreta, decide insistir en el
ofrecimiento, pero San Martín no acepta. El Perú le
otorga, sin embargo, una pensión vitalicia, de la que
vivió después en Francia. Le dedican muchos
honores, y aceptan, con dolor, que se retire.
Ante la insistencia de que aceptase algunos
obsequios, tomó el tintero de la Inquisición y el
estandarte de Pizarro, dos símbolos de la opresión
que había finalizado, y que hoy están en un museo.
72. José de San Martín, 1821,
al rechazar la jefatura de la Justicia
que le ofrecían en el Perú:
“Me abstendré de mezclarme jamás en el solemne
ejercicio de las funciones judiciarias, porque su
independencia es la única y
verdadera salvaguardia de la libertad del pueblo; y
nada importa que se ostenten máximas
exquisitamente filantrópicas cuando el que hace la
ley o el que la ejecuta es también el que la aplica”.
74. “Belgrano es lo mejor que tenemos
en la América del Sur”.
José de San Martín, 1816,
en una carta a Godoy Cruz.
En otra carta de 1820 le expresa que no se va a
involucrar en antagonismos políticos internos.
75. En 1822 un decreto de José de San Martín destinó
los bienes del Santo Oficio en el Perú al aumento y
la conservación de la Biblioteca Nacional, institución
cuya existencia, según palabras del Libertador, “es
tan luctuosa a los tiranos como plausible a los
amantes de la Libertad”.
En el territorio de la actual Argentina la Asamblea
Constituyente del año XIII había abolido el Tribunal,
al dictaminar:
“Queda desde este día [24 de marzo de 1813]
absolutamente extinguida la autoridad del tribunal
de la Inquisición en todos los pueblos del territorio
de las Provincias Unidas del Río de la Plata ...”.
78. Arriba Juan
Arriba Juan, arriba Juan
ya cantó el gallito.
Ay no mamá, ay no mamá,
es muy tempranito.
Arriba Juan, arriba Juan,
hay que ir a la escuela.
Ay no mamá, ay no mamá,
me duele la muela.
Arriba Juan, arriba Juan,
pasan los soldados.
Ay sí mamá, ay sí mamá,
ya estoy levantado.
79. Los militares, sí, los militares
cómo te gustan, cómo te gustan los militares.
Pero no niegues al amor de tus amores
porque te gustan, porque te gustan los militares.
De una polca
del trío peruano Los Chamas (Los Indios), 1960
Letra de Albino Canales Costa
80.
81. “Y si no tenemos uniforme, ni ropa, nos vestiremos
con lo que nos tejan nuestras mujeres, o
andaremos...”
84. En 1823, antes de que falleciera su esposa, se lo
acusa de conspiración. Se marcha con su hija a
Escocia, después va a Bélgica y de ahí a Francia.
En 1829 intenta regresar a Buenos Aires, pero se
niega a participar de la guerra civil y vuelve a
Francia.
85.
86.
87.
88. “El inminente peligro que amenaza a la Francia (en lo
mas vital de sus intereses) por los desorganizadores
partidos terroristas, comunistas y socialistas, todos
reunidos al solo objeto de despreciar, sino también la
propiedad, la religión y la familia, han contribuido muy
eficazmente a causar una reacción formidable a favor
del orden.”
San Martín,1848,
en una carta al mariscal Ramón Castilla,
presidente del Perú.
Es el año del Manifiesto comunista,
de Karl Marx y Fredrich Engels
89.
90.
91. Máximas para su hija (1825)
1° Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos
que nos perjudican. Sterne ha dicho a una mosca abriendo la
ventana para que saliese: Anda, pobre animal, el mundo es
demasiado grande para nosotros dos.
2° Inspirarla amor a la verdad y odio a la mentira.
3° Inspirarla gran confianza y amistad pero uniendo el respeto.
4° Estimular en Mercedes la caridad con los pobres.
5° Respeto sobre la propiedad ajena.
6° Acostumbrarla a guardar un secreto.
7° Inspirarla sentimientos de indulgencia hacia todas las
religiones.
8° Dulzura con los criados, pobres y viejos.
9° Que hable poco y lo preciso.
10° Acostumbrarla a estar formal en la mesa.
11° Amor al aseo y desprecio al lujo.
12° Inspirarla amor por la patria y por la libertad.
96. "Como militar, San Martín fue intachable, un héroe,
pero en lo demás era muy mal mirado por los
enemigos de Rosas. Ha hecho un gran daño a
nuestra causa con su antipatía, casi agreste y cerril,
contra todo lo extranjero. Era de aquellos que, en la
causa de América, no ven más que la independencia
del extranjero, sin importarles nada de la libertad y
sus consecuencias. Y todavía lega a Rosas, tan
luego, su espada. Esto aturde, humilla e indigna".
Valentín Alsina (1802–1869)
Escritor, abogado y político
102. San Martín, amigo de Rosas, no opinó en público sobre
el caso. (De todos modos, y por la distancia, no habría
tenido tiempo de interceder).
Dalmacio Vélez Sársfield, el gran jurista, le aconsejó a
Rosas aplicar la pena de muerte.
El propio Valentín Alsina, gran crítico de Rosas, le
exigió que se fusilase a la pareja, y lo acusó de ser
demasiado blando con la corrupción.
Después, los adversarios de Rosas le recriminaron
haber cometido ese hecho sangriento.
Rosas parece haberse arrepentido antes de morir. Dijo
que todos le pedían el fusilamiento, pero que la
decisión fue de él, el primer responsable.
103. Sinceridad de un gran enemigo de Rosas:
“Debo decirlo en obsequio de la verdad histórica,
nunca hubo un gobierno más popular y deseado ni
más sostenido por la opinión (...) que el de Don Juan
Manuel de Rosas”
(Domingo Sarmiento, 1845)
104. "San Martín no tomó rehenes ni exigió rescates, no
tomó venganzas y aconsejó no tomarlas, humanizó la
lucha […]. Su acción se singularizó por su deseo de
encontrar la paz y hacer cesar todo posible
derramamiento de sangre."
Juan Turrens, historiador.
Turrens fue profesor en el Colegio Nacional Buenos
Aires. En 1976 desobedeció la orden de enaltecer, en
sus clases de historia, los crímenes de la dictadura de
Videla, Massera y Agosti.
105. Bloqueo anglofrancés al Río de la Plata
“Los argentinos se defenderían activamente de toda
agresión externa, y nada podrían hacer los ejércitos
que enviaran en su contra, contra pequeñas partidas
armadas de caballería, es decir, montoneras.”
San Martín, 1846, consultado por el periodista
Frederick Dickson del Morning Chronicle de
Londres.
106. Medalla por sus acciones
en la batalla de Bailén,
1808, al servicio de
Fernando VII y contra
Napoleón.
Más tarde, prisionero de
Francia, el Emperador se
le acercó, vio la
condecoración en su
uniforme, y le preguntó:
— ¿Bailén? — San Martín
asintió. Algunos temieron
que Napoleón se vengase
en él, lo que no ocurrió.
107. Esa anécdota es
dudosa, como muchas
otras. Hay historiadores
que dicen que lo que
miró y tocó Napoleón
del uniforme de San
Martín prisionero no fue
esa medalla, sino un
botón de su casaca, y
que la pregunta fue:
— ¿Murcia?
Otros dudan de que
haya existido ese
encuentro.
108. El rojo de la divisa
española destiñió con
los años. Esta fue la
medalla que el prócer
dio a una de sus nietas
para que jugase a
abrigar, con la cinta ya
amarilla, una muñeca
que “tenía frío”.
109. Divisa de una de
las
organizaciones
secretas a las que
perteneció San
Martín. Las
herramientas son
las de un albañil,
en inglés mason.
La G es la del
Gran Geómetra.
110. Emblema de otra de
las varias logias a
las que adhirió San
Martín. Las manos
entrelazadas al
mismo nivel
significan la unión y
la igualdad. El gorro
de los libertos frigios
representa la
libertad. Son todos
símbolos de la
Revolución
Francesa de 1789.
111. Medalla diseñada y hecha por el orfebre Jean
Pierre Simon en 1825 en Bruselas. La logia
masónica La Parfaite Amitié la dio a San Martín,
y el prócer la conservó hasta el fin de sus días.
112. Catre que se
pliega y se
guarda en un
cofre, usado
por el
Libertador en
su campaña de
Chile.
114. Los actos más heroicos de San Martín
Negarse a pelear
Con orden de captura, viajar igualmente para tratar
de encontrarse con su esposa moribunda.
Hacerse cargo de la hija de ambos, y de su
descendencia.
contra compatriotas.
115. ¿Qué haría hoy San Martín, si viviese?
Sería honesto, serio y severo, pero quizá compasivo.
Sería nacionalista de la Patria Grande.
Rechazaría halagos, premios y distinciones.
Sería católico, pero conviviría con otras creencias.
Sería antiimperialista, pero no de izquierda.
Le disgustaría la acción directa desordenada.
Se opondría a la dominación despótica.
116. Y lo pondría triste, muy
triste, el odio entre
hermanos.
Fin