La fábula de los ciegos y el elefante ilustra cómo cada persona sólo capta una parte limitada de la realidad compleja. Así, los tres ciegos describen al elefante de forma diferente según la parte que tocan - la cola, la pata o el cuerpo. Del mismo modo, desde niños se nos entrena para ver sólo fragmentos aislados en lugar de comprender el panorama completo, debido a que la cultura dominante rompe e impide reconstruir la realidad en su conjunto.