1. “Contenttur” contenido y
turismo: promoción de
destinos.
Son suficientes las experiencias profesionales vividas y
organizadas, ajenas y propias, para la promoción de destinos
turísticos usando las nuevas tecnologías. Son muchas también
las monitorizaciones y mediciones de resultados de esas
experiencias tanto propias como ajenas y muchas las dudas que
han surgido tras ellas. El análisis de esas dudas a su vez dan lugar
a la conciencia de haber cometido errores y la búsqueda de
reparaciones de los mismos y la reparación en este caso, trae
consigo un cambio en las acciones. Lo he dicho muchas veces a lo
largo de estos cinco años, hay que parar para evaluar y tras ello
analizar si tiene sentido dejarse llevar por la tendencia estratégica
del momento o aunque sea un trabajo forzoso, modelar actitudes a
los clientes e ir contracorriente porque un cambio metodológico y
estratégico se hace necesario ante la evidencia de los resultados.
Éso es lo que he hecho y éstas son las conclusiones a las que he
llegado:
2. 1. El destino turístico debe mantener su identidad administrando
sus recursos turísticos e integrando a la población como un activo
pero esa identidad no es lo que el viajero emitirá de sus vivencias ni
lo que percibe de ellas, es lo que es el destino en si
mismo. La identidad de un destino no debe ni puede forzarse, lo
que es, debe responder a la naturalidad.
2. Cuidamos mucho la imagen de lo que queremos vender y
ofrecemos esa imagen como un vehículo incentivador del destino.
Y entiéndase por imagen no solo la emitida a través de cualquier
herramienta digital sino también la que acercamos en vivo a los
ojos del turista profesional en cualquiera de las modalidades de
promoción. Pero la imagen no es lo que queda en la mente de
quién la ve sino la percepción de ella, que nunca será la nuestra.
Las percepciones son subjetivas y están condicionadas por el tipo
de persona, su formación y el ambiente que le rodea. Por lo tanto a
esa imagen no hay que dejarla sola sino rodearla de contenido que
motive al receptor.
3. Utilizamos las emociones en nuestras estrategias de promoción
de destinos para generar reacciones que se transformen en posts,
en tweets o en actualizaciones de estados. Intentamos
provocar emociones para dar paso a la comunicación sobre lo
sentido en una experiencia. Pero las emociones no deben de ser
tratadas solamente como un reactivo comunicador sino como
medio de motivación e identificación con el destino en el
usuario y para ello debemos de dotarlas de contenido en las que el
usuario se pueda sentir identificado.
4. Utilizamos los impactos en redes sociales como una llave hacia
el éxito o el fracaso en las estrategias de promoción de destinos.
Cuando esos impactos a fecha de hoy no dejan de ser más que
datos y en muchas ocasiones, debido a algunas herramientas
3. gratuitas, mal medidos. Los impactos en Twitter son algo
efímero y cuando son reducidos a un periodo escaso de tiempo (la
del desarrollo de la promoción) buscando el Trending Topic,
resultan hasta molestos, lo que implica que en ocasiones la
información derivada de ese destino y su acción estratégica sea
rechazada o desatendida.
5. Estamos vaciando de contenido los destinos en favor de los
datos y no tenemos en cuenta que el turista lo que paga es
simplemente es hacer realidad su sueño, el sueño que se va
creando a través de la información que obtiene de las búsquedas
relacionadas con el destino, movido por su propia inquietud y
curiosidad. Esa información es la que se le hará decidir, no el ‘jaleo’
que se produzca en una red social. No confundamos llamar la
atención, que también es importante, con motivar al
consumidor.
6. Los activos en la promoción de destinos puramente físicos como
paisajes, hoteles o restaurantes con las diferentes redes sociales
tanto horizontales como verticales se han dotado del poder de la
conversación con el viajero. Pero no tenemos en cuenta que el
viajero usuario de nuevas tecnologías es capaz de diseñar sus
propios viajes e incluso le gusta hacerlo, el contenido proporciona
la construcción de ese sueño que es el viaje en silencio, le permite
pensar, percibir, analizar y contrastar lo que quiere con lo que le
ofrecen. Las redes sociales de interacción más directa, de
comentario o conversación, como Twitter o Facebook son un paso
posterior, cuando llegan a nosotros, parte de la estructura de ese
viaje está recreado en su mente gracias al contenido y el papel en
redes sociales debe ser el de la atención.
7. Seguimos pensando que un puñado de seguidores en redes
sociales convierte a cualquier persona en un “influenciador” al
4. visitar un destino. La estrategia en la promoción de destinos no
debe basarse en la cuestionable influencia de nadie sino en la
conexión entre las partes y cuando me refiero a las partes, no solo
indico al “conector” con el potencial consumidor sino a los
ofertadores del destino. Tampoco el invitado como conector a
cualquiera de estas estrategias debe acudir vestido del ego de la
influencia. La estrategia debe apoyarse y sacar el máximo partido
del conocimiento profesional y variado de los invitados a este tipo
de experiencias tanto para mostrar y probar los activos del destino
como para corregir a la parte contratante de sus defectos y/o
carencias desde el punto de vista de ser un viajero más, no del
consultor profesional de turismo. No hay que olvidar que en la red
la actitud no es esconder ni negar, sino escuchar para reparar,
éso vestirá la credibilidad del usuario final.
En base a todos estos puntos surge el cambio tanto estratégico
como metodológico y un cambio de modelo a la hora de trabajar
para los destinos turísticos y lo he denominado “contenTTur”. El
objetivo: que las estrategias vayan encaminadas a dotar de
contenido de calidad y posicionado a un destino, dotar de
coherencia a las acciones, de congruencia a las estrategias y
de naturalidad en la comunicación.
Basar el éxito de una estrategia de comunicación combinando lo
digital y no digital en:
- Generar contenido de calidad, posicionado y relevante que
consolide el branding del destino .
- Cohesión en la comunicación online dentro de la comunidad
implicada en la administración de los recursos turísticos del
destino.
5. - Potenciar la escucha activa de dicha comunidad a favor de la
reparación o eliminación de riesgos que resten credibilidad al
destino.
- Obtención de ROI por encima de la obtención de impactos.
- Combinar estrategias en on y off dirigidas a conectar a la
comunidad online con los contenidos desarrollados tras las
experiencias en el destino y de ellos generar conversación.
- Formar y trabajar con los destinos y sus actores principales con el
objetivo de construir contenidos de calidad que respondan a las
búsquedas más habituales sobre el destino o sobre el turismo en
general.
Contenttur, con T de contenido y T de turismo es parte de un
proyecto más ambicioso que ya está en marcha donde todas los
destinos turísticos nacionales tiene cabida, donde todas las
estrategias como blogtrips, socialtrips, famtrips o presstrips se
verán identificados. El Marketing Inboud tiene como objetivo
vender y en éso se cimenta la estrategia de Contenttur. Tres
pasos: el de la creación de ese contenido de valor, la de difusión
como efecto multiplicador y el de conversión del tráfico que
demanda información en potenciales clientes porque si no hay
clientes, no hay ventas y por lo tanto tampoco ingresos. y en éso
estamos, ¿No?
En: http://www.eventosfera.com/contenttur-contenido-y-turismo/