El Impacto de las Variaciones de la Demanda en Cadenas de Suministros Internacionales

1. El Impacto de las Variaciones de la Demanda en Cadenas de Suministros Internacionales
Aaron Ruiz
La logística tiene como finalidad satisfacer las necesidades expresadas o latentes, en las
mejores condiciones económicas para la empresa y para un nivel de servicio determinado.
Dichas necesidades pueden ser de índole interna, como el aprovisionamiento de bienes y
servicios para garantizar el funcionamiento de la empresa; o externa, como la satisfacción del
cliente. El efecto de los cambios de la demanda es un factor clave que deben considerar las
empresas para la buena gestión de sus cadenas de suministros internacionales. El presente ensayo
muestra los conceptos más importantes para una adecuada gestión logística, como la demanda,
cadena de suministro, escenarios donde varían la demanda y el impacto que estas tienen en la
cadena de suministro.
La demanda es la suma de las compras de bienes y servicios que realiza un cierto grupo
social en un momento determinado. Puede hablarse de demanda individual, la que involucra a un
consumidor; o demanda total, la que participan todos los consumidores de un mercado.
Asimismo, según Parkin (2014), el término demanda se refiere a “la relación entre la cantidad
demandada de un bien y su precio cuando todos los demás factores que influyen en los planes de
compra permanecen constantes”. La demanda depende de dos variables principales: precio y
cantidad demandada. La variación de dichos componentes trae como consecuencia que, si el
precio es menor, la cantidad demandada será mayor, y viceversa. A este efecto se le conoce
como la ley de la demanda. De esta manera, Parkin (2014) afirma que, conforme el precio de un
bien o servicio baja, su cantidad demandada aumenta, siempre y cuando los demás factores se
mantengan constantes.

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Conocer la demanda es indispensable para la toma de decisiones de las empresas, para
ello se debe hacer una adecuada estimación de esta. Asimismo, el pronóstico de la demanda se
deriva en dos conceptos: la demanda observada y la demanda esperada. La primera, se refiere a
datos históricos o numéricos con los que se cuenta actualmente; la segunda, es la demanda que se
calcula. De esta manera, se puede afirmar que el pronóstico es un elemento fundamental o básico
de la planeación de la demanda, porque permitirá a los empresarios proyectar la producción
necesaria para cubrir las necesidades de los clientes en los momentos oportunos. La cadena de
suministro es un conjunto de actividades funcionales (transporte, control de inventarios, etc.) que
se repiten muchas veces a lo largo del canal de flujo, mediante las cuales, la materia prima se
convierte en productos terminados y se añade valor para el consumidor (Ballou, 2007).
Asimismo, según Chopra & Meindl (2013), una cadena de suministro “se compone de todas las
partes involucradas de manera directa o indirectamente, para satisfacer la petición de un cliente”.
Además, la cadena de suministro abarca la planificación de las actividades involucradas
en la búsqueda, obtención y transformación de los productos, incluyendo a los agentes del canal
en sus respectivas etapas. Estas etapas son las siguientes: proveedor, fabricante, distribuidor o
mayorista, detallista o minorista y cliente. Esta red puede ser visualizada en ambas direcciones y
no necesariamente debe de incluir a todos los agentes. A su vez, la cadena de suministro es
dinámica e implica un flujo constante de información, productos y fondos entre las etapas.
El objetivo de la cadena de suministro es “maximizar el valor total generado” (Chopra &
Meindl, 2013). El valor al cual se refiere considera a todas las etapas de la cadena y es la
diferencia en lo que vale el producto final para el cliente y los costos en que esta incurre para
cumplir la petición de este.

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La gestión de la cadena de suministro requiere de muchas decisiones para incrementar su
superávit. Estas decisiones se encuentran dentro de tres categorías en función a su frecuencia de
decisión y el marco de tiempo de efecto de cada decisión. Estas tres categorías, dependientes
entre sí, son las siguientes: estrategia o diseño, planeación y operación, las cuales tienen un
fuerte impacto en la rentabilidad.
Los cambios en los factores que influyen en los planes de los compradores provocan un
cambio, ya sea en la cantidad demandada o en la demanda. El primero es provocado por una
variación en el precio y por tanto se ve un cambio a lo largo de la curva de la demanda. El
segundo refleja un desplazamiento de la curva, ya sea hacia la derecha o hacia la izquierda,
debido a factores que no dependen del precio del bien demandado, como: precios de bienes
relacionados, precios esperados en el futuro, renta, renta esperada en el futuro y crédito,
población y preferencias.
En el primer caso, el impacto del precio sobre la cantidad demandada se debe a dos
razones: al efecto de sustitución y al efecto ingreso. El efecto sustitución consiste en que, si el
costo de oportunidad de un bien aumenta, el incentivo para adquirir menos de dicho bien y
cambiar a un sustituto se hace más fuerte. El efecto ingreso se refiere a que, si un precio varía sin
un cambio en los ingresos de las personas, se genera una diferencia en la cantidad demandada del
producto que dichas personas vayan a adquirir. En ambos casos, se cumplen dichos efectos si los
demás factores que influyen en los planes de compra permanecen constantes.
En el segundo caso, los precios relacionados se refieren a los precios de productos que se
pueden usar en lugar de otro, llamados bienes sustitutos y a los precios de los productos que se
usan en conjunto con otro, llamados bienes complementos. En este caso, si el precio de un bien
sustituto sube, las personas preferirán comprar el primer producto en cuestión y por tanto la

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curva de la demanda se desplaza a la derecha. Asimismo, si el precio de un bien complemento
sube, el primer producto tendrá poca demanda, por lo que la curva de la demanda se desplaza a la
izquierda. Los precios esperados en el futuro influyen en las decisiones de las personas en
comprar el producto ahora o más adelante. Si el precio esperado de un producto es mayor en un
futuro, las personas preferirán adquirirlo hoy y la curva de la demanda tendrá su desplazamiento
hacia la derecha y viceversa.
En cuanto al ingreso de las personas, si este aumenta, de la misma manera lo hará la
cantidad demandada, caso contrario ocurrirá si disminuye. Sin embargo, es necesario diferenciar
los tipos de bienes. Para Parkin (2014), un bien normal es aquel cuya demanda aumenta
conforme el ingreso incrementa y un bien inferior es aquel que cuya demanda baja conforme el
ingreso aumenta. Otro factor importante es el ingreso esperado en el futuro y crédito, puesto que,
si el ingreso aumenta en el futuro o el crédito es fácil de obtener, la demanda podrá aumentar en
el presente. También se encuentra a la población que, cuanto más grande sea esta, mayor será la
demanda de todos los bienes y servicios, y viceversa. Por último, las preferencias, las cuales
determinan el valor que la gente le da a cada bien y servicio. Estas preferencias determinarán un
incremento o descenso en la demanda, haciendo que esta se desplace a la derecha o izquierda
respectivamente.
Las empresas deben tener en cuenta los factores anteriormente mencionados para
pronosticar correctamente la demanda, teniendo en cuenta la variabilidad de esta. Así podrá
estimar escenarios presentes y futuros garantizando una demanda más exacta a la realidad que
permita tomar las decisiones y previsiones adecuadas en la producción del bien.
La cadena de suministro internacional surge por la necesidad de integrar proveedores
internacionales, por la exportación de productos finales o por una integración global de las

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operaciones de abasto, producción y distribución. Las pequeñas variaciones de la demanda en las
cadenas de suministro internacionales producen importantes efectos en sus distintos niveles, y
sus consecuencias puede ser muy perjudiciales como, por ejemplo: excesos de stock, aumento
del costo de almacén y pérdida de ventas seguras debidas a no atender aumentos puntuales de la
demanda. A estas pequeñas variaciones que producen grandes impactos se le conoce como
“efecto látigo”.
Estos impactos perjudiciales se deben a factores como: problemas de comunicación y
coordinación, porque entre los responsables de los distintos niveles de la cadena de suministro
pueden tener percepciones distintas de las cantidades que necesitan; estimación de la demanda
poco consistente, por una investigación inadecuada o poco fiable; una estrategia de
aprovisionamiento poco flexible, pues se basa estrictamente en datos estimados de la demanda
sin considerar contingencias; grandes fluctuaciones en las políticas de precios, debido a un mal
establecimiento de políticas de descuentos que genera un aumento inevitable de la cantidad
demandada del producto; y la aversión al riesgo, con lo cual hay un incremento en el stock de
seguridad, que a su vez, genera altos costos de almacén y mantenimiento. Asimismo, las
consecuencias ocasionan la acumulación distorsionada de inventarios a lo largo de la cadena de
suministro como resultado de la falta de sincronización de la información entre los agentes que la
forman y la variabilidad que existe en las órdenes de reabastecimiento generadas por los agentes
de la cadena. Esto se basa en la información suministrada por el siguiente agente y no en lo que
el cliente está comprando en la actualidad. También si se realiza un mal pronóstico de la
demanda y surgen variaciones de esta, puede traer consigo la menor disponibilidad de productos
cuando la demanda real sea mayor a la demanda pronosticada.

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La demanda es un componente importante de la cadena de suministro, puesto que una
pequeña variación en cualquiera de sus factores genera un impacto significante en todas las
etapas de la cadena. Por tanto, el pronóstico de la demanda, considerando todos los escenarios
posibles, es uno de los principales factores de éxito. Dicho esto, una compañía debe de vincular
su pronóstico a todas las actividades de la cadena de suministro, como la capacidad, la
producción, la promoción y las compras. Para lograrlo, es necesario que el área de logística este
integrada con las áreas de marketing y comercial para conocer desde un principio las necesidades
y demanda de los clientes y en base a ello diseñar, planificar y organizar la cadena de suministro
para satisfacer dichas necesidades efectivamente.
Finalmente, para reducir las el impacto de las variaciones de la demanda en la cadena de
suministro se deben realizar las siguientes acciones: mejorar la comunicación entre los agentes
mediante un sistema ERP, optar por una política de aprovisionamiento adecuada de adquirir con
mayor frecuencia pequeños lotes de acuerdo a las necesidades de cada momento, desarrollar una
mayor flexibilidad y agilidad en todos los procesos de la cadena, y por ultimo mantener cierta
coherencia en los precios y anticiparse cada vez que se realice una política de descuento.

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Referencias
Ballou, R. (2007). Logística: Administración de la cadena de suministro. Quinta Edición.
Chopra , S., & Meindl, P. (2013). Administración de la cadena de suministro. Quinta edición. .
México D.F.: PEARSON EDUCACIÓN.
Parkin, M. (2014). Economía. Decimoprimera edición. México D.F.: Pearson Editorial.