1. MAESTRIA EN ADMINISTRACIÓN
(MATP TRUJILLO VIII / 2010-2)
CURSO Macroeconomía
PROFESOR Oscar Frías
TITULO EXTRACTIVISMO
El presente trabajo ha sido realizado de acuerdo a los
Reglamentos de ESAN por
Walter Rojas Castillo ..................................
Trujillo, 30 de abril del 2011
2. INTRODUCCION
En el Perú necesitamos reflexionar con urgencia sobre cómo construimos un país que
tenga viabilidad económica, social, ambiental, climática y energética. Años de
expansión económica pero al mismo tiempo de crisis social y ambiental, han puesto en
agenda la necesidad de transitar a nuevos escenarios de sostenibilidad, equilibrio y
respeto irrestricto a los derechos de las personas. Los problemas ambientales
continúan agravándose de manera alarmante. Según la propia Defensoría del Pueblo,
en el Perú gran parte de los conflictos sociales que se producen tienen su origen en
problemas ambientales, sobre todo vinculados a industrias extractivas. ¿Cuánto le
cuestan al país estos conflictos?
La estrategia de crecimiento basada en sectores extractivos, muestra sus límites y
enfrenta serios cuestionamientos. Los indicadores que saltan a la vista, aparte de los
propios conflictos, el incremento de la vulnerabilidad ambiental de diversas zonas del
país, la disputa por recursos cada vez más escasos como el agua y las tierras
agrícolas, los daños a la salud y los derechos de poblaciones que son vulnerados,
sobre todo de los peruanos y peruanas más pobres.
En plena campaña electoral peruana, todos los candidatos presidenciales, excepto
uno, consideran que se deberá regular de otra manera el extractivismo. Incluso el
candidato de centro, Alejandro Toledo, anunció regulaciones ambientales para las
mineras. En Ecuador está en marcha un debate que sorprenderá a muchos: Una
moratoria de nuevas explotaciones petroleras en algunas zonas amazónicas. Se
considera que sus perjuicios económicos, sociales y ambientales superan en mucho a
los posibles beneficios por exportaciones y tributos.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Todas las ponencias apuntan en la misma dirección: la necesidad de establecer
regulaciones sociales y ambientales sobre las prácticas extractivas. Perú, como los
demás países andinos, brinda muchos ejemplos que alertan sobre la necesidad de
iniciar esas “transiciones” para salir del extractivismo exportador. Ha comenzado la
caída en la disponibilidad de hidrocarburos y otros recursos naturales, de donde
muchos consideran que lo más sabio es reducir sus exportaciones para priorizar un
consumo doméstico más lento y prolongado. Se repite el aumento del precio de los
alimentos, lo que pone en jaque al modelo reciente volcado a exportar unos pocos
agros alimentos. Es más sensato diversificar la producción agropecuaria para asegurar
la suficiencia alimentaria nacional. El cambio climático global, las nuevas restricciones
ecológicas continentales y nacionales limitarán todavía más las opciones productivas,
como por ejemplo el acceso al agua.
También se hace evidente que el alto grado de conflictividad social del extractivismo
lleva a un agotamiento democrático, que hace necesario respetar canales de consulta
y participación ciudadana. El camino extractivista actual es demasiado costoso,
conflictivo y de dudoso beneficio económico, las “transiciones” buscan superarlo.
3. REFERENCIA AL CURSO DE MACROECONOMIA
La macroeconomía puede ser utilizada para analizar cuál es la mejor manera de influir
en objetivos políticos como por ejemplo hacer crecer la economía, conseguir la
estabilidad de precios, fomentar el empleo y la obtención de una sustentable y
equilibrada balanza de pagos, se enfoca en los fenómenos que afectan las variables
indicadoras del nivel de vida de una sociedad. Además objetiza más al analizador la
situación económica de un país propio en el que vive, permitiendo entender los
fenómenos que intervienen en ella. Al extractivismo, se le define como “los ‘sistemas
de explotación de productos forestales para la venta en los mercados locales,
nacionales e internacionales’ y, por tratarse de recursos nacionales involucran a la
sociedad, la economía, el quehacer político y el ambiente, originando profundas
trasformaciones en las regiones, como es el caso de la región sudamericana, y
especialmente en la Amazonia.
A lo que parece, la región seguirá sirviendo de territorio estratégico a la economía
política mundial. Mientras tanto, esta importancia radicará cada vez más en su
potencial como proveedora de recursos que se vuelven mercancías para los centros
manufactureros más dinámicos, ubicados, en su mayor parte, fuera del subcontinente
sudamericano.
Coadyuvante de lo anterior es la creciente demanda mundial de minerales e
hidrocarburos (petróleo, gas y derivados), especialmente de parte de China. Además
se repiten las evaluaciones de organismos como el BID y el BIRD de que Brasil y los
demás países de la región deben invertir en infraestructura para reducir costos y
tiempos de transporte. La geografía y la precaria o inexistente infraestructura de
conexión, juzgan estas instituciones, dificultan la logística y aumentan el costo no
tarifado de la circulación y el comercio de productos en la región.
Ése es uno de los principales riesgos que se percibe con la política extractivista: el
riesgo de que la región devenga, nada más y nada menos, en proveedora de factores
materiales generales para la producción (es decir, infraestructura), a fin de
potencializar uno de los "modelos de desarrollo" que han caracterizado el camino
histórico de la región en la economía mundial—extracción y exportación, ampliando
así la escala de las importaciones—con un mínimo de valor agregado.
CONCLUSIONES
Lo anterior impone una renovación general de la perspectiva analítica de la llamada
integración regional. Para ello, la sostenibilidad y la equidad deben estar entre los
primeros fundamentos; los aspectos sociales y ambientales deben ser tratados de una
manera integrada; prestando atención especial a cómo las relaciones asimétricas de
poder han podido renovarse y expandirse dentro de la sociedad permitiendo así el
nuevo modelo extractivista.
Debe reanudarse el debate sobre la participación de la sociedad en el diseño y la
planificación de políticas públicas, pero sobre bases nuevas, aprovechando el
aprendizaje logrado en la última década en relación con los gobiernos y
organizaciones multilaterales.
4. Las transiciones no esperan que el desarrollo sea una consecuencia espontánea del
mercado o de la pareja exportaciones – inversiones. Apuestan a esquemas donde
tanto el mercado como el Estado están bajo regulación social. Son opciones que
desacoplan el crecimiento económico, y los énfasis se colocan en el bienestar de las
personas y la protección de la naturaleza antes que en los indicadores de
exportaciones.
¿Cómo vamos a fortalecer alternativas al extractivismo? ¿Diciendo que el
extractivismo es bueno, que hay que hacer represas hidroeléctricas gigantes, que hay
que continuar con la minería, que hay que continuar con la soja, que hay que continuar
con la caña de azúcar para hacer biocombustibles, con la forestación, etc.? Es
necesario abrir un debate profundo en los movimientos y entre los movimientos y los
gobiernos.
La situación de la Central Hidroeléctrica de Inambari también está movilizando
indígenas, campesinos y ambientalistas, que protestaron en los departamentos de
Cuzco, Puno y Madre de Dios. Se le considera la mayor hidroeléctrica por construir en
el Perú. Se prevé que inunde 45.000 hectáreas, dejando bajo el agua zonas agrícolas,
tierras campesinas (pobladas por unas ocho mil personas) y extensas áreas de selva
nativa (incluyendo el Parque Nacional Bahuaja Sonene). El lago resultante permitirá el
acceso a áreas actualmente inaccesibles.
De llevarse a cabo estos proyectos, hasta la carretera Interoceánica deberá ser
modificada, puesto que gran parte de ella, en los departamentos de Cuzco y Puno,
quedará bajo las aguas del lago. También se critica que el 75% del total de energía allí
generada (2,000 MW) será transferido a Brasil.12
En Inambari, parece reproducirse la misma incertidumbre en cuanto a los costos de la
obra y los impactos sociales y ambientales que hoy presenciamos en las Centrales
Hidroeléctricas de Belo Monte (PA) y del Madera (RO). Se observa también el mismo
juego de desinformación y contrainformación, y el mismo riesgo derivado de la omisión
y la irresponsabilidad social y ambiental del gobierno peruano. Pero las coincidencias
no paran ahí: las empresas involucradas y los actores financieros son prácticamente
los mismos –esta vez, en territorio peruano.
Esa situación nos plantea nuevos desafíos de análisis y principalmente de acción
política en distintos niveles incluyendo el regional. Entre ellos identificamos el reto de
cómo actuar frente a gobiernos que, a pesar de haber recibido legitimidad por
procesos sociales y políticos emancipatorios, siguen conectados conglomerados
empresariales nacionales y transnacionales, y siguen financiando con recursos
públicos la instalación de la infraestructura productiva y la explotación de recursos
naturales, causando así fuertes impactos sociales y ambientales negativos en el plano
local.
Las enseñanzas de esos y otros casos indican que aquellas naciones que se
adelantan en preparar esas “transiciones” lograrán las mayores ventajas. Aquellas que
se atrasen, seguirán subordinadas a los mercados globales del futuro cercano.