Este documento discute la importancia de la obediencia para recibir las bendiciones de Dios. Citando pasajes de la Biblia como Deuteronomio 28:1-6, argumenta que para prosperar espiritual y materialmente, los creyentes deben escuchar atentamente la voz de Dios y obedecer Sus mandamientos. Aunque el camino de la obediencia no sea fácil debido a la oposición del mundo, promete que Dios derrotará a los enemigos de aquellos que le son fieles y les enviará bendiciones en todas las áreas

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Lerma, 25 de Diciembre de 2016
SI ESTUDIAS LA SANA DOCTRINA DE CRISTO Y OBEDECES…HAY BENDICIÓN
Le dijo el profeta Samuel al rey Saúl que Jehová Dios quiere obediencia y no
sacrificios: (1Sam. 15:22) “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos
y víctimas, como en que se obedezca a las Palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer
es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”. Hoy
vamos a enfocar nuestra atención en la condición que tenemos que cumplir, para recibir
las bendiciones de Jehová Dios. ¿Cuántos desean recibir bendiciones en este lugar?
Entonces, analicemos nuestra obediencia a Jehová Dios; ¿Somos obedientes? Hago esta
pregunta porque en muchas ocasiones, las circunstancias que se presentan en nuestra vida,
nos pueden hacer sentir mal; y en ocasiones hasta llegamos a pensar o decir que Dios se ha
olvidado de nosotros; Y como ejemplo tenemos al rey Saúl: (1Sam. 13:8-12) “8 Y él
esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había dicho; pero Samuel no venía a Gilgal,
y el pueblo se le desertaba. 9 Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y ofrendas de
paz. Y ofreció el holocausto. 10 Y cuando él acababa de ofrecer el holocausto, he aquí
Samuel que venía; y Saúl salió a recibirle, para saludarle. 11 Entonces Samuel dijo: ¿Qué
has hecho? Y Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no
venías dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, 12 me
dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado el favor de
Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto”. Nos podemos sentir tan mal, que
llegamos a pensar que Jehová Dios no nos bendice. Así que este es el tema que
estaremos estudiando en el día de hoy. Hoy discutiremos que tenemos que hacer para
recibir las bendiciones de Dios. Si me oyeron bien, existe algo que tenemos que hacer
para ser bendecidos.
¿Qué tenemos que hacer? Tenemos que ser obedientes; Jehová Dios no es un robot, o
como una máquina de caramelos o refrescos, que dispensa bendiciones automáticamente.
Para recibir las bendiciones, Jehová Dios demanda algo de nosotros; Jehová Dios
demanda la obediencia. Pasemos ahora a los versículos que estaremos empleando en
nuestro estudio de las Sagradas Escrituras. (Deuteronomio 28:1-6) “1 Acontecerá que si
oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos
sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová tu Dios te exaltará sobre
todas las naciones de la tierra. 2 Y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te
alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios. 3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú
en el campo. 4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la
cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas. 5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de
amasar. 6 Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir”.
Para tener un mejor entendimiento del mensaje que Dios tiene para nosotros en el
día de hoy, será necesario hacer un breve repaso de las cosas que acontecieron
antes y que se escribieron son para nuestro ejemplo. (Romanos 15:4) “Porque las
cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron, a fin de que por
la paciencia y la consolación de las Escrituras, tengamos esperanza”; (1Cor 10:11) “Y estas
cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a
quienes han alcanzado los fines de los siglos”. Son imprescindibles, estos ejemplos de
vida, ya que a través de ellos podemos poner las cosas en perspectiva. En otras
palabras, podemos ver como los eventos que ocurrieron en el pasado se aplican a
nuestra vida.

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Lo que estaba aconteciendo en este momento en Deuteronomio 28:1-6; era que el
pueblo de Israel estaba acampado cerca del río Jordán, en la tierra de Moab, al este de la
ciudad de Jericó. Ellos estaban listos para entrar en la Tierra Prometida, pero aquí vemos
que Moisés les estaba recordando, y a la misma vez nos enseña a nosotros una
cosa muy importante. Las Sagradas Escrituras, nos revelan que Moisés le está advirtiendo
al pueblo de Dios de ese entonces, tal como al pueblo de Jehová Dios de hoy, que, para
recibir las bendiciones, tenemos que ser obedientes. Y es por esto que “…cuídate
de no olvidarte…”, (Deut. 8:11) “Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios, para
cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy”. Es uno de
los temas claves en el libro de Deuteronomio.
Jehová Dios por medio de Moisés hace un gran énfasis en el peligro que existe en
tener mala memoria, ya que cuando olvidamos todo lo que Jehová Dios ha hecho
por nosotros, esto nos conduce a la arrogancia y la desobediencia. Así que ellos, al
igual que todos nosotros debemos siempre recordar lo que aprendemos en los
Estudios de las Sagradas Escrituras y predicaciones. Y lo que siempre encontramos
bien declarado en los Estudios de las Sagradas Escrituras es que no podemos ser de
escasa memoria; siempre debemos recordar dos cosas: (1) cuando prosperamos, es
porque Jehová Dios lo ha causado, y (2) cuando desobedecemos a Jehová Dios, Él nos
disciplina como lo hizo con la generación anterior a esta que estamos estudiando en el
día de hoy, la cual escogió no creerle a Jehová Dios.
Tenemos siempre que enfocar nuestra atención en las cosas de Jehová Dios.
Tenemos que mantenernos concentrados en Jehová Dios, y no darle mucha
importancia a esas cosas que en muchas ocasiones nos aturden, y que tratan de
desviarnos fuera de Su Voluntad. En otras palabras, tenemos que hacer como
encontramos en (Mateo 6:33) “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas”. Como podemos ver, en esta declaración Jesucristo nos
llama a primeramente siempre buscar el reino de Dios, en otras palabras, a buscar la
voluntad de Dios para con nosotros, en vez de estar buscando lo material o las cosas del
mundo. ¿Por qué estoy insistiendo tanto en esto? Estoy insistiendo en la obediencia
y en buscar la voluntad de Jehová Dios porque existen muchos cristianos que no se
sienten bendecidos. Y es por esto que no es fuera de lo común escuchar como algunos
dicen que Jehová Dios se ha olvidado de ellos. Pero si hemos llegado a pensar o decir
cosas similares, entonces debemos tomar un inventario bien detallado de nuestra vida
espiritual, y preguntarnos, ¿estoy verdaderamente obedeciendo a Jehová Dios?
Debemos preguntarnos esto porque como podemos apreciar en estos versículos, para
recibir bendiciones, tenemos que ser obedientes. El simple hecho de que seamos
cristianos no es algo que nos califica automáticamente para recibir bendiciones.
No quiero que me mal interpreten. Con esto no les estoy diciendo que una vez que
llegamos a Cristo no somos bendecidos. No les estoy diciendo que no recibimos la
bendición más grande en todo el universo, cual es recibir a Jesucristo en nuestro
corazón para que desde ahí valla tomando control de nuestra vida. Pero lo que si les
estoy diciendo es que si queremos ser bendecidos en no solo en el ámbito espiritual, sino
que también en lo material, entonces tenemos que atentamente escuchar la voz de
Jehová Dios. Ahora bien, con esto que les acabo de decir no estoy predicando uno
de esos mensajes falsos acerca de la prosperidad.

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Quiero que esto quede muy claro porque hoy en día existen muchos supuestos
evangelistas y pastores, que no son nada más que vividores, y ladrones que
engañan a las personas con falsas promesas. Así que no estoy predicando un mensaje
de prosperidad, pero si queremos prosperar, primero tenemos que ser obedientes. Esto no
es algo que he inventado yo, sino que es algo que Dios nos dice claramente aquí cuando
leemos: (Deuteronomio 28:3-6) “3 Bendito serás tú en la ciudad, y bendito tú en el
campo. 4 Bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, el fruto de tus bestias, la cría de
tus vacas y los rebaños de tus ovejas. 5 Benditas serán tu canasta y tu artesa de amasar. 6
Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir”. Promesa tras promesa será cumplida
para todo creyente, bendición tras bendición será derramada sobre todo creyente,
pero antes de que esto suceda, el creyente tiene que serle fiel a Dios.
Pero desdichadamente, existen muchos cristianos que se les dificulta mantenerse fiel y en
obediencia a Dios. Digo esto porque muchos piensan que ser cristianos todo el
tiempo es imposible, pero esto no es nada más que una mentira del diablo. Ser
cristiano y comportarse como Jehová Dios espera y demanda de nosotros puede
causarnos un poco de incomodidad, ya que el mundo nos rechaza, ridiculiza, y en
ocasiones abusan de nosotros, pero comportarnos como Dios espera de nosotros y
serle fiel en todo momento no es imposible; nada de lo que el enemigo pueda lanzar en
contra de nosotros puede derrotarnos cuando nos mantenemos fieles y obedientes a Dios.
Por favor; Dile a la persona que tienes a tu lado: persevera en la obediencia. Fíjense
bien que Jehová Dios nos dice: (Deuteronomio 28:2) “Y vendrán sobre ti todas estas
bendiciones, y te alcanzarán, si oyeres la voz de Jehová tu Dios”. Cuando obedecemos
a Jehová Dios, cuando mantenemos nuestra mirada fija en nuestro Señor Jesucristo,
(1Pe 2:21) “Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros,
dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas”. Cuando seguimos sus pisadas
entonces nos envía las bendiciones. Jehová Dios nos envía no solo las bendiciones
espirituales, (que en realidad son mucho más importantes y poderosas que las materiales),
sino que nos envía las bendiciones materiales también. Por favor; Otra vez Dile a la
persona que tienes a ti lado: todas las bendiciones te alcanzaran. Jehová Dios nos
dice: “…Bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir…”. Esto aquí nos deja saber
claramente que Dios no se olvida de Su pueblo. Dios no dejara de derramar bendiciones
sobre nosotros cuando nos mantenemos fiel y obedientes.
No esperes ver al diablo en persona él no se manifiesta de esa manera, si no que
usa a personas como tú y yo incluso a seres que amamos como nuestros hijos o
esposos, padres o hermanos en sangra o en la fe. Es nuestro enemigo que trata de
derrumbar la obra de Dios en nuestra vida con numerosos ataques; existen un gran grupo
de demonios dedicados a tratar de hacernos caer, a tratar de robarnos y quitarnos
las bendiciones que Dios nos ha dado, o que nos está dando, y tiene en reserva
para nosotros. Pero quiero recordarte que las promesas de Jehová Dios son sólidas,
las promesas de Dios son fuertes y te alcanzarán. Las promesas de Dios se
cumplirán siempre y cuando el creyente sea fiel y obedezca a Dios. Dios nos dará la
victoria sobre todo enemigo, sobre toda potestad, sobre toda oposición siempre y cuando
nos mantengamos fieles a Él. La victoria sobre toda situación es garantizada a todo
creyente, si solamente el creyente obedece y escucha la voz de Dios. Pensemos en
esto unos segundos.

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Pensemos en lo que les acabo de decir. Cuando no obedecemos a Dios, esto significa
que no nos estamos concentrando en las bendiciones y promesas que Dios nos ha dado. Y la
consecuencia de actuar de esta manera es que no recibimos bendición alguna.
Pero cuando obedecemos, cuando somos fieles a Su Palabra, por medio de la Sana Doctrina
de Cristo, esto significa que estamos concentrados en las promesas y bendiciones de Dios.
Lo que les estoy diciendo es que debemos actuar y comportarnos de manera que
honra a Jehová Dios, Jesucristo y al Espíritu Santo, en todo momento. No podemos
ser de escasa memoria, sino que siempre tenemos que mantener en mente que no importa
la circunstancia o situación, Jehová Dios, Jesucristo y al Espíritu Santo siempre están
presentes para bendecirnos, siempre están presentes para ayudarnos.
Cuando enfocamos nuestra atención en Jehová Dios, y le somos obedientes, Él
estará presente para vencer toda oposición o situación. Fíjense bien como nos dice en
(Deuteronomio 28:7) “Jehová derrotará a tus enemigos que se levantaren contra ti;
por un camino saldrán contra ti, y por siete caminos huirán de delante de ti”. Esta es una de
las mejores promesas de las Sagradas Escrituras. Esta es una promesa que todo cristiano
debe guardar celosamente. Esta es la promesa que todos debemos recordar al sentirnos
solos o desamparados. Les digo esto porque cuando nos empezamos a sentirnos de
esa manera, esto es una indicación de que estamos siendo atacados por las fuerzas
del enemigo, que buscan separarnos de Dios nuestro Padre Celestial. No le
permitamos al enemigo que entre en nuestra vida para destruir lo que cómo Padre
y Dios nuestro, nos ha dado.
No le permitamos al enemigo que bloquee las bendiciones que nuestro Padre
Celestial nos tiene guardada. Enemigos pueden surgir, ataques pueden ser lanzados, pero
si mantenemos nuestra mirada en Jesucristo; (Heb 12:1,2) “1 Por tanto, nosotros también,
teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del
pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de ÉL sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de
Dios”. Cuando nos mantenemos concentrados en las cosas que importan; todo ataque será
derrotado y todo demonio tendrá que huir.
OBEDIENCIA, FIDELIDAD. Cualidades que Jehová Dios busca y prueba en los cristianos.
Jehová Dios prueba a los suyos, ciertas cualidades, Jehová Dios prueba en sus siervos, en los
cristianos, lo siguiente: Fidelidad a Jehová Dios, Jesucristo y al Espíritu Santo, sin
importar la circunstancia. Obedecer a nuestro Padre Celestial, cualquiera que sea la
circunstancia por ilógica que parezca. Que sus siervos, sometan su voluntad a la
Perfecta Voluntad de Jehová Dios.
FIDELIDAD; En el capítulo 6 de Daniel. Daniel fue puesto a prueba cuando se decretó
que ningún hombre podía orar a ningún dios o alguien que no fuese el rey Darío, de lo
contrario la persona que orara a otro dios sería echado en el foso de los leones. De esta
forma la fidelidad de Daniel a Dios Jehová fue puesta a prueba, siendo fiel aún y
cuando bajo el decreto eso significaba que lo echaran a los leones. En el capítulo 3 de
Daniel. Sadrac, Mesac y Abed Nego fueron puestos a prueba en su fidelidad de sólo
servir y adorar a Jehová Dios, bajo pena de ser echados al horno de fuego. Es normal que
Jehová Dios ponga a prueba a los cristianos en cuanto a su fidelidad a Él.

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Jesús enfatizó la importancia de ser un siervo fiel, al enseñar parábolas sobre
siervos fieles (Mateo 24:45–51) “45 ¿Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual
puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo? 46 Bienaventurado aquel
siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. 47 De cierto os digo que sobre
todos sus bienes le pondrá. 48 Pero si aquel siervo malo dijere en su corazón: Mi señor tarda
en venir; 49 y comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los
borrachos, 50 vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no espera, y a la hora que no
sabe, 51 y lo castigará duramente, y pondrá su parte con los hipócritas; allí será el lloro y el
crujir de dientes”. Jesús habla en Apocalipsis a la iglesia de Esmirna advirtiéndoles
que serán puestos a prueba, pero sean fieles. (Apocalipsis 2:10) “No temas en nada
lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros, en la cárcel,
para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo
te daré la corona de la vida”.
Abraham; Después de que Abraham finalmente tuvo el hijo que Dios le prometió, Dios puso
a prueba la obediencia de Abraham, al pedirle que sacrificara a su hijo. (Gén 22:1,2) “1
Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él
respondió: Heme aquí. 2 Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a
tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré”. Era
un mandato de Jehová Dios que sonaba ilógico, si Jehová Dios le había prometido un hijo y
una gran descendencia, por qué ahora Jehová Dios le pedía que matara a Isaac?
Precisamente para probar a Abraham en su obediencia ciega a Dios, no importando lo ilógico
de la orden, no importando las circunstancias.
Moisés; Dios ordena a Moisés hablar a la roca para que brote agua de ésta, cuando los
Israelitas están andando por el desierto. (Núm 20:8) “Toma la vara, y reúne la
congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su
agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias”.
Aunque para Moisés tal vez no sonara a un mandato ilógico después de haber visto
tantos portentos y milagros de Jehová Dios, con este mandato, tal vez sencillo y simple
y claro, o tal vez ilógico, se estaba poniendo a prueba la obediencia de Moisés a los
mandatos de Jehová Dios. (Núm 20:11) “Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la
peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus
bestias”. Moisés desobedeció el mandato de Jehová Dios, Jehová Dios buscaba que
Moisés le obedeciera sin importar la circunstancia, el mandato era muy claro debía
hablar a la roca, sin importar si sonaba ilógico, pero Moisés en lugar de obedecer a Jehová
Dios hablando a la roca la golpeó dos veces. Seguramente ustedes ya saben las
consecuencias de la desobediencia de Moisés ante este simple mandato, por si aún
no conoce el desenlace, le invito lo leamos en (Números 20:12) “Y Jehová dijo a Moisés
y a Aarón: Por cuanto no creísteis en mí, para santificarme delante de los hijos de Israel,
por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les he dado”.
PREDICADOR DE LA SANA DOCTRINA DE CRISTO: Pastor Víctor Ramón Preciado Balderrama; Mi interés
es que me des la oportunidad de servirles pues me queda muy claro que mi llamado no es de ser titular sino el de servir y que la Sana Doctrina de Cristo corra
como un río poderoso arroyando toda basura de ignorancia. Por favor si les interesan estos materiales escríbanme pidiéndomelos a cualquiera de los siguientes
correos, y con mucho gusto y en el amor a Cristo se los enviaré inmediatamente sin cuestionar nada y que el Espíritu Santo los dirija y los lleve por buen camino, solo
les pido en este mismo amor NO LO VENDAN: lo recibes de gracia dalo de gracia. 52 (722) 336-1411
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