En este capítulo el apóstol Pablo establece la perspectiva correcta en que se debería considerar a un siervo de Dios frente a los hombres, como una referencia al pueblo de Dios, puesto que al hablar de ministerio, es claro que estamos hablando de quienes ejercen un servicio específico en beneficio de otros, y en este caso Pablo va a establecer su posición así como la posición de cualquier otro siervo de Dios frente a la congregación de Israel que, al brindar un servicio en fidelidad a la Palabra de Dios, aquellos quienes reciben ese servicio deberían en su caso, cuidar de no llegar a hacer un juicio equivocado acerca de la forma en que se lleva a cabo ese servicio, porque si no se tiene la perspectiva correcta acerca de porqué o cómo es que los siervos hacen las cosas en su ministerio, el pueblo podría caer en el pecado de juzgar sin justificación el trabajo de un siervo.
Lo delicado de este tema es que el apóstol Pablo enfoca su disertación en el hecho de que cuando un siervo es fiel a la Palabra de Dios sin buscar su propia gloria ni su propio beneficio, aquel que juzga ese servicio, no es consciente de que la gracia de Dios está sobre aquel siervo cuando es fiel al Señor...
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
1 Corintios 4 Los siervos fieles ante el pueblo del Señor.pdf
1. Estudiantes de la Biblia
1ª. Corintios
Verso x Verso. Capítulo 4
Por: Humberto Rendón Rojas
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Autor del comentario: Humberto Rendón Rojas
Transcripción: Humberto Rendón Rojas
Revisión: Esli Fabiola Reséndiz Domínguez
Capítulo 4 Los siervos fieles ante el pueblo del Señor
En este capítulo el apóstol Pablo establece la perspectiva correcta en que se
debería considerar a un siervo de Dios frente a los hombres, como una
referencia al pueblo de Dios, puesto que al hablar de ministerio, es claro que
estamos hablando de quienes ejercen un servicio específico en beneficio de
otros, y en este caso Pablo va a establecer su posición así como la posición de
cualquier otro siervo de Dios frente a la congregación de Israel que, al brindar
un servicio en fidelidad a la Palabra de Dios, aquellos quienes reciben ese
servicio deberían en su caso, cuidar de no llegar a hacer un juicio equivocado
acerca de la forma en que se lleva a cabo ese servicio, porque si no se tiene la
perspectiva correcta acerca de porqué o cómo es que los siervos hacen las
cosas en su ministerio, el pueblo podría caer en el pecado de juzgar sin
justificación el trabajo de un siervo.
Lo delicado de este tema es que el apóstol Pablo enfoca su disertación en el
hecho de que cuando un siervo es fiel a la Palabra de Dios sin buscar su propia
gloria ni su propio beneficio, aquel que juzga ese servicio, no es consciente de
que la gracia de Dios está sobre aquel siervo cuando es fiel al Señor;
1 Corintios 4.- 1 Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y
administradores de los misterios de Dios…
Es muy importante que atendamos al contexto de los pasajes en donde el
apóstol Pablo habla en el sentido de que todos aquellos que venimos a la fe
de Yeshúa conformamos un todo incluyendo siervos y pueblo en general; sin
embargo, hay ocasiones en Pablo establece una clara diferencia entre quienes
fueron destinados para llevar el evangelio de Yeshúa y los creyentes.
De manera que, para tener una mejor comprensión de las palabras de Pablo,
es necesario que nos ubiquemos en el contexto del pasaje conforme a lo que
Pablo expuso.
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En este sentido, Pablo con toda claridad comienza a hablar acerca de quienes
resultan ser administradores de los misterios de Dios y al hablar de los
misterios de Dios, Pablo se refiere a la revelación que hemos recibido para
poder comprender los aspectos ocultos de la escritura, aspectos que no son
susceptibles de un conocimiento común, sino que por cuanto que es un
conocimiento de Dios que hemos recibido por la revelación de las escrituras,
es por ello que podemos entender los aspectos proféticos de eventos que
sucedieron desde la antigüedad para comprender los propósitos divinos que
el Señor ha establecido en toda su enseñanza.
Así es que Pablo aún no ha dejado de abordar el tema de discusión con que
inició esta primer carta a los corintios en referencia a las disensiones que se
estaban dando respecto a quienes seguían unos y a quienes seguían otros, si
a Pablo, si a Apolos o a Cefas; de modo que es en ese mismo contexto en el
que Pablo les dice a los corintios que deben tener a los siervos del Señor como
administradores de los misterios de Dios pues el fin de toda disertación de un
siervo fiel es la enseñanza de las escrituras.
Es por ello que al mismo tiempo resulta indispensable discernir qué siervo es
fiel a las escrituras y qué siervo no lo es y para ello, todo aquel que escucha a
un siervo debe entonces conocer las escrituras para saber en qué momento el
que habla se refiere a las escrituras o se refiere a otro tipo de fuente, lo que
en su caso a todo creyente le da la pauta de decidir escuchar a un siervo fiel o
a un siervo infiel pues la fidelidad de la que se habla es a la fidelidad de la
Palabra de Dios.
Así es que aquí Pablo al hablar de los misterios de Dios, se refiere a la sabiduría
de Dios, concretamente, al Evangelio, el mensaje de la cruz que sólo puede
ser conocido y comprendido, por medio de la revelación del Espíritu Santo,
por ello una vez que un siervo ha recibido esta revelación, se constituye en
administrador de esa revelación que a su vez debe suministrar.
1 Corintios 4.- 2 Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada
uno sea hallado fiel…
Aquí Pablo nos confirma que los administradores, que son una referencia a los
colaboradores o quienes desempeñan un servicio (ministerio) para llevar el
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evangelio deben ser hallados fieles, no fieles a los mandamientos ni filosofías
de hombres sino a las escrituras;
1 Corintios 4.- 3 Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por
tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. 4 Porque, aunque de
nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga
es el Señor…
Esta afirmación de Pablo es una clara evidencia de que está hablando de
conceptos espirituales que son dados por el Espíritu de Dios, pues al decir que
no puede ser juzgado por tribunal humano, está diciendo que su servicio solo
es una disposición divina para llevar el Nombre de Yeshúa, su enseñanza, su
doctrina y por cuanto que su ministerio solo fue dado por Dios y no por algún
colegiado humano (nombramiento de pastor, apóstol, profeta, etc.) por ello
en realidad su ministerio solo puede ser juzgado por Dios y no por los
hombres, claro, estamos hablando de un juicio de valor importante y no de un
juicio que solo tiene que ver con crítica destructiva y sin el sentido correcto;
1 Corintios 4.- 5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga
el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las
intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de
Dios…
Después de todo, Pablo mismo es consciente de que en cuanto a su
disertación, para él es más conveniente dejar un margen de prudencia y dejar
que las personas decidan que, si bien no deben juzgar su servicio, es
importante que tengan presente que cuando el Señor regrese nos aclarará a
todos lo que aún no hayamos podido comprender en su totalidad, al mismo
tiempo en que hará manifiestas las intenciones de los corazones y en base a
dicha manifestación cada quien recibirá reconocimiento en la medida de su
comprensión y en la medida de la intención de su corazón;
1 Corintios 4.- 6 Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí
y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no
pensar más de lo que está escrito, no sea que, por causa de uno, os
envanezcáis unos contra otros…
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Es claro que Pablo refiere que los corintios como hoy cualquier congregación
o grupo de creyentes debe aprender a considerar de manera apropiada a los
siervos fieles de Dios que en un principio por supuesto fueron los apóstoles y
muchos otros que, con una fidedigna pasión como el caso de Apolos,
predicaban el evangelio de Yeshúa.
Esto era necesario que lo aprendieran los corintios a fin de no caer en el
orgullo, la soberbia y el envanecimiento de unos y de otros por pensar de
manera equivocada que tienen derecho a juzgar sin discernir el ministerio de
unos y otros.
Ahora bien, no significa que Pablo estaba prohibiendo ser juzgado por los
creyentes cuando fuera justificado, sino que Pablo estaba exhortando a que
cualquiera que pensara que tuviera derecho a juzgar el ministerio de Pablo,
de Apolos, etc. Que lo hiciera conforme a lo que está escrito, pues lo que está
demás produce envanecimiento en los hombres;
1 Corintios 4.- 7 Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas
recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras
recibido?...
Estas preguntas de Pablo buscan ubicar a todo creyente que considere que
tiene un don espiritual, pues si es un don de Dios, de Dios lo ha recibido y en
consecuencia no hay razón para gloriarse de algo que ha recibido, por eso
pregunta si alguien considera que tiene algún don divino que no lo haya
recibido de Dios.
Estas tres preguntas podrían considerarse un tanto sarcásticas porque buscan
hacer reflexionar a todo aquel creyente que se sienta orgullo de algo que no
es propio. Todo cuanto recibimos lo hemos recibido del Señor. Yeshúa
hablando de este aspecto dejó en claro que no hay hombre o mujer que
pudieran considerarse buenos en sí mismos, sino solo Dios;
• Marcos 10.- 17 Al salir él para seguir su camino, vino uno corriendo, e
hincando la rodilla delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré
para heredar la vida eterna? 18 Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno?
Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios…
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Yeshúa estaba hablando del don de la bondad, así es que si el propio hijo de
Dios consideró que ni aún en él había algo que se pudiera considerar como
bueno, puesto que todo lo había recibido del Padre, es claro que ninguno de
nosotros deberíamos pretender distinguirnos de los demás bajo esa
perspectiva y eso incluye a no sentirnos mejores que un gentil incluso, porque
a su tiempo el gentil también recibirá lo que tú y yo hemos recibido de Dios;
1 Corintios 4.- 8 Ya estáis saciados, ya estáis ricos, sin nosotros reináis. ¡Y
ojalá reinaseis, para que nosotros reinásemos también juntamente con
vosotros! 9 Porque según pienso, Dios nos ha exhibido a nosotros los
apóstoles como postreros, como a sentenciados a muerte; pues hemos
llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres…
La expresión fuerte del apóstol Pablo tiene todo el propósito de sacudir la
conciencia de los corintios y hoy a cualquier grupo o congregación de
creyentes que por causa del orgullo y la vana gloria se consideran mejores que
otros, lo que Pablo expone como si ya reinaran, es decir, como si ya estuvieran
reinando con el Mesías, pues aún no regresa, sin embargo, la llamada de
atención llega al punto de decirles que ojalá Pablo y los demás apóstoles
tuvieran la gran oportunidad de reinar con estos que sienten que ya reinan.
Y en seguida les recuerda que en realidad Pablo y los demás apóstoles habían
sido exhibidos ante los gobernantes del mundo para ser sentenciados a
muerte, lo cual, era una clara referencia al hecho de que nadie aún puede
considerar que ya reina, pues el Rey aún no ha regresado y de esto son testigos
el mundo, los ángeles y los hombres;
1 Corintios 4.- 10 Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, más
vosotros prudentes en Cristo; nosotros débiles, más vosotros fuertes;
vosotros honorables, más nosotros despreciados. 11 Hasta esta hora
padecemos hambre, tenemos sed, estamos desnudos, somos abofeteados, y
no tenemos morada fija…
Estas comparaciones que hace Pablo por supuesto que son con el objetivo de
exponer la realidad que vivían los apóstoles, con un aspecto totalmente
antagónico a la perspectiva que estaban pretendiendo ser los corintios, pues
de forma irónica Pablo les dice a los corintios que ellos son fuertes mientras
que los apóstoles son débiles, despreciados, abofeteados, humillados, pero
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los corintios se sentían muy orgullosos y por esa razón creía que podían juzgar
el ministerio de Pablo;
1 Corintios 4.- 12 Nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos; nos
maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y la soportamos. 13 Nos
difaman, y rogamos; hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del
mundo, el desecho de todos…
Algunos griegos antiguos tenían la costumbre de arrojar cierta gente sin valor
al mar durante el tiempo de plagas o de hambre y cuando lo hacían
expresaban: “¡Sea nuestra escoria!” Las víctimas eran llamadas “raspados”
creyendo que aquellos que estaban siendo despreciados quitarían las culpas
de la comunidad.
Pablo utiliza estos términos “escoria y raspados” para referirse a quienes por
amor a Yeshúa son considerados insensatos, tontos, despreciados y
desechados, una condición que, por supuesto los corintios no estaban
dispuestos a asumir sino por el contrario, estaban llenos de orgullo y
sintiéndose con la autoridad para juzgar a Pablo y a los demás apóstoles.
El problema de los corintios no fue ajeno al problema que se vive hoy en día
en las congregaciones de creyentes, porque los creyentes siempre buscan
términos medios, se preocupan por su reputación, por su prestigio incluso
quieren ser populares como muchos líderes de hoy en día, el problema es que
al mismo tiempo pretenden recibir el poder de Dios, aquello sobrenatural que
solo bajo las condiciones de santidad y unción que vivieron Pablo y los
apóstoles les permitió hacer aquellas manifestaciones de poder como
testimonio de que sobre ellos estaba el Espíritu de Dios.
Y después de la llamada de atención, como lo que hace un padre con sus hijos,
Pablo les manifiesta a los corintios que esto que les dice no es con el propósito
de avergonzarlos, sino por amor a ellos;
1 Corintios 4.- 14 No escribo esto para avergonzaros, sino para amonestaros
como a hijos míos amados. 15 Porque, aunque tengáis diez mil ayos en
Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por
medio del evangelio…
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La palabra “ayos” en el griego es la palabra “παιδαγωγός paidagogós” que
significa “líder”; Pablo hace una distinción entre quienes pueden ser
considerados como líderes o maestros de un creyente, que incluso pueden ser
muchos, y Aquel que ha puesto el fundamento de la verdadera fe en las
personas. Pablo no reclama que los corintios quieran tener muchos líderes,
solo les hace ver que él tiene el derecho de reprenderles como lo hace por
cuanto que, si bien no los puede considerar como sus hijos espirituales, sí
puede considerarse que por cuanto que él les habló del evangelio, entonces
al haber nacido de nuevo, fueron engendrados en el Mesías Yeshúa, lo que
significa que Pablo no se adjudica esa condición, sino que solo se considera un
medio por haber llevado el evangelio;
1 Corintios 4.- 16 Por tanto, os ruego que me imitéis. 17 Por esto mismo os
he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os
recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y
en todas las iglesias. 18 Mas algunos están envanecidos, como si yo nunca
hubiese de ir a vosotros. 19 Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y
conoceré, no las palabras, sino el poder de los que andan envanecidos…
En este momento Pablo expresó su deseo de conocer a aquellos que estaban
enseñando en la comunidad de Corinto y que habían generado esta actitud de
ingratitud en los creyentes y advierte que su deseo es conocer, no las palabras
de estos maestros sino el poder de estos que estaban envanecidos. Esto
significa que Pablo vería la obra en la comunidad, pues las palabras no
necesariamente reflejan el poder de Dios, sino el testimonio de los creyentes;
1 Corintios 4.- 20 Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en
poder. 21 ¿Qué queréis? ¿Iré a vosotros con vara, o con amor y espíritu de
mansedumbre?
La pregunta de Pablo tiene que ver con la forma en que un pastor trata a las
ovejas, a algunas había que quebrarles las patas mientras que otras desde el
principio escuchaban la voz de su Pastor y le seguían. Pablo sabía que no era
a él a quien seguirían las ovejas, sino al Pastor de Israel…
…Aplica tu corazón a la enseñanza,
Y tus oídos a las palabras de sabiduría.
No rehúses corregir al muchacho;
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Porque si lo castigas con vara, no morirá.
Lo castigarás con vara,
Y librarás su alma del Seol.
Hijo mío, si tu corazón fuere sabio,
También a mí se me alegrará el corazón;
Mis entrañas también se alegrarán
Cuando tus labios hablaren cosas rectas…
Proverbios 23.- 12-16