Este mito griego cuenta la historia de Escila y Glauco. Glauco, un dios marino, se enamora de Escila pero ella huye. Enfurecido, Glauco acude a Circe para que lo ayude a conquistar a Escila. Circe, también enamorada de Glauco, transforma a Escila en un monstruo marino con seis cabezas para alejarla. Más tarde, cuando Ulises pasa cerca, Escila ataca su barco para vengarse de Circe. Finalmente, Escila es transformada en un escollo rocoso que los
2. En la parte derecha del estrecho
de Mesina se encuentra Escila, y en
la izquierda, Caribdis. Esta última
captura y devora las naves y luego
las vomita. Anteriormente, era una
enamoradiza joven a la que
pretendían muchos hombres.
Incluso visitaba a las ninfas para
contarles cómo se deshacía de
ellos.
Un día Galatea contó su
desafortunada historia contando
que, siendo hija de Nereo y de
Doris, consiguió liberarse del
cíclope Polifemo, sufriendo un gran
dolor: la transformación de su
amado Acis en río.
3. De repente, apareció Glauco,
transformado en divinidad marina.
Al ver a Escila, quería seducirla;
pero ella huyó al monte.
Él le dijo a ella que no era un
monstruo, sino el dios de las aguas.
Le contó cómo al morder unas
briznas de hierba de un prado se
convirtió en tal divinidad.
Pronunció nueve veces una fórmula
para quitar toda mácula profana y
le ordenaron que se sumergiera en
cien ríos. Recobró la conciencia y
vio el cambio en su cuerpo: barba
verdosa, larga cabellera, brazos de
color azulado y las piernas
curvadas.
4. Se preguntaba de qué le servía ser un
dios si no le gustaba a ella. Escila dejó
al dios a mitad de hablar, y éste
enfurecido acudió a Circe, la hija del
Sol.
Glauco le pidió un hechizo para
enamorar a Escila. Circe le dijo que se
olvidara de Escila y le confesó su amor.
Glauco le dijo que mientras Escila
viviera, no se olvidaría de ella.
Circe, enfurecida por su respuesta, e
infectó la cala donde Escila se bañaba.
Al llegar, Escila se mete en el agua
hasta el vientre, y se asusta al ver sus
costados transformados en monstruos
ladradores.
5. Glauco, al verla, lloró y siguió
rechazando a Circe. Escila no se
movió de allí, y cuando pasó Ulises,
del que Circe se había encaprichado,
le arrancó seis compañeros por odio a
Circe. Finalmente, Escila fue
transformada en un escollo, y a día de
hoy, los marineros todavía la evitan.