El documento describe el Éxodo del pueblo de Israel desde Egipto hacia la Tierra Prometida. Israel fue liberado de la esclavitud en Egipto por Moisés y guiado por Dios a través del Mar Rojo. Luego, en el Monte Sinaí, Dios estableció una alianza con Israel y les dio los Diez Mandamientos.
2. El Éxodo
De Egipto a la Tierra Prometida
El gran crecimiento del pueblo israelita se constituyó con el
tiempo en un gran motivo de preocupación para los faraones
egipcios.
Hacia el siglo XIII, los faraones estaban dedicados a una serie
de grandes construcciones, para las que utilizaban la mano de
obra barata, esclava, del pueblo israelita.
En este contexto, surgió la figura de Moisés, el caudillo
liberador del pueblo. Moisés se encontró en el desierto con el
Dios de Abraham (Ex 3,4.7.10-12) quien le encomendó la tarea
de liberar a su pueblo de la opresión.
La salida de Egipto y el cruce del Mar Rojo
configuraron para Israel la señal más clara de que
Dios lo había elegido como su pueblo, y que lo
acompañaría para siempre.
3. La salida de Egipto y el cruce del Mar Rojo
configuraron para Israel la señal más clara de que Dios
lo había elegido como su pueblo, y que lo acompañaría
para siempre.
Después de salir de Egipto, el pueblo hebreo fue
conducido por el desierto rumbo a la tierra de Canaán.
Tras el encuentro revelador con Yavé, Moisés regresa a
Egipto y pone en marcha el proceso de liberación.
Luego de ser aceptado por sus compatriotas, intenta
convencer al Faraón, pero éste endurece su corazón y
oprime con mayor dureza al pueblo.
La fuerza económica de los israelitas era muy
importante y el Faraón no estaba dispuesto a resignar
esta multitud de trabajadores a sus servicio.
Los relatos siguientes de las famosas “plagas” de
Egipto permiten descubrir la acción de Dios.
4. Pretenden poner de manifiesto el poder de Dios ante
el Faraón y ante los propios israelitas.
La última plaga, que revela el paso del Ángel del
Señor y la muerte de los primogénitos, enlaza con la
preparación y celebración de la Pascua.
La celebración de la Pascua
El texto bíblico que relata la celebración pascual nos
señala cómo, ante el endurecimiento del Faraón, Dios
anunció la décima y última plaga. El paso del ángel del
Señor y la muerte de los primogénitos egipcios sería el
gran signo que abriría la puerta del camino hacia la
libertad. Dios ordena a su pueblo, a través de Moisés,
que se prepare para la salida. Para ello debía celebrar
la Pascua, que consistiría en una cena en familia,
sacrificando un cordero y marcando las puertas de sus
casas con la sangre del cordero sacrificado.
5. Sería una cena apresurada. Comerían en ella
panes ázimos, es decir, sin levadura, y verduras
amargas. Deberían estar listos para partir
rápidamente. En esa noche elegida, Dios
castigaría a los egipcios y “pasaría de largo” por
las casas de las familias israelitas. El gran signo
realizado finalmente convenció al Faraón, que
esa misma noche ordenó que se marcharan
deEgipto. El relato pascual que hoy leemos tiene
fuertes acentos relacionados con el culto. En sus
orígenes, la Pascua era un fiesta de primavera
de los pastores nómades. Posteriormente el
pueblo le da un sentido histórico relevante,
relacionándola con el hecho histórico de la
liberación de Egipto.
6. No se celebra un recuerdo, sino que se hace memoria
de un acontecimiento para proyectarlo en el hoy y hacer
presente en la historia actual la salvación
liberadora de Dios.
La memoria del paso del pueblo israelita de la
esclavitud a la libertad permite descubrir el proyecto
verdadero de Dios, que es la vida y la dignidad de su
pueblo.
Su paso liberador de ayer nos ayuda a construir su
paso liberador en nuestros días. La estructura del texto
recupera los elementos principales de la celebración
pascual: los panes ácimos, la cena del cordero, la
ofrenda de los primogénitos.
7. La muerte de los primogénitos de los Egipcios
convence al Faraón de permitir la partida de los
israelitas; luego cambió de opinión y decidió
perseguirlos y salió tras ellos con su ejército.
Temían una muerte segura en las manos del
Faraón.
Moisés los animó a resistir y a no perder la
esperanza. Dios estaba del lado del pueblo.
Con Moisés a la cabeza, Dios libera al pueblo y
lo conduce a la Tierra Prometida. El relato del
paso del mar señala la acción de Dios y la
derrota de los egipcios. El pueblo inició su
camino a la libertad. Dios había liberado a su
pueblo. En torno a este acontecimiento se iría
edificando la fe de Israel.
8. Luego del paso del mar Rojo son conducidos
tras cuarenta años en el desierto por Moisés. El
desierto fue siempre para el pueblo israelita un
símbolo de prueba y adversidad. Las condiciones
propias de la geografía, el clima, la aridez
sembraron las dudas en el pueblo.
Los textos nos hablan de “murmuraciones del
pueblo”. Queda al descubierto un sentimiento de
reproche frente a las adversidades crecientes:
falta de agua, cansancio, escasez de alimentos.
La queja amarga del pueblo llegó hasta los
oídos de Moisés. En su peregrinación hacia la
Tierra prometida Dios los alimenta con maná,
codornices y agua.
9. La Alianza en el Sinaí
En los capítulos 19 a 24 nos encontramos con el corazón del
libro. El pueblo llega al pie del monte Sinaí. En este marco, que
se prolongará hasta el capítulo 10 del libro de Números, tendrá
lugar la gran revelación de Dios y su pacto con el pueblo israelita,
En el conjunto del relato distinguimos tres grandes temas:
• La Alianza de Dios con su pueblo.
• La presentación de los Diez Mandamientos o Palabras de Dios
para su pueblo.
• El Código de la Alianza, una serie de leyes que intentan regular
la vida en un marco fraterno, solidario y justo.
El centro del relato lo configura la gran teofanía (revelación) de
Dios en el Sinaí. El pueblo, que había acampado
al pie de la montaña sagrada, es testigo
del encuentro de Dios con su intermediario Moisés.
10. Lo proclama “Su pueblo elegido” y le ofrece una serie
de condiciones y principios para que el pueblo viviese
según su voluntad. Dios le entrega su ley para que,
obedeciéndola, el Pueblo pudiera vivir en libertad,
armonía y justicia.
La formulación de la Alianza guarda semejanzas con
los pactos de soberanía existentes en el mundo oriental
de los tiempos bíblicos.
Estos pactos se realizaban entre los reinos
vencedores y sus estados vasallos. Se daba mucha
importancia al protagonismo salvador del rey, y
suponían, en éste, una actitud de defensa y cuidado.
Eran pactos entre figuras de diferente jerarquía y lo
ofrecía el rey vencedor o el más poderoso.
11. Los israelitas utilizaron elementos de estas leyes jurídicas
existentes, para expresar las relaciones entre el Dios liberador
y su pueblo. Dios propone, realiza una alianza con el pueblo
israelita luego de haberlo liberado y le promete su protección
permanente. El pueblo, a cambio, debía vivir conforme a sus
palabras (los 10 mandamientos en la Biblia se presentan como
las diez palabras. Los elementos comunes eran: 1) Preámbulo
(Ex 20,2), 2) Prólogo histórico (19,3-5) 3), Cláusulas (20,3-
17), 4) Por escrito y duplicado (24,12), 5) Testigos (23, 3-4)
6) Bendiciones y maldiciones (23,3-8. 20-33). La ceremonia
de conclusión incluía un rito consistente, muchas veces, en el
sacrificio de animales. Se acostumbraba partir un animal al
medio y que los contrayentes pasaran por el medio pedazos.
Como símbolo expresaba lo que le ocurriría a quien
quebrantara el pacto. Finalmente los pactantes bebían la
sangre de los animales sacrificados o se mojaban las manos en