Este documento analiza la gestión integral y el manejo de residuos sólidos en Colombia y Bogotá, proponiendo estrategias que apuntan al desarrollo sostenible. Explica que se producen grandes cantidades de residuos anualmente que causan problemas ambientales y de salud. Propone mejorar la segregación de residuos, el reciclaje y la participación de los recicladores para reducir los residuos en los rellenos sanitarios. Finalmente, destaca experiencias exitosas de organizaciones de recicladores y la importancia de reconocer su labor.
Alternativas para el fortalecimiento del reciclaje informal en medellín
Analisis a la gestión integral y al manejo de residuos sólidos, una propuesta que apunta al desarrollo sostenible
1. ANALISIS A LA GESTIÓN INTEGRAL Y AL MANEJO DE RESIDUOS SÓLIDOS, UNA
PROPUESTA QUE APUNTA AL DESARROLLO SOSTENIBLE
POR: MARCO TULIO ESPINOSA LÓPEZ
MSc. CIENCIAS AMBIENTALES,
EXPERTO EN GESTIÓN INTEGRAL DE RESIDUOS SÓLIDOS Y RECICLAJE
MIEMBRO DE LA RED PANAMERICANA DE GESTIÓN AMBIENTAL DE RESIDUOS –REPAMAR-
MIEMBRO DE LA MESA NACIONAL DEL RECICLAJE
En Colombia se producen aproximadamente 11 millones de toneladas anuales de
residuos sólidos (27.500 toneladas diarias), con un contenido superior al 60% de
orgánicos, datos oficiales del Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial
–MAVDT- . Según datos estadísticos de la Unidad Administrativa Especial de Servicios
Públicos de Bogotá –UAESP- en la ciudad se generan más de 7.000 toneladas al día y
llegan al Relleno Sanitario de Doña Juana 6.500 toneladas de la mal llamada “basura”.
Esto sin contar los escombros ni el volumen de materiales reciclables que recuperan
los recicladores tanto callejeros como organizados de la ciudad.
Dichos residuos diseminados por toda la ciudad generan deterioro del medio
ambiente, contaminación del agua, contaminación atmosférica, generación de bolsas
de metano con riesgos de explosión (como el ocurrido hace tres años en chut de
basuras de un edificio en Suba) y de gases efecto invernadero; económicamente
implican costos de recolección, transporte y disposición final que son cada vez
mayores; socialmente son un riesgo alto en términos de salud y ambiente, que, sin
lugar a duda afecta a toda la comunidad, pero que también, es efecto de la falta de
conciencia, de educación y de cultura ambiental de todos nosotros.
Ni se diga si nos referimos a los llamados RESPEL (Residuos Peligrosos que son
aquellos que, en función de sus características de corrosividad, reactividad,
explosividad, toxicidad, inflamabilidad y patogenicidad pueden presentar riesgo a la
salud pública o causar efectos adversos al medio ambiente, no incluye a los residuos
radiactivos). Para estos RESPEL, existe también una legislación nacional específica
proclamada por el Decreto 4741 de 2005 que reglamenta la prevención y manejo de
este tipo de residuos.
2. De las importantes cifras de residuos citadas y con procesos relativamente sencillos,
se podrían recuperar en Bogotá al menos el 10% o 15% adicionales a los que en la
actualidad se aprovechan (cerca de 1.000 toneladas al día). Esto con la colaboración,
participación y conciencia de la población y de la comunidad, a través de estrategias
existentes como la denominada “Opción de Multiusuarios” que propone la
segregación de los residuos desde los hogares, separando los reciclables no
putrescibles para entregarlos ya sea a la Ruta Selectiva, o a trabajadores del reciclaje y
en donde todos nos beneficiamos, tanto generadores al bajar su facturación por
recolección de “basuras”; como recuperadores porque aumentan sus volúmenes de
materiales recuperados; así como con la implementación de la Política Nacional de
Gestión Integral de Residuos aprobada desde 1997 cuyos objetivos son:
Reducir la cantidad de residuos a disponer,
Aprovechar y valorizar la mayor cantidad de residuos producidos,
Dar tratamiento adecuado a todos los residuos y hacer una disposición final
controlada.
La falta de conocimiento sobre la problemática de los residuos, maximiza la
generación y dificulta el adecuado manejo. Por ello la U.D.C.A, consecuente con
esta Política y con el decidido apoyo de algunas Alcaldías Locales y en especial de la
de Suba, ha venido ofreciendo y desarrollando procesos de formación en el Manejo
y Gestión Integral de Residuos Sólidos –MGIRS- que conduzcan a la formación,
gestión productiva, generación e implementación de estrategias empresariales
frente al manejo de residuos y a su aprovechamiento y valorización, ya sean inertes
o putrescibles.
Es importante indicar que en Colombia y particularmente en Bogotá, a pesar que se
vienen haciendo mejoras muy significativas en la gestión de residuos, de que existe
el Plan Maestro de Residuos, hay un bache grande en la corresponsabilidad y
participación comunitaria, así como en la integración de las actividades
institucionales y de la prestación de servicios públicos de saneamiento ambiental,
asunto que es fundamental para consolidar la mejora continua del manejo y gestión
Integral de residuos MGIRS, con la ayuda de herramientas institucionalizadas
legalmente como la ya mencionada “Opción de Multiusuarios” o la “Opción de
3. Usuarios Agrupados” que propone la Comisión de Regulación de Agua Potable y
Saneamiento Básico –CRA- en el Decreto 1713/2002, Resolución 233/2002 y
Resolución 247/2003.
Cabe anotar que estas regulaciones buscan darle un mejor manejo a los residuos
pero se olvidan de aquellas personas que día a día nos prestan un servicio
ambiental que no ha sido valorado en su verdadera dimensión, y que además,
tienen toda una forma de vida en torno a las labores de selección, recolección y
beneficio de los materiales reciclables, que luego se constituyen en importante
fuente de materia prima para las grandes industrias papeleras, de vidrio, plásticas y
metalúrgicas del país, como lo indican los datos estadísticos que publica la
Asociación de Empresarios de Colombia –ANDI- en su página web, en especial en la
información de la Cámaras Sectoriales de Fedemetal y de la Industria Pulpa, Papel y
Cartón o en la página de Peldar y de Acoplásticos, todos estos materiales
segregados por sus diferentes tipos (como ejemplo el caso de los plásticos que
tienen una clasificación en 7 tipos: PET, PEAD,PVC, PEBD, PP, PE, OTROS) que suman
más de 200.000 toneladas incorporadas a las cadenas productivas como materia
prima y sin contar con las importaciones de papel y cartón denominado
“desperdicio” que pasa por las 100.000 toneladas al año.
Esta población recicladora de Colombia, que según datos de la fundación
CODESARROLLO, en toda Colombia ascienda a más de 50.000 familias dedicadas a
esta actividad, en la ciudad de Bogotá y particularmente la residente en la Localidad
11 de Suba, presenta una problemática social bastante compleja, dada la
concepción generalizada de que el reciclador de oficio es una persona vinculada
directamente con mal manejo de basuras, con el desaseo, con la invasión del
espacio público, con la drogadicción, delincuencia, etc, situación que los aparta de
la posibilidad de ser un actor dinámico en los temas de manejo de residuos sólidos,
máxime con la promulgación de actos administrativos que van en contravía de su
quehacer, como el “Comparendo Ambiental” instaurado por la Ley 1259/2008 o con
el Programa Distrital de Reciclaje que propone las rutas selectivas, sin tener en
cuenta las particularidades de cada localidad ni la participación de los recicladores
de oficio.
En dos localidades de Bogotá, la localidad de Kennedy y la de Suba en los dos
últimos años la U.D.C.A ha abordado esta problemática adelantando procesos de
formación, capacitación y acompañamiento a la población recicladora, tendiente a
lograr su inclusión social mediante la conformación de organizaciones de
recicladores que participan en la cadena productiva dadas sus potencialidades en el
oficio, sus conocimientos y experiencias en el manejo integral de los residuos
sólidos recuperables y de su separación desde la fuente de generación hasta lograr
consolidar su unión para la creación de la Red de Organizaciones de Recuperadores
Ambientales de la Localidad de Suba.
4. Con base en los avances de los diferentes procesos que ha adelantado la U.D.C.A. se
han detectado en la ciudad de Bogota y en particular en la localidad 11-SUBA
requerimientos como mejorar el nivel de sensibilización para el trato de las
“basuras” por los diversos generadores, falta de estudio para la expedición e
implementación de políticas públicas, desconocimiento sobre la recolección de
basuras e implementación de la ruta selectiva y ausencia de conciencia para la
separación en la fuente, lo que genera transportar mayor cantidad de basuras a los
rellenos sanitarios hasta llegar a su saturación.
Como principales generadores de residuos en la Localidad tenemos los
Establecimientos Educativos, Conjuntos residenciales, Centros Comerciales,
Industrias y Comercio en general.
Como se sabe, varias iniciativas de trabajo en fortalecimiento de la cadena del
Reciclaje y proyectos han sido fallidos, es el caso de los “Parques de Reciclaje” que
se pretendieron desarrollar y que, a mi juicio, fracasaron porque no se concertó
previamente ni se le presentó adecuadamente a la comunidad vecina su
implementación.
Caso contrario con el centro de recepción y reciclaje de la Asociación de
Recicladores de Bogotá –ARB-, que al día de hoy se muestra como un caso exitoso
de talla mundial y que cuya Asociación ha trabajado por más de 20 años hasta
haber recibido auxilios internacionales y recientemente firmara un convenio con el
Banco Interamericano de Desarrollo –BID- para crear el Primer Cluster de Reciclaje
de Colombia. Dice su Directora Nohra Padilla, “tenemos derecho a que la actividad
mejore y nosotros con ella”. Este precepto debería ser acogido y replicado por la
comunidad de Suba y en especial por la Red de Recuperadores, pues a más de ser
una ilusión de los recicladores de oficio, debería ser su meta desarrollando su
Portafolio de Servicios como organización conformada por personas.
Algunas de las publicaciones en periódicos de circulación nacional referencian la
encrucijada por la que atraviesa la actividad de la “CADENA DE PRODUCCION DE
RECICLAJE”, pues existe una fuerte puja de poderes e intereses frente al “NEGOCIO
DE LA BASURA”. Un ejemplo es este titular que apareció meses atrás:
“Los recicladores encuentran un competidor inesperado en el negocio de la
basura: los hijos de Uribe.
“Imagínese si alguien le niega la basura al hijo del presidente”, dice Nora Padilla,
líder de la Asociación de Recicladores de Bogotá.
Otro ejemplo es el siguiente texto de una columna de El Espectador “Una tutela
interpuesta por los recicladores del botadero de Navarro abre un nuevo capítulo en
la desigual puja por el negocio del reciclaje de la basura. Con la reciente decisión de
la Corte Constitucional de suspender el proceso de licitación del servicio de aseo en
5. Cali, mientras dicta una sentencia definitiva como respuesta a la tutela. Es una
competencia que lleva varios años, que se está dando en las grandes ciudades del
país y cuyos contendores no podrían ser más distintos: de un lado están las 70 mil
familias de recicladores, personas que ganan entre dos mil y 20 mil pesos diarios
por escarbar, separar y revender la basura que encuentran en la calle o en los
botaderos. Del otro, los concesionarios de basura, un puñado de empresas
altamente tecnificadas de aseo que desde hace cinco años vienen ganando las
licitaciones en las grandes ciudades. A ellos se le suma un nuevo y poderoso
jugador: los hijos del Presidente Uribe”.
Por fortuna entidades que son responsables social y ambientalmente como Civisol,
una fundación que trabaja para cambiar normas culturales y jurídicas generadoras
de exclusión y que intervino ante la Corte Constitucional en defensa de los
recicladores de Navarro, pone en duda el interés de protección al medio ambiente
que subyace a las normas de carácter socioambientales y que propende, al igual
que la U.D.C.A por el Desarrollo Humano sostenible. En este sentido es importante
recordar que las organizaciones de recicladores y en particular la –ARB- logró la
sentencia T-724 de 2003 de la Honorable Corte Constitucional a su favor, en
relación con la definición de acciones afirmativas a favor de los recicladores en el
marco de la prestación del servicio de aseo.
Como ejemplo local podemos citar a la Fundación Humedal La Conejera, con la que
tanto la Alcaldía Local de Suba como la U.D.C.A, comparten trabajos tan
importantes como la iniciativa de poner en práctica la Opción de Multiusuarios y
segregar los residuos domiciliarios desde las propias viviendas, edificaciones y
conjuntos residenciales que están en el perímetro del Humedal la Conejera y de esa
manara reducir al máximo la contaminación con residuos que van a parar al
humedal y que deterioran ese importante escenario natural.
En ese proceso participan y se benefician los integrantes de la Red de
Recuperadores, pues ellos trabajan directamente con las administraciones y
consejos de administración para sensibilizar y educar a los residentes en la
separación de residuos y poder darle un aprovechamiento y valorización a los
materiales reciclables, para su beneficio económico, como fuente de ingresos. Esto
hace que este proceso sea no sólo de beneficio ambiental, sino social al que todos
deberíamos aportar.
De los logros del proceso que se ha adelantado en la localidad de Suba, podemos
resaltar el de la recuperación de la autoestima y condición humana de los antes
llamados “recicladores”, hoy recuperadores ambientales y de el reconocimiento
institucional que la Alcaldía Local le ha dado a esa Red, como alternativa importante
de Desarrollo Sostenible en la Localidad, pues genera tanto respeto y protección al
6. medio ambiente, así como oportunidades de trabajo y desarrollo social al igual que
generación de empresa, aplicando lo que se denomina la fórmula de las 4 R:
Rechazar (el uso y consumo de lo que no sea amigable con el ambiente)
Reducir nuestros niveles de consumo
Reusar lo que se pueda utilizar nuevamente sin ninguna transformación
Reciclar todo material que sea susceptible de reincorporar a procesos
productivos
El reto ahora es lograr que esta Red sea reconocida a nivel distrital y pueda hacerse
partícipe del Programa Distrital de Reciclaje cuyo “objetivo superior es desarrollar
un proceso sostenible de valorización de residuos recolectados por los Recicladores
a través de procesos de transformación de materiales reciclados para generar
beneficios de carácter general para la ciudad” que complementa los postulados
fundamentales de los Planes de Gestión Integral de Residuos –PGIRS- según el
decreto 1713 de 2002; o generar proyectos tan importantes como el citado cluster
de reciclaje que está desarrollando la –ARB-, y en especial que la comunidad de
Suba atienda el mensaje del eslogan de la Red: DAME TU MANO.