2. Benedicto XVI explica:
El Salterio se presenta como
un “formulario” de oraciones,
una selección de ciento
cincuenta Salmos que la
tradición bíblica da al pueblo
de los creyentes para que se
convierta en su (nuestra)
oración, nuestro modo de
dirigirnos a Dios y de
relacionarnos con Él.
3. Libros poéticos y sapienciales
• Fueron escritos después
de la vuelta del destierro,
entre los siglos V y I a.C.
• Hay que recordar que a
Babilonia fue desterrada
la tribu de Judá, y
después de 60 años
aprox., regresó a
Jerusalén.
4. Libros poéticos y sapienciales
• Son llamados didácticos (por su
enseñanza) o poéticos (por su forma) o
sapienciales (por su contenido
espiritual). Son denominados
sapienciales, porque las enseñanzas e
instrucciones que Dios nos ofrece en
ellos, forman lo que en el Antiguo
Testamento se llama Sabiduría, que es
el fundamento de la piedad.
5.
6. Tehillim
• En hebreo el libro lleva como
título Tehillim, que significa
propiamente oraciones de
alabanza.
• La obra presenta una división en
cinco partes, llamadas también
«libros», cuya separación viene
marcada por unas alabanzas
solemnes, o doxologías, al final
de ciertos salmos.
• Estas partes son: Sal 3-41; Sal
42-72; Sal 73-89; Sal 90-106; y
Sal 107-150. Tal división refleja
una cierta semejanza con la de la
Ley que es transmitida
igualmente en cinco libros, el
Pentateuco. Significa que los
salmos son la respuesta del
hombre, inspirada por Dios, ante
las obras del Señor narradas en
aquellos libros y ante la Ley
contenida en ellos.
7. Comenta Benedicto XVI
• Parece significativo el título
que la tradición judía ha
dado al Salterio. Este es
tehillîm, un término judío
que quiere decir “alabanza”,
de esta raíz verbal viene la
expresión “Halleluyah”, es
decir, literalmente “alabad al
Señor”.
8. Benedicto XVI dice:
• La tradición hebrea ha puesto en
muchos Salmos, títulos específicos,
atribuyéndolos, en su mayoría, al
rey David. Figura de notable
profundidad humana y teológica,
David es un personaje complejo,
que ha atravesado las más distintas
experiencias fundamentales de la
vida. Joven pastor del rebaño
paterno, pasando por alternantes y
a veces, dramáticas experiencias,
se convierte en rey de Israel, pastor
del pueblo de Dios.
9. Continúa Benedicto XVI
• Hombre de paz, combatió muchas guerras; incansable y tenaz
buscador de Dios, traicionó el amor, y esto es característico: siempre
fue un buscador de Dios, aunque pecó gravemente muchas veces;
humilde penitente, acogió el perdón divino, incluso el castigo divino, y
aceptó un destino marcado por el dolor. David fue un rey con todas
sus debilidades, “según el corazón de Dios” (cfr 1Samuel 13,14), es
decir un orante apasionado, un hombre que sabía lo que quiere decir
suplicar y alabar. La relación de los Salmos con este insigne rey de
Israel es, por tanto, importante, porque es una figura mesiánica,
Ungido por el Señor, en el que se preanuncia el misterio de Cristo
(Audiencia General, miércoles 22 de junio de 2011).
11. Continúa el Papa Emérito,
Benedicto XVI• Precisamente para permitir al
pueblo de los creyentes que se
unan en este canto, se entregó
el libro del Salterio a Israel y a la
Iglesia. Los Salmos, de hecho,
enseñan a rezar (...) Dado que
son Palabra de Dios, quien reza
los Salmos le habla a Dios con las
mismas palabras que Dios nos
ha dado, se dirige a Él con las
palabras que Él mismo nos da.
Así, rezando los Salmos se
aprende a rezar. Son una escuela
de oración.
12. LOS TEXTOS HEBREO Y GRIEGO
• En la Biblia hebrea el libro de los Salmos es el primero de la colección
de los «Escritos», sin duda porque es el más importante y el que
sirvió de base para la formación de la colección. En cambio, en la
mayor parte de los códices griegos y latinos, que reflejan la tradición
cristiana, viene insertado después del libro de Job, probablemente
por seguir cierto orden cronológico, ya que Job es considerado uno de
los antiguos patriarcas, y los salmos obra del rey David.
• También difiere la numeración de los poemas en el texto hebreo y en
las versiones griega y latina. En éstas aparecen unidos Sal 9-10 como
una sola composición, por lo que a partir de Sal 11 estas versiones
presentan la numeración con una unidad más baja.
13. • Vuelven a unir Sal 114-115, y su numeración queda en ese momento
dos unidades por debajo de la del texto hebreo. Pero enseguida
dividen en dos Sal 116 recuperando la numeración con una unidad
más baja, hasta Sal 147, que vuelven a dividirlo en dos, de forma que
a partir de ahí se unifica la numeración. Por lo tanto, la numeración
más alta corresponde siempre al texto hebreo. En las traducciones
modernas de la Biblia y en la Neovulgata se sigue la numeración del
texto hebreo, poniendo entre paréntesis la de las antiguas versiones.
En la liturgia de la Iglesia, en cambio, se sigue la del texto griego y la
de la Vulgata. Además de tal anomalía, estas versiones presentan
muchas veces correcciones del texto que lo hacen más inteligible,
pues el hebreo con frecuencia es muy oscuro, impreciso y de difícil
comprensión. En la traducción hemos seguido la numeración hebrea
y, siempre que ha sido posible, el texto hebreo. Cuando éste resulta
incomprensible hemos acudido al texto griego (p. 164. Univ Navarra)
14. Tiempo de composición
•El tiempo de
composición de los
salmos va desde la
época de la monarquía
(siglo X a.C. aprox.)
hasta el siglo II a.C.,
cuando tendría lugar la
recopilación final.
15. GÉNEROS LITERARIOS
• Salmos de súplica: individual o
comunitarias.
• Salmos de acción de gracias
• Himnos o salmos de alabanza
• Salmos sapienciales
• Cada salmo tiene su propia
originalidad, pues refleja el
arte personal de su
compositor y una situación
personal ante Dios.
16. FORMACIÓN DEL LIBRO DE LOS SALMOS
• El libro de los Salmos deja
entrever que se ha formado
uniendo colecciones parciales
que ya existían con anterioridad.
• Puede ayudar a comprender
mejor el libro y la secuencia en
él de los distintos salmos señalar
aquellas colecciones previas y la
manera en que pudieron ir
siendo agrupadas, aunque a
veces no sea posible
determinarlo con exactitud.
• La colección «yahwista»
• Los salmos 3-41 constituyen
claramente una primera
colección, tanto por ser
atribuidos a David, como por el
uso del nombre divino Yhwh
(Señor). Son en su mayor parte
súplicas individuales.
17. • La colección «elohista»
• A partir de Sal 42 comienza a
usarse sistemáticamente el nombre
de Elohim para designar a Dios, y
con esta característica
encontramos: un grupo de salmos
atribuido a los «hijos de Coré» (Sal
42-49), familia de cantores del
Templo relacionada con los levitas;
otra colección davídica (Sal 51-72);
y un grupo de «salmos de Asaf»
(Sal 73-83). Se piensa que el
conjunto es fruto de una revisión
de estos materiales en la que se
sustituyó el nombre divino de
Yhwh por el de Elohim.
• Otras colecciones añadidas
• A partir de Sal 90 se aprecian
algunas otras colecciones, más
bien breves, que pudieron haber
sido añadidas a la recopilación ya
existente y que van completando la
obra. Aparece bien perfilado el
grupo de Sal 93-100s, y —aunque
no con tanta nitidez— el grupo de
Sal 101-110. También Sal 111-118,
introducidos todos ellos —excepto
el 115— con el término «Aleluya»,
forman un grupo singular, el gran
Hallel, que sirvió para la alabanza
divina en las grandes fiestas.
18. • Inserción de otros salmos de
alabanza
• Otros grupos o conjuntos de
salmos bien definidos los forman
los «cantos de las subidas» (Sal
120-134), y un nuevo grupo de
«salmos de David» (Sal 138-
145), así como los salmos
aleluyáticos finales con los que
se cierra el libro (Sal 146-150).
• En los salmos finales (Sal 146-
150), salmos de alabanza hacia
los que se orienta actualmente
todo el libro, vuelven a resonar
invitaciones dirigidas a los reyes
de la tierra y a las naciones,
haciéndose eco de los salmos
introductorios (Sal 1-2). De esta
forma el libro de los Salmos
queda configurado como el libro
de la alabanza al Señor.
19. • Esa división no tiene en
cuenta el conjunto
«elohista», que queda
dividido al comenzar la Parte
III con los «salmos de Asaf»
(Sal 73). Tampoco tiene en
cuenta la unidad formada
por Sal 101-110, sino que
hace terminar la Parte IV en
el Salmo 106.
20. • Al mismo tiempo que se
detectan colecciones parciales
en el interior del libro, o la
división de éste en cinco partes,
se percibe también la unidad y la
lógica que guarda la secuencia
de un salmo tras otro. Esa
unidad se mantiene incluso en la
secuencia de salmos
pertenecientes a distintas
colecciones, y de ahí la dificultad
a veces de precisar sus límites.
21. MENSAJE RELIGIOSO Y TEOLOGÍA DE LOS SALMOS
• El libro de los Salmos es fundamentalmente un libro de oración y de
alabanza a Dios, en el que en cada poema se habla a Dios o se habla
de Él. Cada salmo, además, es una composición completa en sí
misma, que expresa quién y cómo es Dios para el orante, cómo éste
se comprende a sí mismo y al mundo que le rodea ante Dios, y cuál es
su relación con Él.
• Por otra parte los salmos recogen el sentir religioso del pueblo
elegido desde la época de la monarquía hasta la última etapa del
Antiguo Testamento, y lo hacen siempre en armonía con la Ley y los
Profetas, pues de otra manera no hubiesen pasado a formar parte del
canon.
22. Peculiaridad de los Salmos en el conjunto de la
Revelación
• Mediante los salmos Dios habla a su pueblo, no sólo en los oráculos
recogidos en algunos de ellos o en la invitación a seguir su Ley
presente en otros, sino también en cuanto que los salmos son la
oración inspirada que Dios pone en la boca y en el corazón de quienes
los componen y los recitan.
• El Salterio es el libro en el que la Palabra de Dios se convierte en
oración del hombre. En los demás libros del Antiguo Testamento “las
palabras proclaman las obras” (de Dios por los hombres) “y explican
su misterio” (C. Vat. II, Dei Verbum, 2).
23. Comenta San Ambrosio:
• «La historia instruye, la ley
enseña, la profecía anuncia, la
reprensión corrige, la enseñanza
moral aconseja; pero el libro de
los Salmos es como un
compendio de todo ello y una
medicina espiritual para todos».
Comentario sobre los Salmos o
Enarrationes in XII Psalmos 1,7.
24. En los Salmos
• quedan reflejadas, mejor que en
ningún otro libro del Antiguo
Testamento, la fe y la espiritualidad
de Israel. Una fe que se fue
fraguando a lo largo de la historia y
al hilo de la meditación de las
intervenciones divinas. De ahí que
el libro de los Salmos sea el lugar
por excelencia dentro del Antiguo
Testamento para conocer la
manera de actuar de Dios y para
percibir quién es Él y qué es el
hombre ante Él.
25. Soberanía universal del Dios de Israel
• En los salmos se contempla a Dios a través de las acciones que
manifiestan su ser. Esas acciones se despliegan en la creación, en la
historia y, de forma más inmediata, en la vida personal y social del
hombre. El punto decisivo en esa contemplación es que el único y
verdadero Dios es el Señor, Yhwh, que ha revelado su «Nombre» a
Israel.
• El «Nombre», término que recurre unas cien veces en los salmos,
significa el Dios que se ha dado a conocer a su pueblo y al orante.
Otras denominaciones —Dios, Señor de los ejércitos, Altísimo,
Omnipotente, etc.— siempre convergen en el «Nombre», es decir,
sirven para resaltar aspectos del Dios de Israel.
26. • La soberanía de Dios abarca a los cielos con todos sus
elementos, a todas las naciones y reinos de la tierra que
subsisten porque Él quiere, y a todo hombre y todo ser vivo
a los que Él cuida con su providencia, y a los que muestra
su grandeza y su gloria mediante el ritmo de los astros y la
fecundidad de la tierra.
27. La actuación de Dios con su pueblo
• La soberanía de Dios se ha
manifestado en la historia de Israel.
Dios lo eligió como su pueblo, lo
formó y lo mantiene como tal a
pesar de las vicisitudes por las que
ha atravesado y, sobre todo, a
pesar de que el pueblo no ha sido
fiel a la Alianza. En el actuar de
Dios con su pueblo se manifiesta
no sólo su poder, sino también su
misericordia, pues es un Dios que
perdona una y otra vez.
28. • El cuidado de Dios por su pueblo se ha
manifestado guiándolo, dándole su Ley y,
sobre todo, estableciendo a David, su
siervo, como rey y haciéndole la promesa
de un linaje perpetuo.
• La elección de la dinastía davídica por parte
del Señor va acompañada de la elección de
Sion como ciudad del gran rey, y como lugar
en el que está el Santuario donde el Señor
se ha hecho presente, pues Él, al mismo
tiempo que habita en los cielos, ha querido
poner su morada en el Templo, sobre los
querubines del Arca.
29. EL LIBRO DE LOS SALMOS EN EL NUEVO TESTAMENTO
• El libro de los Salmos es el más
citado por los hagiógrafos del
Nuevo Testamento, sin duda
porque lo conocían bien y
porque veían en él profecías que
se habían cumplido en
Jesucristo. El uso de los salmos
en el Nuevo Testamento orienta
la lectura del libro por parte del
cristiano y de la Iglesia.
30. Los Salmos, usados por Jesús y los Apóstoles
• Según los evangelios Jesús apeló a algunos salmos en momentos especiales
de su vida: a Sal 8,3 para justificar las alabanzas que le tributaron los niños
al entrar en Jerusalén; a Sal 22,2 y Sal 31,6 para dirigirse a Dios desde la
cruz; a Sal 35,19 para explicar el odio que le tuvieron las autoridades
judías; a Sal 48,3 y Sal 82,6 para ratificar sus enseñanzas; a Sal 110,1 para
mostrar el carácter trascendente del Mesías, superior a David; a Sal 118,22-
23.26 como clave para comprender su muerte. En todas estas ocasiones
Jesús pone los salmos en relación con su Persona y con su enseñanza.
También los rezó junto con sus discípulos en la última Cena y se refirió
expresamente a ellos, lo mismo que a la Ley y los Profetas, afirmando que
hablaban de Él. De esta forma les daba un significado nuevo, trascendiendo
el sentido que ya tenían pero en continuidad con él.
31. • Después de los
acontecimientos
pascuales y siguiendo la
orientación dada por
Jesús, los Apóstoles
entendieron que los
salmos se habían
cumplido en la vida
terrena del Maestro y en
la implantación de la
Iglesia.
32. Salmo 136 (o 135 según la tradición greco latina)
El “Gran Hallel” sirvió para la alabanza divina en las grandes fiestas
• La solemne oración de acción de gracias, el “Gran Hallel”,
se canta tradicionalmente al final de la cena pascual
hebrea y Jesús probablemente también lo rezó en la
última Pascua celebrada con los discípulos; a eso parece
que se refiere la nota de los Evangelistas: “Y cantados los
himnos, salieron hacia el monte de los Olivos” (cf. Mt
26,30; Mc 14,26). El horizonte de la alabanza ilumina así
el difícil camino hacia el Gólgota. Todo el Salmo 136 se
desarrolla en forma de letanía con la repetición de la
antífona “porque su amor es para siempre” (Benedicto
XVI, 19-10-2011).
33. • Después de los acontecimientos
pascuales y siguiendo la orientación
dada por Jesús, los Apóstoles
entendieron que los salmos se
habían cumplido en la vida terrena
del Maestro y en la implantación de
la Iglesia. Afirman que la forma de
enseñar de Jesús mediante
parábolas estaba predicha en Sal
78,2, y que los sufrimientos de su
pasión estaban anunciados en Sal
2,1-2; 34,21; 22,19; 69,22, y la
gloria de su resurrección en Sal
16,8-11; 110,1.
34. • Los cánticos que en el
Evangelio de San Lucas
celebran el nacimiento
de Jesús, el Benedictus y
el Magnificat, están
tejidos con frases de los
salmos aplicadas al
momento gozoso del
advenimiento de la
salvación.
• Cfr Lc 1,46-55. 67-79.
35. Nuevo horizonte de significación
• El uso que se hace de los
salmos en el Nuevo
Testamento abre unas
dimensiones de significado
que desbordan el sentido que
cada salmo tiene en el interior
del Antiguo Testamento, y da
a la misma literalidad de la
composición una significación
nueva, su sentido pleno.
36. Salmos con especial relieve mesiánico
Dos instituciones de Israel cobran
especial relieve en los salmos: el rey
como instrumento de la salvación
otorgada por Dios, y el Templo como
lugar de la presencia divina. Ambas
anuncian a Cristo, aunque de forma
distinta, y culminan en Él.
En los salmos del rey (Sal 2; 21; 45;
72 y 110) queda abierta y por
cumplir la promesa de Dios sobre su
Ungido, el descendiente de David.
37. • Para los hombres del Antiguo
Testamento el máximo
encuentro con Dios se producía
en el Templo de Jerusalén, y los
salmos dejan constancia de la
añoranza del lugar santo y del
gozo de permanecer en él. En el
Nuevo Testamento se proclama
que Dios se hace presente en la
Humanidad de Cristo, nuevo
Templo; en Él se ofrece a todos
los hombres la posibilidad de un
encuentro filial con el Dios
Creador y redentor. El cristiano
aspira no a permanecer en el
Templo, sino a vivir en Cristo. Cfr
Jn 2,17-22.
38. LOS SALMOS EN LA VIDA DE LA IGLESIA
• Siguiendo la orientación dada
por Jesús y los hagiógrafos del
Nuevo Testamento, la Iglesia ha
utilizado los salmos más que
ningún otro libro del Antiguo
Testamento, tanto en su oración
litúrgica como en la enseñanza
impartida, siempre desde la
perspectiva de la plena
Revelación en Cristo.
• En la oración litúrgica
• En la enseñanza de los Santos
Padres y en los escritores
posteriores.
41. •El Beato Cardenal
Ildefonso Schuster
decía que hay un
evangelio de la
vida de Cristo,
escrito por los
cuatro
Evangelistas, y un
evangelio de su
Corazón: los
salmos.
43. Los Salmos, oración de la Asamblea
• Desde David hasta la venida del
Mesías, las Sagradas Escrituras
contienen textos de oración que
atestiguan el sentido profundo de la
oración para sí mismo y para los
demás (Cf. Esd 9, 6-15). Los salmos
fueron reunidos poco a poco en un
conjunto de cinco libros: los Salmos (o
"alabanzas"), son la obra maestra de
la oración en el Antiguo Testamento
(Cfr. CEC, n. 2585).
44. Esdras 9, 6-15
• Esdras dice que las
iniquidades del pueblo se
han multiplicado, sin
embargo, los reyes persas
les permitieron regresar a
Jerusalén a levantar el
Templo. Pide que no haya
matrimonios mixtos. El
pueblo lloró y reconoció que
había tomado mujeres
extranjeras.
45. Los salmos alimentan la oración
• Los Salmos alimentan y expresan la oración del pueblo
de Dios como Asamblea, con ocasión de las grandes
fiestas en Jerusalén y los sábados en las sinagogas.
Esta oración es indisociablemente individual y
comunitaria; concierne a los que oran y a todos los
hombres; asciende desde la Tierra santa y desde las
comunidades de la Diáspora, pero abarca a toda la
creación; recuerda los acontecimientos salvadores del
pasado y se extiende hasta la consumación de la
historia; hace memoria de las promesas de Dios ya
realizadas y espera al Mesías que les dará
cumplimiento definitivo. Los Salmos, usados por Cristo
en su oración y que en él encuentran su
cumplimiento, continúan siendo esenciales en la
oración de su Iglesia (CEC, n. 2586).
46. Salterio = Salmos
• El Salterio es el libro en el que la
Palabra de Dios se convierte en
oración del hombre. En los demás
libros del Antiguo Testamento "las
palabras proclaman las obras" (de
Dios por los hombres) "y explican
su misterio" (DV, 2). En el salterio,
las palabras del salmista expresan,
cantándolas para Dios, sus obras
de salvación. El mismo Espíritu
inspira la obra de Dios y la
respuesta del hombre. Cristo unirá
ambas. En Él, los salmos no cesan
de enseñarnos a orar CEC, n. 2587).
47. Los salmos son sobrios
• Las múltiples expresiones de oración de los
Salmos se encarnan a la vez en la liturgia del
templo y en el corazón del hombre. Tanto si se
trata de un himno como de una oración de
desamparo o de acción de gracias, de súplica
individual o comunitaria, de canto real o de
peregrinación o de meditación sapiencial, los
salmos son el espejo de las maravillas de Dios en
la historia de su pueblo y en las situaciones
humanas vividas por el salmista. Un salmo puede
reflejar un acontecimiento pasado, pero es de
una sobriedad tal que se puede rezar
verdaderamente por los hombres de toda
condición y de todo tiempo (CEC n, 2588).
48. Los salmos se orientan a alabar a Dios
• Hay unos rasgos constantes en los Salmos: la simplicidad y la
espontaneidad de la oración, el deseo de Dios mismo a través de su
creación, y con todo lo que hay de bueno en ella, la situación
incómoda del creyente que, en su amor preferente por el Señor, se
enfrenta con una multitud de enemigos y de tentaciones; y que, en la
espera de lo que hará el Dios fiel, mantiene la certeza del amor de
Dios, y la entrega a la voluntad divina. La oración de los salmos está
siempre orientada a la alabanza; por lo cual, corresponde bien al
conjunto de los salmos el título de "Las Alabanzas". Reunidos los
Salmos en función del culto de la Asamblea, son invitación a la
oración y respuesta a la misma: "Hallelu-Ya!" (Aleluya), "¡Alabad al
Señor!“ (CEC n. 2589).
49. • ¿Qué hay mejor que un Salmo?
Por eso, David dice muy bien:
"¡Alabad al Señor, porque es
bueno salmodiar: a nuestro
Dios alabanza dulce y bella!". Y
es verdad. Porque el salmo es
bendición pronunciada por el
pueblo, alabanza de Dios por la
Asamblea, aclamación de
todos, palabra dicha por el
universo, voz de la Iglesia,
melodiosa profesión de fe (San
Ambrosio, Sal. 1, 9). (CEC n.
2589 in fine).
50. Los salmos son una obra maestra
• Los salmos constituyen la obra
maestra de la oración en el
Antiguo Testamento. Presentan
dos componentes inseparables:
individual y comunitario.
Abarcan todas las dimensiones
de la historia, conmemorando
las promesas de Dios ya
cumplidas y esperando la venida
del Mesías (CEC, n. 2596).
52. Los protagonistas de los Salmos son dos
• Dios y el hombre.
• Dios es el “todo” para el salmista.
• El hombre es un ser que confía en
Dios. Su confianza es absoluta y
total. No importa que algo le
parezca difícil de entender, o que
le rebasen los acontecimientos
negativos.
53. ¿Cómo leer los Salmos?
•Rezándolos.
•Los salmos están
hechos para rezar,
para escuchar a Dios
y para contestarle.
54. ¿Por qué la oración es un combate?
• La oración es un don de la gracia,
pero presupone siempre una
respuesta decidida por nuestra
parte, pues el que ora combate
contra sí mismo, contra el
ambiente y, sobre todo, contra el
Tentador, que hace todo lo posible
para apartarlo de la oración. El
combate de la oración es
inseparable del progreso en la vida
espiritual: se ora como se vive,
porque se vive como se ora (CEC,
572).
• Jacob lucha con Dios
55. El que ora combate
Contra sí mismo
Contra el ambiente
Contra el Tentador
56. ¿Cuáles son las fuentes de la oración cristiana?
• Las fuentes de la oración
cristiana son: la Palabra de Dios,
que nos transmite «la ciencia
suprema de Cristo» (Flp 3, 8);
la Liturgia de la Iglesia, que
anuncia, actualiza y comunica el
misterio de la salvación;
las virtudes teologales;
las situaciones cotidianas,
porque en ellas podemos
encontrar a Dios (CCE, 558).
57. Fuentes de la oración
La Palabra de
Dios
La Liturgia Las virtudes
teologales
Las situaciones
cotidianas
58. Salmos
•Es el libro más usado
de la Biblia por judíos y
cristianos de todas las
denominaciones.
•Son las oraciones que
rezaban y cantaban
Jesús y María.
59. ¿Cuál es la importancia de los Salmos en la oración?
son el vértice de la oración en el Antiguo Testamento
• Esta oración, inspirada por el
Espíritu Santo, canta las maravillas
de Dios en la creación y en la
historia de la salvación. Cristo ha
orado con los Salmos y los ha
llevado a su cumplimiento. Por
esto, siguen siendo un elemento
esencial y permanente de la
oración de la Iglesia, que se
adaptan a los hombres de toda
condición y tiempo.
61. •María educó a Jesús
como toda madre. Es
un misterio. Le
enseñaría a hablar, a
leer, a rezar… y
seguramente rezarían
con los Salmos.
62. Dice el Papa emérito
•Jesucristo se revela como
el verdadero sujeto de los
Salmos, como el «David»
del que provienen, y a
través del cual adquieren
sentido (cfr. Benedicto
XVI, Jesús de Nazaret II, p.
85s).
63. San Agustín dice
•En los salmos es
siempre Cristo quien
habla, a veces como
Cabeza, a veces como
Cuerpo (En. in Ps,
60,1s).
64. La oración de Jesús
• Jesús es hijo del pueblo judío, el
pueblo más religioso del antiguo
Oriente. Toda su vida religiosa ha
estado marcada por las tradiciones
religiosas de Israel… Los salmos,
que son las formas más sublimes
de la oración de Israel. Jesús oraba
con frecuencia; pero su oración
tenía un sello único. En ella se
revelaba todo el misterio de su ser
humano-divino. Por eso, su oración
quedará siempre para nosotros en
parte impenetrable.
• LA ORACIÓN DE JESÚS, Ignace de la Potterie
65. • La oración de Jesús es un
misterio de silencio interior,
de íntima unión con Dios, su
Padre, que él ama y de
quien se sabe amado… Su
oración ha sido también la
expresión de su plena
sumisión a la voluntad del
Padre, que está tan
estrechamente unida al
cumplimiento de su misión
mesiánica.
66. • Hay dos modos de encontrar a
Cristo en los salmos. El primero
consiste en poner a Cristo en el
“yo” del salmo, identificarlo con
el salmista. Son abundantes los
versículos de salmos que
podemos poner en boca de
Jesús y que Él pronuncia
dirigidos a su Padre. El segundo
consiste en identificar a Cristo
con el “tú” del salmo. El “yo” es
la Iglesia o cada cristiano, el “tú”
es Jesucristo, el Señor (Arocena).
67. Explica Benedicto XVI
• El cristiano, por tanto, rezando los
Salmos, reza al Padre en Cristo y
con Cristo, asumiendo estos cantos
en una perspectiva nueva, que
tiene en el misterio pascual su
última clave interpretativa. El
horizonte del orante se abre así a
realidades inesperadas, todo Salmo
tiene una luz nueva en Cristo y el
Salterio puede brillar en toda su
infinita riqueza (22 de junio de
2011).
68. Lugares en que oraba Jesús
• Con ocasión de las tres grandes fiestas -Pascua, Pentecostés y la fiesta
de las Tiendas-, los judíos hacían una peregrinación a Jerusalén. En los
salmos se canta la alegría de estos peregrinos en camino hacia la casa
de Dios (cfr. 23,6; 27,4; 65,5; 84; 92,14 y las llamadas «canciones de
las subidas», desde el salmo 120 al 134).
69. Tres grandes fiestas en que los judíos iban a
Jerusalén
Pascua
Pentecostés
Tiendas
70. La Pascua
• Esta fiesta celebra la liberación
de Egipto (Éxodo). En esta
ocasión acudían unos 200 mil
peregrinos a Jerusalén. La tarde
del 14 Nisán se inmolaban en el
Templo los corderos que se iban
a comer después de ponerse el
sol. La fiesta se prolongaba por
ocho días.
71. Pentecostés
• A los 50 días de la Pascua, los
judíos celebran la fiesta de las 7
semanas (Éx 34,22), día en que
se ofrecían las primicias de lo
producido por la tierra. Más
tarde se convirtió en
conmemoración de la alianza del
Sinaí, la aparición de Dios en el
Monte Sinaí y la entrega de la
Ley –Diez Mandamientos- a
Moisés y al pueblo de Israel.
72. Sokkot, Cabañas o Tabernáculos
• Se celebra a lo largo de 7 días en el
mes de Tishri (sept-oct). En Lev 23,34
se señala su duración. En esta fiesta
los israelitas iban al Templo. Es la
fiesta de la cosecha para celebrar la
terminación del ciclo agrícola.
Durante esta fiesta la gente vive en
“tabernáculos” o enramadas.
73. Otras fiestas
• El Yom kippur (día del perdón) es una fiesta
de penitencia. Es la única vez al año en que
el sacerdote entra en el santo de los santos
para ofrecer en expiación la sangre de una
víctima. Esta fiesta va preparada por el Rosh
ha-shana (año nuevo). La fiesta de la
dedicación o Hannukah celebra la
purificación del Templo en el año 164 a.C.
por Judas Macabeo (cfr. Juan 10,22). Los
purim, las suertes, conmemoran la salvación
del pueblo por obra de Ester.
75. Bibliografía que usó Rebeca Reynaud
Catecismo de la Iglesia Católica y
Compendio del Catecismo de la Iglesia
Introducciones a la S. Biblia AT, de Libros
poéticos y sapienciales.
Universidad de Navarra
Libros de Benedicto XVI
y otros