El docente 3.0 no es una figura autoritaria que se apoya en la cultura del miedo como método de enseñanza, sino que es una guía, un ejemplo a través de su vida diaria y su experiencia dentro y fuera del aula.
1. EJE EDUCACIÓN. Compromiso Ético. Transparencia
Descripción de la buena práctica en relación a los principios.
La universidad en conjunto con las religiones, ejércitos y la familia son las instituciones más
antiguas del mundo. Se puede considerar su origen, en un sentido amplio, a la Academia
de Platón o en un sentido estricto a la Universidad de Bolonia en el siglo XI. El concepto de
universidad moderna, según Haddad [Haddad, G., 2000], aparece en 1809 cuando von
Humbolt crea la primera universidad de los tiempos modernos. Las funciones de la universidad
son, según Ortega y Gasset [Ortega y Gasset, J., 1982]: Transmisión de la Cultura, Enseñanza
de las Profesiones e Investigación Científica. La enseñanza superior consiste en profesionalismo
e investigación. Para Riveros [Riveros,L.,2001] “la universidad crea y proyecta, es la institución
de reflexión y formación que asegura una continuidad de los modos sociales en su historia
evolutiva. Contiene además un potencial de transformación de la sociedad, no sólo por
el conocimiento capaz de generar, sino por su ascendiente moral y autoridad intelectual”.
Bajo estas ideas podemos señalar que las Universidades, al día de hoy, han caído, , en un
problema de identidad debido a que hoy no son autoridad para generar la investigación
y conocimiento que le sea de provecho a la sociedad, y no hace falta hacer estudios de
algún tipo si no, y en mayor medida, preguntarse:
¿Del total de hora que un estudiante pasa en la Universidad, cuántas realmente le sirven?
¿Qué tanto retiene al final del semestre? ¿Al término de sus estudios qué tanto sabe hacer
un joven en la industria? ¿Qué tantos conocimientos, herramientas y solución de problemas
tiene un joven después de una inversión de 4 ó 5 años de preparación? ¿Cuántos años tiene
la bibliografía en la que se basan las curriculas de la universidades? ¿Qué tan actualizados
están los programas de educación? ¿Qué tan capacitados están los catedráticos que
imparten clases? ¿Con cuánta experiencia y aptitudes egresan los jóvenes de las
universidades? ¿A qué puestos aspira los jóvenes después de su educación universitaria?
A las preguntas anteriores, que son bastante más comunes, hay que agregarles algunas
que son propias del fenómeno de este siglo:
¿En dónde aprende estadística y/o matemáticas un joven, en el aula o en un tutorial en
YouTube?¿Cuántos van a la biblioteca y cuántos al internet? ¿Cuántos apuntan en clase
y cuántos toman fotografías? Por último ¿Cuántos alumnos ponen atención a la clase y
cuántos a su Smartphones?
Después de pensar estas peguntas podemos observar la solución que se lleva acabo en la
mayoría de Universidades; invertir en Tecnologías de Información y Comunicación (TIC´s)
ya sea mediante cursos de Docente 2.0, talleres, plataformas digitales de educación,
computadoras de última generación, páginas web y redes sociales, entre otros muchos
intentos por aparentar estar actualizados. ¿Por qué digo que aparentar? Simplemente porque
las nuevas exigencias no son físicas o de pagar algún software, se requiere entender lo que
está pasando en el mundo, porque hoy nada es local, nada dura demasiado tiempo
y donde el conocimiento en general se está reinventando, estamos viviendo un siglo en
donde lo que creíamos saber esta equivocado. Debemos entender que la era de las
“Vacas sagradas” ha quedado atrás, y la era información es un espejismo lejano que ha
dado paso a la era del conocimiento colectivo, donde los derechos de autor, el copyright
y modelos arcáicos no son más que estúpidas vanidades de los que piensan que un título
te garantiza más éxito que aprender por tu cuenta, de lo que creen que las cosas son
estáticas y hay leyes universales, de aquellos que creen que el conocimiento es algo
inmutable y prefieren citar autores y bibliografía compleja antes que explicar y entender
la dinámica acelerada en la que estamos. Por último y para entender un poco más la forma
de pensamiento que exige nuestra realidad, debemos entender lo que es la web 1.0,
la web 2.0 y la web 3.0 ya que esto nos ayuda a dilucidar la forma de pensamiento de los
alumnos, ya que estas transformaciones no son exclusivas de esta red, sino que tiene
repercusión en los modelos económicos, sociales, empresariales y, por supuesto, académicos:
En este momento hay un frenesí por las cosas dos 2.0 y 3.0 pero si no entendemos qué es lo 1.0
en su paradigma ideológico y conductual, nunca dejaremos de ser personas, instituciones,
empresas y/o universidades 1.0. En la web es la forma más primitiva (siglo 20) era aquella que se
caracteriza principalmente por ser unidireccional y realizada sobre contenidos estáticos.
Las primeras páginas que vimos en Internet publicaban contenidos de texto que, una vez
publicados, no se actualizaban salvo que el “webmaster” modificase dichos contenidos y
volviese a subir la web de nuevo a internet. La web 1.0 tenía un carácter principalmente
divulgativo, y empezaron a colgarse de internet documentos e información principalmente
cultural.
Es aquel que habla y es autoritario, no permite la comunicación, solo envía información sin
importar como se comporta su interlocutor (no solo con lo que dice verbalmente, sino que no lee
su expresión corporal, sus vestimenta, gesticulaciones, códigos culturales, nivel de preparación,
etc.). Es un modelo que funcionaba bien hace algunos años, pero hoy difícilmente las personas
aceptan una orden sin explicación: “por que soy tu padre” “no sé, son ordenes” “yo mando”
“por que yo lo digo” “yo soy el maestro” son alguno ejemplos de cómo es el pensamiento 1.0.
Aparece a mediados de la primera década de este siglo. Se sustentada bajo conexiones a
internet evolucionadas y mejores herramientas para desarrollar webs, mejores servidores, mayor
calidad en las comunicaciones, entre otros. Es conocida como “la red social”, llena Internet de
blogs, wikis, foros y finalmente, redes sociales. El objetivo de la web 2.0 es la compartición del
conocimiento, es la web colaborativa y ha sido uno de los atractivos principales para atraer a
usuarios.
Es aquel que permite la interacción, aquel que socializa las responsabilidades, herramientas,
beneficios, el conocimiento, procesos, que retroalimenta en tiempo y forma, etc. No es un chat
en donde se platican vanidades todo el tiempo, sino que es un cambio de paradigma en el
comportamiento humano, en donde todos podemos aprender, en donde los esquemas
verticales y piramidales dejan de tener sentido, se delegan responsabilidades y cada persona se
vuelve hacedora de sus procesos, conocimiento y las instituciones son más flexibles y se trabaja
por objetivos no por tiempos (GOOGLE) se trabaja en base a intereses y crecimiento no al
dinero (Millennials) y el conocimiento se vuelve compartido y mueren las “vacas sagradas”.
(libros multiautores)
Es la forma más evolucionada de la WEB y que, de hecho, ya es una realidad en varios lugares,
es conocida como la web semántica, la web de la nube, la web inteligente, de aplicaciones y
multidispositivos. Hoy en día las tablets, los Smartphones, e incluso los mapas interactivos, tiendas,
y muy pronto la automoción estará consumiendo Internet. La web 3.0 se presenta como una web
inteligente (y no es ciencia ficción, ni es un futuro lejano ya que los Smartphones son un claro
ejemplo de ellos). Esta WEB aprovecha la nube para prestar servicios al usuario y eliminar su
necesidad de disponer de sistemas operativos complejos y grandes discos duros para almacenar
su información y en mayor medida interpreta “data” (información de comportamientos,
preferencias, gustos e incluso sentimientos).
Es aquel que adecua su comunicación, aquel que sabe leer el contexto (analiza y estudia),
interpreta y resuelve situaciones, está convencido que no hay una única forma de hacer las
cosas y está en constante restructuración para dar el mejor servicio, producto, cátedra, etc.
Es aquel que se quita de aparatos, información, protocolos, lenguaje pomposo y se centra en lo
importante, teniendo siempre en cuenta todo aquello que le servirá para solucionar cualquier
cosa que se le presente.
Empezar a implementar las prácticas 3.0 así como las
herramientas me ha permitido no solo obtener mejores
resultados con alumnos, mejor comunicación y con-
fianza, sino que además me ha permitido cambiar
puntos de vista con profesores de otras latitudes, crear
comunidades de los temas propios de mi cátedra,
además de talleres, cursos e incluso clientes y
amistades con un propósito común.
Hoy el conocimiento es universal y las plataformas que ofrecen descargas gratuitas y
que permiten modificar archivos originales, con licencias creative commons y copyleft
son mucho más exitosas que las restringidas y que solo buscan enriquecerse con la
famosa licencia copyright. Además que como ya mencionamos; uno de los principios
de las Universidades es compartir el conocimiento que en ellas se experimenta, descu-
bre y/o se crea.
Tanto las instituciones como los catedráticos debemos apostar por plataformas como
Slideshare, Google Docs, Prezi, Blogs, Wikis, páginas web e, incluso, las redes sociales,
que nos permiten socializar la información; compartirla y volverla más rica a través de
las diferentes experiencias de alumnos y profesores de otras regiones del mundo. El
catedrático de este siglo ya no almacena su información en un ordenador, disco duro
o memoria USB, sino que sus presentaciones PTT o PDF las sube y da opción para que
los alumnos las descarguen, incluso antes de ver el tema para intercambiar opiniones,
puntos de vista y centrarse en explicar soluciones conjuntas a problemas reales. El
docente de este siglo es capaz de co-laborar con docentes de otras partes del
mundo en plataformas que permiten compartir información de un tema específico y
de esta manera tener una visión global de una misma ciencia, cátedra, problema,
herramienta, etc.
El docente 3.0 no es una figura autoritaria que se apoya en la cultura del miedo como
método de enseñanza, sino que es una guía, un ejemplo a través de su vida diaria y su
experiencia dentro y fuera del aula. El docente 3.0 interactúa con sus alumnos tanto
en el aula como digitalmente fuera de ella, pero no los acosa con tareas y aprendiza-
je de memoria casi inútil. El Docente 3.0 usa la tecnología adecuadamente (piensa
que herramienta es más adecuada y la usa para lo que es y no para lo que él quiere),
Comparte (no monopoliza y cuida celosamente la información) y habla el mismo
idioma que sus aprendices, frases como “en mis tiempos” no conectan con ellos, tener
ejemplos actuales, problemáticas que tiene repercusión en su contexto, eso es ser un
catedrático 3.0.