El documento presenta una propuesta metodológica y pedagógica para impulsar y cualificar la participación de la primera infancia, la infancia y la adolescencia a través de los lenguajes artísticos del teatro y la música. La propuesta fue desarrollada en el marco de un convenio entre la Secretaría Distrital de Integración Social, la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, UNICEF y la Corporación Somos Más, e involucró a 900 participantes en Bogotá. El
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2.
3. 1
pág
León David Cobo Estrada
El Arte: Camino Para la Participación
Una aproximación desde lo dramático y lo sonoro
4. ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ
Samuel Moreno Rojas
Alcalde Mayor
SECRETARÍA DISTRITAL DE INTEGRACIÓN SOCIAL (2011)
Carrera 7 No. 32–16
Teléfono 327 9797
www.integracionsocial.gov.co
Mercedes del Carmen Ríos Hernández
Secretaria
Luz Stella Casas de Kuan
Subsecretaria
Juan Fernando Rueda Guerrero
Director Poblacional
Javier Fernando Mora Andrade
Director de Análisis y Diseño Estratégico
Jefrey Alfonso Prada Díaz
Director Territorial
Johnatan Javier Nieto Blanco
Jefe Oficina Asesora de Comunicaciones
Norma Leticia Guzmán Rimolli
Jefe Oficina Asesora Jurídica
Maribel Monroy Delgado
Subdirectora para la Infancia
Evelyn Molina Serrano
Subdirectora de Identificación, Caracterización e Integración
Camilo Ernesto Peña Porras
Coordinador Análisis y Seguimiento de la Política Pública
Sandra Liliana Acosta Peña
Martha Lucia Bernal Sandoval
María Claudia Hernández Rodríguez
Subdirección de Infancia y Subdirección de Identificación, Caracterización e Integración
ORGANIZACIÓN DE ESTADOS IBEROAMERICANOS PARA LA EDUCACIÓN, LA CIENCIA Y LA CULTURA - OEI
Carrera 9 No. 76-27
Teléfono 346 9300
www.oei.org.es | www.oei.org.co
Álvaro Marchesi Ullastres
Secretario General
Ángel Martín Peccis
Representante Regional en Bogotá
Elsa Castañeda Bernal
Coordinadora General Convenio
Martha Sofía Ardila Simpson
Coordinadora Operativa y de Gestión
Patricia Bojacá Santiago
Asesora Políticas Públicas
Raúl Lazala Silva
Asesor Participación
Javier Olarte Triana
Asesor Comunicaciones
UNICEF
Miriam R. de Figueroa
Representante UNICEF para Colombia
Fernando Lazcano a.i.
Representante Adjunto UNICEF Colombia
Olga Isabel Isaza De Francisco
Especialista en Políticas Públicas basadas en Evidencia UNICEF Colombia
5. Ana María Peñuela Poveda
Oficial de Políticas Publicas UNICEF Colombia
CORPORACIÓN SOMOS MÁS
Nicolás Martín Jiménez
Director Ejecutivo
Anamaría Holguín Torres
Asesora de Infancia
EQUIPO TÉCNICO CONVENIO IMPULSO A LA POLÍTICA DE INFANCIA Y ADOLESCENCIA
Elsa Castañeda Bernal
Dirección Académica y Edición Final
María Victoria Estrada
León David Cobo Estrada
Fabio Correa Rubio
Edda Madrid-Malo Garizábal
Autores
Catalina Cuartas Escarria
Samuel Ibarra Conde
Ramiro Andrés Lara Rodríquez
Juan Antonio Macías Ramírez
Franklim Montaño Perez
Paola Andrea Ramírez Echavarría
Diana Marjorie Romero Montoya
David Jaramillo Santamaría
Wilson Miguel Sastoque Rodríguez
Talleristas
Juan Carlos Daza Sanabria
Luisa Fernanda Montealegre Espinosa
Equipo de Movilización
Verónica Barreto Riveros
Helena Castaño
Corrección de Estilo
Jhon Diez
Diseño y Concepto Gráfico
Johan Quintero
Diseño de Gráficos
DARBEL S.A.
Impresión
El documento El Arte: Camino para la participación. Una aproximación desde lo dramático y lo sonoro, se constituye en
una propuesta metodológica y pedagógica para impulsar y cualificar la participación de la primera infancia, la infancia y
la adolescencia. Tuvo una fase de construcción y pilotaje con los tres grupos mencionados y otra de implementación en las
veinte localidades de la ciudad de Bogotá, bajo la responsabilidad del equipo de la OEI, en el marco del Convenio 2737 de
2010 “impulso a la política por la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes”. Para su escritura, los y las autoras tuvieron en
cuenta tanto el proceso de validación como de implementación. Su contenido puede ser usado, citado, divulgado y aplicado
bajo el cumplimiento de las respectivas normas de derechos de autor.
Los personajes ilustrados que hacen parte de esta guía fueron creados dentro de la POLÍTICA POR LA CALIDAD DE VIDA DE
NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES DE BOGOTÁ 2004-2008, ratificada para el periodo 2008-2011, a través del Acuerdo 308 de
2008, por el cual se adoptó el Plan de Desarrollo Bogotá Positiva: “Para Vivir Mejor”, con el fin de enriquecer nuevas propuestas
gráficas alusivas a dicha política. La utilización de los mismos se realizó de acuerdo al manual de uso publicado por la Secre-
taría Distrital de Integración Social y la Alcaldía Mayor de Bogotá.
Impreso en Bogotá D.C., Colombia.
Mayo de 2011
ISBN: 978-958-8071-27-5
ISBN de la colección: 978-958-8071-23-7
7. El Arte: Camino para la Participación
Una aproximación desde lo dramático y lo sonoro
MARÍA VICTORIA ESTRADA
LEÓN DAVID COBO ESTRADA
FABIO CORREA RUBIO
EDDA MADRID-MALO GARIZÁBAL
9. Contenido
Presentación 10
1. La bisagra del arte y la participación 13
2. La metodología de El Arte: Camino para la
Participación en el ámbito de la vida cotidiana 31
3. Características del desarrollo cognitivo
diferencial de los niños, niñas y adolescentes 39
4. El arte y la participación diferencial
en lo dramático, lo sonoro y lo musical 41
5. A manera de reflexión 53
6. Bibliografía 55
11. 9
pág
Universo de formación pedagógica y metodológica
El arte: camino para la participación
EJE CONCEPTUAL
Participación
democracia
ciudadanía
arte
ÁMBITO DE LA VIDA COTIDIANA
Construcción de la realidad
EJE METODOLÓGICO relaciones e interacciones
Lenguajes de cara a cara
expresión artística normas | reglas
lectura del entorno hábitos | rutinas
gustos | creencias
juego
autoridad
tiempo | espacio
recuerdos | memoría
sentido común
1
201
da -
Estra
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Fuente: M aría V ic
El universo pedagógico conjuga los conceptos, la
metodología y la vida cotidiana como el camino para la
formación de los niños y las niñas de primera infancia, in-
fancia y adolescencia, desde la bisagra arte y participación.
12. 10
pág
Presentación
Reciban en sus manos el Cuaderno del Arte: camino para … el destino
la participación, elaborado para ustedes, formadoras y más verdadero
formadores. Ha sido especialmente concebido y diseñado
como apoyo a su labor educadora de niños y niñas en del hombre se
primera infancia, infancia y adolescencia. El Cuaderno es manifiesta en
un producto pedagógico y metodológico que, en general,
recoge los aprendizajes del equipo profesional de la OEI,
sueños; todo
a través de una serie de experiencias realizadas en Bogotá el arte poético
y en otras ciudades del país, alrededor de la participación y toda la
infantil y de los lenguajes del arte, y, en particular, del
proceso desarrollado en el marco del Convenio Impulso a poesía no son
la política para la calidad de vida de niños, niñas y adoles- más que
centes, de la Secretaría de Integración Social (SDIS) - OEI2,
Unicef y Corporación Somos Más, que buscaba “realizar
interpretación
el diseño, validación e implementación de la propuesta verdadera del
pedagógica para la participación con primera infancia, sueño.
infancia y adolescencia en 20 localidades de Bogotá”.
F. Nietzsche 1
La experiencia de la metodología se ejecutó durante fe-
brero y marzo del 2011 con 900 participantes, formadoras
de jardines infantiles de las 20 localidades de Bogotá,
integrantes del equipo pedagógico de la SDIS y nueve
talleristas, quienes participaron en los procesos previos de
formación para la implementación de la propuesta.
Para conversar en contexto, el proceso en referencia se
suma a diferentes iniciativas que han venido ejecutándo-
se durante la última década. Se destacan algunas como
la del Proyecto Nuevas Voces Ciudadanas 2001-2004; el
Plan de Desarrollo Económico, Social y de Obras Públicas
para Bogotá D.C. “Bogotá Positiva: para Vivir Mejor”, que
incluye dentro de sus objetivos la intención de fortalecer 1 Nietzsche, F. Origen de
la tragedia, Valencia: F.
la participación de los niños, niñas y adolescentes, a fin Sempere y compañía,
de que ellos y ellas “incidan en la definición, ejecución y 1910.
seguimiento de las políticas públicas, directamente o a 2 Convenio No. 2737 de
2010 SDIS-OEI, Unicef,
través de sus representantes y organizaciones, haciéndo- Corporación Somos Más.
13. 11
pág
se corresponsables del desarrollo integral de la ciudad”3;
la Planeación Participativa en Bogotá Positiva “Ahora
decidimos juntos, con niños, niñas y adolescentes”, que
involucró a cerca de 50.000 menores en el proceso de
construcción del Plan de Desarrollo de la ciudad, y las
acciones de fortalecimiento de organizaciones, como los
Consejos de Niños y Niñas en 20 localidades y el Consejo
Distrital de Niños y Niñas.
Por supuesto, dicho proceso tiene en cuenta la Con-
vención Internacional de los Derechos de los Niños, la
Constitución Política de Colombia, el Código de Infancia y
Adolescencia y la Política por la Calidad de Vida de Niños,
Niñas y Adolescentes de Bogotá 2004-2008, ratificada para
el periodo 2008-2011, que constituyen el marco jurídico y
normativo de la participación de los niños y las niñas en el
Distrito Capital, así como el Sextálogo de la Participación,
aplicado en el proyecto Hechos y Derechos.
La propuesta de formación contenida en este Cuaderno
emana de una visión integradora del arte y la participa-
ción en su dimensión humana, como una ruta creativa de
acceso democrático para la convivencia y el ejercicio de
la ciudadanía, de ustedes y a través de ustedes, de niños,
niñas, sus familias y comunidades.
El Cuaderno del Arte: camino para la participación se
constituye en un mentor de posibilidades, en una vía de
ida y regreso que, como la propuesta misma, se plantea en
permanente movimiento. El Cuaderno ofrece la posibili-
dad de consultar y resignificar tanto el conocimiento como
la práctica, para que surja la movilidad de pensamiento
necesaria en la construcción de un nuevo discernimiento
que despierte el deseo de alcanzar cambios y transfor-
3 Política por la calidad maciones en los modos de percibir, sentir, comprender,
de vida de niños, niñas y
adolescentes de Bogotá, apropiar y vivir la participación de niños y niñas en primera
capítulo 4, artículo 16,
Bogotá: Alcaldía Mayor
infancia, infancia y adolescencia, de la mano del arte en la
- DABS, 2004. vida cotidiana familiar, escolar y comunitaria. La invitación
14. 12
pág
es, entonces, a explorar este documento que, como ana-
logía al recorrido que plantea su metodología, les lleve a
la identificación de la propuesta pedagógica a través de
los ejes conceptuales arte y participación, del eje meto-
dológico y del ámbito de la vida cotidiana. El Cuaderno es
para consultarlo, pero sobre todo para enriquecerlo con
sus observaciones, hallazgos y propuestas.
Las partes que lo conforman entretejen los hilos del arte
y la participación, y proponen una mirada sensible de
experiencia, desde las coincidencias y diferencias que
caracterizan a la primera infancia, infancia y adolescencia.
Está en sus manos el Cuaderno del Arte: camino para la
participación. Como bitácora de navegantes o diario de
campo de exploradores, conviértanlo en su acompañante,
en el lugar de registro escrito, gráfico, fotográfico y audio-
visual, en la memoria de su aproximación a lo escénico y
lo sonoro, en conjugación con la realidad de sus locali-
dades que les aguarda para ser observada, intervenida y
transformada junto con niños, niñas y adolescentes, como
ciudadanos en acción, protagonistas de sus historias.
También en sus manos queda una semilla, la de saber que
solo con el surgir del deseo se pueden apropiar los len-
guajes del arte con creatividad, para encontrar caminos
de libertad y participación.
15. 13
pág
1. La bisagra del arte y la participación
1.1. Cuando la participación es arte y el arte es
participación.
Se plantea, como premisa, que en el espíritu del arte y
de la participación, el punto de encuentro es la libertad.
Porque ser, hacer y querer hacer parte de un espacio vi-
vencial para encontrarse con el otro y la otra; mirarse a los
ojos y reconocerse como iguales, aun siendo diferentes,
es la esencia de la participación desde el sentido de lo
humano. Y el arte es, en su esencia, la expresión estética y
libre de lo humano.
Recordemos que los hilos de integración y comunicación
que tejen el Derecho a la Participación afirman que el niño
o la niña que esté en condiciones de formarse un juicio
propio tiene derecho a expresar su opinión libremente en
los asuntos que lo afectan, y a que dichas opiniones sean
tenidas en cuenta; es decir, a ser escuchado. Tiene libertad
de expresión y derecho a buscar, recibir y difundir informa-
ciones e ideas de todo tipo y por medios orales, escritos,
impresos, artísticos o de cualquier otro medio; derecho a
la libertad de pensamiento, conciencia y religión; libertad
de asociación y de celebrar reuniones pacíficas4.
4 Convención Internacio-
nal de los Derechos del
Niño, artículos 12, 13, Más allá del Derecho, asumimos la participación como “…
14 y 15.
un proceso individual, grupal, colectivo y comunicativo
Constitución Política de
Colombia, artículo 20. de construcción de lo público, encaminado a la posibili-
Política por la calidad dad y capacidad de intervenir en la toma de decisiones
de vida de niños, niñas
y adolescentes, Bogotá: sobre lo común, desde la comprensión, el encuentro y la
Alcaldía Mayor - DABS, diversidad para compartir, crear, soñar y desear mundos
2004.
5 Proyecto Nuevas Voces
posibles”5.
Ciudadanas. Experien-
cias innovadoras, Bogo-
tá: DABS, 2003.
Creemos con firmeza que “… la participación posibilita
6 Sistematización Proyec- que los sujetos construyan la democracia y la doten de
to Nuevas Voces Ciuda- significado a partir de procesos arraigados en sus propios
danas, Bogotá: Cinde,
2005. mundos de vida”6.
16. 14
pág
La pedagogía de la participación de niños y niñas en pri-
mera infancia, infancia y adolescencia, así entendida por
esta propuesta, hace su énfasis en el arte, la comunicación
y el conocimiento.
El arte y su propia naturaleza desde la sensibilidad, la apre-
ciación estética y la comunicación, permiten que el artista,
a través de los sentidos, la imaginación y la simbolización
establezca una relación con el espectador para hacerlo
partícipe de su obra, causarle un efecto y transformarlo.
Qué decir de los espacios de libertad creadora del arte y
de los múltiples medios, códigos estéticos y técnicas, con
los cuales el artífice de la obra, portador de unos referentes
históricos y culturales, se expresa, opina, manifiesta, con-
trovierte, denuncia, etc., para ofrecer con su producción
diversos niveles de lectura y de interpretación, y desde el
deseo seducir, crear fascinación, curiosidad, desconcierto
y goce.
“La comunicación como productora de sentido nos lleva a
interpretar la realidad e interactuar con el otro y los otros.
Cuando se asocia a la dimensión cultural, se convierte en
un asunto clave en la vida pública, con incidencia en la
concepción y/o transformación de la política, la economía,
la educación y la construcción de subjetividades”7. La
comunicación, como la asume esta propuesta, trasciende
la mirada mediática que la limita a la realización de pro-
ductos comunicativos, a la divulgación y a la promoción,
incorporándola como un valioso componente de la bisa-
gra arte y participación.
En concordancia con lo planteado y como afirma Guiller-
mo Hoyos, “… relacionar todos los saberes, también las
humanidades y las artes, a partir de la capacidad funda-
mental del ser humano […] de ubicarse en el mundo de 7 Muñoz, Germán. Diálo-
gos estratégicos “Comu-
la vida y en la sociedad civil gracias a sus posibilidades de nicación y cultura”, Bo-
expresarse, comprender a otros, sus contextos y culturas, gotá: Departamento de
Investigaciones Univer-
dialogar, discutir, deliberar y razonar intersubjetivamente sidad Central, 2001.
17. 15
pág
y de cara al público, sobre el mundo, las diversas costum-
bres y formas de vida, lo habilita para resolver el hecho
fundamental del pluralismo”8.
El conocimiento reconoce a las personas como portadoras
de su origen, su historia y su cultura. En elaboraciones
posteriores de conocimiento, experiencias y relaciones,
los individuos producen otra información que les permite
interpretar, combinar y reelaborar conceptos para crear
nuevos conocimientos e idear nuevos mundos.
El arte, la comunicación y el conocimiento se constituyen
en los elementos que movilizan el proceso continuo y
circular que tiene en la palabra y la pregunta, un ir y venir
de lo individual a lo grupal y a lo colectivo, de lo público
a lo privado, representado en los recorridos de la reali-
dad –por la casa, la familia, la calle, la escuela, el barrio, la
localidad y la ciudad–, que se contrasta con el deseo de
transformarla.
De la misma manera, continua y circular, es posible vivir la
participación en todos los momentos del día, si se interio-
riza como un modo de vida, sin el temor adulto de perder
la autoridad y sin desconocer la dificultad que genera
cualquier cambio en nuestras costumbres, para que la
participación se vaya instalando en las relaciones de niños
y niñas con sus pares y con los adultos. Sin embargo, para
que el ejercicio de vivir la participación sea auténtico, debe
pasar por los niveles de información, consulta, elección,
decisión y gestión.
La información es el insumo requerido para la participa-
8 Hoyos, Guillermo. “Arte ción de todos, de nosotros mismos y de los niños y las
y comunicación para niñas. ¿Sentimos que participamos de manera auténtica o
un nuevo humanismo”.
En: Revista Magis No. 2. alguna vez nos hemos sentido parte de una acción deco-
http://www.javeriana. rativa y nos han manipulado? ¿Cómo participar sin saber
edu.co/magis/numero-
dos/magis-3-arti-2.html de qué vamos a hacer parte, es decir, sin estar informados?
18. 16
pág
¿Cómo hacer que la visita a un museo para ver una expo-
sición, acercándolos a un encuentro con el arte, sea una
oportunidad sencilla y valiosa de ejercer la participación
de niños y niñas? Informándolos sobre una variedad de
opciones y consultándoles qué exposición les gustaría ver;
orientándolos para tomar una decisión y permitiéndoles
elegir; proporcionándoles información o sugiriéndoles
buscarla para que sepan quién es el artista, cómo se llama,
de dónde es, a qué se dedica, qué es lo van a ver, entre
otras cuestiones que incidan en su parecer.
Desde la responsabilidad de la formación, ir con ellos y
ellas, darles un acompañamiento enriquecedor que po-
tencie la visita a esa experiencia sensible. ¿Será lo mismo
y producirá el mismo efecto que simplemente llevarlos?
En la bisagra de la que hablamos, el conocimiento y los
múltiples lenguajes de comunicación y de expresión oral,
escrita, visual y audiovisual con los que interactuamos, se
logra armonizar la participación con el arte y el arte con
la participación desde la literatura, los juegos dramáticos
y las narrativas sonoras que ilustran esta propuesta peda-
gógica y metodológica.
1.2. Cuando el arte es participación y la participación
es arte.
Entendamos el conocimiento como la relación entre el
hombre y la naturaleza; el arte como la actividad que en-
globa todas las creaciones del ser humano, para expresar
desde el deseo una visión sensible del mundo –ya sea real
o imaginaria–, mediante lenguajes plásticos, lingüísticos
o sonoros, y la participación como la imprescindible mo-
vilización de todos los hombres y mujeres, niños y niñas
de primera infancia, infancia y adolescencia que quieran
implicarse en los problemas que les afectan, aportando
puntos de vista, inquietudes y soluciones.
19. 17
pág
Con base en lo anterior, este Cuaderno es una pro-
puesta artística circular en la cual proponemos El Arte:
camino para la participación, y usted, al tener en cuenta
la propuesta, participa activamente desde sus saberes
en su implementación. De esta manera conformamos un
equipo, donde usted, al intervenirlo, goza y reflexiona
enriqueciendo su quehacer pedagógico. El cuaderno pro-
puesto se transformará con el registro de sus anotaciones,
dibujos, subrayados y fotos, mediadas por sus conceptos
y prácticas.
Preguntarnos cómo entrelazar el arte y la participación
implica entender este binomio desde el sentido de lo
humano, que es social por naturaleza.
Hablemos del arte. El hombre pintó en las cavernas a los
animales como una forma de atraparlos y socializó con
sus pares esa producción. Generó rituales que le permi-
tieron estar en contacto con sus dioses y colectivizó el
rito, siendo este el principio del teatro. Desde el sonido,
se comunicó y produjo así la música. Todo esto lo creó y
desarrolló desde la necesidad de supervivencia. También
la participación fue necesaria para sobrevivir al medio y
a las dificultades que enfrentaba; pasó de lo individual a
lo gregario, a conformar grupos y a establecer acuerdos,
normas y sistemas de convivencia.
A partir de lo anterior, se propone un camino que
consiste en un complemento, una articulación, un entre-
cruzamiento, en pasar los límites del campo del arte y de
la participación.
Y para recorrer este camino del arte, llevaremos como
equipaje la sensibilización, la apreciación estética, la co-
municación y el deseo que las atraviesa. De la participación
obtendremos el derecho a opinar y a que nuestra opinión
sea tenida en cuenta, además de informarnos y organizar-
nos, para desplegar sus componentes en el escenario de
la democracia, no solo como un sistema de gobierno, sino
20. 18
pág
como una actitud frente a la vida y a la ciudadanía, la cual
nos da la posibilidad de tener derechos y deberes.
La sensibilización se aborda desde los cinco sentidos:
ver, tocar, oír, oler y degustar. Pero también desde la
cenestesia, esa capacidad de movernos corporalmente
entre los otros sin chocarnos. Estas son características
incorporadas biológicamente en el ser humano y base
del conocimiento.
La apreciación estética, como la potencia que brinda el
arte a la humanidad, posibilita leer lo formal en cada uno
de los lenguajes de expresión artística y hacer una lectura
extra-formal, que permite leer más allá de lo que vemos y
nos habla de los sueños o de lo que se ha denominado la
sinrazón.
La comunicación es entendida como la producción misma
de la obra artística y como instrumento para implementar
la capacidad de transformación simbólica. Para aclarar
esta idea, pensemos que hoy en día la Semana Santa en
Bogotá prepara a la gente en lo pagano con el teatro y
en lo sacro con el rito católico (antes se hacía únicamente
con este fin). Eso es lo que implica una transformación
simbólica.
El deseo, esa pulsión que impacta la vida del ser humano
desde que nace, es transversal como experiencia e inter-
vención de la sensibilización, desde la apreciación en el
inconsciente en la lectura extra-formal y en la comuni-
cación, como expresión de lo simbólico que produce un
acontecimiento portador de verdades y deseos.
Lacan señala que, fundamentalmente, el deseo es el deseo
del otro, o sea que nos construimos con base en lo que
nos dicen que “debe ser” y suponemos que eso debemos
desear. Aunque tenemos experiencias y percepciones
individuales y únicas, intentamos de manera inconsciente
conciliar nuestro deseo con el de los otros, representados
por la sociedad en la que estamos inmersos.
21. 19
pág
Este concepto nos ayuda a comprender el entretejido del
arte y la participación. Mirémoslo como analogía del juego
teatral. En lo individual nos miramos a nosotros mismos,
hacemos un ejercicio de conciencia corporal y de respira-
ción. En lo grupal miramos al otro, jugamos al espejo y nos
reconocemos a nosotros mismos en él, después el juego
se proyecta a tres personas, y así sucesivamente. Entonces,
al final nos miramos en lo colectivo, en la sociedad.
Si observamos el lenguaje plástico, por ejemplo en los di-
bujos o modelados del niño, el cuerpo que aparece no es
real sino imaginario. El niño no posee una conciencia clara
de su propio cuerpo, compuesto no solo de sensaciones,
sino también de deseos conscientes e inconscientes,
satisfacciones, carencias, fantasmas y relaciones con otros
cuerpos. En resumen: la interacción con los otros.
El arte intenta reconstruir y construir aquellos deseos que
no podemos conciliar, los que quedaron reprimidos en
el inconsciente, lugar al que tenemos acceso a través de
sueños, actos fallidos, lapsus y reflexiones introspectivas,
permitiéndonos reconocer lo que de verdad sentimos
para producir nuevas transformaciones, a través de la
creación de lo que antes nunca había existido. Como dice
Carlos José Reyes, las manzanas de Cézanne no alimentan
pero mejoran la relación del hombre con la naturaleza.
Como una manera de recoger lo expuesto, diremos que
los elementos artísticos del eje conceptual, articulados
con los del eje de la participación y desarrollados en la
bisagra participación y arte, nos permiten una mirada que
entrecruza lo privado y lo público. Así como aprendo a
participar en lo privado participo en lo público; una obra
de arte en sí, en lo privado está en lo subjetivo y luego se
objetiva en lo público. Una obra de arte se entrelaza con
la vida cotidiana a través de las reglas que la componen y,
al igual que una máscara bifronte, produce este binomio
que proponemos.
22. 20
pág
espacio
dramático
juego
libreto
dramático personajes
juegos de roles
animación actores
de objetos
luminotecnia
escenografía
vestuario
011
o-2
Ru b i
Correa
Fuente: Fabio
23. 21
pág
Sube el Telón
Una obra de teatro funciona con base en una idea que moti-
va o con un libreto que implica, de hecho, una organización,
un plan de trabajo, una asignación de responsabilidades,
tanto de los personajes como de las diferentes partes que
componen la pieza. Esta organización conlleva acuerdos
y una planeación donde cada uno aporta desde el papel
que desempeña. Una obra de teatro, aunque es efímera,
nunca termina, el público la transforma, es decir, cada vez
que se presenta, su accionar la interviene.
La propuesta dramática puede partir de un texto o unas
acciones escénicas y convertirse en una creación colectiva
en cuanto al texto y a la puesta en escena, sintonizándose así
con la participación. De hecho, ello implica que la opinión del
actor, del escenógrafo, del luminotécnico o la del director, se
tenga en cuenta en función de la puesta en escena deseada.
Para cumplir ese proceso, es necesario que la información
expresada llegue a través de los diferentes diseños de la
puesta en escena, con el fin de ser expuesta al conjunto del
grupo y pueda ser reelaborada. De nuevo, aquí se conecta
necesariamente con las categorías de la participación y la
ciudadanía, ejercidas como analogía del papel del partici-
pante y de la democracia, en la medida en que la puesta en
escena de la obra se hace de manera consensuada.
La bisagra arte y participación nos crea la posibilidad
de reflexionar, indagar y arriesgar cambios tanto de la
participación como de los cánones del arte, generando
una transformación simbólica en la sociedad a la que
pertenecemos.
Elementos de lo dramático
Tengamos en cuenta que en el juego dramático partiremos
de las reglas y los elementos que hacen parte del teatro:
principio, nudo y desenlace, entendido a la manera aristo-
télica como se plantea en La Poética. El conflicto dramático
es la base esencial dialéctica de fuerzas en pugna para el
desarrollo de las acciones, escenas y actos de los personajes.
24. 22
pág
libreto
escenas
conflicto
dramático
situaciones
acciones
011
o-2
Ru b i
Correa
Fuente: Fabio
25. 23
pág
Para realizar una puesta en escena de una obra de teatro,
es necesario que haya un guión o libreto que contenga
indicaciones del espacio donde ocurre la obra, los per-
sonajes o caracteres que encarnan la vida y las diversas
situaciones en las que se ven involucrados. Por supuesto,
también debe haber actores que representen estos perso-
najes y otros elementos que componen lo relacionado al
montaje de la obra: la escenografía, la utilería, las luces, el
vestuario, el maquillaje y demás aditamentos necesarios
para llevarla a cabo.
Lo sonoro y lo musical en la participación.
Este episodio dedicado a lo sonoro y a lo musical está
dirigido a los formadores y las formadoras, como una
invitación a sensibilizarse y a sensibilizar, a escuchar y a
redescubrir el rico universo de sonidos que nos envuelve
en todo momento. Una orientación para que de manera
sencilla propicien en las niñas y los niños de primera in-
fancia, infancia y adolescencia, espacios de participación
desde el lenguaje sonoro y musical.
Al nacer, llenamos los pulmones de aire y lloramos por
primera vez; colmamos el espacio con un sonido de llanto
fuerte y agudo que se puede escuchar muy lejos. Estamos
vivos, nos están oyendo y nos estamos oyendo (oímos y
nos oyen), estamos participando.
Escuchamos desde que estamos en el vientre de nuestra
madre, reconocemos y guardamos en la memoria su
timbre de voz, desde antes de nacer. En nuestros primeros
años interactuamos con un entorno sonoro cercano que
se va ampliando y enriqueciendo a medida que crecemos.
A través del contexto sonoro y musical nos incorporamos
a la cultura, construimos nuestros gustos e identidades.
Desde tiempos ancestrales, la música siempre ha estado
presente en los ritos y fiestas, siendo un vehículo que nos
permite expresarnos y participar en procesos de comuni-
cación y socialización.
26. 24
pág
Los himnos de los países, los acentos y la fonética de
nuestras lenguas y dialectos son solo algunos aspectos
del universo sonoro y musical que heredamos de la
cultura a la que pertenecemos. Estos nos determinan, no
los podemos elegir, nacemos con ellos y perduran en el
tiempo. Nos agrupan y nos definen.
La esencia de la participación tiene que ver con escuchar
y ser escuchados. En este sentido, la música es un medio
poderoso, capaz de transmitir y expresar emociones y
sensaciones llenas de sentido y de significado. La música
nos hace vibrar, nos conmueve y nos emociona con sus
melodías, armonías, ritmos y fraseos.
Posibilitar espacios genuinos de participación desde la
sensibilización, la apreciación y la creación, a partir de este
lenguaje de expresión, ofrece una alternativa valiosa en la
construcción de escenarios posibles, donde las niñas, los
niños y los y las adolescentes se puedan expresar libre-
mente y donde sus opiniones sean escuchadas y tenidas
en cuenta.
La creación de narrativas sonoras expresadas en can-
ciones, cuentos sonoros, relatos sonoros y juegos con el
sonido, permite que niñas, niños y adolescentes amplíen
el significado de su entorno y hagan nuevas lecturas del
mundo, expresando de manera libre sus conceptos, sus
deseos, sus gustos, sus creencias e imaginarios.
El universo sonoro y musical
Escuchar
Escuchamos mejor cuando cerramos los ojos y estamos
relajados.
Escuchar es una actividad apreciativa muy importante en
el desarrollo y expansión de la sensibilidad auditiva, in-
dispensable en los procesos de sensibilización y creación
musical.
27. 25
pág
Enseñar a escuchar y aprender a escuchar son dos acti-
vidades que van de la mano. Es muy importante que la
formadora y el formador participen y se involucren de
manera activa en los ejercicios propuestos y propicien la
reflexión y el diálogo alrededor de los hallazgos encontra-
dos en el proceso.
Escuchar nos permite estar presentes y atentos al universo
de sonidos que nos rodea en todo momento. Podemos
cerrar nuestros ojos pero no nuestros oídos; siempre
estamos percibiendo el sonido aun cuando estamos
dormidos.
Cuando escuchamos, fortalecemos nuestra capacidad
de atención, lo cual nos facilita abstraer y diferenciar los
elementos del sonido y los elementos de la música.
El sonido
El sonido se define como un fenómeno físico producido
por la vibración de un objeto. Esta vibración se propaga
en forma de ondas elásticas –audibles o no–, a través de
un fluido (como el aire o el agua). Los seres humanos solo
percibimos y escuchamos el sonido que comprende un
rango de frecuencias entre 20 y 20.000 hercios (Hz). Soni-
dos muy graves, por debajo de 20 Hz, no son percibidos
por el oído humano, al igual que los sonidos muy agudos,
que están por encima de 20.000 Hz. El hercio es la unidad
de frecuencia, nombrada en honor al físico alemán Hein-
rich Rudolf Hertz.
Los elementos del sonido
La altura se comprende como la cualidad que hace que
un sonido sea grave o agudo, según la frecuencia de sus
vibraciones. A mayor número de frecuencias, más agudo
es el sonido y viceversa. A través de la altura diferencia-
mos sonidos graves de los agudos, sonidos agudos como
el trinar de un pájaro o la melodía de un violín y graves
como el rugir de un león o el sonido del contrabajo.
28. 26
pág
intensidad
altura o volumen
SONIDO
duración
timbre
1
201
da -
stra
obo E
a vi d C
Fuente: León D
29. 27
pág
melodía
MÚSICA
armonía
ritmo
11
- 20
da
stra
Co bo E
David
Fuente: León
30. 28
pág
El volumen es entendido como los cambios de intensidad
entre los sonidos. Podemos diferenciar sonidos muy sua-
ves de otros muy fuertes y una inmensa gama de matices
dentro de estos dos extremos.
El timbre es la cualidad específica de un sonido vocal,
instrumental, animal o el producido por un objeto que le
confiere una personalidad propia y única a cada sonido.
El timbre de un clarinete es diferente al timbre de una
trompeta, el timbre del ladrido de un perro es diferente al
timbre del maullido de un gato.
La duración de un sonido puede ser corta, media o larga,
según la diferencia en la prolongación del tiempo durante
el cual permanezca sonando.
La música y sus elementos
La música, según la definición tradicional, es el arte
de organizar sensible y lógicamente una combinación
coherente de sonidos y silencios, utilizando los principios
básicos de melodía, armonía y ritmo.
Podemos diferenciar estos tres grandes aspectos en la
música tonal occidental:
La melodía es uno de los componentes constitutivos de
la música, es el elemento lineal, una sucesión lógica de
sonidos dotados de sentido musical. En una canción la
melodía es la que se canta sincrónicamente con la letra.
La armonía se entiende como el sistema musical que
estudia la relación entre las notas cuando se tocan simul-
táneamente. En una canción, la armonía representa el
acompañamiento.
El ritmo consiste en la ordenación de los sonidos en el
tiempo, basada en la sucesión de sus duraciones; por
ejemplo, el ritmo de los latidos del corazón. De esta forma,
un ritmo puede ser rápido, lento o intermedio.
31. 29
pág
A manera de reflexión, cabe indicar que este documento
dedicado a lo sonoro y a lo musical aborda, desde una mi-
rada general, los conceptos básicos a tener en cuenta en la
aproximación a este lenguaje de expresión. Será misión in-
dispensable de las formadoras y los formadores investigar,
estudiar, indagar, explorar, experimentar y ampliar el cami-
no que estas sencillas orientaciones pretenden sembrar.
Con estos acercamientos a lo dramático y lo
sonoro, en los que hemos visualizado esa
bisagra del arte y la participación, damos paso
a los hallazgos de las experiencias creativas y
creadoras vividas en este proceso de formación
con los niños, niñas y adolescentes, formadoras,
formadores y acompañantes.
Por ahora nos espera recorrer el camino que nos
revele cómo dar esos pasos con diversos ritmos,
tonos y matices.
33. 31
pág
2. La metodología de el arte: camino para la
participación en el ámbito de la vida cotidiana
SENSIBILIZACIÓN
Sentidos: oído, vista, olfato,
gusto, tacto, cenestecia.
indagar y problematizar
imaginarios - experiencia
referentes históricos culturales
nociones
APRECIACIÓN ESTÉTICA COMUNICACIÓN
Subjetivo | objetivo Transformación de la realidad
observación | escucha imaginación | fantasía
recorrido: casa, calle, barrio, asombro | extrañamiento
escuela, jardín, goce | placer
localidad, ciudad. creación
conversación acercamiento a la
movilización del construcción del
pensamiento conocimiento
11
- 20
ada
ictori a Estr
Fuente: María V
La metodología conjuga la sensibilización, la
apreciación estética y la comunicación, en un recorrido
que va de la casa a la ciudad en el ámbito de la
vida cotidiana, para desentrañar nociones, movilizar
pensamiento y generar acercamiento a la construcción
de conocimiento desde la bisagra del arte y la partici-
pación en primera infancia, infancia y adolescencia.
34. 32
pág
La vida cotidiana, escenario de formación de los niños “La formación
y las niñas
humana tiene
Hemos elaborado este Cuaderno para ustedes, por ser que ver con el
las y los responsables de la formación en la participa-
ción de sus comunidades. Este documento ofrece el
desarrollo del
conocimiento, la metodología y la información sobre las niño o la niña
posibilidades de transformar la convivencia en la vida como persona
cotidiana, entendida como el ámbito o lugar en el que
transcurre la vida y con ella, las huellas que va dejando capaz de ser
y que se traducen en pensamientos, comportamientos y co-creadora
acciones. El sen-dero que mostramos para la transforma-
ción en mención se propone a través de el arte: camino
con otros de
para la participación. un espacio
humano de
Como profesionales en el arte, la pedagogía, la participa-
ción y la comunicación, nos hemos preguntado en la ruta convivencia
de esta propuesta pedagógica y metodológica la forma social
como nos relacionamos. Creemos necesario que ustedes
también lo hagan en el día a día, por la cultura de la que
deseable”.
hemos hecho parte, en la que la exclusión y la agresión Humberto Maturana9
han constituido un lugar donde es necesario modificar
las relaciones y el trato autoritario que aún prevalecen y
asimismo ofrecer, en el marco de los derechos, posibili-
dades legítimas de transformación de las relaciones y las
interacciones para construir nuevas realidades, nuevas
posibilidades culturales.
La oportunidad única e irrepetible que tenemos en el
aquí y ahora, en el presente, de formarnos y formar hoy
en la participación, y con ella transformar las condiciones
autoritarias de trato para dar lugar, durante la convivencia
diaria, a la comprensión de los niños y niñas de primera
infancia, infancia y adolescentes, como legítimos, como
iguales, otros en la convivencia sin discriminación ni abuso 9 Maturana, Humberto.
sistemático, como lo plantea Humberto Maturana10. Que Formación humana y
capacitación, Bogotá:
niños y niñas puedan decir “sí” o “no” sin temor a desapa- Dolmen - SATM, 1997.
recer en la relación. 10 Ibídem.
35. 33
pág
La vida cotidiana es, pues, el escenario por excelencia para
la formación de la primera infancia, infancia y adolescencia,
porque es allí donde transcurre la vida, donde se dan las
relaciones e interacciones cara a cara; es donde nos recono-
cemos en el otro, y es justamente en este escenario donde se
construye la realidad desde el reconocimiento de sí mismo
y del entorno del otro; donde habita el tejido social que nos
contiene y que es necesario reparar, para hacerlo resistente
y flexible, para lograr una estructura que nos haga sentir
“parte de”, bien sea en la casa-familia, en la calle-barrio, en
el jardín-escuela, en la localidad o en la ciudad.
Hoy sabemos, a partir de esta propuesta y de su imple-
mentación en 20 localidades de Bogotá, que cuando el
arte es participación y la participación es arte, se genera
un equilibrio físico, mental, espiritual y energético. Este se
origina en las emociones y sentimientos que producen el
arte y la participación y crean armonía y fluidez, ya que
estabilizan el funcionamiento de nuestro cuerpo, pues
están presentes en la percepción del mundo a través
de los sentidos (visión, audición, tacto, olfato, gusto y
cenestesia), que se encuentran en actividad permanente
y permiten desear y sentir que se hace parte de…
La fuerza del binomio Participación y Arte, en las prácti-
cas de la vida cotidiana, potencia la libertad en quienes
lo practican. Como seres humanos –sin importar su
corta, mediana o avanzada edad–, son portadores de
información, de historia y de cultura. Tienen la capacidad
para actuar en la sociedad con autonomía e iniciativa y
contribuir al desarrollo social. Es con estas libertades que
se accede a ser ciudadano y ciudadana para informarse,
concertar, tomar decisiones y crear.
Mediante el arte y la participación se crean nuevas ex-
periencias, nuevas miradas, nuevos imaginarios, nuevos
referentes, disolviendo modelos anteriores y despren-
diéndose de creencias previas, instaladas en los hábitos
que repetidos en el día a día se convierten en rutinas.
36. 34
pág
Esas rutinas se manifiestan en comportamientos y rela-
ciones excluyentes, que forman personas difícilmente
capaces de ejercer una ciudadanía activa y responsable.
En ese sentido, la ciudad como ese espacio que nos da
derecho a tener derechos, no se revela para cultivar la
ciudadanía.
Vigotsky11 afirma que los niños no se limitan simplemente
a imitar la realidad a través de sus juegos, sino que la re-
elaboran creativamente, en un movimiento alterno entre
realidad y experiencia. Al tiempo que la imaginación se
apoya en la experiencia, la experiencia se apoya en la fan-
tasía. Así, la imaginación florece, emerge como un medio
para ampliar la experiencia del ser de humanidad.
La metodología fortalece la experiencia de los niños y las
niñas en primera infancia, infancia y adolescencia; corre
el velo y deja ver en sus juegos –bien sea desde el arte
dramático o las narrativas sonoras– la realidad de sus
entornos; ofrece el camino del arte y la participación para
re-significar sus redes, asociaciones, grupos y organizacio-
nes, en la familia, la calle, el barrio, el jardín, la escuela, la
localidad y la ciudad.
La metodología les da la posibilidad de reelaborar de
forma creativa el deterioro, rompimiento y quebranto del
tejido social, en un viaje de ida y vuelta por la experiencia
y la realidad a partir de la sensibilización, indagando sobre
la vida cotidiana a través de los sentidos, en el recorrido
que va desde la casa hasta la ciudad, pasado por los otros
lugares comunes ya dichos.
Al habitar ese recorrido de imaginación y fantasía, a la luz
de una narrativa sonora en la que se crea y re-crea la vida
cotidiana, en la que se convoca y evoca el recuerdo y la
memoria para crear un relato musical, se experimenta,
construye, deconstruye un camino estructurado y armo-
nizado donde emerge el ritmo y la melodía, y con ello su 11 Vigotsky, L. S. La imagi-
esencia: la libertad, que no se da por decreto o simple- nación y el arte en la in-
fancia, Madrid: ACAL,
mente por hacer parte de los derechos. 2000.
37. 35
pág
En esta propuesta metodológica, la libertad va de la mano
del arte, pues abre el camino para el reconocimiento de sí
mismo, del otro y de los otros como legítimos. La libertad
se puede sentir, tocar, escuchar y puede ser compartida
con los demás, desde lo individual, transitando por lo
grupal hasta llegar a lo colectivo; construye desde los
principios de la democracia el acercamiento entre pares,
pares capaces de observar, escuchar, sentir, crear y recrear,
mediante los lenguajes del arte, posibilidades de organi-
zación, asociación, cooperación, de ser solidarios tanto en
la casa como en el barrio o la escuela… se trata justamente
de encontrar el lugar.
Igualmente, en el juego dramático se crea una improvisa-
ción en la que, por ejemplo, se animan objetos y se crea
una atmósfera que logra el distanciamiento y que con-
quista el relato de una historia enraizada en la experiencia.
Así, surge el alimento creador: la imaginación y la fantasía.
Además de enriquecer la lectura del entorno, funda nue-
vas vivencias que amplían la mirada, generando relaciones
de sentido en las que se colman el deseo y las ganas, frente
a situaciones que nos hacen sentir vulnerables. En este
camino del arte y la participación los creadores transfor-
man su vida, su propia vida, que es donde cobra sentido
y trascendencia la libertad para crear y recrear la realidad.
En esta metodología, asumimos la experiencia, la reali-
dad, la imaginación, la fantasía y el goce, de la mano con
el asombro y el acontecimiento, con las capacidades y
potencialidades que habitan en cada niño y niña en sus
primeros años de vida, en la infancia y la adolescencia, y
que constituyen una estructura idónea para que el arte
y la participación fluyan y con ellos surjan nuevas formas
de relación, de comunicación y de lenguajes, capaces de
transformar y forjar cambios culturales.
En esta propuesta pedagógica, creemos que el giro com-
prensivo hace posible un cambio en las formas de percibir
y actuar, que ofrece la metodología a través de la creación
y de las con-versaciones que se generan en el proceso. “…
38. 36
pág
conversar, palabra que viene del latín con, que quiere decir
‘junto con’ y versare, que quiere decir “dar vueltas alrede-
dor de una cosa”, es decir, juntos rondar en compañía”12.
Es necesario compartir en grupos de niños y niñas en pri-
mera infancia, infancia y adolescencia, la sensibilización, la
apreciación estética y la comunicación, camino propuesto
en la metodología para indagar y problematizar sus nociones
frente a imaginarios y experiencias, sus relaciones de sentido
frente a los recorridos de la casa a la ciudad y, finalmente,
la comunicación de cara a la transformación de la realidad.
Dicha transformación genera en los participantes un entre-
lazamiento habitado por tensiones, conflictos y puntos de
vista que de acuerdo con la percepción, lectura del entorno
tanto subjetiva como objetiva y la transformación simbólica
que ofrece un producto estético, es capaz de anidar el afecto,
el respeto, la cooperación y la solidaridad, para encontrarse
con la concertación, la elección y el compromiso, haciendo
del arte y la participación un binomio inseparable.
El proceso creador entraña transformación y con ella la
búsqueda y el tanteo de posibilidades que requieren de
un contexto en el que, tanto en el proceso de formación
como en el de construcción y de-construcción que este
trae consigo, se vincula la acción concertada con otros y
se regula por normas, reglas y acuerdos.
Se requiere del acompañamiento y apoyo que el pro-
ceso exija. Es decir, formar para la participación implica
transformarse y transformar el lugar que habitamos y
comprender la temprana acción política que se emprende
con los niños y las niñas.
Hemos venido mencionando algunas de las categorías del
ámbito de la vida cotidiana que nos permiten a nosotros y
a ustedes, los adultos responsables de la formación, com-
prender desde su rol la trascendencia de la participación,
12 Maturana, Humberto.
tanto en la formación como en la transformación de los La democracia, una obra
seres humanos, en este caso de los niños y las niñas, en el de arte, Bogotá: Coop.
Editorial Mesa Redonda
marco de los derechos y desde el sentido de lo humano. del Magisterio, 1997.
39. 37
pág
¿Cuáles son esas categorías?
ÁMBITO DE LA VIDA COTIDIANA
Construcción de la realidad
relaciones e interacciones
cara a cara
normas | reglas
hábitos | rutinas
gustos | creencias
autoridad
tiempo | espacio
recuerdos | memoría
sentido común
011
a-2
strad
oria E
Fuente: Ma ría V ic t
40. 38
pág
La pregunta por la vida cotidiana entraña profundos
lugares de reflexión. Las categorías a las que nos hemos
referido están vinculadas a la construcción de la realidad,
como ya se ha identificado desde las relaciones y las inte-
racciones que se establecen tanto en lo privado como en
lo público, en el diario vivir entre pares o en las relaciones
que los adultos establecen con primera infancia, infancia
y adolescencia, y a la vez las relaciones que ellos y ellas
establecen con los adultos. La manera como se den las
relaciones determina los comportamientos y actitudes en
los que la autoridad toma un lugar, bien desde el respeto
y la confianza, o desde la imposición que trae consigo la
pérdida de autonomía.
En el marco de los derechos, si entendemos que en esas
edades se cuenta con una capacidad creativa y expresiva
innata, a partir de los hitos que caracterizan su desarrollo,
es necesario promover, animar y avivar en los niños y
las niñas formas de relación que potencien y favorezcan
la participación desde el sentido de lo humano y como
derecho.
En esta propuesta pedagógica, el fomento de la creativi-
dad se presenta a través del arte como un camino para
la participación. En él se conjuga la creación individual
con la construcción grupal y la apuesta por lo colectivo,
donde cada una y cada uno expone y se expone, expresa
y comparte en el festejo formas de ver, sentir y apreciar
el mundo que le rodea, reelaborando creativamente la
realidad.
Esta metodología, que tiene lugar en la vida
cotidiana, permite la mirada diferencial por
ciclo vital.
41. 39
pág
3. Características del desarrollo cognitivo
diferencial de los niños, niñas y adolescentes
¿Quiénes son esos niños y niñas?
¿Cómo perciben, sienten y piensan?
¿Cómo simbolizan y abstraen?
ADOLESCENCIA
Quienes ya han con-
solidado su capaci-
dad cognitiva y su
transformacion físi-
ca, con la posibilidad
de transformar su
entorno desde sus
retos, desafíos y bús-
queda de identidad.
INFANCIA
Con la estructura-
ción que ya ocurre
en el pensamiento,
la interiorización
de símbolos y si- PRIMERA INFANCIA
tuaciones que Con ese mundo afecti-
aprende desde el vo, donde ocurren las
pensamiento lógi- transferencias de mo-
co y su entorno delos o patrones de
para potenciar su comportamiento
participación con la aprendidos de su fa-
fantasía como clave milia, tanto de su en-
para crear y recrear torno como en el
la vida cotidiana. jardín infantil, para
este grupo la palabra
clave es imaginación.
011
a-2
s trad
o ria E
Fuente: M aría V ic t
42. 40
pág
La propuesta pedagógica El arte: camino para la parti-
cipación asume a los niños y niñas en primera infancia,
infancia y adolescencia con sus experiencias, capacidades
y potencialidades, de acuerdo con su desarrollo humano
en el marco de los derechos y las políticas públicas, su cul-
tura y relaciones para movilizar pensamiento y contribuir
en la construcción del conocimiento.
La gráfica ofrece una visión articuladora del significado
de las tres poblaciones con las cuales se propone la
formación para la participación, haciendo evidente la
trascendencia de la primera infancia en el ciclo vital del
ser humano. Aquí se brinda un lugar, desde lo circular, a
la infancia y la adolescencia. Si integramos las tres figu-
ras que contienen cada una de las edades relacionadas
en el gráfico, es visible su entrecruzamiento, ya que su
movimiento, o sea su tránsito, exige de cada una de estas
edades tanto interdependencia como comunicación y
una común unión que las integra.
La lectura del Cuaderno avanza y en cada ir
y venir, en ese recorrido por sus páginas, nos
acercamos a la maravillosa experiencia
artística de participación.
43. 41
pág
4. El arte y la participación diferencial en lo
dramático, lo sonoro y lo musical
4.1. Lo dramático.
Desde siempre, el género humano ha intentado una
representación de sí mismo. Así fue como el teatro se
transformó de principio sagrado y comunicador con los
dioses, para proyectarse en lo social, lúdico y profano.
Igualmente, cuando el niño y la niña establecen roles y
juegan con ellos, o cuando animan objetos, están apli-
cando el principio del juego dramático. En ese sentido,
tomaremos del teatro los elementos básicos, aplicados a
este lenguaje en los niños y las niñas.
También tendremos en cuenta el títere como base para
este trabajo. El títere es una figura plástica animada en
función del público, pero en sentido más amplio es un
objeto animado en función de un público y no solamente
el muñeco. A partir de este momento, nos referiremos al
juego dramático, bien sea teatro de actores, clown, teatro
de animación de objetos o mimo corporal.
La primera infancia
Como ya se mencionó, la primera palabra clave es la
imaginación y la segunda, la fantasía. Entonces, ¿qué
trabajaremos con los niños y las niñas en relación con
la imaginación, la fantasía y la realidad? Vigotsky, en el
segundo capítulo de su libro La imaginación y el arte en
la infancia, argumenta cómo las elucubraciones y la com-
binación externa despiertan, en el escucha, emociones
cuya base consiste en diferenciar la fantasía de la realidad.
Textualmente, afirma: “El edificio elegido por la fantasía
puede representar algo completamente nuevo, pero al
recibir forma nueva, esta imagen cristalizada, convertida
en objeto, influye en el mundo”.
Para fomentar la imaginación, es necesario que en el jardín
infantil el niño o la niña experimente como espectador la
44. 42
pág
vivencia de un espectáculo de teatro, títeres, marionetas
u objetos animados. Esto contribuye al desarrollo de su
sensibilidad, a elevar su criterio de apreciación estética y
asimismo al placer, goce y gratuidad que produce el asistir
a una obra de arte.
De otra parte, es necesario poner en juego su imaginación
mediante la dramatización de experiencias vividas, en
escenarios que le sean familiares. A través de historias de
la literatura dramática, el manejo de símbolos, la manipu-
lación de los objetos o la representación de los personajes
y marionetas, se le sensibiliza como actor y espectador
acerca de la problemática que se le presenta.
Al respecto, Vigotsky afirma que la imaginación en las
obras de arte causa tanta influencia sobre la conciencia
social, como cuando la imaginación se materializa en un
instrumento de trabajo.
Lo dramático, desde la fantasía, está íntimamente ligado
a la humanidad en lo religioso y después en lo lúdico. El
niño, como dice Piaget, construye su conocimiento en re-
lación con el objeto, en este caso el títere se vuelve objeto
animado que retroalimenta su imaginación a través del
juego dramático.
Con la primera infancia en los talleres, la recomendación es
el trabajo desde el juego dramático con títeres elaborados
por ellos mismos y la animación de objetos. Es necesario
que siempre se divida al grupo en subgrupos y se presen-
ten las diferentes opciones; no se trata de representar, se
trata de jugar.
La infancia
En la infancia trabajaremos como palabra clave la fantasía,
aunque sigue estando presente la imaginación.
En el juego dramático se desarrollan los personajes
mediante la lógica interna de las imágenes, que no nece-
45. 43
pág
sariamente responde a la que quiere el autor. En los títeres,
el disparate puede ser la imagen creadora. Apoyados en
Rodari, podemos partir de la fusión de una gallina y de un
zapato: resulta un gallipato, y con solo indagar sobre la
vida de este personaje, se da origen a la imagen creadora
que genera una lógica única del juego dramático.
El proceso creador, afirma Vigotsky13, se da mediante
varias instancias del conocimiento. En primer lugar, ten-
dremos en cuenta la disociación que, de acuerdo con
las magnitudes de la impresión, cambian, aumentando o
disminuyendo la forma, presentándose como la exagera-
ción. En el caso del teatro de títeres, la exageración ocupa
un lugar importante, ya sea en forma de caricatura o a
través de grandes o pequeños tamaños, como los títeres
de las fiestas populares o los eventos callejeros.
En segundo lugar, tendremos en cuenta la asociación, que
consiste en la agrupación de elementos disociados y mo-
dificados. Por último, para Vigotsky, la cristalización cierra
el círculo; la acción creadora parte de las necesidades del
mundo que lo rodean y, por eso, la base de la toda acción
creadora es siempre la inadaptación, fuente de necesidad,
anhelos y deseos.
El juego es un canal de expresión y descarga de sentimien-
tos que ayudan al equilibrio emocional del niño y la niña.
A través de él, desarrolla herramientas de socialización y
conocimiento. La vida del niño y la niña se centra en el
juego, única actividad que tiene a su alcance. El juego no
solo supone diversión, básicamente es una necesidad vital,
tanto para su desarrollo físico como para el psicológico.
También en el juego dramático, en el que los menores se
ven identificados con algunos personajes, se puede hacer
una reflexión acerca de las problemáticas que los rodean.
Se recomienda hacer este trabajo desde el papel del
personaje, basándose en cuentos o historias vividas por
13 Vigotsky. Ob. cit. ellos mismos, y abordar la posibilidad de animar objetos
46. 44
pág
cuando se trabaje con los más chicos. Se debe dividir el
grupo en subgrupos y ofrecer alternativas dentro del
género teatral que se puedan fusionar en una puesta en
escena.
Los adolescentes
Con los adolescentes la palabra clave es la identidad.
Apoyados en Gadamer, abarcaremos el juego dramático
desde el juego, el símbolo y la fiesta. El manejo del juego
durante las presentaciones será vital para el posiciona-
miento ético y la maduración de ideas de los adolescentes.
En este caso, el juego dramático es el factor determinante,
en el que existe un protagonista con el cual se identifican;
la vivencia se desarrolla a través de los caracteres teatra-
les, logrando en esa enajenación de la realidad plantear el
problema que les atañe y generar una reflexión.
Los juegos dramáticos desarrollan lo simbólico, de manera
que con el contenido de las presentaciones el adolescente
estimula su mente y desarrolla su inteligencia, autonomía
e identidad. “La relevancia del juego simbólico es tal,
que mediante él no solo exterioriza sus sentimientos,
experiencias, sensaciones y vivencias, sino que también
se permite el acercamiento a otros, iniciando relaciones
sociales con otros”14.
El juego dramático debe tener, ante todo, un carácter fes-
tivo. Se trata de un evento en el que los adolescentes se
van a reunir para pasar un momento lúdico, con momen-
tos para reír, llorar y compenetrarse con los personajes.
La música, las luces y el sonido afectan la sensibilidad del
espectador desde lo auditivo, lo visual y lo cenestésico, y
deben invitar a los adolescentes a sentirse en un ambiente
artístico propicio para la puesta en escena.
El juego dramático desde lo más sencillo, casi desde lo
artesanal, ha sido capaz de transitar y permanecer en la 14 Gadamer, Hans-Georg.
Actualidad de lo bello,
historia de la humanidad, con su lenguaje transmitido de Barcelona: Paidós, 1998.
47. 45
pág
generación en generación. No en vano, el juego dramáti-
co se constituye en el arte que vehiculiza con el público el
deseo, el sueño, la esperanza y la posibilidad de crear. En
un contexto social como el nuestro, a través de la narra-
ción que realiza, provoca en quien la escucha y la observa,
además de la transmisión de unos hechos que se articulan
como experiencia, la posibilidad de reflexionar sobre el
hecho y su propia experiencia a través de una historia.
Lo que hace la obra es transmitir una vivencia que se
conserva viva a través de los personajes que representan
y presentan, que la narran en un tiempo y un espacio
definidos y que ofrece a cada uno de los adolescentes
la posibilidad de vincularse de acuerdo con su propia
experiencia; de ahí que provoque evocación, recuerdos y
reflexión.
La relación espacio-tiempo en la obra se altera, teniendo
en cuenta el viaje y la travesía de los personajes. Esa re-
lación se conjuga con la memoria y los recuerdos de los
adolescentes, que a la vez están construyendo su propio
viaje. Por medio del relato, la dramatización en este caso
se refiere a la esencia misma del ser, más concretamente
a lo cualitativo.
Una obra parte de las expresiones propias de la cultura
a la cual pertenecen su creador y la persona o grupo
que realiza el juego dramático. La creación artística es el
resultado de la reflexión y proyección del adolescente,
que germina en ese semillero que es la imaginación, en la
cual confluye todo el saber recibido de las fuentes más di-
versas, distinguido por todos con el nombre de “cultura”.
Es por esta razón que en el juego dramático aparecen los
valores, intereses, necesidades, formas de pensamiento y
expresión del adolescente o la historia de un determinado
grupo cultural.
El juego dramático es en sí una forma de reflexión y aná-
lisis. A través de él, pueden entregársele al adolescente
48. 46
pág
conocimientos, elementos culturales para su formación y “Como músico
medios para que desarrolle una concepción crítica y esté-
tica. Todo esto matizado con la historia que se cuenta, con práctico he
el gusto y la emoción que desencadena un espectáculo llegado a
en vivo y, lo que es más importante, con la imaginación, convencerme
necesidad y búsqueda persistente.
de que solo
En los talleres donde se construye el conocimiento desde es posible
este lenguaje artístico, el grupo se dividirá en subgrupos
para tener la posibilidad de escoger. En los adolescentes estudiar el
se recomienda la representación desde el personaje, ya sonido
que su interés es la identificación. Se dará opción de elegir
entre las diferentes áreas del juego dramático: el mimo, la
haciendo
animación de objetos y el teatro de actores para realizar sonidos, la
una puesta en escena. música
Y de lo dramático nos asomamos a ese rico univer-
haciendo
so de lo sonoro, lleno de contrastes y tonalidades. música”.
R. Murray Shafer.
4.2. Lo Sonoro.
El acercamiento a lo sonoro y a lo musical debe estar
acorde con las edades y el desarrollo cognitivo de niñas y
niños de primera infancia, infancia y adolescencia.
Primera infancia
El asombro
A través del sentido de la audición nos empezamos a
conectar y a comunicar con el mundo desde el inicio de
nuestra vida. En un principio, el entorno sonoro se limita al
núcleo familiar. Poco a poco este contexto se va amplian-
do, dando paso a nuevos escenarios y sonidos que van a
continuar aumentando la información y guardándola en
nuestra recién estrenada memoria auditiva. Es así como
vamos enriqueciendo y complejizando la forma en la que
escuchamos e interactuamos con nuestro ambiente, a
medida que crecemos.
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En ese sentido, es de vital importancia propiciar en estas
edades espacios de sensibilización desde el juego y los
elementos del lenguaje musical, con el fin de estimular la
sensibilidad auditiva, a través de diversos ejercicios.
Las rondas infantiles, que posibilitan cantar y bailar a
la vez, se convierten en una excelente herramienta de
trabajo con la que se desarrolla un complejo ejercicio de
coordinación. Sentimos el ritmo con todo el cuerpo, y
al tiempo ejercitamos la memoria entonando melodías
cantadas con letra. Las formadoras y los formadores
deben participar activamente en estas rondas can-
tando, bailando y disfrutando del ejercicio con las niñas y
los niños.
Permita que jueguen libremente con el sonido; aprué-
beles experimentar con diversos objetos de diferentes
materiales, tamaños y formas. Es posible que los sonidos
que resulten sean bruscos, que carezcan de encanto y de
estructura, pero serán nuestros. Habremos hecho contac-
to genuino con nuestro ser creativo a través del sonido
musical, en una experiencia más trascendente y vital de lo
que pueda imaginar, como dice Murray Shafer en su libro
Limpieza de oídos.
Examine con las niñas y los niños los resultados de estos
juegos y experimentos y cree vínculos que relacionen sus
hallazgos con los elementos del sonido (altura, timbre,
intensidad y duración) y los elementos de la música (me-
lodía, armonía y ritmo) en sus reflexiones. Asómbrese y
conmuévase con ellos ante cada nuevo descubrimiento y
siémbreles el deseo de explorar y descubrir.
Llega un Infancia
momento ideal La imaginación y la fantasía
para que
Se ha denominado música infantil a la que –por su carácter
escriba sus sencillo en las líneas melódicas, frases cortas, repetitivas
reflexiones en y un tratamiento simple en su estructura formal– facilita
el Cuaderno. la recordación y apropiación por parte de las niñas y los
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niños. Sin embargo, es importante ofrecer la posibilidad
de escuchar otros géneros musicales en ejercicios de
sensibilización y apreciación en estas edades. Se puede
escuchar desde la música clásica hasta el rock, pasando
por las músicas tradicionales, la electrónica y el jazz. Estas
se pueden escuchar, sentir, bailar y acompañar con las
palmas u otros instrumentos. Al aproximarse a distintas
sonoridades y estilos, se amplía la experiencia sensible de
quienes la escuchan, poniéndose en contacto con otras
impresiones, emociones y culturas.
Al acercar a niñas y niños con el hacer musical cantando,
sintiendo, bailando, tocando un instrumento, experi-
mentando y jugando con sonidos, les estamos dando la
oportunidad de que se expresen libremente. Les estamos
enseñando a escuchar en vez de oír.
Imaginación y fantasía son dos palabras clave que repre-
sentan un motor expresivo en estas edades. Es por eso
que en esta etapa del desarrollo, niñas y niños disfrutan
mucho los cuentos infantiles que les permiten adentrarse
en mundos fantásticos que los hace sentir muy cómodos.
Desde la literatura infantil, a través de la lectura de cuen-
tos, propicie la interacción con el lenguaje sonoro.
Aliéntelos a crear e inventar historias y a escribir o dibujar
sus propios cuentos, que deben articularse y acompa-
ñarse de elementos sonoros y musicales, y que también
pueden representarse a través de dibujos o grafías no
tradicionales.
Permítales expresar sus opiniones, deseos y necesidades
de forma libre en sus creaciones.
De acuerdo con sus recursos, grabe en formato de audio o
video estos productos estéticos.
Brinde espacios donde se compartan y socialicen las
creaciones con el grupo y reflexione con ellos, teniendo
en cuenta los temas y contenidos abordados en los
ejercicios.
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Oportunidad Adolescentes
clave para que La construcción de identidad
consigne en el
Cuando decidimos escuchar la música que más nos gusta
Cuaderno sus y no escuchar la que nos gusta menos, construimos gran
hallazgos. parte de nuestra identidad en la adolescencia.
En este periodo de la vida se experimentan grandes cam-
bios físicos y psicológicos. Al dejar atrás al niño, buscamos
afanosamente una nueva identidad. En esta búsqueda, la
música define muchos de los aspectos en esta edad.
Hoy en día los y las jóvenes pueden acceder fácilmente a
la música, a través de una gran cantidad de medios como
la radio, el internet, el cine, la televisión, los reproductores
de CD, mp3, celulares y otros dispositivos. Es innegable la
influencia que los medios tienen sobre estos contenidos
y la manera como a su vez inciden en los gustos y la con-
ducta de los adolescentes.
En este inmenso océano de información, es importante
que las formadoras y los formadores propicien espacios
de apreciación y diálogo con los adolescentes, alrede-
dor de las músicas que escuchan, de lo que les gusta y
por qué les gusta. Que tengan una mirada apreciativa
sobre los elementos sonoros y musicales de lo que están
escuchando y, asimismo, se ubiquen en el contexto his-
tórico, social y cultural que rodea la creación que están
abordando.
Entender apreciativamente estos lenguajes, desde una
postura flexible, sensible y reflexiva, nos amplía y les
amplía a ellos y ellas la visión de lo que escuchan, per-
mitiéndoles hallar nuevos significados y enriquecer el
contexto y su sentido crítico.
Expanda el universo sonoro y musical de los y las jóvenes
a través de salidas apreciativas a presenciar conciertos en
vivo de diversos géneros. Procure concertar con ellos la
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realización de dichas actividades y busque que asistan a
espectáculos reconocidos por su calidad.
Prepare las salidas a los conciertos y las audiciones con
material grabado, investigando sobre todos los aspectos
de la música que van a apreciar, bien sea que se vaya a
escuchar en vivo o en un reproductor de audio. Reúna la
mayor cantidad de información alrededor del tema que
está estudiando; estos valiosos insumos contribuyen a
enriquecer significativamente el ejercicio.
Ofrezca espacios de creación musical de acuerdo con sus
recursos y la gestión que pueda realizar, donde los y las
adolescentes vean la posibilidad de manifestar libremen-
te sus opiniones, deseos, potencialidades, capacidades y
necesidades a través de narraciones sonoras, canciones
o cualquier creación que desde estos lenguajes de ex-
presión. De ser posible, y de acuerdo a sus posibilidades,
grabe los ejercicios en video o en formato de audio. Haga
una presentación de las creaciones al grupo y propicie
el diálogo a partir de las opiniones expresadas en sus
creaciones.
Estos ejercicios de creación permiten que los y las adoles-
centes no solo sean receptores de información, sino que
participen y generen sus propios contenidos.
Ejercicios para el cuaderno
Son muchos los ejercicios que las formadoras y los for-
madores pueden diseñar en torno al sonido y la música.
Antes de iniciar les recomendamos, escriba en una lista el
inventario de los materiales con los que cuenta:
Instrumentos musicales, reproductores de CD, reproduc-
tores mp3, grabadoras de audio, efectos de sonido, CD y
DVD de música, celulares con reproductor mp3, celulares
con grabadora de audio, computadores con software y
hardware de grabación y edición musical (con conexión a
internet), etc. ¿Cuáles son sus recursos?
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No siempre se tiene un superestudio de grabación y una
orquesta sinfónica a nuestra disposición para realizar ejer-
cicios de sensibilización y creación. Tendremos que hacer
uso de la creatividad, de todos los insumos que tengamos
y echar mano de cualquier cosa que pueda servir para
lograr nuestro propósito.
A continuación, algunas ideas:
1. Escuchar: Ejercicio de sensibilización y apreciación
Es importante recordar que se escucha mejor con los ojos
cerrados.
Elija un lugar cómodo donde se puedan sentar. Pídales a
los niños y las niñas que cierren los ojos, se relajen y escu-
chen durante un minuto todo lo que está a su alrededor.
Haga usted también el ejercicio con ellos.
Cambie de espacio y compare las diferencias de volumen,
timbre y alturas entre los dos espacios. Propicie una con-
versación sobre lo escuchado con preguntas:
¿Qué escucharon? ¿Dónde lo escucharon? ¿Sonaba agudo
o grave? ¿El sonido era largo o corto? ¿Era fuerte o suave?
¿Qué timbre tenía el sonido escuchado?
Haga todas las preguntas posibles, según lo que haya
trabajado, que ayuden a complementar al ejercicio.
Programe recorridos con trayectos cortos al aire libre y
hágales las mismas preguntas alrededor de lo escuchado.
Invítelos a que practiquen el ejercicio en sus casas y com-
partan sus descubrimientos con el grupo.
Invente ejercicios o juegos donde se puedan discriminar
y reconocer diversos timbres, alturas, volúmenes y dura-
ciones. Hágalo con los elementos que tenga disponibles.
Improvise un ejercicio o juego donde lo más importante
sea escuchar y recordar lo escuchado.
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Escriba siempre en el Cuaderno los hallazgos de los niños
y las niñas y sus propios hallazgos.
2. Búsqueda
A) Busque con las niñas, los niños y adolescentes significa-
dos diferentes de las palabras tratadas en este documento:
Sonido / Altura / Timbre / Duración / Volumen o inten-
sidad / Música / Melodía / Armonía / Ritmo
B) Busque con el grupo los significados de estas palabras:
Silencio / Ruido / Canción
Agregue a la búsqueda nuevas palabras que le aporten al
tema y consígnelas en el Cuaderno.
De nuevo, el Cuaderno es su aliado para
consignar los hallazgos encontrados en estas
actividades.
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5. A manera de reflexión
Finalmente, formadoras y formadores lectores de esta
propuesta, llega el momento de despedirnos. Después de
reflexionar, analizar y experimentar desde la metodología
distintos momentos entre encuentros, talleres, acompa-
ñamientos y la realización de productos estéticos, desde
los lenguajes de expresión artística, las prácticas lúdicas y
creativas, les proponemos equilibrar a partir del afecto, el
flujo de energía y las relaciones que se establecen consigo
mismos y con los otros.
Más concretamente desde “el amor”, como lo plantea
Humberto Maturana: “El amor es la emoción más simple
de todas, es el dominio de las conductas donde el otro surge
como un legítimo otro en condiciones seguras… en combi-
nación con uno”15. Es justamente cuando somos capaces
de acoger al otro como un igual, allí donde habitamos y
convivimos, bien sea en la casa con la familia o en la calle
con los vecinos, en la localidad en sus diferentes escena-
rios de participación, con las personas que circulan o en la
ciudad con toda su estructura. Todos y todas conforma-
mos lo que llamamos un organismo vivo del que somos
arte y parte.
15 Maturana, Humberto.
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