2. Lactancia Materna
La lactancia materna es la alimentación con leche del seno
materno. La OMS y el UNICEF señalan asimismo que la lactancia "es
una forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el
crecimiento y desarrollo correcto de los niños".1
La OMS (Organización Mundial de la Salud) y el UNICEF (Fondo de
Naciones Unidas para la Infancia) recomiendan como
imprescindible la lactancia materna exclusiva durante los seis
primeros meses del recién nacido. También recomiendan seguir
amamantando a partir de los seis meses, al mismo tiempo que se
va ofreciendo al bebé otros alimentos complementarios, hasta un
mínimo de dos años
3. De todos es sabido que las glándulas mamarias de una madre
producen leche mientras le dé lactancia a su hijo. Sin embargo, si
elige no hacerlo, en cuestión de días, deja de producirse leche.
Parece un mecanismo lógico para ahorrar esfuerzo si ésta no va a
servir para alimentar al bebé. De modo que son la propia madre y
su hijo quienes deciden si ella produce leche o no. Pero, ¿de qué
manera se comunican los deseos de la madre/hijo a las glándulas
mamarias para que produzcan o no leche materna? La clave está en
la propia acción de succionar que hace el bebé sobre el pezón de la
madre. Y la oxitocina y la prolactina son las hormonas
fundamentales en todo este proceso
4. Las glándulas mamarias crecen y se desarrollan durante el
embarazo para poder llevar a cabo la importante función que les
espera tras el parto: alimentar al recién nacido. A este crecimiento
y desarrollo contribuyen los estrógenos, la progesterona, la
prolactina, la hormona del crecimiento (GH) y los glucocorticoides.
La estructura interna de cada glándula mamaria tiene 15-20 lóbulos
organizados en forma radiada. Cada lóbulo contiene glándulas
secretoras de leche denominadas alvéolos. La leche producida en
los alvéolos drena hacia los ductos en espera de la succión del
pezón por parte del bebé
5.
6. El calostro es de gran importancia para el recién nacido debido a su
especial contenido, está compuesto por los 10 aminoácidos
esenciales, proteínas, minerales, sodio, potasio, vitaminas A y E,
contiene menos carbohidratos, grasas y lactosa que la leche
madura, es especialmente rico en inmunoglobulinas (de
importancia para prevenir infecciones) y leucocitos (importantes
para destruír bacterias y virus).
7. La diferencia entre la leche materna y la de vaca
La leche de vaca es mucho más densa en nutrientes, salvo en
hidratos de carbono, que la de mujer. Esta característica global hace
que, en su forma natural, no sea apta para la alimentación en los
primeros meses de vida
Proteínas
La diferencia entre la leche de vaca y la humana radica en que la
leche de vaca contiene más proteínas; caseínas y beta-
lactoglobulina. Esta última proteína es un potente alergeno
(sustancia capaz de producir una reacción alérgica) para los bebés.
Además, presenta una gran resistencia a la digestión ácida del
estómago, de manera que es probable que atraviese el intestino
sin ser digerida
8. Hidratos de carbono
En la leche materna el principal hidrato de carbono es la lactosa,
presente en mayor cantidad que en la leche de vaca. Este azúcar es
transformado en ácido láctico por la flora intestinal, lo que favorece
la absorción de calcio, hierro, fósforo y otros minerales. Su
concentración no varia a pesar de las modificaciones dietéticas y las
condiciones nutricionales de la madre.
9. Lípidos o grasas
Son la principal fuente energética de la leche materna. El contenido
en lípidos de la leche materna varía de una mujer a otra, de una
toma a otra, siendo más rico al final de la mañana y al inicio de la
tarde, dentro de la misma toma (contiene 4 veces más de lípidos al
final de la toma) y aumenta a lo largo de la lactancia. En general, la
leche materna es más rica en grasas que la de vaca, y más
abundante en ácidos grasos insaturados, los cuales ejercen un papel
importante en el desarrollo del sistema nervioso
10. Vitaminas
La leche materna contiene las vitaminas en la concentración
adecuada para los bebés. Una salvedad es la vitamina D, que debe
administrarse como suplemento de modo sistemático para
favorecer la absorción y fijación del calcio
Minerales
La leche materna es tres veces menos rica en minerales que la leche
de vaca, en especial en sodio, lo cual impide una sobre carga renal
en el lactante. El contenido en calcio y en hierro es menor, pero su
absorción es mejor o más eficaz. No obstante, el hierro también
debe administrarse en forma de suplementos, para cubrir
satisfactoriamente las necesidades del lactante de este mineral
esencial.