El documento discute la globalización desde diferentes perspectivas. Define la globalización como el crecimiento acelerado del comercio y movimiento de personas, productos y servicios a través de fronteras nacionales. Examina las definiciones de varios autores y cómo ha evolucionado a lo largo de la historia, impulsada por revoluciones industriales. Finalmente, analiza los principales efectos económicos, laborales y sociales de la globalización, incluyendo sus consecuencias en el empleo, los salarios e ingresos, y el concepto de
1. LA GLOBALIZACIÓN
1. Definiciones
En el territorio mundial, las situaciones académicas y de las realidades sociales,
políticas, económicas y culturales están cambiando bruscamente; es el fenómeno llamado
“Globalización” que desde el siglo XX este proceso toma determinaciones fundamentales para
la investigación desde las disciplinas antropológicas, sociológicas, económicas y afines a estas.
El fenómeno de la globalización ha llevado a aproximaciones de varios autores a
sostener definiciones desde extremas posiciones dialécticas como lecturas distintas que forman
reacciones de entusiasmo, descalificación, temor, esperanza, desarrollo o empobrecimiento. Se
ha convertido en un concepto en boga pero que tiene significados o definiciones diversas; Para
empezar, “la palabra Globalización no constituye una categoría histórica rigurosa. Más
bien, se trata de un concepto impreciso que tiene un significado y alcance difíciles de
descifrar. Así, muchos sostienen por Globalización, la tendencia de la economía a
convertirse en un mercado ‘libre’ de restricciones arancelarias y de otra índole, buscando
que la competencia sea global”. (MONCADA, J; 1999:31)
Francisco Iriarte (2000) define a la Globalización desde una reacción de sentimiento
privilegiado del vivir de algunas personas y que en este período de cambios tan profundos es la
forma de organizar la vida en el planeta, y alude que “la globalización puede definirse como
el crecimiento acelerado de la actividad económica que atraviesa fronteras nacionales e
internacionales. Se expresa en el incremento del movimiento de productos y servicios – entre
ellos los derechos de propiedad – por el comercio y la inversión, con una constante
migración de personas a través de las fronteras, motivada por los actores económicos
individuales: compañías, bancos, personas, que buscan beneficios estimulados por las
presiones de la competencia”. (IRIARTE, F; 2000:343).
Desde la Antropología, se puede dar literatura posmoderna al relacionar con las
cuestiones aportadas por la Globalización que “introdujeron críticas a supuestos
homogeneizantes, orgánicos, totalizantes y esencialistas, en las discusiones sobre cultura e
identidad. Se trata de trabajar hibridismos, incoherencias, desencajes, fragmentación,
desterritorialización, homogenización vistos como procesos, relaciones, contradicciones. Por
ello la noción de cultura e identidad resultan problematizadas y enriquecidas. Se disuelven
pretensiones y exclusivismos, coherencias, chauvinismos, cultura de masas versus cultura
erudita, tradición versus modernidad. Algunos términos y cuestiones adquieren vigencia en
la literatura antropológica ahora: el mundo sin fronteras o barreras geográficas, mentes
sin casa, personas sin rostro, implosión de las fronteras entre natura y cultura, cuerpo y
tecnología. Se trata de comprender los efectos de la Globalización y el avance de las nuevas
tecnologías sobre las culturas en general”. (ÍDEM: 341).
Otro de los investigadores que puede garantizar sobre las diversas definiciones
antagónicas de la globalización es el profesor Fernando Peña Cortes (1999), Dr. en Ciencias
Ambientales de la Universidad Católica de Temuco, Chile; el autor cita y recoge a diversas
definiciones, por mencionar algunas, como el de Ávila (1997) afirma que significa
participación en la solución de las necesidades de los pueblos en vías de desarrollo del planeta
para que puedan incorporarse al mercado mundial; además, se entiende como la creación de
una gran red de telecomunicaciones y tecnología del todo el globo que permita el intercambio
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2. de científicos, investigadores, académicos y otras personas que puedan trabajar en equipo, en
proyectos conjuntos multinacionales y cooperativos de investigación y desarrollo. Para el
Fondo Monetario Internacional FMI (1997), la globalización es una especie de panacea que
permitirá que los frutos materiales del crecimiento se propaguen a todos los habitantes del
planeta a través de la completa integración de la economía mundial. Para otros como Aldo
Ferrer (1998) se trata de un fenómeno que tiende a beneficiar a los países grandes y ricos a
costa de los pequeños y pobres. Manuel Castells (1993) manifiesta por globalización
económica al entendimiento de la integración de las relaciones comerciales, de la producción
y de las finanzas, a escala mundial, la evolución de las economías nacionales cada vez estarán
más dependientes de los mercados internacionales y menos de las políticas económicas
gubernamentales. El fenómeno globalizador tiene como características ser un proceso
homogeneizante y aleatorio al sistema de valores y a la sobrevivencia cultural, pueblos y
naciones; sobre esto Bonfil (1995) reafirma que subyace la idea de que se han borrado las
fronteras nacionales y la vigencia del derecho de los pueblos a ejercer soberanía sobre su
patrimonio cultural, entendido este como sus bienes y recursos materiales, territorio, lengua,
formas de organización social, conocimientos, creencias, que garantizan que el grupo se
mantenga y se reproduzca, quienes, a pesar de todo, asumen la defensa de este sistema de
valores son señalados como retrógrados y chauvinistas, opuestos a la modernización y al
progreso.
2.- Historia de la Globalización
2.1.-Revisión histórica.
La globalización no es un fenómeno reciente: tiene, exactamente, una antigüedad de
cinco siglos (Ferrer, 1996). En la última década del siglo XV, el desembarco de Cristóbal
Colón en Guanahaní y el de Vasco Da Gama en Calicut culminaron la expansión de ultramar
de los pueblos cristianos de Europa, promovida, desde comienzos de la misma centuria, por el
infante portugués Enrique el Navegante. Bajo el liderazgo de las potencias atlánticas, España
y Portugal, primero y, poco después, Gran Bretaña, Francia y Holanda, se formó entonces el
primer sistema internacional de alcance planetario.
El surgimiento del primer orden global coincidió con un progresivo aumento de la
productividad, inaugurado con el incipiente progreso técnico registrado durante la Baja Edad
Media. La coincidencia de la formación del primer orden económico mundial con la
aceleración del progreso técnico no fue casual. La expansión de ultramar fue posible por la
ampliación del conocimiento científico y la mejora en las artes de la navegación y la guerra.
Hasta entonces, el crecimiento del producto había sido muy lento y las estructuras económicas
e ingresos medios de los países, muy semejantes. De este modo, las relaciones internacionales
e incluso la conquista y la ocupación de un país por otro incidían marginalmente en los niveles
de productividad y la organización de la producción.
El fenómeno de integración no es un fenómeno radicalmente nuevo, sino el resultado
de un largo proceso histórico y de la propia lógica de la acumulación del capital. Todo gran
cambio histórico ha venido posibilitado por una nueva oleada tecnológica y su uso en unas
condiciones dadas. La génesis del proceso es descrita en tres etapas:
• Primera Revolución Industrial (Sociedad Pre industrial) Siglos XVIII - XIX
• Segunda Revolución Industrial (Sociedad Industrial)
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3. • Siglo XX, Tercera Revolución Industrial (Sociedad Post - industrial)
La Primera revolución industrial (en un contexto de sociedad preindustrial), se
extendería desde mediados del siglo XVIII hasta las últimas décadas del siglo XIX. La energía
innovadora fue el carbón plasmándose tecnológicamente en la máquina de vapor.
La Segunda revolución industrial (en un contexto de sociedad industrial), se desarrolla
desde finales del siglo XIX a mediados del siglo XX. Época marcada por la invención de la
turbina y la utilización del petróleo y electricidad.
La Tercera revolución industrial (llamada sociedad post-industrial), comenzaría a
mediados del siglo XX. Está caracterizada por la utilización de la energía nuclear, las técnicas
avanzadas en la química, biología, robótica, informática.
Tras esta tercera revolución industrial es donde debe situarse el actual proceso de
globalización. Por una parte es continuación del referido proceso de industrialización pero,
por otra, supone una ruptura que es lo que nos permite hablar del nacimiento de una nueva
etapa histórica, en la cual el tratamiento de la información se convierte en la clave del nuevo
modelo social.
3.- Principales efectos de la Globalización:
3.1.-En la economía:
Si bien es cierto la globalización abre nuevas posibilidades para el crecimiento y la creación
de empleos, a la vez afecta los factores determinantes del empleo y los salarios y necesita
regulación para evitar la competencia internacional desleal.
3.1.1.-En el empleo:
El aumento de la productividad, especialmente en los sectores de bienes transables, debería
traducirse en aumentos del empleo y reducciones de precios en esos sectores. Esto último
debería traducirse en una expansión del ingreso real y del bienestar de la población. La
reducción o eliminación de los aranceles y las barreras no arancelarias deberían generar una
disminución en los precios de los bienes transables. Por el lado de la producción esto se
traduciría en una reasignación de factores hacia los sectores de exportación y en una
reasignación del gasto hacia bienes y servicios importados. La expansión del empleo derivada
del aumento de las exportaciones podría ser contrarrestada por la caída del empleo en los
sectores que compiten con las importaciones. El aumento de la competencia obliga a las
empresas a mejorar la productividad, por lo general a costa del empleo. El efecto de la
apertura económica sobre el empleo dependerá del comportamiento de la demanda de trabajo
en los sectores de bienes transables y no transables, y en la dinámica de la oferta de trabajo.
Esto afectará, a su vez a los salarios medios en cada sector.
La creación insuficiente de empleos con relación al rápido crecimiento de la población
económicamente activa se retardo debido al lento e irregular crecimiento económico, lo que
ha redundado en un aumento considerable del desempleo. En promedio la tasa de desempleo
en América Latina aumento del 6.7% en 1980 al 8.7% en 1983, durante la primera etapa del
ajuste. El desempleo disminuyó desde 1983 hasta 1992, pero nunca llego al nivel de 1980.
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4. Después de 1992, creció en forma continua llegando al 8.8% en 1999. Este comportamiento
no sólo muestra cuán limitada es la capacidad para reducirlo, sino también una mayor
vulnerabilidad, ya que los ajustes continuos implican volver a los elevados niveles de
desempleo anteriores. Hacia 1999, el desempleo latinoamericano retomaba los niveles altos de
mediados del decenio 1980.
3.1.2.-En el ingreso:
El aumento de los salarios en los sectores exportadores, que se supone hacen uso
menos intensivo de mano de obra no calificada, debería provocar una reducción de las
diferencias de salarios por niveles de capacitación y, con ello, aumentar la equidad. Esta
liberalización comercial debería producir un incremento del precio relativo de los bienes de
uso intensivo de trabajo no calificado en los países en vías de desarrollo, lo que se traduciría
en una mayor demanda de trabajo no calificado y un mejoramiento de sus salarios relativos.
Se esperaban dos efectos sobre los salarios, debían tender a subir con la expansión de la
productividad, y las diferencias de salario por niveles de capacitación debían disminuir, a
medida que aumentaba la demanda de mano de obra no calificada por efecto de la expansión
del comercio, basada en sectores que hacen uso intensivo de mano de obra. En 1990 los
niveles reales del salario industrial y el salario mínimo estaban por debajo de los de 1980. En
ambos casos hubo una recuperación en el decenio de 1990, gracias principalmente al éxito de
reducir la inflación, que bajo de tres dígitos a menos del 10% en promedio en toda América
Latina. Las diferencias de ingresos se han comportado de manera inesperada, han tendido a
aumentar las diferencias entre salarios mínimos y salarios industrializados y aquellos por
niveles educativos o de especialización. Los salarios industriales crecieron a un ritmo de
1.4% anual entre 1990 y 1997, mientras que los salarios mínimos sólo lo hacían en un 0.3%.
En América Latina las diferencias de ingreso entre los profesionales y técnicos y los
trabajadores de los sectores de baja productividad aumentaron en promedio de 40% a 60%
entre 1990 y 1994.
3.2.-En lo social:
La globalización ha puesto en crisis la centralidad de la política y del Estado y por lo
tanto, también el concepto mismo de ciudadanía. La "libertad de elegir” parece ir prefigurando
el paulatino reemplazo del ciudadano por el consumidor, o por lo menos la
institucionalización del segundo como horizonte intelectual y moral del primero. Desde el
lado de los deberes, en lugar de la educación en las virtudes cívicas del compromiso y la
participación públicos, nos encontramos en un mundo que casi unánimemente se describe
como altamente individualizado y trivializado, en el que el concepto mismo de virtud parece
no tener cabida.
Probablemente estemos más cerca que nunca, de un mundo de "individuos
individuados“.El contexto histórico sobre el que se construyó la ciudadanía social, es el
Estado de bienestar. Ahora bien, los procesos de flexibilización y desregulación asociados a la
globalización, han hecho de la ciudadanía social un pacto económica y socialmente
insostenible pero políticamente irreversible. Mientras el capital es más móvil que el trabajo y
los países compiten entre sí para mejorar las condiciones para la inversión extranjera, las
cargas impositivas y las solidaridades obligatorias que caracterizan al Estado de bienestar
aparecen como una barrera a la competencia y al dinamismo de la economía. Los Estados
Unidos muestran una economía de crecimiento continuo y significativo con bajo desempleo,
mientras que Europa occidental, carga con un Estado de bienestar plenamente desarrollado, se
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5. estanca en tasas relativamente bajas de crecimiento y un desempleo estructural de magnitudes
alarmantes. Pero, por otro lado, es imposible echar atrás las conquistas de la ciudadanía social.
No se trata solamente de las resistencias masivas que un intento semejante podría generar y
que, sin duda, pondrían en cuestión la viabilidad de la democracia en su conjunto.
El siglo XX estuvo marcado por un notable crecimiento del nivel medio de ingresos,
pero los datos muestran a las claras que este crecimiento no estuvo repartido de manera
igualitaria. La brecha entre los países ricos y los países pobres, y entre los sectores ricos y
pobres dentro de cada país, se amplió. Para la cuarta parte de la población mundial más rica el
PIB per cápita casi se sextuplicó durante el siglo, en tanto que para la cuarta parte más pobre
no llegó a triplicarse sin duda, la desigualdad de ingresos se ha agravado. El problema de la
desigualdad no está focalizado exclusivamente en América Latina y el Caribe. De los 5.770
millones de la población mundial, un cuarto -alrededor de 1400 millones- vive debajo de los
niveles de pobreza. Informes de las Naciones Unidas indican que el 20 por ciento más rico del
planeta detenta el 83 por ciento de la renta, mientras que los más pobres apenas perciben el
1,4%.
La pobreza y la desigualdad han aumentado durante el proceso de globalización. En
promedio, hoy hay mas población pobre y las diferencias de ingreso son mas grandes que
antes en América Latina. En los años noventa, cuando varios países habían cumplido ya las
fases de estabilización y apertura la pobreza disminuyo en la mayoría de los países. Solo
Argentina y Venezuela registraron un aumento. El nivel de pobreza actual es todavía más
grande que el de 1980 y no ha sido compensado con un aumento de equidad. De hecho, de los
dos países (Chile y Uruguay) que muestran una disminución importante de la pobreza, sólo
Uruguay fue capaz simultáneamente de registrar un mejoramiento de la equidad.
Desde esta perspectiva es importante analizar porqué la globalización y el conjunto de
medidas de ajuste que la acompañó no contribuyeron a que América Latina alcanzara niveles
de equidad cercanos a los del resto del mundo. Diversos factores podría ayudar a explicar
porqué la globalización no ha mejorado la equidad en América Latina. Se relacionan
fundamentalmente con la dinámica de la población, la distribución de las oportunidades y el
funcionamiento de los mercados de trabajo durante los procesos de ajuste.
El acelerado crecimiento de la población se ha traducido, particularmente en los
hogares pobres en un mayor tamaño (en el quintil más pobre, un 50% de más miembros que
en el mas rico), tasas de dependencia más elevadas (casi el triple) y menores tasas de
participación. El acceso a las oportunidades, en especial a la enseñanza, es también desigual.
En promedio los años de instrucción han aumentado (aunque más lentamente que en los países
del sudeste asiático), pero tienden a distribuirse inequitativamente. Hay una alta tasa de
deserción escolar en los hogares pobres. El 94% de los niños pobres en los países con alto
desarrollo educativo se matricula en los primeros años de la escuela, contra el 76% en los
países menos avanzados. Las tasas de matrícula disminuyen al 63% y al 32% en el quinto año,
y al 15% y el 6% en el noveno año.
Por lo tanto, la pobreza, la marginación y el desempleo, que lamentablemente aún no
encuentran solución en nuestras sociedades, constituyen temas prioritarios en la agenda de la
gobernabilidad democrática latinoamericana y mundial. Por lo tanto, la pobreza, la
marginación y el desempleo, que lamentablemente aún no encuentran solución en nuestras
sociedades, constituyen temas prioritarios en la agenda de la gobernabilidad democrática
latinoamericana y mundial.
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6. 3.3.-En la cultura:
La globalización tiene efectos en la dimensión cultural y no son menos significativos
que las económicas y las políticas. Las expresiones culturales más simples se relacionan con la
extensión gradual de ideas y valores globales en los derechos humanos, el desarrollo social, el
género, el respeto por la diversidad y la protección del medio ambiente.
Sin embargo otro conjunto de efectos o manifestaciones es el relacionado con el
tránsito desde identidades tradicionales y modernas de base territorial a otras modernas y
postmodernas de carácter mas bien transterritorial ya sea desterritoriales o reterritoriales; estos
conceptos dan cuenta de desarraigos y mantención de identidades.
La desterritorialización y la reterritorialización se aplican también a lecturas culturales
de los impactos de la globalización. Es la aceptación de pautas de consumo de bienes
simbólicos en las culturas periféricas, extendidas desde las culturas dominantes. Su relación
con el desarraigo se manifiesta en una ruptura con las raíces culturales locales (Calderón y
Szmukler, 1999). Es la presencia simultánea de tradiciones y herencias culturales locales
que surge a partir de la necesidad de reapropiación de imaginarios locales y de pertenencia
comunitaria (Calderon y Szmukler, 1999). En efecto, es útil seguir el itinerario de un relato
que desde hace varias décadas trata de dar cuenta de las interacciones entre las culturas norte y
latinoamericanas. Sin negar la inconmensurabilidad ideológica entre los pobladores de ambas
regiones, se registra la creciente "americanización" de la cultura en América Latina, y, a la
inversa, la latinización y de algunas zonas de Estados Unidos, sobre todo en el sur de este
país. “Americanización de los latinos, latinización de Estados Unidos”. Por este motivo, la
preocupación por defender la especificidad de cada cultura es tardía, porque América Latina
viene americanizándose desde hace muchas décadas y esta americanización ha sido "las más
de las veces fallida y epidérmica tal vez, más que americanización, lo que está sucediendo
con los latinoamericanos es una chicanización: se adoptan signos ostentarios del american
way of life exagerándolos con cierto fervor cursi”. (Monsiváis, 1994).
Varios analistas observan que este proceso se ha acentuado con la dependencia
tecnológica y económica, pero ello no elimina la conservación de una lengua diferente en
América Latina-por más palabras inglesas que se incorporen-, ni la fidelidad a tradiciones
religiosas, gastronómicas y formas de organización familiar diferentes de las que existen en
Estados Unidos. Por otra parte, también toman en cuenta las crecientes migraciones de
latinoamericanos a Estados Unidos, que influyen en la cultura política y jurídica, los hábitos
de consumo y las estrategias educativas, artísticas y comunicacionales de Estados como
California, Arizona y Texas. Sin embargo, la discriminación, las deportaciones y la exclusión
cada vez más severa de migrantes latinos de los beneficios del american way of life
desalientan la presencia "hispana": o sea que no permiten pronosticar un avance ilimitado y
unidireccional de los grupos mexicanos y latinoamericanos en Estados Unidos, ni asegurar
que la cultura latina vaya a trascender su lugar periférico dentro de ese país.
3.4.-En el ambiente:
La inserción de la región en los procesos de globalización no ha redundado en mejores
condiciones para el desarrollo sostenible. Controlar los riesgos de la globalización y
aprovechar sus ventajas para la sostenibilidad supone la negociación común de mejores
condiciones de inserción externa como reglas de acceso más estables y equitativas a los
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7. mercados para los bienes exportables, mayor seguridad y estabilidad en los flujos financieros,
condiciones mas realistas en el servicio de la deuda externa y mecanismos específicos de
apoyo para el financiamiento de proyectos clave para la sostenibilidad:
Lo que se debería realizar es la Cobertura vegetal: Aumento de tierras agrícolas. Uso
maderable de los ecosistemas naturales. Incremento de plantaciones forestales.
Lo que no se debería realizar:
Recursos hídricos: Explotación de acuíferos. Aumento de demanda de agua y extracciones.
Disposición de aguas servidas y contaminación de cuerpos de agua. Urbanización: Aumento
de problemas ambientales y sociales en áreas urbanas. Urbanización informal.
Funcionamiento desregulado del suelo. Efecto invernadero: Aumento de sequías y tormentas
tropicales. Aumento de dióxido de carbono en un 25%. Aumento de la temperatura de la
tierra. Contaminación: Aumento de la contaminación atmosférica. Contaminación de agua
potable y problemas de saneamiento. Desechos y contaminación industrial. Contaminación
rural.
Hasta ahora una de las principales dificultades para progresar en la sostenibilidad del
desarrollo latinoamericano ha sido la escasa corresponsabilidad global y la ineficiencia en la
adopción y aplicación de los acuerdos ambientales globales. No será posible mejorar el
entorno global para el desarrollo sostenible, y ni siquiera para la protección ambiental, sino
mediante los acuerdos y las instituciones ambientales. Se requiere una acción convergente
entre las reformas al sistema financiero, comercial y tecnológico, y los acuerdos, las
instituciones y la gobernabilidad ambiental global. Es necesario recuperar el compromiso de
incrementar la asistencia oficial para el desarrollo por parte de los países desarrollados,
dirigiéndola en particular a los países mas pobres y vulnerables, como los estados insulares en
desarrollo, tampoco hay que olvidar el reconocimiento por parte del mundo desarrollado del
pasivo ambiental acumulado como costo ecológico en los países en desarrollo. Es necesario
recuperar el compromiso de incrementar la asistencia oficial para el desarrollo por parte de los
países desarrollados, dirigiéndola en particular a los países mas pobres y vulnerables, como
los estados insulares en desarrollo, tampoco hay que olvidar el reconocimiento por parte del
mundo desarrollado del pasivo ambiental acumulado como costo ecológico en los países en
desarrollo. Los avances orientados al desarrollo sostenible deben ser apropiados y
reconocidos, pero también el balance preocupante debe afrontarse como el gran desafío en
esta época de globalización. Es necesario definir una visión del futuro latinoamericano y de la
vialidad del desarrollo que se precisa y se quiere tanto para los países como para lo que tienen
en común como región.
4.- Aspectos positivos de la globalización:
Jorge Boran (1998) en su revista “Tendencias actuales de la juventud” realiza una
crítica, desde la Teología, el lado positivo de la globalización que es la unificación mundial de
la familia humana, el acceso a informaciones, la facilidad de la comunicación. La
globalización no significa necesariamente el enflaquecimiento de las culturas locales. Dos
cosas contradictorias están aconteciendo al mismo tiempo. Mientras una cultura global se
impone en todo el lugar, al mismo tiempo hay una nueva apreciación de las culturas locales.
Esta tendencia aparece como un intento para evitar pérdida de identidad dentro de una cultura
más amplia.
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8. Hasta cierto punto hay una democratización de la información cualquier organización
puede tener su espacio para proponer textos que puedan ser leídos y copiados por personas en
cualquier parte del mundo independientemente de su opción ideológica. El movimiento Túpac
Amaru de Perú y los zapatistas de México por ejemplo, tienen sus espacios donde un
periodista puede consultar para saber sus objetivos y organización. Muchas diócesis y
organizaciones de la iglesia tiene su propia página donde las personas pueden buscar
informaciones, enviar sugerencias, intercambiar ideas sobre algún asunto. Aunque la
globalización es contradictoria y problemática. -No se reduce al neoliberalismo ni mucho
menos se expresa solamente en esa ideología-, inaugura un nuevo ciclo histórico. No es
posible hacer que el reloj vaya en sentido contrario. Los jóvenes de hoy que en breve
asumirán el mando de este complejo inicio de un nuevo milenio, necesitan estar preparados
para comprender de manera crítica las cuestiones planteadas por la globalización.
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