2. CONSIDERADOS MUERTOS
6:7 “Porque el que ha muerto, ha sido liberado del
pecado”
• ¡Es imposible tentar a un hombre muerto a hacer
algo! En sentido figurado, si crucificamos al viejo
hombre queda vacante su sitio, es decir, nuestro
deseo a pecar.
• Antes pecaba, mas ahora el viejo hombre ha
muerto. Ya no soy mas esclavo del pecado, me
encuentro en una nueva situación: muerto al
pecado y liberado de su influencia.
3. • Esto es lo que Pablo señala aquí, no puedo volver a
mi antiguo estilo de vida, pues estoy muerto.
• El pecado ya no tiene asidero en la vida de una
persona muerta. Entonces tenemos que
reconocernos como muertos con Cristo.
• Uno que ha muerto, ya no tiene un cuerpo que
poner al servicio del pecado, está exento de
complacer los deseos de ese amo, quien hasta
entonces lo había tenido completamente a su
disposición.
CONSIDERADOS MUERTOS
4. 6:8 “Así que, si morimos con Cristo, creemos que
también viviremos con él”.
• Tenemos una nueva vida, que es Cristo viviendo
en nosotros. ¡Vivimos en Cristo!
• ¿Por qué regresar a la horrible vida de culpa,
vergüenza y juicio inminente?
• La nueva vida con Jesús, nos concede una nueva
naturaleza, pecar ahora se convierte en algo
antinatural. Ya no nos sentimos cómodos
haciendo las cosas que antes solíamos hacer.
CONSIDERADOS MUERTOS
5. • Los hábitos no se rompen con facilidad y la
antigua naturaleza se resiste a morir.
• El enemigo intenta debilitar nuestra fe y hacernos
volver a la vida antigua.
• El creyente descubre que se viene librando una
batalla en su corazón, dos naturalezas pugnan por
tomar el control. Esta lucha se describirá en el
capítulo 7.
CONSIDERADOS MUERTOS
6. 6:9 “Sabemos que Cristo resucitó y que no volverá a
morir, pues la muerte ya no tiene poder sobre él”.
• La muerte es irreversible, no hay manera de volver
a vivir. Es así como Pablo quiere que veamos
nuestra antigua vida pecaminosa.
• Somos creyentes redimidos en Cristo, tenemos que
dejar atrás el pecado e impedir que reaparez-ca
cualquier sentimiento de afecto hacia él.
CONSIDERADOS MUERTOS
7. • Es como quien deja una adicción y luego recuerda
el placer de la euforia que sentía, pero olvida los
estragos, el dolor y el sufrimiento que la adicción
le dejó.
• La vida anterior ya no tiene dominio, entonces
ahora vivimos en una nueva vida.
• La resurrección de Jesús fue un evento
escatológico, enteramente diferente a la de Lázaro,
quien volvió a morir. Su muerte fue un morir al
pecado, de una vez para siempre.
CONSIDERADOS MUERTOS
8. 6:10 “Porque en cuanto a su muerte, murió al
pecado de una vez y para siempre; pero en cuanto a
su vida, vive para Dios”.
• Aunque hemos sido liberados del poder del
pecado, todavía luchamos con la predisposición de
nuestro cuerpo mortal a pecar.
• Igual, debemos de considerarnos muertos al
pecado y vivos para Dios.
• Dentro de nosotros existen dos naturalezas: el
viejo y el nuevo hombre.
CONSIDERADOS MUERTOS
9. 6:11 “Así también ustedes, considérense muertos al
pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús, nuestro
Señor”.
• La muerte de Jesús logró más que el perdón, pues
en sentido figurado, pasamos por el mismo
proceso Él que pasó. Nuestra antigua naturaleza
fue crucificada, sepultada y resucitada a una nueva
vida con Jesús. El objetivo final es que nos
consideremos muertos al pecado, y vivos para
Dios.
CONSIDERADOS MUERTOS
10. • Es interesante el uso de la palabra “considérense”,
pues aun vivo en este cuerpo que está sujeto a los
deseos carnales y tengo que tomar una posición de
fe. Entonces considero que mi viejo hombre, mi
vida anterior, gobernada por mi carne está muerta.
Lo hago por fe, la considero muerta. Pero me
considero vivo para Dios en Jesús mi Señor.
• Al llegar al capítulo 8, Pablo nos dirá que todos
esperamos la redención de nuestros cuerpos.
CONSIDERADOS MUERTOS
11. • El problema está en que mi espíritu está vivo,
redimido, pero aún vive en un cuerpo de carne.
• Pablo, en Gálatas 5, nos dice que hay una guerra
en curso. La carne está en guerra contra el espíritu.
El espíritu está contra la carne. Y estos dos son
contrarios y enemigos, por lo que no siempre hago
las cosas que quiero hacer.
• La mente del hombre puede ser controlada o por
el espíritu o por la carne.
CONSIDERADOS MUERTOS
12. • Hay esta lucha interna, pues la carne quiere
controlar a mi mente, pero el espíritu también
quiere controlar a mi mente.
• Así que esta guerra está sucediendo: la carne
busca controlar al espíritu, y el espíritu busca
controlar a la carne. Dependiendo de quien
controle mi mente, el resultado será o vida o
muerte.
CONSIDERADOS MUERTOS
13. 6:12 “Por lo tanto, no permitan ustedes que el
pecado reine en su cuerpo mortal, ni lo obedezcan
en sus malos deseos”.
• Este versículo es la conclusión del capítulo. Pablo
ordena que no permitamos al pecado reinar en
nuestros cuerpos mortales. Está diciendo que el
pecado aun está latente en nuestros cuerpos.
• El pecado es fuerte en nuestros cuerpos, y no hay
ninguna esperanza de cambio fuera de Jesús.
CONSIDERADOS MUERTOS
14. • A pesar de ser creyentes, tenemos que lidiar con la
presencia del pecado en nuestros cuerpos.
• Pablo hace alusión a nuestros cuerpos mortales
porque él prevé un día en el que recibiremos
cuerpos nuevos e inmortales, tal como ocurrió con
Jesús. Sólo entonces será que el pecado estará
verdaderamente muerto.
• Hasta ese día, la influencia del pecado estará
presente en nuestra carne.
CONSIDERADOS MUERTOS
15. • El asunto es ¿cómo reaccionamos ante él? Le
damos el poder que ya no tiene, o le permitimos a
Jesús que viva en nosotros y haga morir las obras
de la carne.
• El Espíritu de Dios que habita en nosotros no sólo
nos redime, sino que nos da poder para vivir libres
de la esclavitud del pecado.
• Aunque el pecado aún mora en nuestros cuerpos,
tenemos la posibilidad de escoger a quién servir.
CONSIDERADOS MUERTOS
16. • No permitas que el pecado se enseñoree de ti. No
tienes que ser gobernado por tus deseos carnales,
considéralos muertos. No dejes que el pecado
reine sobre ti.
• David era un varón conforme al corazón de Dios.
Sin embargo, permitió al pecado, en un momento
de debilidad, entrar a su vida. Pablo nos insta a
estar en guardia ante el peligro de rendirnos a las
pasiones que, como sucedió con David, batallan
contra el espíritu.
CONSIDERADOS MUERTOS
17. 6:13 “Tampoco presenten sus miembros al pecado
como instrumentos de iniquidad, sino preséntense
ustedes mismos a Dios como vivos de entre los
muertos, y presenten sus miembros a Dios como
instrumentos de justicia”.
• Aunque hemos sido liberados de la esclavitud del
pecado, aun luchamos con la inclinación de nuestro
cuerpo hacia el pecado.
• Puedo usar mi cuerpo para pecar o para glorificar …
CONSIDERADOS MUERTOS
18. … a Dios. Puedo usar mis manos para el mal o para
hacer el bien. Mi cuerpo puede ser controlado por
mi carne o por mi espíritu.
• Entrégale tu cuerpo al Espíritu de Dios. ¡Es una
orden! No des tu cuerpo como instrumento al
pecado, sino ríndeselo al Señor. ¡Tómalo Señor!
Habita dentro de mí por tu Espíritu Santo, y usa mi
cuerpo para tus propósitos, para cumplir tu
voluntad.
CONSIDERADOS MUERTOS
19. • Se proponen tres pasos que tenemos que dar:
1. Cuando el pecado nos tiente, no debemos
responder. Hemos muerto a él, no volveremos
atrás.
2. Debemos presentarnos a Dios como vivos y
libres del pecado.
3. No somos siervos del pecado, sino
instrumentos de justicia.
• Todavía tenemos que elegir, día tras día, a cual
amo obedeceremos.
CONSIDERADOS MUERTOS
21. 6:14 “El pecado ya no tendrá poder sobre ustedes,
pues ya no están bajo la ley sino bajo la gracia”.
• El hecho de que haya muerto con Cristo significa
que la ley no tiene autoridad sobre mi, estoy
muerto a la ley, ahora vivo para Dios.
• Tenemos que escoger a quién vamos a servir.
¿Permitiremos que el pecado reine en nuestros
cuerpos mortales, sirviendo al pecado, o nos
presentaremos ante Dios como instrumentos …
CONSIDERADOS MUERTOS
22. … de justicia? Tú decide: ¿a quién vas a servir?
• Sabemos de sobrevivientes que con las justas
pudieron salvar sus vidas. Esa experiencia cambió
su vida y prioridades. Ahora una nueva vida les
ofrece la oportunidad para un nuevo comienzo.
• La gracia hace posible esta nueva vida, en la
medida en que decidamos ofrecernos al servicio a
Dios y no al servicio del pecado.
CONSIDERADOS MUERTOS