La iglesia en Filipos fue la primera iglesia que Pablo plantó en Europa, durante su segundo viaje misionero. Al no existir una sinagoga salió al río, donde se reunían las judías y tuvo en Lidia su primera conversa en Europa. Fue echado en la cárcel por liberar a una muchacha que tenía espíritu de adivinación y en la cárcel alabó a Dios después de haber sido azotado, evitó que el carcelero se suicidara y él y toda su familia recibió a Jesús. Pablo estuvo muy agradecido con esta iglesia que en varias ocasiones le hicieron llegar ofrendas de dinero. Escribe esta carta desde la prisión en roma y es una carta de gozo y agradecimiento donde Pablo enfatiza la unidad de la iglesia.
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
Estudio de la Biblia en 66 semanas (39:27
1. ESTUDIO PANORÁMICO DE LA BIBLIA
Un estudio de los 39 libros del
Antiguo Testamento y 27 libros del
Nuevo Testamento en 66 semanas
2. LOS LIBROS DE LA BIBLIA: AT
GÉNESIS
ÉXODO
LEVÍTICO
NÚMEROS
DEUTERONOMIO
NEHEMÍAS
ESTER
JOB
SALMOS
PROVERBIOS
ECLESIASTÉS
CANTARES
ISAÍAS
JEREMÍAS
LAMENTACIONES
EZEQUIEL
DANIEL
OSEAS
JOEL
AMÓS
ABDIAS
JONÁS
MIQUEAS
NAHUM
HABACUC
SOFONÍAS
HAGEO
ZACARÍAS
MALAQUÍAS
JOSUÉ
JUECES
RUT
1 Y 2 SAMUEL
1 Y 2 REYES
1 CRÓNICAS
2 CRÓNICAS
ESDRAS
3. LOS LIBROS DE LA BIBLIA: NT
MATEO
MARCOS
LUCAS
JUAN
HECHOS
ROMANOS
1
CORINTIOS
2
CORINTIOSGÁLATAS
EFESIOS
FILIPENSES
4. NOMBRE DEL LIBRO
En hebreo: Carta de Pablo a los Fili-
penses מאל פאולוס של כתבהפיליפים
En griego: Carta de Pablo a los
Filipenses – Επιστολή του Παύλου
προς τους Φιλιππησίους.
En castellano: ‘La Epístola del
Apóstol Pablo a los Filipenses’.
5. LA EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES
El autor es Pablo y la carta fue escrita a
la iglesia en Filipos.
La ciudad de Filipos era la más importan-
te de Macedonia y era una colonia roma-
na en la Vía Egnatia. La condición de co-
lonia la distinguía de entre otras ciudades
del imperio.
Pablo visitó Filipos en su 2do viaje misio-
nero (Hch 16), luego de soñar con un
hombre macedonio. Su 1ra convertida fue
Lidia y Pablo se hospedaba en su casa.
6. LA EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES
Pablo liberó a una muchacha endemo-
niada. Sus amos lo echaron a la cárcel
después de haber sido azotado.
En la cárcel Pablo evitó que el carcelero
se suicidara, lo llevó a Cristo. Luego de
recibir disculpas públicas por haber sido
azotado y puesto en la cárcel, siendo
ciudadano romano, y fue liberado.
Pablo estuvo el tiempo suficiente para
establecer la iglesia de Filipos. Visitó la
iglesia en varias oportunidades más.
7. LA EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES
Pablo escribió la carta para agradecer-
les la ofrenda recibida.
Pablo escribió esta carta junto con las de
Efesios, Colosenses y Filemón cuando
estuvo preso por primera vez en Roma.
Pablo indica, en esta carta, que está
dispuesto a morir, y tiene confianza que
será puesto en libertad, lo que ocurrió en
su primer arresto, esto nos da la fecha
del 61-62 d.C.
8. LA EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES
Todo esto ocurrió apenas 30 años des-
pués de la muerte y resurrección de Je-
sús. Pablo ya estaba escribiendo una
teología increíble respecto a la deidad,
encarnación y exaltación de Jesús.
Pablo hace referencia a la deidad de
Jesús, esto fue algo que la iglesia creyó y
testificó desde sus inicios.
La iglesia de Filipos había enviado a Epa-
frodito con una ofrenda mientras Pablo
es-tuvo preso en Roma.
9. LA EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES
La intención era que Epafrodito le sirva y
ayude, pero enfermó gravemente; ni bien
sanó lo envió de regreso con esta carta
para agradecerles por su preocupación y
amor mostrados hacía él.
La carta a los Filipenses es tan relevante
hoy como lo fue cuando fue escrita por
primera vez.
Estamos llamados a humillarnos y a se-
guir el ejemplo de nuestro Señor Jesús, y
buscar la unidad en el amor de Cristo.
12. (1:1-2) Pablo se presenta ante ellos como
siervo y los bendice con gracia y paz, de
acuerdo a su costumbre.
(1) EL EVANGELIO EN ROMA
(1:3-11) Pablo está agradecido con ellos,
valora a las personas más que los rega-
los (la ayuda económica se mencionará
más tarde). Se gozó de ellos en sus ora-
ciones, y estaba agradecido por la rela-
ción que tenían, y la confianza de que
Dios seguía trabajando en ellos.
13. (1) EL EVANGELIO EN ROMA
El cariño de Pablo por los filipenses era
genuino: “Porque Dios me es testigo de
cuánto los amo a todos ustedes con el
entrañable amor de Jesucristo” (1:8; RVC).
Dios obra en la vida de los creyentes:
“Estoy persuadido de que el que comen-
zó en ustedes la buena obra, la perfec-
cionará hasta el día de Jesucristo” (1:6).
Pablo oró para que siguieran creciendo
en amor, conocimiento y discernimiento,
que continuaran madurando en la fe.
14. Algunos competían con Pablo y predica-
ban el evangelio, Pablo se alegraba que
el evangelio fuera predicado, incluso así.
(1:12-18) El tiempo que pasó en la cárcel
lo usó para bien, intercedió por la iglesia,
compartió el evangelio a la guardia roma-
na. Su prisión promovió el evangelio.
(1) EL EVANGELIO EN ROMA
(1:19-26) Pablo enfrentaba la posibilidad
de morir. Oraba para que Cristo sea
magnificado en él, sea que viva o muera.
15. De hecho, Pablo no estaba seguro que
sería mejor. Como escribió: “Porque para
mí el vivir es Cristo, y el morir es ganan-
cia” (1:21). Si vivía, predicaría el evange-
lio, y si moría, estaría en la presencia de
Dios. Ambos cosas estaban bien.
(1) EL EVANGELIO EN ROMA
Los cristianos no vemos la muerte de la
manera que el mundo la ve. Nosotros sí
tenemos esperanza. Todo cristiano que
muere está en mejores condiciones. ¿Por
qué? ¡Porque se va con Jesús!
16. Este mensaje no es popular, pero los que
seguimos a Cristo sufriremos burlas y
persecución (ver Mateo 5:11-12).
(1:27-30) Pablo afina el tema principal de
su carta: la unidad. Filipenses es el libro
del gozo, y los cristianos podemos rego-
cijarnos cuando somos uno.
(1) EL EVANGELIO EN ROMA
“Porque, por causa de Cristo, a ustedes
les es concedido no sólo creer en él, sino
también padecer por él” (1:29; RVC).
17.
18. “Que haya en ustedes el mismo sentir
que hubo en Cristo Jesús, quien, siendo
en forma de Dios, no estimó el ser igual a
Dios como cosa a que aferrarse… ”
(2:1-11) No te dejes atrapar en la discor-
dia o el egoísmo; se humilde. Es cuando
somos humildes que seremos capaces
de llegar a la unidad.
(2) LA HUMILDAD DE CRISTO
Porque cuando dejamos de ser egoístas
vemos las necesidades de los demás.
Dios nos dio el mejor ejemplo de esto:
19. “… sino que se despojó a sí mismo y tomó
forma de siervo, y se hizo semejante a los
hombres; y estando en la condición de hom-
bre, se humilló a sí mismo y se hizo obedien-
te hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo
cual Dios también lo exaltó hasta lo sumo, y
le dio un nombre que es sobre todo nombre,
para que en el nombre de Jesús se doble
toda rodilla de los que están en los cielos, y
en la tierra, y debajo de la tierra; y toda len-
gua confiese que Jesucristo es el Señor, para
gloria de Dios el Padre” (2:5-11; RVC).
(2) LA HUMILDAD DE CRISTO
20. Jesús se humilló; por lo tanto, debemos
hacer lo mismo. Jesús vino de la gloria
infinita hacia el polvo de la humanidad, y
no hay mayor humillación que esta.
Este poema de la ‘kenosis’ de Cristo es lo
que Pablo siempre enseñó y lo cita aquí.
(2) LA HUMILDAD DE CRISTO
Jesús volvió a la gloria del cielo y un día
vamos a compartir esta gloria cuando
participemos de su herencia. ¡Las prome-
sas de Jesús, son impresionantes!
21. Esta es una evidencia de la obra de Dios
en nuestras vidas, Él nos moldea.
(2:12-18) “Porque Dios es el que produce
en ustedes lo mismo el querer como el
hacer, por su buena voluntad” (2:13; RVC).
(2) LA HUMILDAD DE CRISTO
Somos llamados a ser luz en un mundo
que se encuentra en tinieblas y se dirige
hacia el despeñadero (v.15).
Para esto debían de ser irreprensibles y
aferrarse al evangelio que Pablo les ha-
bía dado y esto les traería gozo.
22. (2:19-30) Pablo estaba enviando a Timo-
teo a Filipos, para que los sirviese en su
nombre, ya que él estaba preso.
(2) LA HUMILDAD DE CRISTO
Epafrodito vino desde Filipos con una
ofrenda para Pablo, mas al llegar a Roma
enfermó gravemente y estuvo a punto de
morir, más Dios lo levantó.
La iglesia debía de recibir a Epafrodito
con alegría, pues había sido un fiel servi-
dor, y estuvo dispuesto a dar su vida por
el Evangelio.
23.
24. (3) LA META CELESTIAL
Pablo como judío fue intachable. Era él,
Saulo de Tarso, el fariseo, quien tenía el
derecho de enseñar la ley de Moisés a
los cristianos, sin embargo, no lo hizo.
(3:1-6) Pablo supo de falsos maestros
(judaizantes) que llegaron a la iglesia tra-
tando de convertir a los cristianos en ju-
díos. Los llama mutiladores por su énfa-
sis en la circuncisión.
(3:7-11) Pablo tenía por basura (estiércol)
todo aquello de lo que podía jactarse.
25. (3) LA META CELESTIAL
(3:12-16) “Hermanos, yo mismo no pre-
tendo haberlo alcanzado ya; pero una co-
sa sí hago: me olvido ciertamente de lo
que ha quedado atrás, y me extiendo ha-
cia lo que está adelante…” (3:13; RVC).
Pablo había encontrado algo mejor: La
justicia que es en Jesús. Ahora podía
conocer a Cristo y al poder que viene a
través de su resurrección. Poder que lo
sostendría a través de sus sufrimientos.
26. Quienes quieran que sean, que siguen a
Jesús, ¡caminemos con ellos!
(3) LA META CELESTIAL
(3:17-21) A medida que avanzamos, se-
guimos ejemplos, tal como Pablo animó a
los filipenses a seguirlo. Él no era el úni-
co también estaban Timoteo y Epafrodito.
“¡Prosigo a la meta, al premio del supre-
mo llamamiento de Dios en Cristo Jesús!”
(3:14; RVC).
Algunos son enemigos de la cruz y no si-
guen a Jesús; sino a sus propios deseos.
27. “Pero nuestra ciudadanía está en los
cielos, de donde también esperamos al
Salvador, al Señor Jesucristo” (3:20; RVC).
(3) LA META CELESTIAL
Tenían que recordar que su ciudadanía
estaba en el cielo, y aunque vivían en
una destacada colonia romana, su lealtad
última no era a Roma; sino a Jesús.
¿Siques a Jesús o a tus deseos? Noso-
tros no somos esas personas hedonistas;
ni tampoco lo eran los Filipenses.
28.
29. Evodia y Síntique habían ministrado con
Pablo el Evangelio, y aparentemente es-
taban peleadas entre sí. Pablo les pidió
que se reconcilien.
(4:1-3) Pablo ha venido hablado acerca
de la unidad en la iglesia, y es posible
que el origen haya sido el pleito entre dos
hermanas de Filipos.
(4) REGOCÍJATE EN EL SEÑOR
Tenemos desacuerdos de vez en cuando,
y eso es natural. Pero no los dejes sin
aclarar. Resuélvelos y vive en paz.
30. (4) REGOCÍJATE EN EL SEÑOR
“No se preocupen por nada. Que sus peticio-
nes sean conocidas delante de Dios en toda
oración y ruego, con acción de gracias, y que
la paz de Dios, que sobrepasa todo entendi-
miento, guarde sus corazones y sus pensa-
mientos en Cristo Jesús” (4:6-7; RVC).
(4:4-7) Tal como Pablo se regocijaba en
su sufrimiento, así llama a la iglesia a go-
zarse en el Señor. No todo trae alegría,
pero toda circunstancia puede cambiar
cuando nuestro gozo está en el Señor!
31. (4) REGOCÍJATE EN EL SEÑOR
Les da una lista de cosas en las cuales
debemos pensar. No llenes tu mente con
cosas mundanas. Llena tu mente con lo
que es bueno y glorifica a Dios.
(4:8-9) Pablo los anima a a ser conscien-
tes de lo que está en sus pensamientos.
“Por lo demás, hermanos, piensen en todo lo
que es verdadero, honesto, justo, puro, todo
lo amable, en todo lo que es digno de alaban-
za; si hay alguna virtud, si hay algo que admi-
rar, piensen en ello” (4:8; RVC).
32. (4) REGOCÍJATE EN EL SEÑOR
“Todo lo puedo en Cristo que me fortale-
ce” (4:13). Pablo estaba muy agradecido.
(4:10-13) Pablo finalmente agradece la
ofrenda que los filipenses le enviaron.
Aclaró que Dios siempre le había provisto
y siempre le proveería. Nunca buscó
enriquecerse a expensas de los demás.
(4:14-20) Ninguna iglesia había ayudado
tanto a Pablo, como la iglesia de Filipos.
Al proveerle recursos en su momento de
necesidad.
33. (4) REGOCÍJATE EN EL SEÑOR
(4:21-23) La despedida es corta. Los
saludos de los de "la casa de César",
prueban que Pablo no estaba dispuesto a
renunciar todavía a su ministerio.
Pablo estaba agradecido por la manera
en que Dios usó a los filipenses, y confia-
ba que los bendeciría con abundante fru-
to y supliría todas sus necesidades.
“Así que mi Dios suplirá todo lo que les
falte, conforme a sus riquezas en gloria
en Cristo Jesús” (4:19; RVC).
34. Pablo nos llama a la unidad. La vida es
muy corta para pasarla amargados o
peleando. Pon a un lado las diferencias.
CONCLUSIÓN
Echa tus cargas sobre Jesús, pues él
cuidará de ti.
Tal vez hay una relación que necesita re-
conciliación, o alguien a quien perdonar.
Ve el ejemplo de Jesús y haz lo mismo.
No permitas que nada se interponga en
el gozo de caminar con Jesús. ¡Recíbelo!