El documento describe una prueba llamada electromiografía (EMG) que evalúa el estado de los nervios que controlan los músculos. El examen implica la inserción de electrodos de aguja en los músculos para medir la actividad eléctrica muscular y determinar si hay daño nervioso. Puede ayudar a diagnosticar varias afecciones neurológicas y musculares. Aunque puede causar dolor temporal, es un procedimiento seguro cuando lo realiza un médico experto.
1. Las pruebas neurofisiológicas: Electromiograma (EMG)
Qué es
Consiste en recoger la actividad eléctrica de los músculos. La contracción de un músculo se debe
a la descarga eléctrica del nervio que lo controla. Si el nervio está afectado, su funcionamiento se
resiente y varían las características de los impulsos eléctricos que transmite. Además, las
variaciones en esos impulsos son distintas en función de que el nervio esté enfermo o sólo
comprimido, y también son diferentes según el grado de compresión.
Qué permite
El EMG sirve para evaluar el estado de los nervios que controlan la musculatura: permite detectar
con suma precisión el grado de compresión o de sufrimiento de los nervios.
Riesgos
Antiguamente, el electromiograma era una prueba dolorosa. Aunque el progreso tecnológico ha
conseguido que actualmente sea prácticamente indoloro cuando lo realiza un médico experto,
suele ser una exploración molesta. Por eso, su uso se recomienda sólo cuando sea realmente
necesario para establecer el diagnóstico o cuando su resultado vaya a condicionar la elección del
tratamiento.
Indicaciones
La AHCPR recomienda el empleo del EMG en pacientes en los que el dolor dura más de 3 ó 4
semanas y en los que se considera necesario determinar si los nervios están afectados de una
forma tan leve que no puede ser evidenciada por la exploración física.
Aunque ni la AHCPR, el CSAG ni el RCGP lo mencionan explícitamente, también puede tener
sentido prescribir un EMG en los siguientes casos:
1. Pacientes con varias enfermedades.
Por ejemplo, un paciente diabético mal controlado y de largo tiempo de evolución, en el que sus
nervios están afectados ("neuropatía diabética") y que, además, tiene una hernia discal con
aparente compresión de una raíz nerviosa. En la exploración física se puede detectar que la raíz
nerviosa no funciona correctamente pero el EMG puede discriminar, además, qué es atribuible a la
diabetes y qué a la hernia discal.
2. Pacientes con estenosis espinal.
2. En estos pacientes, la deformación del hueso va comprimiendo progresiva y lentamente las
estructuras nerviosas. Si la afección nerviosa avanza, puede ser necesario operar. Pero la
operación es agresiva y los pacientes suelen ser ancianos, por lo que, antes de operar, hay que
asegurarse de que realmente es necesario hacerlo. En estos casos, el EMG puede servir para
valorar la gravedad del daño y, al repetirlo al cabo de unos 3 meses, determinar si la estenosis está
progresando o no.
3. Ámbito médico-legal.
En casos en los que es necesario demostrar objetivamente que hay nervios afectados. Es muy
difícil demostrar la existencia del dolor, pues el paciente podría simular, pero una alteración en el
EMG demuestra de forma objetiva que existe algún daño neurológico. En este sentido es
importante señalar que no siempre se produce a la inversa; el hecho de que el EMG sea normal no
descarta totalmente que existan dolores de espalda limitantes.
Electromiografía
Es un examen que verifica la salud de los músculos y los nervios que controlan los músculos.
Forma en que se realiza el examen
El médico introducirá un electrodo de aguja muy delgado a través de la piel dentro del músculo. El
electrodo en la aguja detectará la actividad eléctrica liberada por los músculos. Esta actividad se
muestra en un monitor especial llamado osciloscopio y se puede escuchar a través de un parlante.
Después de la colocación de los electrodos, a uno le pueden solicitar que contraiga el músculo, por
ejemplo, doblando el brazo. La presencia, tamaño y contorno de la forma de la onda (el potencial
de acción) producida en el monitor suministra información sobre la capacidad del músculo para
responder cuando se estimulan los nervios.
Generalmente, se lleva a cabo un examen de la velocidad de conducción nerviosa junto con una
electromiografía.
Preparación para el examen
Generalmente, no se requiere preparación especial. Evite el uso de cualquier crema o loción el día
del examen.
Lo que se siente durante el examen
Se puede sentir algo de dolor o molestia cuando se insertan los electrodos, pero la mayoría de las
personas son capaces de completar el examen sin mayor dificultad.
Posteriormente, el músculo puede estar sensible o presentar moretones por unos cuantos días.
Razones por las que se realiza el examen
Una electromiografía se realiza con mayor frecuencia cuando las personas tienen síntomas de
debilidad y la evaluación muestra deterioro de la fuerza muscular. Este examen puede ayudar a
diferenciar afecciones musculares primarias de una debilidad muscular causada por trastornos
neurológicos.
3. Valores normales
El término normales, el tejido muscular es eléctricamente silencioso en reposo. Una vez que los
músculos se calman después de insertar las agujas, debe haber poca actividad eléctrica en las
células musculares que se observe en la pantalla.
Cuando el músculo se contrae voluntariamente, la actividad comienza a aparecer. A medida que la
contracción aumenta, más y más fibras musculares producen potenciales de acción hasta que
aparece un grupo desordenado de dichos potenciales de tasas y amplitudes variables (patrón de
interferencia y reclutamiento completo) con la contracción total.
Significado de los resultados anormales
Entre los trastornos o afecciones que ocasionan resultados anormales están los siguientes:
• Neuropatía alcohólica
• Esclerosis lateral amiotrófica (ALS)
• Disfunción del nervio axilar
• Distrofia muscular de Becker
• Plexopatía braquial
• Síndrome del túnel carpiano
• Espondilosis cervical
• Disfunción del nervio peroneo común
• Desnervación (reducción de la estimulación nerviosa)
• Dermatomiositis
• Disfunción del nervio mediano distal
• Distrofia muscular de Duchenne
• Distrofia muscular fascioescapulohumeral (Landouzy-Dejerine)
• Parálisis periódica familiar
• Disfunción del nervio femoral
• Ataxia de Friedreich
• Guillain-Barré
• Síndrome de Lambert-Eaton
• Mononeuritis múltiple
• Mononeuropatía
• Miopatía (degeneración del músculo que puede ser causada por muchos trastornos,
incluyendo la distrofia muscular)
4. • Miastenia grave
• Neuropatía periférica
• Polimiositis
• Disfunción del nervio radial
• Disfunción del nervio ciático
• Polineuropatía sensoriomotora
• Síndrome de Shy-Drager
• Parálisis periódica tirotóxica
• Disfunción del nervio tibial
• Disfunción del nervio cubital
Cuáles son los riesgos
• Sangrado (mínimo)
• Infección en el sitio de inserción de los electrodos (riesgo mínimo)
Consideraciones especiales
Un traumatismo en el músculo a raíz de la electromiografía puede provocar resultados falsos en los
exámenes de sangre, incluyendo creatina cinasa, una biopsia muscular u otros exámenes
médicos.
Nombres alternativos
EMG; Miograma