El documento explica el aparato crítico, que es el conjunto de citas y referencias bibliográficas en las que se basa un trabajo. Estas referencias sirven como punto de partida para construir nuevo conocimiento y evitan tener que citar textualmente a autores de forma repetida. Las notas se numeran de forma correlativa y pueden aparecer al pie de página, al final de cada capítulo o al final del texto. El autor también puede incluir comentarios marginales y notas de traductor o editor.
3. Sirven como punto de partida para ejercer la crítica con la que se va construyendo un nuevo saber
4. Establecer referencias en un texto es en verdad múltiple. Ellas evitan, con una simple llamada, la tarea a veces inoportuna y fatigosa de citar de modo expreso las palabras de un autor al que sólo precisamos traer a colación indirectamente.
5. Las llamadas a las notas que se van realizando en un texto se deben ir numerando en forma correlativa, para su mejor ordenación. Hay autores que prefieren seguir una numeración independiente para cada capítulo y otros que continúan la misma a todo lo largo de un libro. Estas notas pueden aparecer:
6. AL PIE DE CADA PÁGINA (de allí el nombre de "notas al pie de página" que se les da muchas veces). AL FINAL DE CADA CAPÍTULO. En este caso la numeración debe reiniciarse también, obligatoriamente, al comenzar cada uno. AL FINAL DEL TEXTO, luego de las conclusiones pero antes de los apéndices, cualquiera sea el sistema de numeración adoptado.
7. El autor tiene también la oportunidad de colocar: Acotaciones o comentarios marginales a lo que está tratando. En la nota, y como si continuara con la redacción del texto principal, podrá hacer las observaciones que estime pertinentes: ellas servirán para aclarar posibles confusiones, para remitir al lector a determinadas fuentes de información, para mencionar detalles complementarios o simplemente curiosos, etc.
8. De esta misma forma, aunque a veces sin seguir la numeración general sino colocando simplemente asteriscos. Se incluyen las notas del traductor (abreviadas "N. del T." ) o las notas del editor ( "N. del E." ). Cuando existe el riesgo de alguna confusión las notas originales del autor también se abrevian ("N. del A." ) para distinguirlas de estas últimas.