Federico García Lorca fue un poeta español nacido en 1898 que murió fusilado en 1936. Sus obras más emblemáticas incluyen el Romancero Gitano y Poeta en Nueva York. Lorca recuperó la tradición oral de la música y poesía flamenca y utilizó técnicas como la rima asonante, aliteración y estribillos constantes. Sus poemas muestran el poder evocador de Andalucía a través del ritmo, pausa y repetición de sonidos.
2. ¿Quién fue Federico García
Lorca?
Federico García Lorca nació en Fuente Vaqueros
(Granada) el 5 de junio de 1898, y murió
fusilado en agosto de 1936. En 1919 estuvo en
Madrid, en la Residencia de Estudiantes,
conviviendo con parte de los poetas que
después formarían la Generación del 27. Se
licenció en derecho en el año 1923 en la
Universidad de Granada, donde también cursó
estudios de filosofía y letras. Viajó por Europa y
América y, en 1932, dirigió la compañía de
teatro La Barraca. Sus obras poéticas más
emblemáticas son el Romancero Gitano (1927),
donde el lirismo andaluz llega a su cumbre y
universalidad, y Poeta en Nueva York (1940),
conjunto de poemas, adscritos a las vanguardias
de principios del siglo XX, escritos durante su
estancia en la Universidad de Columbia.
3. Rasgos Poéticos
Federico García Lorca es el gran poeta de la
lengua española en el siglo XX. Su figura realza el
poder de la evocación andaluza: el ritmo, la
pausa, la repetición de sonidos.
1. Recupera la tradición oral de la música y la
poesía flamenca mezclada con un registro
culto.
2. Utiliza la rima asonante en los pares y además
de constantes estribillos.
3. Utiliza las consonantes continuas, además de
aliteración constante de sonidos.
4. Romance de la
Luna (fragmento)
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño
5. Romance de la
Luna (fragmento)
La luna vino a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira, mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño
(Rima asonante en los pares)
6. Soneto de la Dulce Queja
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que me pone de noche en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío.
No me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado.
7. Soneto de la Dulce Queja
Tengo miedo a perder la maravilla
de tus ojos de estatua y el acento
que me pone de noche en la mejilla
la solitaria rosa de tu aliento.
Tengo pena de ser en esta orilla
tronco sin ramas, y lo que más siento
es no tener la flor, pulpa o arcilla,
para el gusano de mi sufrimiento.
Si tú eres el tesoro oculto mío,
si eres mi cruz y mi dolor mojado,
si soy el perro de tu señorío.
No me dejes perder lo que he ganado
y decora las aguas de tu río
con hojas de mi Otoño enajenado. (Rima consonante)
8. Rasgos Poéticos
Federico García Lorca es el gran poeta de la lengua
española en el siglo XX. Su figura realza el poder de la
evocación andaluza: el ritmo, la pausa, la repetición de
sonidos.
1. Recupera la tradición oral de la música y la poesía
flamenca mezclada con un registro culto.
2. Utiliza los hexasílabos con rima asonante y
segundo verso suelto además de constantes
estribillos.
3. Uso de Tercerillas o Soleás:
Tercerilla: Tres versos de arte menor con rima
consonante
Soleá: Tres versos de arte menor con rima asonante
9. Baladilla de
los tres ríos
El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos.
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.
¡Ay, amor
que se fue y no vino!
El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada
uno llanto y otro sangre.
¡Ay, amor
que se fue por el aire!
Para los barcos de vela,
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.
¡Ay, amor
que se fue y no vino!
Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Dauro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques,
¡Ay, amor
que se fue por el aire!
¡Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de gritos!
¡Ay, amor
que se fue y no vino!
Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.
¡Ay, amor
que se fue por el aire!
10. Baladilla de
los tres ríos
El río Guadalquivir
va entre naranjos y olivos.
Los dos ríos de Granada
bajan de la nieve al trigo.
¡Ay, amor
que se fue y no vino!
El río Guadalquivir
tiene las barbas granates.
Los dos ríos de Granada
uno llanto y otro sangre.
¡Ay, amor
que se fue por el aire!
Para los barcos de vela,
Sevilla tiene un camino;
por el agua de Granada
sólo reman los suspiros.
¡Ay, amor
que se fue y no vino!
Guadalquivir, alta torre
y viento en los naranjales.
Dauro y Genil, torrecillas
muertas sobre los estanques,
¡Ay, amor
que se fue por el aire!
¡Quién dirá que el agua lleva
un fuego fatuo de gritos!
¡Ay, amor
que se fue y no vino!
Lleva azahar, lleva olivas,
Andalucía, a tus mares.
¡Ay, amor
que se fue por el aire!
(Asonante en los pares)
(Estribillo)
(Anáfora)
(Aliteración)
(Aliteración)
11. Romance de la Guardia Civil Española (Fragmento)
Cuando llegaba la noche,
noche que noche nochera,
los gitanos en sus fraguas
forjaban soles y flechas.
Un caballo malherido,
llamaba a todas las puertas.
Gallos de vidrio cantaban
por Jerez de la Frontera.
El viento, vuelve desnudo
la esquina de la sorpresa,
en la noche platinoche
noche, que noche nochera.
12. Romance de la Guardia Civil Española (Fragmento)
Cuando llegaba la noche,
noche que noche nochera,
los gitanos en sus fraguas
forjaban soles y flechas.
Un caballo malherido,
llamaba a todas las puertas.
Gallos de vidrio cantaban
por Jerez de la Frontera.
El viento, vuelve desnudo
la esquina de la sorpresa,
en la noche platinoche
noche, que noche nochera.
Repitencia de
Sonidos:
/ch/
/F/
/ll/
/v/
14. Romance de la
Pena Negra
Las piquetas de los gallos
cavan buscando la aurora,
cuando por el monte oscuro
baja Soledad Montoya.
Cobre amarillo, su carne,
huele a caballo y a sombra.
Yunques ahumados sus pechos,
gimen canciones redondas.
Soledad, ¿por quién preguntas
sin compaña y a estas horas?
Pregunte por quien pregunte,
dime: ¿a ti qué se te importa?
Vengo a buscar lo que busco,
mi alegría y mi persona.
Soledad de mis pesares,
caballo que se desboca,
al fin encuentra la mar
y se lo tragan las olas.
No me recuerdes el mar,
que la pena negra, brota
en las tierras de aceituna
bajo el rumor de las hojas.
¡Soledad, qué pena tienes!
¡Qué pena tan lastimosa!
Lloras zumo de limón
agrio de espera y de boca.
¡Qué pena tan grande! Corro
mi casa como una loca,
mis dos trenzas por el suelo,
de la cocina a la alcoba.
¡Qué pena! Me estoy poniendo
de azabache carne y ropa.
¡Ay, mis camisas de hilo!
¡Ay, mis muslos de amapola!
Soledad: lava tu cuerpo
con agua de las alondras,
y deja tu corazón
en paz, Soledad Montoya.
Por abajo canta el río:
volante de cielo y hojas.
Con flores de calabaza,
la nueva luz se corona.
¡Oh pena de los gitanos!
Pena limpia y siempre sola.
¡Oh pena de cauce oculto
y madrugada remota!