La economía colaborativa permite a los consumidores y ciudadanos convertirse en actores principales del mercado. A pesar de que las distintas formas de economía colaborativa son anteriores incluso a la aparición de la moneda, hoy irrumpe con fuerza como una evolución de la economía de mercado. El detonante fue la crisis económica, donde, a falta de empleos tradicionales, se buscaron alternativas para obtener valor de activos infrautilizados. En el futuro, con la generación de Millennials a punto de ser responsable del 50% del consumo, la economía colaborativa gana fuerza gracias a nuevos valores, donde prima más la interacción social que la individualidad.