Existen varias opciones para dejar de ser avalista de una hipoteca: 1) Sustituir el aval personal por otro tipo de garantía como otra propiedad; 2) Solicitar la baja del avalista si se ha pagado una parte importante del préstamo hipotecario y la vivienda ofrece garantía suficiente; 3) Subrogar la hipoteca a otra entidad financiera; 4) Iniciar un proceso judicial para eliminar el avalista de forma unilateral si la cláusula de renuncia a derechos del avalista ha sido declarada nula.
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Nestor Chayelle - ¿Cómo dejar de ser avalista de una hipoteca?, Parte II
1. ¿Cómo dejar de ser avalista de una
hipoteca?
Parte II
Nestor Chayelle
2. Nestor Chayelle
Cambiar avalista personal por aval material
Otra opción similar a la anterior es sustituir el aval personal por otro tipo de aval económico
o material, como puede ser otra propiedad inmobiliaria. Esta opción que también tiene que
aprobar la entidad financiera, implica al igual que el cambio de avalista una novación en la
escritura de hipoteca.
Solicitar baja del avalista por garantía suficiente
Esta es la opción más difícil de conseguir. En primer lugar es necesario haber pagado una
parte importante del préstamo y que este además sea de tipo hipotecario. Se puede intentar
que la entidad financiera elimine al avalista sin ampliar garantías ni aportar otro aval. Es
difícil que la entidad acepte, pero si la hipoteca esta prácticamente pagada la vivienda es
garantía de pago más que suficiente para el préstamo.
3. Nestor Chayelle
Subrogar la hipoteca en otra entidad
Si nuestro banco no acepta ninguna de las soluciones previas se puede subrogar la hipoteca
en otra entidad financiera distinta. Necesitaremos la aprobación de la nueva entidad que
además nos cobrara una comisión por el estudio de la operación. Además también tendremos
que asumir el gasto de la notaria y registro de la hipoteca.
4. Nestor Chayelle
Eliminar el avalista de una hipoteca de forma unilateral
La gran mayoría de personas que actúan como avalistas lo hacen con las mismas clausulas
estándar que se utilizan para todas las hipotecas. Estas clausulas recogen entre otros la
renuncia expresa a todos aquellos derechos que amparan la figura del aval personal. Entre
ellos el derecho de exclusión, división y orden de la hipoteca. Esta clausula genérica se ha
utilizado sin dar ningún tipo de información a aquellos que actúan como avalistas, lo que ha
provocado numerosas sentencias judiciales que declaran esta cláusula nula. Esto supone que
tras iniciar un proceso judicial contra la entidad financiera, muchas personas que actuaban
como avalistas han puesto fin a su afianzamiento personal.