Estimado Joseph, no alcanzo a valorar en qué parte de tu ensayo, como estudiante rebates elementos opuestos a tu postura. No es que no se encuentren, pero uno evalúa con el objetivo de verificar el desarrollo de esa habilidad. Por ello, he decidido incluírla como cumplida, luego de leer nuevamente tu trabajo. Felicidades por tu nota.
Tema 10. Dinámica y funciones de la Atmosfera 2024
Ensayo Ese maldito yo
1. Joseph Saliba Bechara
Persona y Humanismo
Ensayo: ESE MALDITO YO
Autor: EMIL CIORAN
Maestro: JOSE ALEJANDRO FLORES
RODRIGUEZ
Fecha de Entrega: 26/11/2014
2. Emile Cioran – Ese maldito yo
Introducción:
El libro Ese maldito yo del autor Emile Cioran se caracteriza por un conjunto de frases catalogadas bajo seis aforismos generales: Al margen de la existencia, Taras, Magia de la decepción, Frente a los instantes, Exasperaciones y Esa nefasta clarividencia. Es por esto que se requiere de cierto estilo de lectura para realmente apreciar el valor de este texto. Cioran no busca escribir adaptándose a mentalidades, teorías, creencias o reglas; simplemente escribe y deja lo demás libre a la interpretación de cada lector. Un aforismo que podría describir este libro y su intención sería que "Requiere de una lectura subjetiva e interpretativa, comprendida únicamente como una percepción, cuya capacidad de descripción puede ser apreciada como casi tangible por el lector.” Debido a que el texto esta totalmente sujeto a la percepción de Cioran, se debe leer con plena apertura para realmente adoptar el pensamiento que presenta el autor. Su manera de describir situaciones o pensamientos cotidianos es tan explícita que se adapta de inmediato a algún pensamiento preexistente en la mente del lector. Este texto se debe entender con la mente abierta; únicamente así se puede concebir desde el punto de vista del autor, para luego acoger la forma que cada quién le quiera asignar.
Sin embargo, también es necesario establecer el aspecto filosófico que tiene el texto, al igual que las reflexiones que exige por parte de aquél que lo lea. A través de Ese maldito yo, el autor logra hacernos deliberar múltiples temas, afirmaciones e ideas; haya sido intencional o no, nos pide un pensamiento abierto y activo, por lo que nos motiva a formar una interpretación propia de todo lo que dice. Es por esto que disfruté el leer a Cioran, ya que permite un pensamiento participativo a partir de sus aforismos, pero no impone ninguna dirección filosófica o religiosa para su entendimiento.
De igual manera, es importante tomar en cuenta la definición que nos proporciona del yo; si nos basamos en este libro como una representación escrita del yo de Cioran, se podría inferir que el yo (o bien la persona) es el conjunto de sus pensamientos, creencias y percepciones. En ningún momento define al yo como tal, ni pretende establecer doctrinas filosóficas o ideologías rígidas, sino más bien deja que los aforismos sean interpretados subjetivamente por cada lector que tenga. Es así que este texto nos obliga a analizar el significado de muchas cosas, entre ellas la intención del autor al escribir un libro como este.
Desarrollo:
3. En base a la obra, opino que se podría substraer un significado ético en particular; existe para cada individuo la necesidad de pensar, de formarse a partir de su propio criterio y de contemplar otras ideologías, valorándolas con plena apertura. Solamente así podrá elegir por si mismo el significado que más se adecue a sus creencias o pensamientos. Al leer la obra de Cioran, me vi obligado a suprimir cualquier juicio o interpretación subjetiva a mi punto de vista, adoptando enteramente la línea de pensamiento de cada aforismo que iba presentando el autor.
De cierta manera, esta perspectiva con la cual afronté el texto podría aplicar a la manera en la cual experimentamos al mundo: como un aspecto en sí, abierto a la interpretación o significación que le queramos dar, sin que esta lo modifique. Sin embargo, la clave esta en el pensar, el reflexionar por si mismo e intentar entender los fenómenos que se nos presentan. Retomando la ideología de Descartes, “no hay nada necesario en mi existencia, ya que es una existencia creada, contingente, pero debo existir desde el momento en que esto ocupado en mi pensamiento” (Morillo-Velarde, 2001), quise citar esta frase ya que en lo personal siento que tiene mucha relación con el existencialismo de Sartre que vimos en clase en la que mencionábamos que “la existencia precede a la esencia” en la cual nos construimos a través de nuestras elecciones al igual que Cioran que se construye a través de sus pensamientos . Si hay algo que logra este libro es hacer que el lector reflexione, piense e interprete aquellos aforismos que despliega de manera tan honesta. No pretende adaptarse a una corriente o manera de pensar, sino es por si misma una declaración del pensar y el reflexionar como tal.
Es por esto que Ese maldito yo es un descanso ante una serie de lecturas y libros objetivistas y difíciles de integrar en la propia percepción. Cioran nos permite dotar a su libro con el significado que sea; no pretende establecer ideologías imposibles de refutar o de convencernos acerca de la validez de sus pensamientos, simplemente expone reflexiones a través de aforismos variados. Sin embargo, es esta misma capacidad de subjetividad que le permite exponer su personalidad de la manera sincera. Frases como: “Esta mañana, tras haber oído a un astrónomo hablar de miles de millones de soles, he renunciado a asearme: ¿para qué seguir lavándose?” (Cioran, 2010) abarcan una infinitésima cantidad de temáticas pintadas con su sentido de humor oscuramente sarcástico, haciéndolo no sólo interesante para leer sino también de cierta forma divertido.
Por otro lado, Cioran nos hace retomar la idea que tenemos del yo; se convierte en algo mucho más subjetivo, mucho más voluble y susceptible al entorno y al cambio que implica. Todos los demás autores o filósofos que hablan acerca del yo buscan dar una definición concreta que englobe a toda una persona, pero este autor se enfoca más en la multidimensionalidad del yo y de la persona; somos un conjunto de pensamientos y vivencias, el yo no se puede catalogar bajo una mera definición rígida. sí
4. Por ejemplo, Kant procuró definir al yo como la unidad total de varias representaciones, desprovista del contenido. “Según Kant, no podemos tener representaciones ni, por tanto, conocimiento del mundo, si no reunimos esas representaciones en una conciencia…El yo no es exactamente nada más que un acto de la espontaneidad…Se puede decir, entonces, que Kant formula una concepción no substancialista y apriorista del yo” (Castañeda, Durán, & Hoyos, 2007). Kant de cierta manera se acerca a esta definición que postula Cioran de la persona, catalogándola como un conjunto de percepciones que forman la conciencia. Sin embargo, el autor no define a la persona como tal sino que nos facilita este entendimiento; nos lleva hacia un entendimiento natural y holístico de la persona a través de incontables aforismos que conforman sus percepciones o ideologías.
En alguna parte de Ese maldito yo, el autor afirma: “Yo soy diferente de todas mis sensaciones. No logro comprender cómo. No logro ni siquiera entender quién las experimenta. Y por cierto, ¿quién es ese yo del comienzo de mi proposición?” (Cioran, 2010). El autor mismo no se limita a una definición de la persona o del yo, sino se permite de cierta manera dialogar con si mismo a través de sus pensamientos, catalogados como aforismos en esta obra. Debido al carácter individual y personal que tiene el yo de cada quién, únicamente se podría decir que es un conjunto cambiante de pensamientos, estados y creencias. Nosotros nos podemos definir a partir de todo lo que pensamos, ya que es el pensamiento como tal el que impulsa acciones y decisiones, concretizando la existencia de un ideología que haya motivado todo desde un inicio.
Conclusión:
Considerando que para Cioran el problema del yo es la autodefinición del individuo en relación al mundo (buscando como fin el entender y conocerse), siento que este libro me ayudó a comprender como yo en realidad soy meramente el conjunto de mis pensamientos. Sean mis creencias, memorias, gustos, opiniones, interpretaciones o percepciones ante la vida, no hay otro individuo que comparta exactamente los mismos pensamientos que yo, lo cual me dota con la característica de ser “único”. Por lo mismo, conforme continúo recolectando experiencias y conocimientos que moldean mis pensamientos, voy cambiando como persona; puede que siga siendo el mismo, pero en una metamorfosis interna constante. Así siento que se escribió el libro Ese maldito yo; como un conjunto de reflexiones o aforismos libres, en cambio constante, como el pensamiento crudo de cada quién.
De igual manera, debo retomar el aspecto ético que pude interpretar a partir de este libro: lo más preciado que tiene el ser humano, y de las cosas que más importa en la vida es el pensar. No siempre debemos adoptar pensamientos que no concuerden con nuestra moral o con nuestras creencias (pero como aprendimos cuando reflexionábamos sobre el pensamiento crítico )debemos tener la apertura y la capacidad intelectual como
5. para poder situarnos desde distintas perspectivas y valorar los pensamientos por si mismos. “Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde” (Ecija Jiménez, 2014). Esta cita famosa, dicha por Francis Bacon, expresa una idea muy clara en su última afirmación: el que no osa pensar es un cobarde.
Hoy en día, entre el ajetreo cotidiano al cual todos nos encontramos sujetos, es muy fácil buscar información digerida o lecturas sencillas para llenar el tiempo. Sin embargo, siento que hemos perdido el valor del pensamiento, de la reflexión y del análisis. Especialmente como estudiantes, es nuestra labor rodearnos de textos, ideologías, filosofías y posturas variadas, con el fin de interpretarlas a su manera e integrarlas a nuestro propio conocimiento. Con autores como Emil Cioran, tenemos la oportunidad de hacer de algo sencillo algo maravilloso, relacionándolo en lo posible a nuestro propio contexto y rescatando los valores esenciales que se buscan promover. Al integrar estas experiencias y percepciones en nuestro pensamiento propio, estamos expandiendo nuestra capacidad de entendimiento y acrecentando la base con la cual nos podemos formar como personas.
Bibliografía
Cioran, E. (2010). Ese maldito yo. México: Tusquets Editores México, S.A. de C.V.
Castañeda, F., Durán, V., & Hoyos, L. E. (2007). Immanuel Kant: vigencia de la filosofía crítica. Bogotá: Siglo del Hombre Editores.
Morillo-Velarde, D. (2001). René Descartes. Madrid: Editorial Edaf.
Ecija Jiménez, F. (2014). Formados para pensar. Madrid: Lantia Publishing S.L. .