El documento explora el surgimiento de la fe en un solo Dios en contraste con las religiones politeístas de la antigüedad. Israel experimentó a Dios como un ser personal que los salvó y acompañó, lo que llevó a una visión monoteísta del mundo donde Dios es todopoderoso y libre, y los humanos tienen libertad para elegir entre el bien y el mal. Aunque Israel compartió algunas prácticas religiosas con sus vecinos, su comprensión de Dios y la vida era radicalmente distinta, promoviendo la justicia, igualdad