2. El experimento de la sífilis de
Tuskegee fue un estudio clínico
infame realizado entre 1932 y 1972
por el Servicio de Salud Pública de
los EE.UU. para estudiar la
progresión natural de la sífilis no
tratada en hombres afroamericanos
rurales que pensaban que estaban
recibiendo atención médica gratuita.
3. Consecuencias
Para el final del estudio, solo 74 de los
sujetos de experimentación continuaban con
vida, 28 de los hombres habían muerto
directamente a causa de la sífilis, 100
murieron por complicaciones derivadas de
ella, 40 de sus esposas fueron infectadas, y
19 niños nacieron aquejados de sífilis
congénita.
4. Después de detener la prueba, el Gobierno
de Estados Unidos empezó a indemnizar a los
participantes con pagos y tratamientos
médicos gratuitos. No admitió, sin embargo,
haber hecho nada malo hasta el 16 de mayo
de 1997, cuando el presidente Clinton pidió
perdón formalmente.
Este estudio ha predispuesto a muchos
afroamericanos a desconfiar de las
autoridades médicas e impulso la baja
participación de afroamericanos en estudios
clínicos y en programas de donación de
órganos.
5. Principios bioéticos violados
Se buscó una población
tan vulnerable como la
de negros indigentes y
enfermos, ofreciéndoles
además ciertas
ventajas como medio
de coacción.
Justicia
No administrar un
tratamiento indicado es
maleficente y puede
llegar a ser homicidio
por omisión.
No-
malefi
cencia
No se buscó
hacer un bien
a esta gente.
Benefi
cencia Al no haber obtenido su
consentimiento en base
a una información
adecuada y llevando a
cabo actuaciones bajo
engaño.
Autono
mía
6. Violaron la
libertad de la
vida de estos
hombres.
Defensa
de la
vida
física
Los médicos no
midieron su
libertad.
Libertad-
Responsa
bilidad
No
promovieron el
bien común.
Sociabili
dad-
Subsida
riedad
7. Esta práctica nos parece una total falta de
respeto y ética para con la sociedad, ya
que viola los principios de la bioética,
como, no tratar al hombre como tal sino
como objeto, no respetar la dignidad de
estas personas, discriminándolas por ser
negros. Sin saber que, ante los ojos de
Dios somos todos iguales.