El documento describe la crisis económica y política en Cuba a finales del siglo XIX que llevó a la guerra de independencia cubana contra España. La insurrección cubana comenzó en 1895 debido al empeoramiento de las condiciones de vida y la opresión española. Esto condujo a la guerra hispano-estadounidense en 1898 y al tratado de París que reconoció la independencia de Cuba y cedió Puerto Rico a EE. UU., marcando el fin del imperio colonial español. Esto tuvo graves consecuencias políticas, econó
3. La insurrección cubana
Tras la independencia de la mayor parte del imperio a inicios del siglo
XIX, sólo las islas de Cuba y Puerto Rico, y el archipiélago de Filipinas
continuaron formando parte de España.
Cuba y Puerto Rico basaban su economía en la agricultura de
exportación, esencialmente basada en el azúcar de caña y el tabaco, en la
que trabajaba mano de obra negra esclava. Eran unas colonias que
alcanzaron un importante desarrollo.
Años después, a principios de 1868 la situación de Cuba era
desesperada, fruto de la crisis económica mundial de aquel año. En las
ciudades y el campo los comercios cerraban, los dueños de los ingenios
azucareros pequeños, anticuados y basados en la mano de obra esclava no
podían competir con los modernos ingenios con máquinas de vapor.
4. Como la crisis afectó también a España, la metrópoli aumentó los
impuestos a los cubanos, con lo que la crisis de la isla se agudizó. Por
ello, entre otras cosas también, comenzó la insurrección de la isla de
Cuba.
El 24 de septiembre de 1895, con el grito de Bayre, comenzó la segunda
fase de la guerra de independencia cubana. El conflicto comenzó con el
levantamiento cubano, dirigido por José Martí que sublevo la parte más
antiespañola de Cuba.
Cánovas decidió enviar al General Martínez Campos para negociar y
detener la sublevación, pero al no conseguirlo, fue sustituido por el
general Valeriano Weyler, que propuso la formación de las
trochas, para dividir la isla en tres sectores aislados, dificultando así los
movimientos revolucionarios.
Mientras tanto norte América protestaba por la dura actitud de le
general Weyler y exigió la paz en la isla; pero era un trampa, puesto que
los Estados Unidos no solo tenían ese objetivo; sino que, aprovechando
la voladura del acorazado Maine (buque de guerra americano anclado
en la Habana), declararon la guerra a España.
5. Una vez comenzada la guerra, se creía mucho en las posibilidades de la
victoria ante una gran potencia como lo eran los Estados Unidos. Pero el
ataque de los norte americanos, fue arrasador.
La paz de este conflicto llegó en diciembre de 1898 con la firma del Tratado de
París por el que España reconocía la independencia de Cuba y cedía Puerto
rico. De esta forma se consumían las últimas posesiones del imperio americano
español. Esto provoco un descontento general y una honda crisis de conciencia
de toda la nación.
La principal causa que inició la Guerra de independencia de Cuba fue el
incumplimiento del convenio de Zanjón (1878), por el cual el general Martínez
Campos consiguió la calma de Cuba (que llevaba ya 10 años en guerra). Otra
de las consecuencias que llevó a Cuba a la independencia fue la mala
organización española, para absorber toda la producción de Cuba, como es el
azúcar y tabaco, además de no abastecer a la isla de manufacturas.
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7. Las consecuencias de
este desastre
Las consecuencias para España de la pérdida de sus colonias
fueron numerosas. Desde el punto de vista económico, quizá el
comercio no se viera demasiado afectado, salvo en algunos
sectores; ello se debía a que ya desde muchos años antes de la
independencia de Cuba, la actividad de intercambios era
prácticamente nula. Sin embargo, desde el punto de vista político,
se comienzan a ver cambios. Por un lado, una mayor crítica a la
oligarquía y al caciquismo, característicos del sistema de la
Restauración.
8. Además, comenzaron a
sonar con más fuerza los
movimientos
nacionalistas, tanto en
Cataluña como en las
provincias vascas, cuyas
economías sí se
resintieron por la
pérdida de las islas.
Sin embargo, donde más
repercutió el
denominado “Desastre
del 98” fue en el ámbito
cultural e intelectual.
La pérdida de las colonias dejó en evidencia las carencias españolas en el
ámbito internacional, lo que provocó un tremendo pesimismo entre
literatos y filósofos. Surge de este pensamiento la llamada “Generación del
98”, entre los que encontramos, entre otros, a Miguel de Unamuno, Pío
Baroja, Antonio Machado o Ramón María del Valle-Inclán. Todos dejan ver
en sus escritos ese espíritu crítico y pesimista, nacido de la toma de
conciencia de la situación real de España.
9. El regeneracionismo
Tras toda la guerra y las desastrosas consecuencias, llegó el
regeneracionismo: movimiento ideológico español que proponía
una serie de reformas políticas, económicas y sociales con la
intención de “regenerar” o “reformar "el país.
El regeneracionismo culpaba de la decadencia española a la
desorganización de la oligarquía y veía como única solución una
serie de cambios y reformas, como son, por ejemplo (entre otros):
• Reforma agraria
• Enseñanza educativa
• Apoyo a las clases campesinas y a la industria
• Descentralización administrativa.
Todo esto llevado a cabo por un gobierno autoritario.
10. El regeneracionismo también se define como corriente ideológica de
carácter reformista y modernista, relacionada con la burguesía media
disconforme con el Régimen de la Restauración, que tiene sus bases en la
tradición; o como movimiento espontáneo y poco coordinado que
comienza en torno a 1890 . Los más regeneracionistas proponen reformas
económicas, sociales y educativas desde una perspectiva política.
Consideraban que el problema de España estaba dentro de ella, es decir el
problema era la misma España.
11. "La realidad es ésta: la inmensa
mayoría del pueblo español está
abstenida, no interviene para
nada en la vida pública; de los
que quedan, eliminad las
muchedumbres
socialistas, anarquistas y
libertarias que están sobre el
horizonte, en el
firmamento, pero forman otra
constelación y nada tienen que
ver con este sistema
parlamentario. De los que
quedan restad las masas carlistas
y las masas republicanas de
mentalmente lo que os queda, subdividirlo entre fracciones gobernantes, y
todos los matices; id contando
decirme la fuerza verdadera que le queda en el país a cada una, la fuerza
que representa cada organismo gobernante, con su mayoría, con su voto
decisivo, con la acción y la dirección que ejerce en los negocios de la
nación. Ésta es la realidad, se pueden presenciar los hechos que estamos
viendo, las pruebas, a veces lamentables, a veces asombrosas, del absoluto
divorcio, de la falta de trato y comunicación entre el Gobierno y el
pueblo." (Discurso de Antonio Maura a Alfonso XII, en 1901)