La desnutrición es la enfermedad más común y principal causa de muerte en países en desarrollo, con causas como la pobreza o enfermedades. Puede ser primaria por carencia nutricional o secundaria por enfermedades subyacentes, y tiene efectos a corto y largo plazo como enfermedades, infecciones, retraso en el desarrollo e intelecto. La OMS prioriza su prevención.
2. La desnutrición en sus diversas formas es la más común de las enfermedades. Sus causas se deben en general a deficientes recursos económicos o a enfermedades que comprometen el buen estado nutricional. Es la principal causa de muerte en países en desarrollo. La prevención es una prioridad de la Organización Mundial de la Salud.
3. Hoy en día la desnutrición es aceptada como un factor común en la practica clínica que tiene como consecuencias un aumento en el tiempo de estancia hospitalaria, morbilidad y mortalidad en los pacientes hospitalizados, debido al alto riesgo de complicaciones como infecciones, flebitis, embolismo pulmonar, falla respiratoria, baja cicatrización de heridas y fístula que estos sufren. Como consecuencia, la estancia hospitalaria y los costos de la terapia se incrementan significativamente.
4. Los síntomas varían según el nutriente deficiente. La malnutrición calórico-proteica (o marasmo) durante la infancia afecta la maduración del sistema nervioso central. Sus consecuencias se manifiestan como retraso en el desarrollo mental y en la capacidad motora y de aprendizaje. Las deficiencias de vitaminas y minerales originan múltiples manifestaciones. Cuando no se ingieren cantidades adecuadas de proteínas o éstas no tienen alto valor biológico se altera el crecimiento y disminuye el rendimiento energético de los alimentos.
5. La desnutrición se denomina primaria cuando se produce por una carencia nutritiva y/o psico-afectiva, y secundaria cuando existe una enfermedad de fondo que la condiciona o la determina, independientemente de su situación socio-cultural; por ejemplo enfermedades genéticas, metabólicas, inmunológicas, malformaciones, que puedan afectar a cerebro, corazón, riñón, hígado, etc., y que secundariamente produzcan una desnutrición.
6. Es importante reconocer además que los efectos de la desnutrición se valoran a corto y largo plazo. En un primer momento aparecen enfermedades diarréicas, deshidratación, alteraciones hidroelectrolíticas, depresión de la inmunidad, infecciones, pérdida de peso, trastornos hematológicos, cardiorrespiratorios y renales. Más tardíamente aparecerán déficit de talla y disminución del cociente intelectual.