PINTURA DEL RENACIMIENTO EN ESPAÑA (SIGLO XVI).ppt
Filosofia Por Marianela Imaicela
1. Pseudo Dionisio Areopagita
.
Filósofo griego de finales del s. V o principios del s.
VI, conocido por sus obras neoplatónicas, atribuidas
a san Dionisio el Areopagita. Su filosofía tiene como
centro a Dios, al que concibe como superesencia
contenedora de todos los principios y cualidades:
ser, vida, valor y belleza.
Existen tres caminos para llegar a Él: una ciencia
positiva de Dios (elaborada a partir de lo existente
en el tiempo) y otra negativa (que elimina toda
atribución impropia de lo creado). La tercera vía es
la mística, por la que el hombre se identifica con el
Uno Absoluto
Con estilo original y vigoroso, escribió entre 480 y
530 una serie de tratados que la Edad Media veneró
casi como textos sagrados. Se ignora si incluso se
llamaría Dionisio.
Creó la teología negativa, según la cual no nos es
dado decir lo que Dios es, sino solamente lo que no
es. Esta doctrina ejerció una gran influencia en la
ascética y la mística cristiana,
El autor ocultó su verdadera identidad tras el
nombre de Dionisio, personaje histórico convertido
por San Pablo (y que fue el primer obispo de
Atenas), probablemente con el deseo de garantizar
el éxito y la difusión de sus obras.
Tenemos de él 4 tratados y 10 cartas que están en
relación estrecha con aquéllos. Los tratados son:
Sobre los nombres de Dios, donde se investiga la
esencia y los atributos divinos; Sobre la teología
mística, en que se trata de la unión del alma con
Dios; Sobre la jerarquía celestial, que versa sobre
los ángeles y su agrupación en tres tríadas con tres
coros cada una (la primera, está compuesta de
serafines, querubines y tronos; la segunda, de los
coros de las virtudes, dominaciones y potestades; la
última, de ángeles, arcángeles y principados);
2. Isidoro de Sevilla
.
Nació en Cartagena o en Sevilla (España), en el
año 556. Su padre llamado Severiano
probablemente era de una familia romana,
pero estaba emparentado con los reyes
visigodos.
Su obra más conocida es Etimología (hacia
634), monumental enciclopedia que refleja la
evolución del conocimiento desde la
antigüedad pagana y cristiana hasta el siglo
VII.
Su desarrollo intelectual y religioso fue tan
extraordinario que se considera el español que
más ha influenciado en el mundo, por el brillo
de su ciencia y el calor de su santidad.
Este texto, también llamado Orígenes y
dividido en veinte libros, tuvo enorme
influencia en las instituciones educativas del
Medioevo y fue impreso diez veces entre 1470
y 1529. Casi un siglo después de su muerte fue
declarado Doctor de la Iglesia por el papa
Inocencio XIII.
Isidoro de Sevilla fue un escritor muy prolífico
y un infatigable compilador y recopilador.
Compuso numerosos trabajos históricos y
litúrgicos, tratados de astronomía y geografía,
diálogos, enciclopedias, biografías de personas
ilustres, textos teológicos y eclesiásticos,
ensayos valorativos sobre el Antiguo y Nuevo
Testamento, y un diccionario de sinónimos.
En sus últimos seis meses de vida aumentó
tanto sus limosnas que los pobres llegaban de
todas partes a pedir y recibir ayuda. Antes de
morir distribuyó entre ellos todas sus
posesiones.
Cuando su muerte se acercaba, se hizo
trasladar a la Basílica de San Vicente para
pedir penitencia en una ceremonia
emocionante.
3. Beda el Venerable
.
(Jarrow, actual Reino Unido, h. 672 - id., 735)
Teólogo e historiador anglosajón. No se conocen
datos de su familia, pero se sabe que a la edad de
diecinueve años fue ordenado diácono en el
monasterio de Saint Paul, en Jarrow, y a los
treinta, sacerdote.
Beda compuso un tratado de ortografía, uno de
métrica y uno de retórica para la educación de los
monjes. Una muestra de sus amplios intereses es
el tratado Sobre la naturaleza donde recoge los
conocimentos de astronomía y cosmografía de la
antigüedad, y donde hace un primer ensayo de
geografia general
Escribió sobre filosofía, cronología, aritmética,
gramática, astronomía, música, siguiendo el
ejemplo de san Isidro. Pero san Beda es ante todo
un teólogo, de estilo sencillo
La más conocida de sus obras es la Historia
ecclesiastica gentis Anglorum, que incluye en
cinco tomos (cerca de 400 páginas)
la mayor parte de la producción literaria de Beda
la constituyen las exposiciones de la Sagrada
Escritura, ya sea en forma de comentarios
sistemáticos a muchos de los libros del Viejo y del
Nuevo Testamento, en la de disertaciones sobre
algunas cuestiones particulares
llegó a ser conocido como Beda el Venerable al
poco de morir, pero esto no fue tomado en
consideración por la Iglesia Católica para su
canonización. Su erudición e importancia para el
Catolicismo fueron reconocidas en 1899 cuando
fue declarado Doctor de la Iglesia reconociéndolo
como San Beda el Venerable.
4. San Juan Damasceno
.
Juan Damasceno nacido a mediados del siglo VII de
una familia árabe cristiana y muerto en el 749) es
considerado el último representante de la
patrología griega
San Juan Damasceno decía en sus escritos: "lo que
es un libro para los que saben leer, es una imagen
para los que no leen. Lo que se enseña con palabras
al oído, lo enseña una imagen a los ojos. Las
imágenes son el catecismo de los que no leen".
Dejó todos sus bienes, los repartió entre los pobres
y se fue de monje al monasterio de San Sabas,
cerca de Jerusalén, y allí se dedicó por completo a
leer y escribir.
Juan se dio cuenta de que Dios le había concedido
una facilidad especial para escribir para el pueblo
Su obra principal se titula Fuente del conocimiento.
La misma comienza con la Dialéctica (que contiene
las definiciones y los postulados) y prosigue con la
Física, la Moral y la Teología (que ocupa el lugar de
la filosofía primera)
En aquel tiempo un emperador de Constantinopla,
León el Isaúrico, dispuso prohibir el culto a las
imágenes, pero le respondió que no adoramos
imágenes, sino que las veneramos, lo cual es
totalmente distinto. Adorar es creer que una
imagen en un Dios que puede hacernos milagros.
Eso sí es pecado de idolatría.
Según Juan Damasceno, corresponde a la razón
explicar los fenómenos físicos (relámpagos y
truenos, por ejemplo). Por ello critica las
supersticiones, a las que considera fruto de la
ignorancia.
Dicen autores muy antiguos que el emperador León, por rabia contra San Juan Damasceno por lo
bien que escribía en favor de las imágenes, mandó a traición que le cortaran la mano derecha, con
la cual escribía. Pero el santo que era devotísimo de la Sma. Virgen, se encomendó a Ella con gran
fe y la Madre de Dios le curó la mano cortada.