SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 4
RECTIFICACION

 Hacía cinco años ya, que se había cerrado el caso, cinco largos años dudando entre la reali-dad y
su intuición de policía. Al principio pensó que por fin podría dormir tranquilo, sin pa-sar las
noches en vela dando vueltas en la cama, y así fue la primer semana,pero con el trans- currir de
los días se infiltraban en sus sueños , como en un caleidoscopio , imágenes que lo acosaban, en el
que cada una iba tomando su lugar, pieza por pieza , como un rompecabezas en el que lentamente
van encastrando las partes, para formar siempre la misma imagen en la que los rostros se
metamorfoseaban tomando el aspecto del mafioso.
 Se despertó sudando. No había dormido bien en días pero no le importaba, sabía que las pe-
sadillas habían terminado,esta vez para siempre. Después de unos dias comprendió lo que su
subconciente trataba de decirle , realmente ¿qué pruebas tenía de que él hubiera muerto?. Un
cuerpo carbonizado, sólo reconocible por los registros dentales y un anillo. Los registros po-dían
ser cambiados o de ser necesario,sobornar a alguien, no era dificil en esa época, con res- pecto al
anillo, sólo necesitaban colocárselo en la mano a algún pobre infeliz que sirviera pa-ra sus
nefastos propósitos.

 Todo había comenzado con una llamada anónima, que quedó registrada en la jefatura de po-licía
a las 17.30 hs del día 11 de Marzo de 1935. La voz sonaba distorsionada, cómo si ha-blara a
través de un pañuelo o algo parecido. Al principio,como toda llamada de procedencia
desconocida, fue asentada en los registros y no se le concedió mucha importancia, pero luego de
unas investigaciones y algunas charlas con los soplones habituales comenzó a tomar un cariz más
interesante. Al parecer el misterioso benefactor desconocido,sabía de lo que habla-ba. Y si tenía
razón, no era cuestión de perder el tiempo, el dato era para las 20 hs y se trata-ba de algo
realmente gordo.

 Cuando llegaron,sólo se veía un humo espeso subiendo en volutas hacia el cielo y las llamas
abarcándolo todo en una extraña y fascinate danza. Era demasiado tarde , se necesitaron cin-co
dotaciones de bomberos para controlar el incendio.
Si la llamada era cierta, alguien se había salido con la suya e intentaba borrar todo rastro posible.
Las reglas iban a cambiar, había un nuevo jefe en la "familia". No podía creer lo que escuchó,
aunque mirándolo bien tenía cierta lógica, era época de elecciones y el fiscal había presionado
mucho en los últimos meses y el "Capo di tutti capi" era el blanco de todas las in-vestigaciones,
si tomaba sopa, ellos sabían de que había sido, conocían los gustos de su a-mante mejor que él
mismo. Lo estaban acorralando y lo sabía,y eso a la mafia no le gustaba,
los otros jefes estaban preocupados, eso estaba estropeando sus negocios y se estaban po-niendo
intranquilos. Al parecer alguien había decidido cortar por lo sano y eliminar el pro-blema. Según
sus fuentes ya había habido un intento de homicidio contra éste, y su ejecutor ahora tenía un
contrato sobre su cabeza, por la que no hubiera dado dos centavos en ese mo-mento.
 Los únicos cuerpos que pudieron encontrar estaban muertos, con un disparo en la sien, al-guien
se encargó de eliminar a los testigos. En cuanto al pez gordo para cuando lo hallaron, estaba
frito, carbonizado para ser más exacto. Lo único reconocible era el anillo en su mano derecha,
una fina joya de oro con un rubí engarzado, símbolo de su estatus. De todas for-mas, todavía
tenían que comparar los registros dentales para estar seguros. Su ex dentista confirmó lo que
esperaban, a no cabían dudas, sin embargo para ellos esto recién empezaba. Aún debían hallar al
que había hecho esto y encerrarlo, a pesar de que con gusto le hubieran dado una medalla, pero
era su trabajo, seguían órdenes.
Pusieron a casi todos los efectivos en acción , querían atrapar al culpable, no quedó soplón sin
interrogar o sin ser sobornado, según fuera el caso.Con el tiempo lo cercaron y atraparon. Era un
pez mediano, obiamente no era el cerebro, sino un simple chivo expiatorio que pagara las culpas,
pero el comisionado quería un culpable, porque el alcalde lo presionaba, en reali-dad a ninguno
le importaba realmente,sólo era la opinión pública lo que contaba.Nunca con- siguieron atrapar a
nadie más, y el único detenido se ahorcó en su celda una semana más tar- de, en misteriosas
circunstancias, el guardia de turno fue despedido.
 Con el tiempo todo el asunto fue siendo olvidado y reemplazado por el escándalo de moda. Los
criminales no toman vacaciones y ellos no podían desperdiciar a sus mejores hombres en un caso
muerto, pronto también lo olvidaron. Bueno, todos menos uno. Él no desistiría hasta saber que
había ocurrido realmente. Siguió investigando por su cuenta por meses, años, cada posible pista,
cada hecho insignificante que pudiera relacionarse con el caso, lo investigaba minuciosamente.
Sólo tenía sospechas, nada en concreto. Por último, recurrió a las fuentes, el dentista no tardó
mucho en derrumbarse y confesó entre sollozos que él cambió los regis-tros dentales, qué más
podría haber hecho, por un lado le ofrecieron dos mil dólares, por el otro lo amenazaron con la
muerte.
 Podría haberlo denunciado, pero la confesión no había sido legal y cualquier abogaducho lo
hubiera sacado en horas, además sus superiores no hubieran visto con muy buenos ojos que
reabriera el caso y los hiciera quedar como verdaderos incompetentes, lo cual es lo que pa-saría.
Obviamente tendría que actuar por su cuenta, cosa que en verdad no le disgustaba mu-cho,
siempre había sido un solitario.
  Lo más gracioso, si así podía decírsele, era que no lo descubrió por todos los soplones que
interrogó, ni por los favores que cobró, fue la casualidad o tal vez la causalidad, la que hizo que
lo viera en uno de los suburbios más alejados y pacíficos de la ciudad,mientras conducía su auto.
Sólo se detuvo unos segundos, los suficientes para asegurarse. Estaba más avejen-tado y se había
dejado crecer la barba, pero era él sin ninguna duda.El resto fue fácil, estudió sus movimientos
por semanas hasta saberse su rutina de memoria y entonces se decidió a ac-tuar, era ahora o
nunca.
 Lo estuvo esperando durante dos horas al menos, pero sabía que pasaría por allí, siempre lo
hacía, era un animal de costumbres, demasiado viejo para cambiar, igual que él. La lucha no fue
muy larga, un pañuelo con cloroformo había decidido el resultado antes de que se le pu-diera
llamar un combate. Lo arrastró a su auto, escondido detrás de los setos de la esquina, la oscuridad
reinante fue su cómplice.Le costó bastante trabajo llevarlo a pesar de que sólo eran unos metros -
me estoy poniéndo viejo- , pensó. De ahí fue fácil , conducir a su casa hasta el garage, donde ya
tenía todo preparado. Por las dudas amarró al cuerpo, no quería que le die-ra problemas, a pesar
que el efecto del nárcótico debía durar otros quince minutos. Ya tenía todo preparado, en realidad
lo único que necesitaba era una manguera conectada al tubo de escape del auto y los seguros
puestos. Por supuesto el huesped estaba cómodamente insta-lado dentro del auto con todas las
ventanillas cerradas, no fuera a pasar frío, él estaba acos-tumbrado al calor. Todo el trámite no
debe haber durado más de diez o quince minutos, no estaba seguro, después de todo era la
primera vez que lo hacía. Bueno, ya tenía el cadaver, y ahora qué, ¡ah!, por supuesto, nadie
hubiera creído que murió quemado y menos hace cinco años, debía corregir eso, por suerte, ya lo
había previsto.
 Lo llevaría a las afueras , lo cargó en el auto y encendió el motor. Ya tenía planeado donde
hacerlo.Como esperaba, no había nadie en los alrededores. Tenía un bidón de querosene pre-
parado en el automóbil, roció el cuerpo y prendió un fósforo. Se quedó contemplándolo hasta que
casi se había consumido y entonces lo arrojó. El fuego fue instantáneo.
El olor a carne quemada comenzó a llenar el ambiente. De pronto comenzó a sentirse enfer-mo,
vomitó detrás de unos arbustos, ya se sentía mejor. El cuerpo seguía ardiendo, como una pira
funeraria en la que honraban antiguos guerreros sólo que no era ninguna de las dos co-sas,
pensándolo bien se parecía más a la época de la peste negra, cuando quemaban a los ca-dáveres
para que no contaminaran al resto de la población.

 Ya no había marcha atrás y lo sabía, pero no se arrepentía de lo que había hecho. Hubiera
querido que fuera de otra manera, pero no le quedaba otra opción, no podía permitirle que se
saliera con la suya. A veces uno debe pasar por encima de la ley para hacer justicia, siempre y
cuando ningún inocente sufra.

Ya solo quedaba un cuerpo carbonizado, irreconocible. Nada en él hacía pensar que hubiera sido
un jefe criminal, temido por todos. La muerte iguala a todos, ricos y pobres, jóvenes y viejos.
Sólo quedaba regresar a la casa y borrar todo rastro posible del fuego, lo cual no era tan difícil,
ya que había levantado un gran pan de tierra para así poder quemarlo y luego vol-ver a cubrirlo,
quedarían rastros, pero con el tiempo desaparecerían y de todas formas no era tan extraño que los
vagabundos hicieran un fuego para calentarse o para cocinar su comida.

 La vuelta fue mucho más rapida, al menos así le pareció. El cadáver o lo que quedó de él viajó
en el baúl del auto. No hubo contratiempos que dificultaran las cosas. Ya estaba en casa. La tina
estaba llena de ácido, sólo restaba sumergir allí el cuerpo unos instantes y el quedaría limpio. Se
pusó los guantes y lo sumergió, quedó completamente blanco, sólo tuvo que usar un palo y la
bañera quedó vacía, sabía que no era lo mismo que el otro cadáver, pe-ro no veía el motivo para
que este fuera examinado por un patólogo forense, ya que lo que se proponía no tenía porque
llamar demasiado la atención. Lo haría, pero de la forma que él quería, no de una que pudiera
ponerlos sobre la pista.

 Esa noche estuvo realmente ocupado, no se durmió hasta el amanecer, pero esta vez sus sue-ños
fueron pacíficos y placenteros, nunca estuvo tan cansado y nunca se sintió tan satisecho de sí
mismo.

 La mañana siguiente la noticia estaba en todos los periódicos " TUMBA DE GANGSTER
PROFANADA, SE DESCONOCE A LOS RESPONSABLES". El artículo seguía amplian-do la
información, el cuidador del cementerio lo descubrió esa misma mañana cuando pasea-ba por las
tumbas, cuidando de que todo estuviera bien. La tierra había sido removida y el ataúd abierto, si
bien lo habían dejado con la tapa cerrada. Al examinarlo, lo encontraron en perfecto estado, tanto
como puede estarlo un muerto, y aún tenía el anillo con el que lo sepul-taron. Seguramente algo
o alguien los asustó y no pudieron llevar a cabo su propósito. De to-das maneras, se dió aviso a la
policía,y sólo por la importancia que había tenido el difunto se le dió trascendencia al asunto.

 Lógicamente el caso le fue asignado, quién sino él era el indicado para investigar. No había
nadie que supiera más sobre el muerto, si había algún motivo oculto relacionado con sus an-
tiguos socios o con su pasado delictivo, lo descubriría. Prometió no dejar piedra sin remover, sin
embargo en su interior él sabía que nunca atraparía al criminal.
 El cuerpo lo había enterrado en las afueras de la ciudad, en un descampado a un metro bajo
tierra. Dificilmente alguien lo encontraría y si lo hicieran, dudaba mucho que alguna vez lo
pudieran identificar, de hecho ni él mismo sabía quien era, seguramente terminaría clasifica-do
como un N.N y su caso cerrado por falta de pruebas, lo sabía bien, era su trabajo.
Sólo podía tener problemas por dos lados diferentes, uno era que el dentista sospechara la verdad
o al menos que vislumbrara parte de ella, algo que en realidad no importaba mucho porque para
perjudicarlo a él debería decir la verdad, lo cual significaba ponerse en el banquillo de los
acusados y una nada placentera estadía en la prisión y eso no iba con su carácter cobarde. La otra
era más peligrosa,por cuanto involucraba una "Vendetta" de parte de la mafia, y ellos no
recurrían a la ley , les gustaba resolver las cosas a su manera. Afortu-nadamente no tenía nada
que temer, los partidarios del mafioso asesinado estaban demasiado debilitados en su lucha
tratando de sobrevivir , como para ocuparse de él , mien-tras que sus antiguos socios
consideraban que las cosas se encontraban muy bien así y no veían por qué modificarlas,
especialmente si eso significaba sacudir el avispero cuando re-
cién se estaban reorganizando, sólo para castigar su muerte por la estúpida venganza perso-nal
de un policía.

 Las primeras semanas el hecho estaba en todos los titulares de los períodicos. Con el paso del
tiempo y la ausencia de adelantos en el caso el suceso fue siendo relegado hasta conver-tirse en
un pequeño artículo perdido en algunas de las páginas finales de los diarios sensa-cionalistas.
 Para la policía se había vuelto un asunto personal, una cuestión de orgullo. Y cuando se vie-ron
obligados a dar por cerrado el caso por presiones políticas, se estaban poniendo en ridí-culo y
gastaban dinero de los contribuyentes en algo sin importancia, a todos les quedó un amargo gusto
a derrota en la boca, bueno, a todos menos a uno. La venganza era el placer de los dioses, no
cabía duda, él la estaba saboreando. Por fin su sentido del orden estaba satis-fecho.
 Se habia hecho justicia y él sabía que no tenía nada que temer. Porque , después de todo,
quién podría acusarlo de haber matado a un muerto.

Mais conteúdo relacionado

Mais procurados (17)

16453107 crimen
16453107 crimen16453107 crimen
16453107 crimen
 
La caja de pandora elizabeth gage
La caja de pandora   elizabeth gageLa caja de pandora   elizabeth gage
La caja de pandora elizabeth gage
 
Punto de partida de Patricia Cornewell
Punto de partida de Patricia CornewellPunto de partida de Patricia Cornewell
Punto de partida de Patricia Cornewell
 
Cuento de español
Cuento de españolCuento de español
Cuento de español
 
Mas situaciones chuscas
Mas situaciones chuscasMas situaciones chuscas
Mas situaciones chuscas
 
427511445-01-PAPELUCHO-pdf.pdf
427511445-01-PAPELUCHO-pdf.pdf427511445-01-PAPELUCHO-pdf.pdf
427511445-01-PAPELUCHO-pdf.pdf
 
A de adulterio sue grafton
A de adulterio sue graftonA de adulterio sue grafton
A de adulterio sue grafton
 
Hoja previa
Hoja previaHoja previa
Hoja previa
 
Sintesis 2 el hombre que calculaba
Sintesis 2 el hombre que calculabaSintesis 2 el hombre que calculaba
Sintesis 2 el hombre que calculaba
 
Vladimir implacable
Vladimir implacableVladimir implacable
Vladimir implacable
 
La Atalaya
La AtalayaLa Atalaya
La Atalaya
 
La Atalaya
La AtalayaLa Atalaya
La Atalaya
 
La atalaya
La atalayaLa atalaya
La atalaya
 
"El crimen casi perfecto" de Roberto Arlt
"El crimen casi perfecto" de Roberto Arlt"El crimen casi perfecto" de Roberto Arlt
"El crimen casi perfecto" de Roberto Arlt
 
Novela
NovelaNovela
Novela
 
Cuentos de Varro
Cuentos de VarroCuentos de Varro
Cuentos de Varro
 
Resumen el esclavo
Resumen el esclavoResumen el esclavo
Resumen el esclavo
 

Semelhante a 16453124 crimen2

211 240 - st-flash
211 240 - st-flash211 240 - st-flash
211 240 - st-flashDonGilgamesh
 
El Truhán virtual 1.9
El Truhán virtual 1.9El Truhán virtual 1.9
El Truhán virtual 1.9ElTruhnFanzine
 
Jack el destripador. la leyenda continúa
Jack el destripador. la leyenda continúa Jack el destripador. la leyenda continúa
Jack el destripador. la leyenda continúa Nibia Hernendez
 
Todos los cuentos - Gabriel García Márquez.pdf
Todos los cuentos - Gabriel García Márquez.pdfTodos los cuentos - Gabriel García Márquez.pdf
Todos los cuentos - Gabriel García Márquez.pdfGABRIELAMILENKAABANT
 
Lecturas complementarias de 7º año 8º año mayo (autoguardado)
Lecturas complementarias de 7º año  8º año mayo (autoguardado)Lecturas complementarias de 7º año  8º año mayo (autoguardado)
Lecturas complementarias de 7º año 8º año mayo (autoguardado)Ivonne Tabilo
 
Crónica del caso moretti
Crónica del caso morettiCrónica del caso moretti
Crónica del caso morettijuanizelaya96
 
331 360 - st-flash
331 360 - st-flash331 360 - st-flash
331 360 - st-flashDonGilgamesh
 
10428 actividad 2._habilidades_lectoras
10428 actividad 2._habilidades_lectoras10428 actividad 2._habilidades_lectoras
10428 actividad 2._habilidades_lectorasJesus Chavez
 
El hijo de la justicia capitulo 3 la mecedora embrujada
El hijo de la justicia capitulo 3 la mecedora embrujadaEl hijo de la justicia capitulo 3 la mecedora embrujada
El hijo de la justicia capitulo 3 la mecedora embrujadacorreo correo
 
Adelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca Fitzpatrick
Adelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca FitzpatrickAdelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca Fitzpatrick
Adelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca FitzpatrickHush Hush Perú ClubOficial
 
Los muertos vuelven a casa
Los muertos vuelven a casaLos muertos vuelven a casa
Los muertos vuelven a casaadyesp
 
Inmerso en el Multiverso
Inmerso en el MultiversoInmerso en el Multiverso
Inmerso en el MultiversoBriant Bugueño
 

Semelhante a 16453124 crimen2 (20)

EL ECO
EL ECOEL ECO
EL ECO
 
211 240 - st-flash
211 240 - st-flash211 240 - st-flash
211 240 - st-flash
 
El Truhán virtual 1.9
El Truhán virtual 1.9El Truhán virtual 1.9
El Truhán virtual 1.9
 
Jack el destripador. la leyenda continúa
Jack el destripador. la leyenda continúa Jack el destripador. la leyenda continúa
Jack el destripador. la leyenda continúa
 
El hombre-del-labio-retorcido
El hombre-del-labio-retorcidoEl hombre-del-labio-retorcido
El hombre-del-labio-retorcido
 
Todos los cuentos - Gabriel García Márquez.pdf
Todos los cuentos - Gabriel García Márquez.pdfTodos los cuentos - Gabriel García Márquez.pdf
Todos los cuentos - Gabriel García Márquez.pdf
 
Struéndalll
StruéndalllStruéndalll
Struéndalll
 
16453145 crimen3
16453145 crimen316453145 crimen3
16453145 crimen3
 
Lecturas complementarias de 7º año 8º año mayo (autoguardado)
Lecturas complementarias de 7º año  8º año mayo (autoguardado)Lecturas complementarias de 7º año  8º año mayo (autoguardado)
Lecturas complementarias de 7º año 8º año mayo (autoguardado)
 
Crónica del caso moretti
Crónica del caso morettiCrónica del caso moretti
Crónica del caso moretti
 
331 360 - st-flash
331 360 - st-flash331 360 - st-flash
331 360 - st-flash
 
10428 actividad 2._habilidades_lectoras
10428 actividad 2._habilidades_lectoras10428 actividad 2._habilidades_lectoras
10428 actividad 2._habilidades_lectoras
 
El hijo de la justicia capitulo 3 la mecedora embrujada
El hijo de la justicia capitulo 3 la mecedora embrujadaEl hijo de la justicia capitulo 3 la mecedora embrujada
El hijo de la justicia capitulo 3 la mecedora embrujada
 
Adelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca Fitzpatrick
Adelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca FitzpatrickAdelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca Fitzpatrick
Adelanto EXCLUSIVO Dangerous Lies de Becca Fitzpatrick
 
Los muertos vuelven a casa
Los muertos vuelven a casaLos muertos vuelven a casa
Los muertos vuelven a casa
 
Inmerso en el Multiverso
Inmerso en el MultiversoInmerso en el Multiverso
Inmerso en el Multiverso
 
La espera j. l. borges
La espera  j. l. borgesLa espera  j. l. borges
La espera j. l. borges
 
El angel negro
El angel negroEl angel negro
El angel negro
 
L A B E S T I A
L A B E S T I AL A B E S T I A
L A B E S T I A
 
Arthur conan doyle sherlock holmes
Arthur conan doyle   sherlock holmesArthur conan doyle   sherlock holmes
Arthur conan doyle sherlock holmes
 

Mais de Marcos Daniel Gonzalez

El cuervo, mensajero de los dioses. Dador de vida y muerte
El cuervo, mensajero de los dioses. Dador de vida y muerteEl cuervo, mensajero de los dioses. Dador de vida y muerte
El cuervo, mensajero de los dioses. Dador de vida y muerteMarcos Daniel Gonzalez
 
Existencia de la rueda en america precolombina
Existencia de la rueda en america precolombinaExistencia de la rueda en america precolombina
Existencia de la rueda en america precolombinaMarcos Daniel Gonzalez
 
El engaño como medio de justicia o, como llegar a la redención a través del p...
El engaño como medio de justicia o, como llegar a la redención a través del p...El engaño como medio de justicia o, como llegar a la redención a través del p...
El engaño como medio de justicia o, como llegar a la redención a través del p...Marcos Daniel Gonzalez
 
Cuestionario para-la-medicion-del-desempeno-de-un-empleado-en-una-organizacion
Cuestionario para-la-medicion-del-desempeno-de-un-empleado-en-una-organizacionCuestionario para-la-medicion-del-desempeno-de-un-empleado-en-una-organizacion
Cuestionario para-la-medicion-del-desempeno-de-un-empleado-en-una-organizacionMarcos Daniel Gonzalez
 
74655750 receta-de-supremas-rellenas-con-salsa-de-champignones-y-acompanadas-...
74655750 receta-de-supremas-rellenas-con-salsa-de-champignones-y-acompanadas-...74655750 receta-de-supremas-rellenas-con-salsa-de-champignones-y-acompanadas-...
74655750 receta-de-supremas-rellenas-con-salsa-de-champignones-y-acompanadas-...Marcos Daniel Gonzalez
 
17021501 pensamiento-lateral-y-acertijos
17021501 pensamiento-lateral-y-acertijos17021501 pensamiento-lateral-y-acertijos
17021501 pensamiento-lateral-y-acertijosMarcos Daniel Gonzalez
 
16453088 diccionario-de-la-risa-frases-que-matan-de-risa
16453088 diccionario-de-la-risa-frases-que-matan-de-risa16453088 diccionario-de-la-risa-frases-que-matan-de-risa
16453088 diccionario-de-la-risa-frases-que-matan-de-risaMarcos Daniel Gonzalez
 

Mais de Marcos Daniel Gonzalez (13)

Tipos de ciencia ficción
Tipos de ciencia ficciónTipos de ciencia ficción
Tipos de ciencia ficción
 
El cuervo, mensajero de los dioses. Dador de vida y muerte
El cuervo, mensajero de los dioses. Dador de vida y muerteEl cuervo, mensajero de los dioses. Dador de vida y muerte
El cuervo, mensajero de los dioses. Dador de vida y muerte
 
Existencia de la rueda en america precolombina
Existencia de la rueda en america precolombinaExistencia de la rueda en america precolombina
Existencia de la rueda en america precolombina
 
La maquina de hacer llover argentina
La maquina de hacer llover argentinaLa maquina de hacer llover argentina
La maquina de hacer llover argentina
 
El engaño como medio de justicia o, como llegar a la redención a través del p...
El engaño como medio de justicia o, como llegar a la redención a través del p...El engaño como medio de justicia o, como llegar a la redención a través del p...
El engaño como medio de justicia o, como llegar a la redención a través del p...
 
Cuestionario para-la-medicion-del-desempeno-de-un-empleado-en-una-organizacion
Cuestionario para-la-medicion-del-desempeno-de-un-empleado-en-una-organizacionCuestionario para-la-medicion-del-desempeno-de-un-empleado-en-una-organizacion
Cuestionario para-la-medicion-del-desempeno-de-un-empleado-en-una-organizacion
 
70940637 la-anti-gravedad
70940637 la-anti-gravedad70940637 la-anti-gravedad
70940637 la-anti-gravedad
 
74655750 receta-de-supremas-rellenas-con-salsa-de-champignones-y-acompanadas-...
74655750 receta-de-supremas-rellenas-con-salsa-de-champignones-y-acompanadas-...74655750 receta-de-supremas-rellenas-con-salsa-de-champignones-y-acompanadas-...
74655750 receta-de-supremas-rellenas-con-salsa-de-champignones-y-acompanadas-...
 
17021551 acertijos
17021551 acertijos17021551 acertijos
17021551 acertijos
 
17021517 enigmas
17021517 enigmas17021517 enigmas
17021517 enigmas
 
17021501 pensamiento-lateral-y-acertijos
17021501 pensamiento-lateral-y-acertijos17021501 pensamiento-lateral-y-acertijos
17021501 pensamiento-lateral-y-acertijos
 
17021537 chistes
17021537 chistes17021537 chistes
17021537 chistes
 
16453088 diccionario-de-la-risa-frases-que-matan-de-risa
16453088 diccionario-de-la-risa-frases-que-matan-de-risa16453088 diccionario-de-la-risa-frases-que-matan-de-risa
16453088 diccionario-de-la-risa-frases-que-matan-de-risa
 

16453124 crimen2

  • 1. RECTIFICACION Hacía cinco años ya, que se había cerrado el caso, cinco largos años dudando entre la reali-dad y su intuición de policía. Al principio pensó que por fin podría dormir tranquilo, sin pa-sar las noches en vela dando vueltas en la cama, y así fue la primer semana,pero con el trans- currir de los días se infiltraban en sus sueños , como en un caleidoscopio , imágenes que lo acosaban, en el que cada una iba tomando su lugar, pieza por pieza , como un rompecabezas en el que lentamente van encastrando las partes, para formar siempre la misma imagen en la que los rostros se metamorfoseaban tomando el aspecto del mafioso. Se despertó sudando. No había dormido bien en días pero no le importaba, sabía que las pe- sadillas habían terminado,esta vez para siempre. Después de unos dias comprendió lo que su subconciente trataba de decirle , realmente ¿qué pruebas tenía de que él hubiera muerto?. Un cuerpo carbonizado, sólo reconocible por los registros dentales y un anillo. Los registros po-dían ser cambiados o de ser necesario,sobornar a alguien, no era dificil en esa época, con res- pecto al anillo, sólo necesitaban colocárselo en la mano a algún pobre infeliz que sirviera pa-ra sus nefastos propósitos. Todo había comenzado con una llamada anónima, que quedó registrada en la jefatura de po-licía a las 17.30 hs del día 11 de Marzo de 1935. La voz sonaba distorsionada, cómo si ha-blara a través de un pañuelo o algo parecido. Al principio,como toda llamada de procedencia desconocida, fue asentada en los registros y no se le concedió mucha importancia, pero luego de unas investigaciones y algunas charlas con los soplones habituales comenzó a tomar un cariz más interesante. Al parecer el misterioso benefactor desconocido,sabía de lo que habla-ba. Y si tenía razón, no era cuestión de perder el tiempo, el dato era para las 20 hs y se trata-ba de algo realmente gordo. Cuando llegaron,sólo se veía un humo espeso subiendo en volutas hacia el cielo y las llamas abarcándolo todo en una extraña y fascinate danza. Era demasiado tarde , se necesitaron cin-co dotaciones de bomberos para controlar el incendio. Si la llamada era cierta, alguien se había salido con la suya e intentaba borrar todo rastro posible. Las reglas iban a cambiar, había un nuevo jefe en la "familia". No podía creer lo que escuchó, aunque mirándolo bien tenía cierta lógica, era época de elecciones y el fiscal había presionado mucho en los últimos meses y el "Capo di tutti capi" era el blanco de todas las in-vestigaciones, si tomaba sopa, ellos sabían de que había sido, conocían los gustos de su a-mante mejor que él mismo. Lo estaban acorralando y lo sabía,y eso a la mafia no le gustaba, los otros jefes estaban preocupados, eso estaba estropeando sus negocios y se estaban po-niendo intranquilos. Al parecer alguien había decidido cortar por lo sano y eliminar el pro-blema. Según sus fuentes ya había habido un intento de homicidio contra éste, y su ejecutor ahora tenía un contrato sobre su cabeza, por la que no hubiera dado dos centavos en ese mo-mento. Los únicos cuerpos que pudieron encontrar estaban muertos, con un disparo en la sien, al-guien se encargó de eliminar a los testigos. En cuanto al pez gordo para cuando lo hallaron, estaba frito, carbonizado para ser más exacto. Lo único reconocible era el anillo en su mano derecha, una fina joya de oro con un rubí engarzado, símbolo de su estatus. De todas for-mas, todavía tenían que comparar los registros dentales para estar seguros. Su ex dentista confirmó lo que esperaban, a no cabían dudas, sin embargo para ellos esto recién empezaba. Aún debían hallar al que había hecho esto y encerrarlo, a pesar de que con gusto le hubieran dado una medalla, pero era su trabajo, seguían órdenes.
  • 2. Pusieron a casi todos los efectivos en acción , querían atrapar al culpable, no quedó soplón sin interrogar o sin ser sobornado, según fuera el caso.Con el tiempo lo cercaron y atraparon. Era un pez mediano, obiamente no era el cerebro, sino un simple chivo expiatorio que pagara las culpas, pero el comisionado quería un culpable, porque el alcalde lo presionaba, en reali-dad a ninguno le importaba realmente,sólo era la opinión pública lo que contaba.Nunca con- siguieron atrapar a nadie más, y el único detenido se ahorcó en su celda una semana más tar- de, en misteriosas circunstancias, el guardia de turno fue despedido. Con el tiempo todo el asunto fue siendo olvidado y reemplazado por el escándalo de moda. Los criminales no toman vacaciones y ellos no podían desperdiciar a sus mejores hombres en un caso muerto, pronto también lo olvidaron. Bueno, todos menos uno. Él no desistiría hasta saber que había ocurrido realmente. Siguió investigando por su cuenta por meses, años, cada posible pista, cada hecho insignificante que pudiera relacionarse con el caso, lo investigaba minuciosamente. Sólo tenía sospechas, nada en concreto. Por último, recurrió a las fuentes, el dentista no tardó mucho en derrumbarse y confesó entre sollozos que él cambió los regis-tros dentales, qué más podría haber hecho, por un lado le ofrecieron dos mil dólares, por el otro lo amenazaron con la muerte. Podría haberlo denunciado, pero la confesión no había sido legal y cualquier abogaducho lo hubiera sacado en horas, además sus superiores no hubieran visto con muy buenos ojos que reabriera el caso y los hiciera quedar como verdaderos incompetentes, lo cual es lo que pa-saría. Obviamente tendría que actuar por su cuenta, cosa que en verdad no le disgustaba mu-cho, siempre había sido un solitario. Lo más gracioso, si así podía decírsele, era que no lo descubrió por todos los soplones que interrogó, ni por los favores que cobró, fue la casualidad o tal vez la causalidad, la que hizo que lo viera en uno de los suburbios más alejados y pacíficos de la ciudad,mientras conducía su auto. Sólo se detuvo unos segundos, los suficientes para asegurarse. Estaba más avejen-tado y se había dejado crecer la barba, pero era él sin ninguna duda.El resto fue fácil, estudió sus movimientos por semanas hasta saberse su rutina de memoria y entonces se decidió a ac-tuar, era ahora o nunca. Lo estuvo esperando durante dos horas al menos, pero sabía que pasaría por allí, siempre lo hacía, era un animal de costumbres, demasiado viejo para cambiar, igual que él. La lucha no fue muy larga, un pañuelo con cloroformo había decidido el resultado antes de que se le pu-diera llamar un combate. Lo arrastró a su auto, escondido detrás de los setos de la esquina, la oscuridad reinante fue su cómplice.Le costó bastante trabajo llevarlo a pesar de que sólo eran unos metros - me estoy poniéndo viejo- , pensó. De ahí fue fácil , conducir a su casa hasta el garage, donde ya tenía todo preparado. Por las dudas amarró al cuerpo, no quería que le die-ra problemas, a pesar que el efecto del nárcótico debía durar otros quince minutos. Ya tenía todo preparado, en realidad lo único que necesitaba era una manguera conectada al tubo de escape del auto y los seguros puestos. Por supuesto el huesped estaba cómodamente insta-lado dentro del auto con todas las ventanillas cerradas, no fuera a pasar frío, él estaba acos-tumbrado al calor. Todo el trámite no debe haber durado más de diez o quince minutos, no estaba seguro, después de todo era la primera vez que lo hacía. Bueno, ya tenía el cadaver, y ahora qué, ¡ah!, por supuesto, nadie hubiera creído que murió quemado y menos hace cinco años, debía corregir eso, por suerte, ya lo había previsto. Lo llevaría a las afueras , lo cargó en el auto y encendió el motor. Ya tenía planeado donde hacerlo.Como esperaba, no había nadie en los alrededores. Tenía un bidón de querosene pre- parado en el automóbil, roció el cuerpo y prendió un fósforo. Se quedó contemplándolo hasta que casi se había consumido y entonces lo arrojó. El fuego fue instantáneo.
  • 3. El olor a carne quemada comenzó a llenar el ambiente. De pronto comenzó a sentirse enfer-mo, vomitó detrás de unos arbustos, ya se sentía mejor. El cuerpo seguía ardiendo, como una pira funeraria en la que honraban antiguos guerreros sólo que no era ninguna de las dos co-sas, pensándolo bien se parecía más a la época de la peste negra, cuando quemaban a los ca-dáveres para que no contaminaran al resto de la población. Ya no había marcha atrás y lo sabía, pero no se arrepentía de lo que había hecho. Hubiera querido que fuera de otra manera, pero no le quedaba otra opción, no podía permitirle que se saliera con la suya. A veces uno debe pasar por encima de la ley para hacer justicia, siempre y cuando ningún inocente sufra. Ya solo quedaba un cuerpo carbonizado, irreconocible. Nada en él hacía pensar que hubiera sido un jefe criminal, temido por todos. La muerte iguala a todos, ricos y pobres, jóvenes y viejos. Sólo quedaba regresar a la casa y borrar todo rastro posible del fuego, lo cual no era tan difícil, ya que había levantado un gran pan de tierra para así poder quemarlo y luego vol-ver a cubrirlo, quedarían rastros, pero con el tiempo desaparecerían y de todas formas no era tan extraño que los vagabundos hicieran un fuego para calentarse o para cocinar su comida. La vuelta fue mucho más rapida, al menos así le pareció. El cadáver o lo que quedó de él viajó en el baúl del auto. No hubo contratiempos que dificultaran las cosas. Ya estaba en casa. La tina estaba llena de ácido, sólo restaba sumergir allí el cuerpo unos instantes y el quedaría limpio. Se pusó los guantes y lo sumergió, quedó completamente blanco, sólo tuvo que usar un palo y la bañera quedó vacía, sabía que no era lo mismo que el otro cadáver, pe-ro no veía el motivo para que este fuera examinado por un patólogo forense, ya que lo que se proponía no tenía porque llamar demasiado la atención. Lo haría, pero de la forma que él quería, no de una que pudiera ponerlos sobre la pista. Esa noche estuvo realmente ocupado, no se durmió hasta el amanecer, pero esta vez sus sue-ños fueron pacíficos y placenteros, nunca estuvo tan cansado y nunca se sintió tan satisecho de sí mismo. La mañana siguiente la noticia estaba en todos los periódicos " TUMBA DE GANGSTER PROFANADA, SE DESCONOCE A LOS RESPONSABLES". El artículo seguía amplian-do la información, el cuidador del cementerio lo descubrió esa misma mañana cuando pasea-ba por las tumbas, cuidando de que todo estuviera bien. La tierra había sido removida y el ataúd abierto, si bien lo habían dejado con la tapa cerrada. Al examinarlo, lo encontraron en perfecto estado, tanto como puede estarlo un muerto, y aún tenía el anillo con el que lo sepul-taron. Seguramente algo o alguien los asustó y no pudieron llevar a cabo su propósito. De to-das maneras, se dió aviso a la policía,y sólo por la importancia que había tenido el difunto se le dió trascendencia al asunto. Lógicamente el caso le fue asignado, quién sino él era el indicado para investigar. No había nadie que supiera más sobre el muerto, si había algún motivo oculto relacionado con sus an- tiguos socios o con su pasado delictivo, lo descubriría. Prometió no dejar piedra sin remover, sin embargo en su interior él sabía que nunca atraparía al criminal. El cuerpo lo había enterrado en las afueras de la ciudad, en un descampado a un metro bajo tierra. Dificilmente alguien lo encontraría y si lo hicieran, dudaba mucho que alguna vez lo pudieran identificar, de hecho ni él mismo sabía quien era, seguramente terminaría clasifica-do como un N.N y su caso cerrado por falta de pruebas, lo sabía bien, era su trabajo.
  • 4. Sólo podía tener problemas por dos lados diferentes, uno era que el dentista sospechara la verdad o al menos que vislumbrara parte de ella, algo que en realidad no importaba mucho porque para perjudicarlo a él debería decir la verdad, lo cual significaba ponerse en el banquillo de los acusados y una nada placentera estadía en la prisión y eso no iba con su carácter cobarde. La otra era más peligrosa,por cuanto involucraba una "Vendetta" de parte de la mafia, y ellos no recurrían a la ley , les gustaba resolver las cosas a su manera. Afortu-nadamente no tenía nada que temer, los partidarios del mafioso asesinado estaban demasiado debilitados en su lucha tratando de sobrevivir , como para ocuparse de él , mien-tras que sus antiguos socios consideraban que las cosas se encontraban muy bien así y no veían por qué modificarlas, especialmente si eso significaba sacudir el avispero cuando re- cién se estaban reorganizando, sólo para castigar su muerte por la estúpida venganza perso-nal de un policía. Las primeras semanas el hecho estaba en todos los titulares de los períodicos. Con el paso del tiempo y la ausencia de adelantos en el caso el suceso fue siendo relegado hasta conver-tirse en un pequeño artículo perdido en algunas de las páginas finales de los diarios sensa-cionalistas. Para la policía se había vuelto un asunto personal, una cuestión de orgullo. Y cuando se vie-ron obligados a dar por cerrado el caso por presiones políticas, se estaban poniendo en ridí-culo y gastaban dinero de los contribuyentes en algo sin importancia, a todos les quedó un amargo gusto a derrota en la boca, bueno, a todos menos a uno. La venganza era el placer de los dioses, no cabía duda, él la estaba saboreando. Por fin su sentido del orden estaba satis-fecho. Se habia hecho justicia y él sabía que no tenía nada que temer. Porque , después de todo, quién podría acusarlo de haber matado a un muerto.