Después de un periodo de grandes conquistas, Roma entró en una época de crisis moral que debilitó el estado. Los historiadores señalan que las causas de la decadencia política y moral de la República romana incluyeron las luchas entre la nobleza y los plebeyos, así como la corrupción generalizada en todas las esferas del estado. El historiador Salustio describe una situación extrema en la que los magistrados eran sobornados por el enemigo y el pueblo actuaba sin control debido a la corrupción generalizada.
1. Después del periodo de grandes conquistas, en el que Roma tuvo que librar
importantes guerras contra los cartagineses y los macedonios, se inició una época
de crisis moral que acabaría minando el estado romano.
El tema de la decadencia moral en Roma aparece constantemente en los
historiadores e intelectuales latinos. Una de las causas que señalan para el
derrumbamiento político y moral de la república romana son los enfrentamientos
entre los nobles y los plebeyos.
El historiador Salustio describe la situación extrema a la que se había llegado en
unos momentos en que los magistrados eran sobornados por el enemigo y el
pueblo actuaba a su antojo ante la corrupción que existía en todas las esferas de el
estado romano.
2. Antes de la destrucción de Cartago, el senado y el pueblo
romano dirigían, de común acuerdo, la República de forma
pacífica y equitativa; no había entre los ciudadanos lucha
por los honores o por el poder; el miedo al enemigo
matenía a la ciudad en la práctica del bien. Pero cuando
aquel temor desapareció de sus mentes, se apoderaron de
ellos el desenfreno y la soberbia, vicios que son
inherentes a la prosperidad. Así, cuando consiguieron la
calma que habían ansiado tanto en las situaciones
adversas, les resultó más dura y más cruel que la
adversidad misma. Pues la nobleza empezó a poner al
servicio de sus pasiones su grandeza y el pueblo hizo lo
mismo con la libertad; buscaban solo su provecho
individual, se entregaban al saqueo y robaban. De este
modo los dos bandos trataban de apropiarse de todo y la
república, que estaba en medio de ambos, quedó hecha
jirones.
Salustio, Guerra de Yugurta,41.