Los estudiantes recogen tomates, lechugas y fresas de su huerto escolar al final del curso, lavan cuidadosamente la cosecha para quitar tierra y bichos, cada uno prepara su propia ensalada con los vegetales cosechados, y disfrutan comiendo una ensalada hecha con orgullo de los frutos de su huerto, demostrando lo mucho que les gusta tener su pequeña huerta.