La Unión Europea ha adoptado una nueva estrategia de crecimiento para la próxima década que se centra en la digitalización, la transición ecológica y la resiliencia. El plan promoverá la inversión en tecnologías verdes, infraestructura digital y competencias para impulsar la recuperación económica tras la pandemia y hacer que la UE sea más sostenible e independiente a largo plazo.