Gema Reynoso Gutiérrez nació en 1994 en Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. Pasó sus primeros dos años allí como una niña tranquila y tímida que se refugiaba en los brazos de su mamá. A los tres años empezó el kínder pero le daba miedo separarse de su mamá, especialmente después de que su papá las dejó. A pesar de esto, sus compañeros la ayudaron a adaptarse a la escuela. En la primaria, le gustaba participar en bailables y ver a sus abuel

1. Escuela Normal Urbana Federal del
Istmo
Curso:
*Psicología del desarrollo infantil (0-12 años)*
Coordinadora:
*Giovana Reyna Revuelta*
Tema:
**Mi infancia**
Alumna:
*Gema Reynoso Gutiérrez*
Lic. En educación primaria. 1° “C”

2. Autobiografía
Nací el 25 de mayo de 1994, en la ciudad de Juchitán de Zaragoza en donde viví casi dos años. En
esta etapa de mi vida según lo que pude investigar, siempre fui una niña muy tranquila, se podría
decir que tuve un desarrollo bueno, ya que el ambiente también era muy tranquilo lo cual influyo
en mi actitud hacia los demás, era una nena tímida y únicamente me refugiaba en los brazos de
mamá. Comencé a caminar cuando tenía un año y seis meses, tal vez porque mi mamá trabajaba
fuera de casa y siempre nos llevaba con ella, o quizás por miedo a caerme ya que no nos
dedicaban el tiempo necesario para poder aprender. Como ya mencione estábamos en lugar de
trabajo de mi mama y como ahí básicamente nos dejaban jugando solas pues no a prendimos
hablar tan rápido como en el caso de mi hermano menor que camino a los 10 meses y también
empezó a hablar, pero en ello también influyo mucho nuestra actitud ya que le hablábamos todo
el tiempo y nos dedicábamos a enseñarle sus primero pasos y como ya mencione en mi caso no fui
así.
Cuando cumplí tres años empecé a ir al kínder pero me daba miedo quedarme sola porque estaba
acostumbrada a no separarme de mi mamá y eso hizo no me gustara el preescolar, incluso porque
fue precisamente en esa etapa de mi vida cuando mi papá nos dejo y temíamos a que mi mamá
también se fuera, o ya no regresara por mí. Pero el contexto fue muy bueno ya que mis
compañeros me decían que no llorara y jugaba con ellos y mi mama también me ayudo mucho a
adaptarme a la escuela.
En la escuela primaria, me gustaba mucho participar en los bailables, y sobre todo ver a mis
abuelitos elaborar sus petates y sobre todo los cestos para piscar el maíz. En particular nos
gustaba mucho ir al río, y me revelaba si no me daban permiso. Confieso que yo era muy enojona,
a pesar de estar ya grandecita, y me molestaba mucho cuando se burlaban de mí, tanto que una
vez me desgreñé con una compañerita y eso tal vez se deba al ambiente, al contesto en el que yo
estaba y eso me enseñaban que nunca dejara o permitiera un abuso. Incluso así soy hasta ahora.