Qué ocurre cuando una emoción toma más protagonismo que otra.

1. Obra teatral
“LA RABIETA DE LÍMBICO”
INTELIGENCIA EMOCIONAL, UNA ASIGNATURA PENDIENTE

2. ¡Hoy estoy muy muy
pero que muy enfadado!
¡Yo quería jugar con la
pala en la arena y me la
ha quitado el señor
Reptiliano!
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3. (1) ¡Hola Límbico! ¡Te veo
muy enfadado!
(2) ¡si, porque el señor
Reptiliano me a quitado la
pala!
(3) ¡No te enfades! Podemos
jugar a otras cosas… ¡Vamos
a jugar a ser súper héroes!
(4) ¡No quiero! ¡Estoy muy
enfadado y no quiero jugar
a nada!
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4. (1) ¡Dame la pala
Reptiliano! ¡Es mía!
(2) ¡No quiero! ¡Es mía!
(3) ¡AAAAAAA!
¡DA-ME-LAAAA!
(Límbico grita,
llora, se mueve
mucho y termina
tirando el piso de
arriba, y con el a
la señorita
Neocortex)
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5. (1) ¡Oh oh! ¿Qué has
hecho Límbico? ¡Has
tirado a la señorita
Neocortex!
(2) (Límbico llora
desconsolado) ¡No quería
hacerlo! ¡No lo he podido
controlar!
(3) ¡Vamos a dar un
paseo para ver si la
encontramos!
(Ambos simulan que van
andando)
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6. (1)¡Señorita Neocortex!
(Grita)
(1)¡Señorita Neocortex!
(Grita)
(2) ¡Oigo cómo me llaman…! ¡Límbico noto que
estás más tranquilo voy para allí!
(Dice La señorita Neocortex desde fuera del
teatrillo)
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7. (1)¡Señorita
Neocortex qué
alegría volver a
verla! Es que me
enfado muy a
menudo, y no lo
puedo evitar. No
quiero enfadarme
tanto y no sé qué
hacer…
(2) Te entiendo. Yo
también me enfado.
Pero debes saber que
puedes enfadarte sin
hacer daño a los
demás, . ¡Además te
voy a ayudar! ¡Te voy
a enseñar el juego de
soplar las estrellas!
(3)¡siiiii!
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8. Lo primero que debes
saber es que puedes
decir que estás
enfadado, está bien
que lo reconozcas y
puedes usar las
palabras para decir
que algo no te gusta.
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9. (1) A continuación
haces el juego de
soplar las estrellas.
Mira, Tienes que
hacerlo así: Primero
muy despacito tomas
aire por la nariz, y
muy despacito sopla
sobre las estrellas.
(2) ¿Y donde puedo
soplar las estrellas?
(3) Después podrás
ver las estrellas en
un rincón del aula, y
podrás ir a soplarlas
cada vez que estés
enfadado.
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10. (1) Además, ahora
que estás más
tranquilo
podemos hablar
con Reptiliano
para que sepa que
no te gusta que te
quite los juguetes
que estás usando.
¿Qué te parece?
(2) ¡Siii!
¡Reptiliano, no me
gusta que me quites
los juguetes!
(3) Perdón…, es que me
gusta jugar a lo mismo
que juegas tú… y a veces
lo hago sin querer…
(4) Vale… No pasa
nada…
¡Ahora vamos a buscar
las estrellas que te voy a
enseñar como soplarlas!
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