Este documento describe un nuevo método de robo que utiliza la tecnología contactless de las tarjetas de crédito. Los ladrones pueden robar pequeñas cantidades de dinero acercando un datáfono a la tarjeta de crédito de alguien sin que se den cuenta. Aunque algunos son escépticos sobre si esto es posible, videos en línea muestran que sí se puede hacer el robo de esta manera. El documento advierte que este método podría convertirse en una forma más común de fraude a menos que se tomen medidas para prevenirlo.

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LADRONES DE ÚLTIMA GENERACIÓN
Los cacos emplean las nuevas tecnologías para hacer delitos sin violencia
ni intimidación
Ana Cabrero Mohedano
I
magínese que está en el Metro de
Madrid y ve a una persona que lleva
un datáfono encima, ¿raro no? Ahora,
observa que esa persona se acerca a un
viajero del metro y, disimuladamente,
saca el TPV y teclea algo. Después, lo
acerca al bolsillo trasero del pantalón
del viajero y se oye un sonido que sale
del datáfono. Se lo guarda, y se baja en la
parada de metro donde haya estacionado
el tren. Ha sido testigo de un delito de
robo por contactless.
Una nueva forma de hurto que ha nacido
entre los ladrones virtuales es el robo
por datáfono y viene como consecuencia
de la implantación de la tecnolo-
gía contactless en las tarjetas de crédito,
que permite pagar un máximo de 20 €
sin tener que marcar el PIN a la vez que
permite al mangante no hacer uso de la
fuerza para llevarse un minúsculo botín.
El ladrón elige un lugar con afluencia de
gente y se arrima a una persona de la que
sospeche que tenga guardada en su ropa
la cartera con las tarjetas de crédito, como
el bolsillo de la camisa. Luego, de manera
discreta, marca en el datáfono una cantidad
y lo aproxima a donde cree que está dicha
tarjeta. El “beep” de la TPV le confirma
que el hurto ha sido realizado con éxito.
Toda esta trama fue descubierta por
una publicación en Facebook de la
conocida cuenta de “Cabronazi”,
donde se alertaba de una persona que
llevaba un datáfono en el metro de
Madrid. En poco tiempo, la publicación
fue compartida más de 10000 veces.
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La polémica que ha generado este
tema está dividida entre los creyentes
y los no creyentes de este ciber-robo:
David García, uno de los no creyentes,
cree que la policía no ha recibido
ninguna denuncia relacionada con este
tipo de hurtos. “Además no lo veo una
forma viable de robar, porque luego
cuando la víctima mire las operaciones
con su tarjeta, vendrá reflejado el
número de cuenta a nombre del
ladrón”, aclara el escéptico entrevistado.
La situación que comenta García es difícil
quesepuedallegaradar,porqueenningún
momento aparecerían datos personales
del individuo que realiza el fraude.
Además, expone que una de las cosas
que demuestran la imposibilidad de
esta estafa es llevar muchas tarjetas en
la cartera, “si la víctima lleva más de
una, la transacción resultaría errónea.
Además, en el metro no hay cobertura,
por lo que la TPV no funcionaría”.
“Nosotros concebimos esta novedad en
las tarjetas únicamente para ofrecer la
ventajadelacomodidadenlascompras.”
Por otro lado, los creyentes, indican que
es totalmente posible por la tecnología
implantada en las tarjetas, que ha dado
la ventaja de ahorrar tiempo para pagar
las compras, pero también la desventaja
de que los ladrones más astutos la
utilicen para su propio beneficio.
En la plataforma de vídeos Youtube
podemos encontrar un repertorio de
vídeos donde se corrobora que se puede
realizar este pequeño desfalco. En uno
de ellos, introducen la cartera que
lleva la tarjeta dentro de una mochila,
y aun estando tan oculto, el TPV recoge
la señal de la tarjeta y, en efecto, le
arrebata equis cantidad de dinero.
Alfonso Calleja, un joven trabajador
del metro de Madrid con 5 años en
el puesto, declara que los métodos
más comunes que ha descubierto por
avisos y quejas de personas víctimas
de robos han sido por violencia,
intimidación, carterismo o descuidos
de las personas. Hasta ha llegado a
encontrar un caso de robo por asfixia.
Tomandocomoreferenciaelartículo48.1
del Código Penal, que prohíbe al penado
estar en los sitios donde se haya cometido
un delito, el Tribunal Supremo dictaminó
la sentencia de veto al acceso en el
suburbano, por un tiempo determinado,
a los condenados por hurto en el metro.
Dicha sentencia, establecida el 12 de
marzo del año vigente, fue impuesta a
causa de los múltiples robos realizados
durante los últimos años por delincuentes
que actúan en grupo como el “clan de las
bosnias”, que planificaban y organizaban
todos sus hurtos, o por chavales que
adoptan estos métodos para conseguir
mucho dinero en poco tiempo.

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Respecto al robo por contactless, Calleja
dice que ninguna persona se ha quejado,
de momento. Y añade que conoce un
métodoantirrobo,quenosabesifunciona
o no, “consiste en una funda metálica
que protege las tarjetas de crédito y evita
cualquier posible robo con datáfono”.
Cristina Martínez, jefa de Sucursal de
uno de los bancos que instauró esta
controvertida tecnología, comenta
que conocía de oídas este método.
Le resulta muy raro que se pueda
realizar la operación porque “tiene
que haber una distancia entre 4 y 5
centímetros entre el datáfono y la
tarjeta, y si en un breve periodo de
tiempo no se realiza el pago, se necesita
volver a marcar la cantidad a cobrar”.
Como afirma la ajetreada trabajadora,
no han recibido ninguna denuncia
relacionada con esto. Y en caso
de que le ocurriese a algún cliente
suyo, le recomendaría que fuera a
denunciarlo a la comisaría más cercana,
ya que ellos no poseen ninguna
competencia relacionada con los robos.
En cuanto a si pensaban que pudieran
existir acciones fraudulentas al emplear
esta tecnología en las tarjetas de crédito,
Martínez contestó: “Nosotros en un
principionuncaharíamosnadaquepueda
perjudicar a ninguno de nuestros clientes,
nosotros concebimos esta novedad en
las tarjetas únicamente para ofrecer la
ventajadelacomodidadenlascompras.”
También resaltó que cuando implantan
estos nuevos servicios, esperan
ofrecer todas las garantías a sus
clientes, que resulten más cómodas
sus compras y sus operaciones además
de adaptarlos a las nuevas tecnologías
El uso maligno del contactless ha
resultado ser una práctica poco
extendida en nuestro país. Por ahora,
no hay que alarmarse ni tener miedo
de que puedan ciber-robarnos en
lugares con afluencia de gente como el
metro, discotecas, eventos musicales…
pero siempre es mejor ir con los ojos
bien abiertos. Nunca se sabe de qué
forma, ni cuando pueden aprovechar
un despiste para poder delinquir.
La foto de la cuenta “Cabronazi” en la
que se veía a un hombre llevando una
TPV, puede que solo sea un caso aislado.
Cuenta de YouTube Qué!. Extracto del vídeo:
Demostración de robo de tarjetas Contactless
con TPV

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Los inexistentes avisos de este robo en el
metro de Madrid pueden explicar que
la policía no haya recibido denuncias,o
peor, que la víctima en cuestión
no se haya dado cuenta del delito.
Normalmente, cuando la gente viaja
en transporte público, no presta mucha
atención a lo que hay a su alrededor; está
escuchando música, mirando el teléfono,
pensando en sus problemas… y esto
hace que disminuyan las probabilidades
de fijarte en un hurto tan sigiloso.
Únicamente la víctima se percataría al ver
su cuenta bancaria y observar que alguien
le ha retirado 20 € sin haberlo autorizado.
Y después de verlo, quien sabe si se
acercaría hasta la comisaría para denunciar
un robo de tan pequeña cantidad. Si esto
lo hicieran 30 de cada 50 personas a las
que la robasen por este método, ya serían
600 € de los que se beneficiaría el ladrón.
Los avances en tecnología han permitido
a la sociedad hacer cosas que antes
pensábamos inimaginables como tener
wifi en los aviones o impartir clases
desde casa y que se retransmita a otros
países. Pero hay que pararse a ver cuáles
de estas novedades nos benefician
o no, porque el robo por datáfono
puede ser solo el inicio de una futura
“epidemia” de fraudes virtuales por los
que se verán afectados nuestros sueldos.