En los períodos paleolíticos, los humanos empezaron a comunicarse a través de gestos, sonidos e imágenes rupestres. Más tarde, inventos como el ábaco, la máquina de Pascal y la tarjeta perforada facilitaron los cálculos matemáticos y permitieron programar instrucciones en las primeras computadoras usando un código binario de agujeros. Actualmente las tarjetas perforadas se han reemplazado por medios magnéticos y ópticos.