1. ¿Qué tanto conoces la Ecología?
Al revisar la historia de la Ecología se constata que es una ciencia relativamente
joven que nació apegada a la Biología y cuyo objetivo es el estudio de las
condiciones y relaciones que forman el hábitat (casa) del conjunto y de cada uno
de los seres de la Naturaleza. Fue el biólogo alemán Ernst Haeckel quien propuso
el término Ecología en el año 1869 y la definió como “el estudio de la
interdependencia y de la interacción entre los organismos vivos y su ambiente”. La
Ecología no se limita a tan solo a la Naturaleza, si no que también abarca la cultura
y sociedad; es un término que ahora cobra importancia dentro del publico porque
los seres humanos comienzan a percatarse de que algunas malas practicas
ecológicas de la humanidad en el pasado y en la actualidad, conducen al deterioro
de la “casa grande” ósea la naturaleza, nuestro hábitat. Toda la vida en el planeta
y nuestra propia vida dependen del equilibrio de todos los seres vivos con su
medio ambiente; “todo se relaciona con todo y en todos los puntos”.
Para Haeckel, hace poco más de un siglo, la Ecología constituía una rama de la
Biología; para nosotros hoy representa un interés global. Desde la antigüedad
grecolatina ya existía un interés por comprender las relaciones complejas entre
los organismos y su ambiente. Charles J. Krebs, al referirse a los orígenes de la
Ecología describe: “La Ecología tiene sus raíces en la historia natural, que es tan
antigua como la humanidad.” Sin embargo fue hasta la década de 1960 cuando se
considero a la Ecología como una ciencia importante. El continúo incremento de la
población humana y la destrucción del medio natural con pesticidas y
contaminantes ha llamado la atención pública respecto del mundo de la Ecología,
este término ha quedado identificado en la mente del público con los problemas
mucho más amplios, se ha llegado a significar con el todo lo que se refiere al
medio ambiente. “La ciencia de la Ecología trata acerca de los ambientes de todas
las plantas y animales, no únicamente de los humanos. Desafortunadamente, no se
ha logrado detener el proceso de agotamiento y malversación de los recursos
terrestres, ni tampoco la contaminación del medio ambiente.
Por otro lado, no solo los organismos cambian y evolucionan, si no también la
corteza terrestre. El geólogo ingles Charles Lyell encontró que la corteza terrestre
es el resultado de cambios graduales a lo largo de la historia del planeta, dando
paso a la transformación de los ecosistemas y sus funciones.
Aunque la ecología nació en el siglo XIX, con el trabajo de Haeckel, esta empezó a
florecer hasta el siglo XX, cuando las primeras sociedades ecológicas y revistas
ecológicas aparecieron.
2. Hablemos un poco de la Ecología en México
Uno de los personajes que contribuyo de manera significativa al desarrollo de lo
que hoy es la ecología en México fue indudablemente Alexander Von Humboldt.
Aunque las obras de Humboldt no pueden considerarse como parte de la ciencia
mexicana, descansaron fuertemente en la contribución de naturalistas mexicanos.
Uno de estos naturalistas y quizás el mas importante es José Mariano Mociño,
quien se integro a la expedición dirigida por Martin de Sessé y Lacasta en el año
de 1789, y es a partir de este momento que nace la ecología mexicana en la forma
de historia natural científica.
¿Y qué hay de la Ecología Mexicana en la actualidad?
El desarrollo de la ecología en México ha sido explosivo en los últimos años. En
1980, en México había solamente cinco ecólogos con el grado de doctor, y en la
actualidad hay más de 350 investigadores, trabajando en las principales
instituciones nacionales. El número de artículos de investigación publicados en
revistas de circulación internacional ha aumentado de 15 en 1994 hasta unos 254
en 2007. Si bien esta cifra es la mayor en Latinoamérica, es aún muy baja si
consideramos la problemática ecológica de México.
El reto de la Ecología Mexicana
México es un país con una topografía muy accidentada, una gran variedad de
climas y suelos, así como una muy compleja historia geológica y biológica. Esto
determina que en México se encuentre una muy grande diversidad de especies y
que sea uno de los países conocido como mega diversos. Actualmente, los
ecosistemas mexicanos, como los del resto del mundo, están sufriendo cambios
profundos debido a las actividades humanas, estos alarmantes procesos han
motivado un reconocimiento del posible papel de la Ecología en la toma de
decisiones que permitan conciliar el manejo de los recursos naturales con la
preservación de la biodiversidad. Al igual que en muchas partes del mundo, en
México existe una fuerte presión sobre esto. Las principales amenazas son la
conversión de los ecosistemas naturales a sistemas agrícolas o ganaderos, la
contaminación, el cambio climático, la sobrexplotación de poblaciones y la
introducción de especies exóticas. Tenemos que recordar que México es un país
privilegiado en cuanto a la riqueza de sus recursos naturales y los ecólogos
mexicanos enfrentan el reto de avanzar en su conocimiento básico y de contribuir
en la propuesta de acciones para su conservación y manejo sustentable; si bien
los retos que se enfrentan tienen mucho que ver con la conservación y el manejo
de la biodiversidad en un país con problemática socioeconómica muy compleja y
que demanda soluciones expeditas en términos de sobrevivencia y desarrollo, es
necesario tomar en cuenta que es imposible conservar y manejar algo que no se
conoce. El lograr comprender que los procesos físicos y biológicos que generan y
mantienen esa asombrosa diversidad debe de ser una de las prioridades
fundamentales del quehacer ecológico en México. Se debe continuar con la
3. descripción de ecosistemas, especies y genomas para lograr un inventario que es
fundamental para la realización de cualquier tipo de estudio relacionado con la
conservación y manejo de la biodiversidad. Aun es muy incipiente el conocimiento
que tenemos acerca de la estructura y el funcionamiento de las comunidades
naturales, así como las interacciones entre organismos. Es necesario fomentar la
creación de nuevas áreas naturales protegidas en regiones prioritarias y asegurar
el funcionamiento adecuado de las ya existentes.
Finalmente, es necesario que los ecólogos mexicanos se involucren activamente
en programas de difusión de la ciencia parar poner a disposición de la sociedad
los motivos, los alcanes y las contribuciones de la investigación ecológica para el
desarrollo de México y fomentar la compresión de esta disciplina
fundamentalmente entre la niñez y la juventud.