Gedeón era un guerrero valiente que Dios eligió para liberar a Israel de los madianitas. A pesar de que Gedeón se sentía insignificante, Dios le aseguró que estaría con él y le daría la victoria. Gedeón obedeció las instrucciones de Dios de destruir los altares de otros dioses y poner a Dios en primer lugar, lo que lo convirtió en un guerrero poderoso capaz de derrotar a los madianitas. El documento enfatiza la necesidad de poner nuestra fe en Dios, ob
1. Gedeón un incomparable guerrero
“El ángel del Señor vino y se sentó bajo la encina que estaba en Ofra, la cual
pertenecía a Joás, del clan de Abiezer. Su hijo Gedeón estaba trillando trigo en un
lagar, para protegerlo de los madianitas. Cuando el ángel del Señor se le apareció
a Gedeón, le dijo: ¡El Señor está contigo, guerrero valiente!” (Jueces 6:11-12).
Los Israelitas han sido perversos ante los ojos del Señor. Y por lo tanto por
siete a años Él los entregó en las manos de los madianitas. Por donde quiera que
los Israelitas plantaban, lo madianitas les arruinaban la cosecha y les mataban el
ganado. Los Israelitas se tenían que esconder en cuevas y plantaban sus semillas
en lugares no muy corrientes, pero nunca clamaron al Señor hasta que la
situación se puso intolerable.
¿Está usted en una situación intolerable? ¿Está usted tratando de resolver
los problemas a su propia manera, ó en la de sus padres, ó en la de sus
amistades? ¿Está usted escuchando a un consejero que le habla todo lo contrario
a la restauración de su matrimonio?
¿Cuándo va usted a escuchar a su Dios completamente? ¿Le ha pedido a
Jesucristo que sea el Dios de su vida? Ese es su primer paso. Entonces usted debe
pedirle al Señor por sabiduría, conocimiento y por una respuesta a todas sus
circunstancias. El Señor les habla a sus hijos.
Gedeón le preguntaba al ángel del Señor que se le apareció porque ante
sus ojos él no veía evidencia de que algo estaba sucediendo.
¿Es en ese lugar donde se encuentra usted en estos instantes? Espero que
usted entienda el mensaje que el Señor le está dando hoy. Cuando el Señor le
envía a pelear la batalla, El le dará las fuerzas para todo lo que sea necesario. El
nunca le dejará sola(o), nunca le abandonará. Crea en su inmenso poder. Escuche
lo que El Señor dice:
“Pero, Señor -replicó Gedeón -, si el Señor está con nosotros, ¿cómo es que
nos sucede todo esto? ¿Dónde están todas las maravillas que nos contaban
nuestros padres, cuando decían: ¡El Señor nos sacó de Egipto!? ¡La verdad es que
el Señor nos ha desamparado y nos ha entregado en manos de Madián! El Señor
lo encaró y le dijo: Ve con la fuerza que tienes, y salvaras a Israel del poder de
2. Madián. Yo soy quien te envía. Pero, Señor – objetó Gedeón -, ¿cómo voy a salvar
a Israel? Mi clan es el más insignificante de mi familia. El Señor respondió: Tú
derrotarás a los madianitas como si fueran un solo hombre, porque yo estaré
contigo” (Jueces 6:13-16).
El Señor estaba dándole a Gedeón una palabra y un mensaje fuerte
¿Lo ve usted? Gedeón le estaba diciendo al Señor todas las circunstancia
que estaban sucediendo, Pero el Señor dice: Ve con la fuerza que tienes, no te
estoy enviando yo? Usted tiene que creer en el poder de Dios y, tenga fe para que
pueda ser capaz de hacer lo que Dios le está diciendo.
¿Ha aprendido usted a caminar en fe y hablar de victoria a su familia y a sus
amigos? ¿Tiene usted miedo de que su reputación sea arruinada o de que ellos
piensen que usted está loca(o) ó que usted no se ajusta a las circunstancias? Yo le
entiendo completamente. Yo pensé lo mismo, hasta que el Señor me mostró que
yo tenía que compartir con otros lo que el Señor impartió en mi corazón y decir,
Yo decido creer lo que mi Dios me ha dicho y voy a esperar por lo que Dios va ha
hacer por mí, mi esposo(a) y mi familia. Decídase a creer en el majestuoso poder
de Dios, y sea como Gedeón, el guerrero valiente.
“Si me he ganado tu favor, dame una señal de que en realidad eres tú quien
habla conmigo –respondió Gedeón-, Te ruego que no te vayas hasta que yo
vuelva y traiga mi ofrenda y la ponga ante ti. –Estaré hasta que vuelvas – le dijo el
Señor. Gedeón se fue a preparar un cabrito; además, con una levadura. Luego
puso la carne en una canasta y el caldo en una olla, los llevó y se los ofreció al
ángel bajo la encina. Entonces, con la punta del bastón que llevaba en la mano, el
ángel del Señor tocó la carne y el pan sin levadura, ¡y de la roca salió fuego, que
consumió la carne y el pan! Luego el ángel del Señor desapareció de su vista.
Cuando Gedeón se dio cuenta de que se trataba del ángel del Señor, exclamó: ¡Ay
de mí, Señor y Dios! ¡He visto al ángel del Señor cara a cara! Pero el Señor le dijo:
¡Quédate tranquilo! No vas a morir” (Jueces 6:17-19,21-23).
Y el Señor le dijo a Gedeón que él tenía que destruir los altares de sus
padres a Baal y cortar el poste con la imagen de la diosa Asera. Los Israelitas
3. habían adorado otros dioses en vez del Señor, Gedeón obedeció y siguió las
instrucciones de Dios. Y construyó un altar apropiado y ofreció su sacrificio.
El Señor no quiere que tengamos otros dioses, ¿qué otro dios tiene usted
antes que nuestro Señor? ¿Ha puesto usted a su esposo en un pedestal, o a sus
hijos ó a su carera o su dinero? Hoy, examine su corazón y asegúrese que nuestro
Señor es el Dios lo primero en su vida. Su matrimonio no va hacer restaurado a no
ser que Dios sea el primero en su vida.
“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas
tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando”
(Deuteronomio 6:5).
Pídale al Señor que quite y remueva todo aquello que se interpone en el
regreso de su esposo(a). Dígale al Señor que lo va a poner primero en su vida y va
a buscar su voluntad y su deseo solamente. ¿Está usted leyendo la Biblia todos los
días? ¿Un devocional? ¿Está usted orando por lo menos una o dos escrituras
diariamente con el nombre de su esposo(a) en ellas? Déjeme compartir con usted
una que leí hoy, excelente para orar con el nombre del esposo(a).
“Que abandone el malvado su camino, y el perverso sus pensamientos. Que
se vuelva al Señor, a nuestro Dios, que es generoso para perdonar, y de Él recibirá
misericordia” (Isaías 55:7).
Clame al Señor como lo hicieron los Israelitas y sea obediente a seguir sus
instrucciones, sea un guerreo valiente. El Señor le dará las fuerzas para hacer todo
lo que Él le diga para la restauración de su matrimonio.
Charlyne Steinkamp