BIOMETANO SÍ, PERO NO ASÍ. LA NUEVA BURBUJA ENERGÉTICA
MÓDULO_6_Material_descargable.docx
1.
2. 1
MÓDULO 6.
¿QUÉ CARACTERÍSTICAS DEBE
TENER UN PROYECTO PARA QUE
PUEDA CAMBIAR LAS ESCUELAS?
Autor del módulo: Juan José Vergara
Objetivos del módulo:
Conocer las características que presentan aquellos proyectos
educativos transformadores.
Identificar la importancia social del aprendizaje
Reconocer la narratividad como el elemento fundamental que
identifica el ABP
Reflexionar:
En los últimos años he tenido ocasión de visitar cientos de escuelas que
decían trabajar en el marco del ABP. El enfoque de proyectos es una
solución didáctica cada vez más extendida en los centros educativos. Su
tratamiento se debe a la obligación de responder a las necesidades
educativas de los aprendices del siglo XXI. Hacerlo supone reformar
profundamente las organizaciones educativas. El ABP es una vía para
hacerlo desde el marco didáctico.
Sin embargo, en algunas ocasiones el empleo del ABP -como
herramienta didáctica- solo se vive como un “añadido” al hacer educativo
3. 2
y por tanto tiene escaso calado en el cambio escolar. Esto es algo que me
ha preocupado en muchas ocasiones. Los proyectos (ABP) que me
interesan son aquellos que son capaces de cambiar las escuelas. Aquellos
que sitúan a las organizaciones escolares en el camino del cambio. La
transición -irreversible- entre la escuela tradicional y un modelo educativo
centrado en las competencias y el compromiso para construir itinerarios
vitales que respondan a la urgencia de modelos de desarrollo humanos:
crear ciudadanos globales.
No tiene sentido emprender un modelo didáctico cercano al ABP y que
esto no cambie el modelo de aprendizaje cuestionando las barreras del
espacio y el tiempo escolar, el papel del docente, la utilidad de los
contenidos tratados, la conexión con la realidad, la cooperación como
herramienta de vida y aprendizaje o la narratividad como recurso
estructural del modelo educativo.
Te propongo que el proyecto que realizas conecte directamente con tu
sueño como educador o educadora. Que se comprometa con la
necesidad de responder a una urgencia global que quieres hacer
presente en tus clases. Te invito a que busques la conexión de ese sueño
con los contenidos curriculares que debes tratar en tu aula. También que
reconozcas aquellas destrezas que sabes importantes para que tus
alumnos puedan convertirse en ciudadanos activos y comprometidos en
el mundo actual.
Esto no es posible si el ABP solo es una herramienta -más o menos
novedosa- que no aporta cambios profundos en tu forma de diseñar tus
clases. Lo más importante del ABP es que reúna algunas características
4. 3
El ABP que nos interesa no se limita al diseño didáctico de la escuela. Es
necesario incorporar todos y cada uno de los momentos en que vive nuestro
aprendiz. También todas las personas con quien interactúa.
que emprenden el cambio -sin retorno- en la forma de dar tus clases.
Señalaremos algunas de ellas:
a) Espacio y tiempo
Aprendemos todas las horas del día y los trescientos sesenta y cinco días
al año. Esto es algo que ya enunció Coombs1
en el siglo XX cuando en un
informe a la UNESCO definió la Educación Permanente como el sistema
de los sistemas educativos. En aquel momento lo hizo defendiendo que
el sistema educativo debía reconocerse como fruto de la educación
formal, la no-formal y la informal. Esto puso de relieve que el aprendizaje
era indisociable a la vida de las personas. En nuestro siglo XXI los límites
de los tres ámbitos de educación que Coombs enunció se desdibujan
especialmente. Las metodologías emergentes y el aumento de la
virtualidad, volatilidad y rapidez en contenidos y fuentes de aprendizaje e
información hacen que no puedan diferenciarse en la práctica. Pero lo
que es innegable es que el diseño didáctico debe tener en cuenta todo el
espacio en el que el aprendiz habita y el tiempo en que lo hace. No solo el
tiempo y espacio escolar.
No educan las escuelas, lo hacen las comunidades. El ABP debe ser una
herramienta para provocar aprendizajes extendidos al resto de recursos
comunitarios, sus relaciones personales, las familias, los medios de
comunicación y la propia red Internet. Cuando proponemos un proyecto
sobre Medio Ambiente o Igualdad de género no puede reducirse al salón
1
Coombs, P (1971): La crisis mundial de la educación. Barcelona, Ediciones 62.
5. 4
de clase. Es necesario extenderlo a las familias, las relaciones que los
alumnos tienen, a diario, las asociaciones o entidades de la localidad que
trabajan en este ámbito. Expertos, voluntarios, etc. son valiosas
herramientas para conectar el aprendizaje con la vida. Esto solo sucede sí
tu diseño de ABP busca romper los límites artificiales de la escuela donde
trabajas con tu alumnado y buscas provocar experiencias de aprendizaje
que rompen sus muros e incorporan -de forma natural- el tiempo
extraescolar.
b) Cooperación
Aprendemos mejor juntos que en solitario. Esto es una realidad que ya
nadie se atreve a contradecir. Pocos años después de que Piaget
formulara sus interesantes propuestas, un grupo de psicólogos -los
construccionistas- comenzaron a poner el acento en que la realidad
misma -y el aprendizaje también- es fruto de la construcción compartida2
.
No era nada nuevo.
Hacía tiempo que sabíamos que el aprendizaje social es importante. Y lo
es en dos sentidos:
1. Como producto del deseo de acción comunitaria transformadora y
comprometida con el cambio -y esto conecta directamente con los
enfoques centrados en la pedagogía crítica3
pero también con el
deseo de los estados nacionales contemporáneos de que la
educación construya ciudadanos comprometidos con el desarrollo
sostenible-.
2
Gergen, K. (2018): El yo saturado, Madrid, Paidós. También puedes consultar Gergen, K y Gergen, M. (2011):
Reflexiones sobre la construcción social, Madrid, Paidós.
3
Freire, P. (2018): Pedagogía del oprimido. Pontevedra, Kalandra. Desde el marco de la pedagogía crítica puedes
consultar los autores de la escuela de Frankfurt entre los que destacan en el ámbito educativo los australianos
Carr, Kemmis o Simmons. También Bates o en lengua castellana Gimeno Sacristán, Pérez Gómez, etc.
6. 5
2. Como práctica didáctica útil en el desarrollo de aprendizajes
eficaces. Algo que conecta directamente con decenas de juegos y
dinámicas de grupo en la que son expertos todos los agentes
educativos de la educación no formal4
.
En los últimos tiempos asistimos a una nueva mirada en la necesidad de
llevar la cooperación a la educación formal de la mano de teóricos y
prácticos relevantes como los hermanos Johnson o Kagan por citar
algunos5
. Todos ellos han buscado llevar a las aulas recursos que permiten
la cooperación en el aprendizaje.
Aquellos proyectos de ABP que se diseñan en el marco de la cooperación
en cualquiera de los ámbitos descritos son capaces de cambiar las
prácticas de las escuelas impidiendo que el modelo tradicional de
enseñanza retorne a las mismas.
c) Papel del docente
“Lo que el alumno aprende no es lo que el docente enseña”. El
aprendizaje se produce en el cerebro del alumno. El docente es el que
provoca y acompaña este proceso. Es necesario diseñar el ABP de forma
que tu papel como docente sea el de hacer que este surja, ofrecer las
herramientas necesarias para que el alumnado pueda reconocerse como
un grupo inteligente capaz de identificar todo lo que ya sabe sobre un
tema y también emprender el camino que le llevará a indagar todo lo que
desconoce. Para ello juegas con herramientas potentes que buscan
4
Un clásico en este ámbito es el libro de Ander-Egg (2003): Práctica del desarrollo de la comunidad. Buenos
Aires, Lumen Argentina.
5
Cualquiera de los libros de los hermanos Johnson, Kagan, o en lengua castellana o catalana Pujolàs, pueden
ser de tu interés.
7. 6
desarrollar el aprendizaje en cooperación, el pensamiento crítico, la
creatividad, la evaluación formativa, etc.
Al final deberás invitar a tu grupo a que emprenda acciones consecuentes
con lo aprendido. La acción final será un retorno comunitario a todo lo que
han diseñado. Les demostrará que el aprendizaje es útil en sus vidas, su
entorno concreto y les permite integrarse como ciudadanos activos y
comprometidos con los ODS a su comunidad.
El ABP que puede cambiar las escuelas es el que olvida un perfil de
docente como transmisor de conocimientos y busca convertirse en un
provocador de experiencias de aprendizaje. Alguien que puede
acompañar el proceso de construcción del aprendizaje con herramientas
potentes. Alguien que se olvida de un papel tradicional del docente para
convertirse en un agente de aprendizaje al servicio de las necesidades de
su alumnado.
Utilidad: 1º persona
Nada de lo que se enseña en la escuela tiene posibilidad de permanecer
en los cerebros del alumnado si no conecta directamente con sus vidas.
Francesco Tonucci dice que "La escuela debe ser capaz de leer la
realidad concreta que rodea al niño. La geografía es la de su barrio; la
historia, la de su familia".
Si preguntamos a un grupo de escolares para qué les sirve todo lo que
han aprendido cualquiera de los días que han asistido a sus clases, suelen
decir que poco de ello sirven para nada en la actualidad y que esperan
les sirva en un futuro -la universidad o el mundo profesional- Sin
embargo, la mayoría de los contenidos que se tratan en los programas
8. 7
educativos son elementos fundamentales para que el alumnado
comprenda mejor el mundo que habita.
Cuando diseñas tus clases, es normal que te hagas una pregunta: ¿Por
qué es importante que mis alumnos aprendan esto? Es una pregunta
importante y debes hacerla. De la respuesta a este interrogante surgen
los objetivos que te planteas como fundamentales para tu enseñanza. Sin
embargo, no es suficiente.
Sería aconsejable hacerse una segunda pregunta -y el ABP que puede
cambiar las escuelas la incluye en su diseño didáctico-: ¿Dónde pueden
ver mis alumnos el contenido que quiero tratar en el salón de clase
mañana? La respuesta a esta pregunta busca conectar los contenidos
curriculares con las vidas diarias de tu alumnado.
Los contenidos deben servir para que el alumno comprenda mejor su
realidad y actúe decididamente sobre ella. No es posible que el
aprendizaje tenga la capacidad de construir ciudadanos competentes si
los aprendices no reconocen dónde pueden ver -en su día a día- el
contenido de la enseñanza.
d) Realidad
El diseño didáctico de tus clases debe buscar la conexión de los
contenidos curriculares que tratas con las vidas de tus alumnos. El papel
de lo que aprende tiene que mejorar la competencia crítica y
comprensión profunda de los fenómenos que viven a diario.
La comprensión de cómo funciona físicamente un volcán puede ser un
conocimiento teórico y mecánico o facilitar la comprensión de los efectos
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El aprendizaje no es un acto de transmisión. Lo es de construcción
comprometida. Es necesario que se centre en su realidad concreta. Esto
no quiere decir que no deba existir una mirada global a los fenómenos
estudiados. En absoluto.
que puede tener sobre las personas, las ciudades y el medio ambiente.
En el primero de los casos, el alumno es capaz de explicar el fenómeno.
En el segundo, es capaz de explicarlo comprendiendo las consecuencias
que esto tiene en el contexto humano.
Es necesario que los contenidos que tu alumnado trabaja puedan ser
reconocidos en su realidad concreta y sirva para generar un pensamiento
global. Es necesario que el aprendizaje sea una acción comprometida con
el habitar el mundo que el alumnado tiene y la construcción de un
proyecto global al que pertenecen. Esto solo es posible si el ABP se diseña
como una propuesta de trabajo concreto en la realidad de tus alumnos y
ello tiene transcendencia en la construcción de un pensamiento global.
Es este el modelo de ABP que puede cambiar las escuelas convirtiéndolas
en organizaciones que son agentes de cambio.
e) Narratividad: Somos depredadores de historias
Hace años me pregunto insistentemente por qué recordamos frases,
canciones, imágenes de los cuentos, novelas, películas o narraciones que
nos han acompañado en nuestra vida y sin embargo no lo hacemos de
decenas de contenidos que han protagonizado nuestras clases como
estudiantes: el mínimo común múltiplo, la fotosíntesis o la fórmula que
permite resolver la ecuación de segundo grado. La respuesta a esta
pregunta solo es una: la clave del aprendizaje está en que solo
aprendemos aquello que tiene una lógica narrativa acertada.
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Aprendemos gracias a las historias y esto lo sabían las personas que
enseñaban a cazar pintando las paredes de las cuevas rupestres. En ellas
no encontramos un listado de instrucciones sobre la caza. Lo que
encontramos es la escena que describe cómo hacerlo: un grupo de
personas que acorralan sus presas con vistas a conseguir su alimento.
Son las madres –o abuelas- las que nos contaron historias que nos dieron
muchas de las claves que nos permitieron interpretar el mundo. Luego
decanas de películas, libros y juegos organizaron los elementos
fundamentales que organizaron nuestra realidad haciendo que
pudiéramos comprenderla y aprehenderla. Para entender así el
aprendizaje es necesario comprometerse con el enfoque de proyectos. El
aprendizaje basado en proyectos (ABP) describe un modelo de
enseñanza en el que los alumnos se convierten en los verdaderos
protagonistas de la aventura de aprender.
Hoy en día, sabemos mucho de cómo construir buenas historias. El cine,
la literatura, los videojuegos, etc. conocen bien cómo narrar sus historias
para encadenar perdidamente a sus lectores en las historias que
cuentan6
. La clave fundamental es tan solo una: las historias hablan de
cada uno de los que la habitan.
Una buena historia permite –a quién la vive- reconocer las peripecias que
describe como elementos fundamentales que le permiten entender su
mundo real y aprender. Esto sucede con las películas que vemos a diario,
las series de televisión, las novelas, videojuegos o cuentos que
6
Campbell, J (2014): The Hero's Journey: Joseph Campbell on His Life and Work. New World Library. Una
adaptación interesante al trabajo como constructor de historias es el de Vogler, C. (2020): El viaje del escritor.
Madrid, Ma Non Troppo y el de McKee, R. (2009): El guión. Barcelona, Alba editorial.
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escuchamos de nuestros seres queridos. “Las historias nos aprovisionan
para la vida” –que decía Kenneth Burke- y que pueden convertirse en la
herramienta perfecta para que construyas tus proyectos educativos.
Cuando lo hacemos así, el aprendizaje se convierte en una aventura,
nuestros alumnos en los protagonistas, nosotros en los mentores que la
acompañamos y aulas, patios y barrios en el escenario en el que habita el
aprendizaje7
.
FUENTE: Visual Thinking autoría de Copete, R. (2020) en Vergara, J.: Un aula un proyecto. El ABP y la nueva
educación a partir del 2020. Madrid, Narcea.
El presente material fue elaborado por la Organización de Estados
Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), en apoyo
a la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Subsecretaría de
Educación Básica (SEB).
7
Una descripción detallada de cómo diseñar tus proyectos atendiendo a una lógica narrativa adecuada puedes
encontrarla en Vergara, J. (2018): Narrar el aprendizaje. La fuerza del relato en el ABP. Madrid, SM-BIE.