1. “El caso de Juan, el niño triqui” y el Índice de
inclusión
Análisis y relación
2. Contextualización
Juan es un niño triqui, el español es su segunda
lengua, no lleva los materiales, sus papás no asisten
a las juntas ni han dado la cooperación voluntaria
que pide la escuela.
A partir de una pelea entre Irwin y Juan, el salón se
divide en dos bandos: los niños indígenas se ponen
de lado de Juan y los no indígenas del lado de
Irwin. La maestra se encuentra desconcertada, no
sabe de qué manera puede restablecer las reglas de
convivencia que sabe que tendrán una repercusión
negativa en el aprovechamiento escolar de los
niños. Duda entre convocar a una junta con los
padres de familia y exponerles la situación o
manejarlo sola.
3. La vinculación entre ambos materiales se llevará a cabo gracias a que las dimensiones descritas en el documento “Índice de inclusión” de Tom Booth y
Mel Ainscow nos ayudaran a analizar la situación real que enfrenta; Juan, el niño triqui.
Las dimensiones son:
Culturas
Políticas
Prácticas
4. Dimensión: Culturas
Busca conseguir culturas inclusivas, que propicien una comunidad escolar con ambiente seguro,
acogedor, permeado de colaboración entre todos los miembros, que los haga sentir valorados.
Considero que esta dimensión esta alejada totalmente de la realidad en que vive Juan e Irwin, ya que
permea un ambiente de discriminación de parte de los niños del Jardín hacia los niños triquis, se les
excluye y se les limita en su expresión tanto oral como escrita, haciéndolos sentir inseguros y ajenos a
la comunidad, no solo escolar sino en todos los sentidos.
Además de que se destaca la ausencia del apoyo familiar, pues seria deber de la misma educadora
buscar alternativas para que los padres de Juan o de cualquier otro niño triqui se den cuenta que
forman parte de una sociedad y por tanto tienen un papel a desempeñar dentro de la misma,
empezando claramente por integrarse e interesarse en los asuntos escolares de sus hijos.
5. Dimensión: Políticas
Trata de elaborar políticas inclusivas, que logren la mejora del aprendizaje y la participación,
identificando hasta que grado los valores que impregnan la inclusión están presentes en el aula.
En esta dimensión, sale a relucir el papel que desempeña la propia institución en la situación de Juan, pero
de manera un poco más directa la manera en que la educadora las pone en marcha.
Resulta un tanto confuso el abordaje de este aspecto, pues no queda muy clara la intervención del Jardín de
Niños dentro de la situación, se observa discriminación y falta de tolerancia hacia las actitudes de los niños
más no una forma de actuar ante ello, es necesario que la institución ponga en marcha iniciativas que
fomenten el respeto y tolerancia a la diversidad en los alumnos, mediante políticas representadas en
reglamentos que se hagan valer dentro y fuera del aula. Y claramente que no sean dirigidos únicamente a los
alumnos sino también que incluyan a los padres de familia y demás actores del proceso educativo.
6. Dimensión: Prácticas
Permite dar cuenta de las practicas dentro del aula, reflexionando si todas las actividades que se
realizan están realmente al alcance de todos los alumnos, requiere el apoyo de la escuela y la
comunidad.
Esta dimensión apunta directamente al trabajo desempeñado por la educadora, ya que es ella quien
determina que actividades se pondrán en marcha en el aula.
Es difícil hacer una valoración en torno a la situación pues no se conoce a fondo la situación de la educadora,
pero con los datos obtenidos se puede denotar que tiene muy poca experiencia y ello se soluciona
únicamente mediante la preparación, pero además sus problemas personales representan un obstáculo
enorme en el adecuado desempeño de su labor docente.
Es necesario que tenga claro que lo más importante son los niños, que investigue y se actualice para poder
brindar a sus alumnos una mejor educación, buscando y planificando en tiempo y forma, actividades
adecuadas a las necesidades y capacidades de todos y cada uno de sus alumnos, que propicien el trabajo
colaborativo en lugar de desatar conflictos, creando así un clima de respeto y armonía que permita un
avance significativo no solo en lo educativo sino en lo personal.
7. Es necesario pues un correcto equilibrio entre estas
tres dimensiones para lograr que niños como Juan
e Irwin puedan tener acceso a la educación que
merecen, a una educación de calidad que los
prepare para enfrentar las situaciones que la vida
les presente.