La dictadura militar de Augusto Pinochet en Chile se estableció tras el golpe de Estado de 1973 contra el gobierno socialista de Salvador Allende. Pinochet implementó un régimen autoritario que reprimió brutalmente a la oposición política y estableció un modelo económico neoliberal. Luego de casi 17 años de dictadura, un plebiscito en 1988 determinó que Pinochet dejaría el poder y Chile iniciaría su transición a la democracia.
1. Carlos Cejudo Torres
Regímenes políticos en América Latina
Séptimo semestre
Catedrático: José Luis Cardona Estrada
4/12/2014
Título: La dictadura militar en Chile
No se puede hablar de América Latina sin mencionar los procesos dictatoriales
que vivió, los golpes de Estado que prácticamente todos los países tuvieron, la
gestión bajo el terror y la represión es el común denominador de la historia política
de Latinoamérica, las ideas de ultraderecha y el anticomunismo como resultado
del temor por considerar al comunismo como un peligro para el desarrollo de un
mundo capitalista creciente, se convirtieron en la fórmula perfecta para justificar
todos los desaparecidos, los muertos, los encarcelado y los exiliados.
Para los países sudamericanos la institucionalización de la violencia como
mecanismo de control y como lazo mediador entre el Estado y la sociedad generó
descontento social y política, la elección de presidentes por medio de la vía
democrática había sido pisoteada por las fuerzas militares llevando a estos países
a una inestabilidad originada por el terrorismo de Estado. La sociedad fue privada
de sus derechos y garantías, se puede afirmar que el Estado de derecho dejó de
existir y las leyes que en teoría protegían al ciudadano de cualquier abuso fueron
anuladas.
América Latina ha sido una experta perdedora de derechos civiles, el terrorismo
de estado, que es aquel que atenta contra la sociedad civil y contra sus derechos
es un claro ejemplo de ello, la situación actual de Latinoamérica es una
consecuencia de la permisibilidad que se tuvo con las fuerzas armadas y de
represión años atrás.
Los años setenta fueron años de insurrección y disidencia con una gran
frustración e inconformidad política, económica y social, la sociedad se levantó en
2. armas para derrocar y sacar a los militares del poder logrando restaurar la
democracia y la justicia, sin embargo países como México, Venezuela, Honduras,
Argentina volvieron a ser víctimas de la represión y la masacre hacia grupos
vulnerables como estudiantes, campesinos, homosexuales, e incluso la propia
naturaleza.
Golpe de Estado
El golpe de Estado ocurrió el 11 de septiembre de 1973, las fuerzas armadas
chilenas atacaron al presidente Salvador Allende y al gobierno izquierdista de la
unidad popular, los militares, comandados por Pinochet, tenían el apoyo de la
derecha política chilena y de los Estados Unidos, quienes luchaban
constantemente, tenían como prioridad y apoyaban a los derechistas
latinoamericanos para erradicar el pensamiento marxista y los gobiernos
socialistas de Latinoamérica, por ende tenían el poder militar y económico
suficiente para derrocar a Allende.
El movimiento golpista desarrolló un modelo económico, político y social en
conjunto con intelectuales chilenos afines al golpe de estado, la estructuración de
un nuevo gobierno se iba forjando poco a poco, prácticamente toda la milicia
estaba unida por el mismo fin, esto lo sabían los seguidores e izquierdista
chilenos, y provocó una gran tensión entre los ciudadanos, los confrontamientos
en las calles entre los dos sectores dejaban muerto y generaban pánico social, un
desorden en el pensamiento y la tranquilidad chilena, se cobraban las primeras
vidas.
Pinochet tenía claro sus fines derrocara al socialismo y poner orden militar y la
violencia como su principal herramienta y este es un tema que ha estado presente
constantemente en la historia de Chile, varios son los autores que de una u otra
manera se refieren a este punto, por ejemplo a contar del siglo XIX y con el
proceso de construcción de Estado, “el sociólogo Tomás Moulian señala que en
determinados momentos cruciales del desarrollo político chileno, desde la
3. independencia hasta nuestros días, la violencia constituyó un medio para la
resolución de las crisis, para restablecer un orden, imponer una nueva
constelación de poder y producir transformaciones económicas y sociales, siendo
uno de los procesos más característicos de aquello, la denominada “dictadura
revolucionaria-terrorista” encabezada por Augusto Pinochet, en la cual “el derecho
que define lo prohibido y lo permitido, y el saber que define el proyecto, se
imponen privilegiando los castigos.” (Monzálves: 2008)
El orden se afirma con el terror, esta combinación de recursos del poder se
traduce en la capacidad para reprimir, inmovilizar y conformar las mentes por
medio del saber. De este fluyen interpretaciones, ideas-fuerzas que explican y
orientan la acción, pero también una normatividad, una capacidad creadora de
normas, de prescripciones que se transforman en derecho, en poder-derecho, por
tanto en “poder para hacer”. Los actos de violencia como elemento central del
terrorismo de Estado, tienen varias manifestaciones, incluso no se puede hablar
de terrorismo de Estado sin citar eventos de violencia, Chile vivió sus momentos
más críticos y sangrientos durante este periodo, y la violencia se convirtió en el
común denominador de la convivencia y la cotidianidad chilena, la división de la
sociedad era la clave para la victoria militar y el fin del socialismo en Chile “La
consolidación del gobierno de facto en Chile se amparó en el discurso “cultura
occidental cristiana” basada en la ya conocida tesis de Carl Schmitt del amigo-
enemigo, distinción elaborada a partir de la axiología que tenga un Estado en un
momento dado de la historia, en la medida de legitimar la posibilidad real de
eliminar físicamente al que se considera enemigo, llegando al extremo de incluir
en las listas negras a quienes simplemente se oponían al gobierno dictatorial por
medio de las formas legales de reivindicación. Dicho concepto es la piedra angular
de la doctrina seguridad nacional, la cual se presentaba en las dictaduras
militares” (Catarina: 2009)
“En este país no se mueve ni una sola hoja sin que yo lo sepa” Augusto Pinochet.
El sometimiento el Chile dictatorial no dejaba a prácticamente nada, a menos que
dichas expresiones beneficiaran al gobierno chileno, muchos artistas,
4. intelectuales, escritores, académicos, periodistas fueron exiliados o asesinados,
las escuelas eran centros de capacitación militar, por ejemplo; los días lunes se
llevaba a cabo honores a la bandera y la patria, así como el canto del himno
nacional, existían brigadas entre los estudiantes que tenían entrenamiento militar y
servían como apoyo policial.
En el año en el que el golpe de Estado se hizo se declaró toque de queda a partir
de las tres de la tarde, de prohibió a los civiles andar por el centro de las ciudades
y se les obligó al encierro, en Santiago, inmediatamente, las instalaciones de las
radios principales y los canales de televisión fueron silenciadas, locutores y
directores fueron detenidos por atentar contra el orden y la paz, todo desde un
marco “legal” la presa fue destruida, se pisoteó la libre expresión y los periódicos
nacionales fueran alienados con la dictadura, en las zonas rurales se detuvieron y
ejecutaron a los líderes campesinos, el campo evitaba el progreso de Chile, los
pro-allendistas atacados por el miedo, quemaron, escondieron, olvidaron
propaganda y su pasado allendista, ilegalizaron el partido comunista, se
trasladaron a miles de personas a los estadios y se nombraban, quienes entre la
multitud escuchaban su nombre, eran ejecutados , los estudiantes también fueron
víctimas de la dictadura, asesinados por considerarlos pro-comunistas y los
trabajadores mineros fueron forzados a trabajar inhumanamente, un cruel
parecido a lo que fue la Alemania nazi.
Como se puede ver, el tema del peligro que significaba la presencia y actuar de
ciudadanos nacionales o extranjeros, los cuales bajo la categoría de “activistas”,
“agitadores”, “extremistas”, “delincuentes” o simplemente “antipatriotas”, pasaba a
constituirse en una de las preocupaciones centrales para las nuevas autoridades.
Como una forma de enfrentar aquello, la Junta dictó el decreto “Ley Número 81”
en el cual estableció sanciones para aquellas personas que desobedecieran el
llamado del gobierno. Así en nombre de la seguridad del Estado, se sancionará
con la pena de presidio menor en su grado máximo o extrañamiento mayor en su
grado medio, al mismo tiempo, se dispondrá de medidas administrativas como la
cancelación del pasaporte respectivo, si el inculpado se encontrase en el
5. extranjero . Por encontrase el país en Estado de guerra se dispondrá la expulsión
o abandono del país de determinadas personas, extranjeros o nacionales,
mientras que aquellos que ya han salido del país, ya sea por medio del asilo,
expulsadas, obligadas al abandono o estén cumpliendo penas de extrañamiento
no podrán reingresar sin autorización del Ministerio del Interior. Ahora, si alguno
de los ciudadanos ingresa al país de manera clandestina, burlando cualquier
forma de control, lo está haciendo para atentar contra la seguridad del Estado, por
lo tanto será sometido a los tribunales correspondientes, siendo sancionado con la
pena de presidio mayor en su grado máximo a muerte. Finalmente, aquellos que
alberguen, oculten o presten colaboración para la fuga de los culpables, también
eran sancionados y asesinados por conspiración contra la patria.
El modelo económico instaurado en Chile bajo la dictadura militar y la influencia
de los Estados Unidos creo una centralidad del mercado, la sociedad estaba bajo
el imperio del neoliberalismo y servicios públicos como salud, pensiones y
educación se pretendían privatizar, el Estado tenía el control absoluto de los
pilares sociales, por otro lado las formas administrativas como políticas de
gobernar al país sudamericano tenían tintes hereditarios del fascismo, esto
comenzó a desconcertar a la sociedad chilena, la pérdida de confianza en las
instituciones y el bajo nivel de credibilidad eran una muestra fehaciente de la
crisis social que había en Chile
Tras casi dos décadas dictadura militar, neoliberalismo en Chile y represiones en
contra de cualquier expresión que se oponía a lo ya establecido, la sociedad
chilena poco a poco fue levantando las conciencias y haciendo resistencia a las
injusticias sociales, sin importar la vida individual sino la colectiva, se logró
consolidar uno de los movimientos más fuertes, sólidos y con logros importantes
en los últimos años en América Latina; la elaboración de un plebiscito, en el que
se determinaría si Pinochet seguiría en el poder, la sociedad chilena estaba
despertando, la necesidad de restaurar Chile en todos los sentidos llevo a que el
6. 25 de febrero del 87 se reabrieran, desde que Pinochet tomó el poder, los
registros electorales, y el plebiscito consistía en los siguiente:
Si ganaba la opción sí, se aprobaba al candidato propuesto, y asumía el cargo el
mismo día en que debía cesar el anterior y por un periodo de 8 años, entrando en
plena vigencia las normas permanentes de la constitución, salvo en lo siguiente:
nueve meses después se debía convocar a elecciones generales de senadores y
diputados y en el intertanto, la junta de gobierno seguiría ejerciendo la función
legislativa, hasta la instalación del congreso nacional. Esta se realizaría tres
meses después de la convocatoria elecciones parlamentarias.
Sí ganaba la opción no, no se aprobaba el candidato propuesto, el periodo
presidencial de Augusto Pinochet se prorrogaría por un año más, al igual que las
funciones de la junta de gobierno, y vencido dicho plazo tendrían plana vigencias
las normas permanentes de la constitución. Para esos efectos noventa días antes
de la expiración de la prórroga del mandato presidencial, se debía convocar a
elección de presidente de la república y parlamentos1
Pinochet logra ser el candidato de la opción sí, bajo la nominación de las fuerzas
armadas y del marco legal, los partidos políticos que veían la luz de nuevo hicieron
un llamado al pueblo chileno a votar por el NO, siendo este el punto de partida
para la reconstrucción de Chile en un verdadero régimen democrático. Las
elecciones quedan de la siguiente manera: 44.01% si y 55.99% no, Chile recupera
su estado democrático.
En 1990 se daba la transición a la democracia después de 17 años de dictadura
militar, la presidenta Michelle Bachelet parecía ser la solución a los problemas
estructurales de Chile, sin embargo las secuelas de la dictadura quedarían ahí, si
1
Cita textual de los puntos del plebiscito tomados del libro “Chile: ni por razón, ni por la fuerza” de Viviana
Salazar Erdocio.
7. bien la democracia chilena fue en un principio una de las más exitosas en América
Latina, la mala gestión gubernamental, el aumento en la corrupción, y las
constantes manifestaciones de la población hicieron de chile un vaivén, las
instituciones eran cada vez menos importantes para los ciudadanos, la
participación ciudadana iba en decadencia, la educación se privatizaba, no quedó
otro remedio para Chile que volver a levantarse y protestar contra el mal manejo
del país.
Bibliografía
Molsálvez, Danny, “Chile, la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet y el exilio
como dispositivo de control social: El caso de la ciudad de Concepción”, jornadas
de trabajo: exilios políticos del cono sur, 2012 visto en
http://jornadasexilios.fahce.unlp.edu.ar/i-
jornadas/ponencias/MONSALVEZ_ARANEDA.pdf
Salazar, Viviana, 2013, “Chile: no por razón, ni por la fuerza” Santiago, edit. La
polla literaria
Siavelis. Peter, “enclaves de la transición democrática chilena” revista de ciencia
política (Santiago), Vol. 29, No 1, Santiago, 2009 visto en
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-090X2009000100001&script=sci_arttext
Villegas, Fernando, 2005, “El Chile que no queremos” Santiago, Edit.
Sudamericana
Texto revisado en
http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lri/gil_c_sa/capitulo2.pdf