La primera gran burbuja especulativa fue la "Tulipomanía" en los Países Bajos en el siglo XVII, cuando los bulbos de tulipán alcanzaron precios exorbitantes, a veces 30 veces el salario medio, y podían intercambiarse por casas y tierras. Los holandeses se endeudaron fuertemente para comprar bulbos creyendo que seguirían subiendo de valor, pero en febrero de 1637 el mercado se derrumbó dejando a muchos arruinados.