En 3 oraciones o menos:
El documento describe las tristes y estresantes condiciones que enfrentan los perros en las perreras, donde la mayoría terminan muriendo o siendo sacrificados debido a la falta de recursos y espacio. Abandonar un perro en una perrera virtualmente lo condena a la muerte, ya que tienen solo 72 horas para ser adoptados antes de ser sacrificados. El autor, que trabaja en una perrera, desea crear conciencia sobre esta dura realidad y pedir a la gente que no críe, compre o abandone
1. … los perros sufren y mueren en las perreras.
Esta carta me llegó por mail y quería compartirla con vosotros porque es la pura
realidad. Léela, es importante.
CARTA DE UN TRABAJADOR DE UN PERRERA: Creo que nuestra sociedad necesita una
llamada de atención. Como responsable de una perrera, voy a compartir algo con
vosotros… una mirada desde “dentro” si me lo permitís. Lo primero de todo, todos los que
sois vendedores/criadores de animales, deberíais al menos trabajar UN DIA en una perrera.
Tal vez si veis la mirada triste, perdida…los ojos confusos, os harían cambiar de opinión
sobre criar y luego vender a personas que ni siquiera conocéis. Ese cachorro que acabas de
vender terminará posiblemente en mi perrera cuando deje de ser un perrito lindo.
Entonces… ¿cómo te sentirías si supieses que hay una probabilidad del 90% de que ese
perro nunca salga de la perrera si es que llega a parar allí? Sea de raza o no. EL 50% de los
perros que entran en mi centro, abandonados o callejeros, son de raza pura. Las excusas
más comunes que escucho son: -“Nos mudamos y no podemos llevarnos a nuestro
perro/gato”. ¿En serio? ¿A dónde te mudas que no te permiten tener mascotas y por qué
has elegido ese lugar en vez de otro donde sí puedas tenerla? -“El perro se hizo más
grande de lo que creíamos”. ¡¿Y cuanto te pensabas que crecía un pastor alemán?! -“No
tengo tiempo para ella” – ¿De veras? Yo trabajo 10 o 12 horas al día y aun así tengo
tiempo para mis 6 perros. -“Está destrozándonos el patio” -¿Y porque no lo tenéis dentro
con vosotros? Siempre me dicen “No queremos insistirte en que le busques un hogar,
porque sabemos que lo adoptarán, es un buen perro” Lo triste es que tu mascota NO será
adoptada y…. ¿sabes lo estresante que es una perrera? Bueno, pues déjame que te cuente:
Tu mascota tiene 72 horas para encontrar 1 nueva familia desde el momento en que la
dejes. A veces un poco más si la perrera no está llena y consigue apañárselas para
2. mantenerse completamente sano. Si se resfría, se muere. Tu mascota estará confinada en
una pequeña jaula, rodeada de ladridos y llantos de otros 25 animales. Tendrá que
apañárselas solo para comer y dormir. Estará deprimido y llorará constantemente por la
familia que lo ha abandonado. Si tiene suerte, y cuento con suficientes voluntarios, quizá
podrán sacarlo de paseo ocasionalmente. Si no, tu mascota no recibirá ninguna atención,
aparte de un plato de comida deslizado bajo la puerta de la jaula y manguerazos de agua.
Si tu perro es grande, negro o cualquier raza “bull” (pit bull, mastín…) lo has conducido a la
muerte desde el momento en que cruzó la puerta. Esos perros no suelen ser adoptados. No
importa lo “dulce” que sea o lo “amaestrado” que esté. Si tu perro no es adoptado en las 72
horas desde su entrada, y el refugio está lleno, será sacrificado. Si el albergue no está lleno
y tu perro es suficientemente bueno y de una raza atractiva, es posible que se pueda
retrasar su ejecución, aunque no por mucho tiempo. La mayoría de los perros se ponen en
jaulas de protección y se les sacrifica si muestran agresividad. Incluso el perro más
tranquilo, es capaz de cambiar en este entorno Si tu mascota se contagia de la tos de las
perreras (traqueo bronquitis infecciosa canina) o cualquier otra infección respiratoria, será
sacrificado de inmediato, simplemente porque en las perreras no tenemos recursos para
pagar tratamientos de incluso 150 euros. Y he aquí algo sobre la eutanasia para aquellos
que nunca habéis sido testigos de cómo un animal, perfectamente sano, será sacrificado:
En primer lugar, lo sacarán de la jaula con una correa. Los perros siempre piensan que van
a dar un paseo, salen felices, moviendo la cola…. Hasta que llegan a “la habitación”, allí
todos frenan en seco. Deben oler o captar la muerte o sentir las almas tristes que se
quedaron allí. Es extraño, pero sucede con todos y cada uno de ellos. Tu perro o gato se
verá sujeto por 1 o 2 técnicos veterinarios, dependiendo del tamaño y de lo nervioso que
este. A continuación, un especialista en administrar la eutanasia o un veterinario, iniciará el
proceso: encontrarán una vena en su pata delantera y se le inyecta una dosis de “sustancia
rosa”. Esperemos que tu mascota no se asuste al sentirse presa. He visto algunos
arrancarse las agujas y acabar cubiertos de su propia sangre, ensordecidos por los aullidos
y gritos. Todos no “duermen” inmediatamente. A veces sufren espasmos durante un rato,
se ahogan y se defecan encima. Cuando ha terminado, el cadáver de tu mascota será
apilado como un leño, en un gran congelador trasero, con todos los otros animales, a la
espera de ser recogidos como basura. ¿Qué sucede después? ¿Será incinerado? ¿Lo llevan
al vertedero? ¿Lo convertirán en comida para mascotas? Nunca lo sabrás y probablemente
nunca te lo plantearás. Solo era un animal y siempre puedes comprar otro, ¿no? Espero
que si habéis leído hasta aquí, se os hayan empañado los ojos y no podáis sacaros de la
cabeza las imágenes que ocupan mi mente todos los días cuando vuelvo a casa desde el
trabajo. Odio mi trabajo, odio que exista y odio saber que siempre existirá a menos que
vosotros, la gente, cambiéis y os deis cuenta de las vidas que perjudicas son muchas más,
aparte de la que dejas en la perrera. Entre 9 y 11 millones de animales mueren a diario en
3. las perreras y solo tú puedes parar esto. Yo hago todo lo posible por salvar todas las vidas
que puedo, pero los refugios (protectoras) siempre están llenos y cada día hay más
animales que entran que los que salen. Solo quiero puntualizar esto: NO CRIES O
COMPRES MIENTRAS HAYA PERROS MURIENDO EN LAS PERRERAS. Ódiame si quieres. La
verdad duele y la realidad es lo que es. Solo espero que con esto alguna persona haya
cambiado de idea acerca de la cría, de abandonar su mascota en una perrera, o de comprar
un perro. Ojalá alguien entre alguien en mi trabajo y me diga “he leído esto y quiero
adoptar”. Eso haría que mereciese la pena. En muchos comentarios que leo en eventos
sobre perros abandonados, observo el desconocimiento de la gente que aun se piensa que
las perreras son sitios donde los perros viven, están felices y que salen adoptados con
facilidad tras una breve y comida estancia en la perrera. Señores, en las perreras españolas
(y en todas) los animales MUEREN, SON SACRIFICADOS o ENFERMAN y AGONIZAN allí
solos. Para paliar esto, existen las protectoras, que no “caen del cielo” (aunque están llenas
de ángeles) y que intentan hacer lo posible para buscar casa a estos animales. Se llevan y
acogen a los que pueden para que tengan oportunidades, los sacan e intentan hacer tiempo
para que no los sacrifiquen. A cambio que reciben, ¿subvenciones? ¿Locales e
instalaciones? NADA. (Sobre) viven del dinero que ellos mismos aportan, de lo que los
escasos socios quieran donar y poco más. Y no hay facilidades. Cuando la gente sabe que
colaboras en 1 asociación o que ayudas animales, en vez de colaborar, lo único que hacen
es entregarte más y más animales: “mi perra acaba de parir”… “me he encontrado estos
cachorritos en una caja”— “en mi portal hay 1 perro abandonado merodeando”…. Somos el
mejor descanso para la conciencia del que no se quiere mojar. Ya nadie deja al coche en la
gasolinera y acelera para irse de vacaciones a la playa. Lo que hacen es dejarlo en la
protectora. Desde tirarlo por encima de una alambrada, hasta dejarlo en una residencia y
no recogerlo. Porque saben que dan con buenas personas que no pueden dar la espalda y
abandonar el animal que ellos han abandonado. Me permito añadir, que en algunas
perreras españolas, ni siquiera la eutanasia es una inyección y se acabó. Algunos
“veterinarios” que trabajan en perreras, encuentran otros medios de sacrificio más
dolorosos y desagradables, pero que (cómo no!) son más económicos y rentables. Y por el
precio de una inyección, se incineran o gasean vivos Ese es el país en que vivimos. Aunque
tampoco podemos esperar mucho más de un lugar donde la fiesta nacional es torturar
hasta la muerte un animal, mientras cientos de sádicos que han pagado su entrada gritan y
disfrutan del espectáculo. POR FAVOR ENVIAD ESTA CARTA A TODOS VUESTROS
CONTACTOS…. GRACIAS