El documento discute los aspectos políticos de la consulta clínica desde una perspectiva sistémica. Sugiere que el sistema de salud participa en mecanismos de "homeostasis" del estado que incluyen la enajenación del paciente como actor de su propia historia de salud. Esto ocurre en la interacción médico-paciente donde el médico tiene mayor responsabilidad. Propone construir alternativas que recuperen la persona en el paciente, encuentren lo personal en su padecimiento y promuevan su capacidad y control sobre sus problemas.