Durante esta semana se estarán realizando en las diferentes carreras del territorio Asambleas en torno al Movimiento Estudiantil, para responder la pauta emanada del último CONFECh que busca revitalizar las discusiones en torno a la educación en las universidades y adquirir mayores claridades en lo programático y en lo táctico para afrontar la reunión con el Ministro de Educación.
Reactivar nuestra base social, a construir el Chile de las grandes mayorías.
1. Reactivar nuestra base social, a construir el Chile de las grandes mayorías
Estimados compañeros y compañeras:
Ante la necesidad de impulsar en nuestros territorios la discusión solicitada por la CONFECH, y el desafío
de comenzar a desarrollar la extensa pauta elaborada por el CEFECH, el presente documento propone
algunas claridades a fin de aportar a la reactivación de la discusión en las bases estudiantiles.
Para ello, nos centraremos en las tareas prioritarias de esta semana, con miras a la sesión CONFECH del
sábado 29 de marzo, partiendo por una caracterización de la NM, para luego distinguir lo ambiguo y lo
concreto en su reforma educacional, y finalizar identificado los ejes de tensión que develan el carácter
neoliberal de la misma.
En función de estos ejes de tensión, y sin perder de vista la necesidad de mantener al Movimiento
Estudiantil como un agente legitimado y protagónico del actual momento político, esbozaremos
respuestas a las 3 interrogantes planteadas por la CONFECH: 1) ¿Debe aceptarse la invitación a dialogar
realizada por el Ministro de Educación? En el caso de ser aceptada, ¿bajo qué términos?; 2) ¿Dónde están
las principales contradicciones del programa de educación de la Nueva Mayoría?
Contextualización
Los desafíos que el Movimiento Estudiantil y Social enfrentan en el presente periodo, son muy diferentes
a los que planteaba la administración Piñera.
Así lo demuestran la toma de iniciativa de esta administración, cuyas primeras acciones van desde la
sorpresiva invitación al diálogo hecha por Eyzaguirre, que tomó por sorpresa a la Confech; el anuncio de
Bachelet respecto al fin de la municipalización de la educación –herencia de la dictadura, en palabras de
la mandataria insurrecta-; la arremetida de los medios, vía caricaturización no sólo de las y los dirigentes
estudiantiles, sino también de las fuerzas políticas del sector. Incluso esta semana Eyzaguirre contará con
un programa de TV en que podrá contar con lujo de detalles en qué consiste la Reforma Educacional de la
NM y cómo se llevará a cabo. Estas son señales no pueden ser obviadas: hoy es la NM la que está
marcando los tiempos del debate público, y el M.E. no puede ser un espectador pasivo frente a ello.
Sin embargo, aún cuando los sectores organizados y más politizados del M.E. comprenden las diferencias
entre la vieja Concertación y la Nueva Mayoría e identifican las distancias entre nuestras demandas
históricas y la Reforma Educacional de la administración Bachelet, debemos asumir que esto aún no
constituye una reflexión profunda y colectiva de las bases estudiantiles, ni mucho menos es parte del
sentido común de las mayorías. De allí que nuestra tarea no sea sólo disputar e instalar una determinada
línea: hoy nos urge abrir el debate y dotar de claridades a nuestras compañeras y compañeros.
Necesitamos entonces, tener claro a quién nos enfrentamos. Ese es el propósito del siguiente apartado.
¿Qué es la Nueva Mayoría?
Señalamos enfáticamente que la NM es mucho más que la suma de sus partes: no es un conglomerado
homogéneo, ni tampoco una Concertación renovada. Al contrario, esta coalición es el instrumento político
mediante el cual el bloque dominante busca dar respuesta al ciclo de conflicto sociopolítico abierto en el
país, con el fin de otorgar gobernabilidad y estabilidad a los intereses del empresariado y renovar el
consenso neoliberal en Chile.
Para ello, no sólo han cooptado las consignas del M.E., sino que también han elaborado un programa que
2. nos entrega concesiones al tiempo que abunda en ambigüedades; han vaciado nuestras demandas de
contenido y radicalidad; han incorporado a actores políticos, organizaciones y dirigentes sociales; han
disociado la imagen del líder (Bachelet) y los partidos (NM), con el fin de anular la historicidad del
compromiso de sus miembros y la profundización del proyecto neoliberal en Chile, etc.
De esta manera, y revestida de progresismo, la NM se dispone a digerir las demandas del Movimiento
Social, y cerrar el conflicto sociopolítico mediante su institucionalización.
Se comprende entonces el carácter limitado de las reformas que desarrollará en materia tributaria,
constitucional y educacional: sabemos que en ningún caso apuntarán a trastocar los pilares
fundamentales del modelo neoliberal. Pero aunque su política fácilmente podría resumirse en un “hay que
cambiar algo para que todo siga igual”, no podemos conformarnos con eso: hoy el asunto clave es
identificar qué cambiarán, qué carácter tendrá ese cambio, y qué espacio tenemos nosotros para actuar.
Antes de contestar la pauta de la CONFECH, es importante tener presente que si bien para nosotras y
nosotros Bachelet no es ninguna desconocida, su figura goza de gran legitimidad, al punto de que
importantes franjas de la población están a la expectativa de los cambios prometidos. Esto implica que no
podemos actuar frente a la NM como si fuera la vieja Concertación o el gobierno de Piñera: hoy es un
imperativo profundizar nuestras demandas históricas, y avanzar junto a otros actores en la construcción
de un Programa que haga del Movimiento Social por la Educación una oposición radical, protagónica, con
propuestas que puedan ofrecer al país un proyecto educativo al servicio de los intereses de las grandes
mayorías.
En función de lo antes expuesto, responderemos las preguntas emanadas desde la CONFECH.
1) ¿Debe aceptarse la invitación a dialogar realizada por el Ministro de Educación? En el
caso de ser aceptada, ¿bajo qué términos?
En base a lo antes expuesto, podríamos preguntarnos qué sentido tiene dialogar con una fuerza política
cuyas reformas no trastocarán las bases del modelo neoliberal, ni harán de la educación un auténtico
derecho social. Sin embargo, rechazar la invitación al diálogo sería un grave error, que a los ojos de las
mayorías nos mostraría esquivos al diálogo y reticentes a avanzar es los cambios que desde el 2006
venimos demandando.
Es así, que a nuestro parecer la acción correcta es aceptar la invitación al diálogo hecha por Eyzaguirre,
con los siguientes objetivos:
(1) Legitimidad y sensatez: el M.E. debe mantenerse como un actor legitimado por la ciudadanía,
con apoyo y validación de las mayorías. Para lograrlo es clave comprender que una de las tácticas
de la NM será caricaturizarnos como intransigentes. Ante esto, nuestra tarea es mostrarnos como
actores sensatos, con argumentos claros y movilizaciones convocantes. Debemos constituirnos es
una oposición radical desde la propuesta, una oposición abierta al diálogo, pero no entreguista,
capaz de marcar las diferencias sin parecer intransigentes en primera instancia.
Esto quiere decir que debemos avanzar cautelosos y ser capaces de mostrar cuales son las
diferencias que nos separan de la NM y su reforma: ya no podemos centrarnos en ministros o
subsecretarios, pues los últimos acontecimiento han dejado claro que esta el gobierno está
dispuesto a sacrificar a cualquier personero con tal de mantener la legitimidad. Por eso, debemos
apuntar a los flancos débiles de la NM, aquellos elementos que develan las contradicciones entre
su propuesta programática y nuestras demandas. Esto no significa que debamos renunciar a la
denuncia de los conflictos de interés, sino que allí no debe estar nuestra centralidad.
Sólo entonces, la ruptura puede ser comprendida por las mayorías como un acto legítimo y con
3. sentido, y no como una majadería. Son ellos – y no nosotros- quienes deben mostrarse
intransigentes a nuestras propuestas.
(2) Protagonismo e incidencia: actualmente es la NM la que marca los tiempos del debate público. Si
está tónica se mantiene, corremos el riesgo de ser reducidos a posiciones de marginalidad, siendo
desplazados ya sea por la bancada estudiantil o por las disputas al interior del parlamento.
Por eso, uno de los objetivos de aceptar la invitación al diálogo, es aparecer en la escena pública e
instalar nuestros términos para el desarrollo del debate.
Claramente en esta primera aparición pública no tendremos todas las claridades, pero el desafío
es marcar los tiempos, a fin de tener espacio para profundizar nuestras demandas y aterrizarlas
en propuestas concretas que manifiesten las diferencias entre el proyecto de la NM y el nuestro.
Y cuando hablamos de incidencia, comprendemos que esta no proviene de nuestra sola acción,
sino que radica en cómo seamos comprendidos por las mayorías: abrirnos al diálogo es una forma
de presentarnos desde la sensatez, con claridad. Para ello, el M,E, debe mostrarse unido, y sus
voceros deben actuar de manera consistente sin abrir flancos débiles para la crítica, ni
especulaciones de quiebre. Es el apoyo de las mayorías, y no la concesión del bloque dominante,
lo que nos permitirá avanzar en dirección a construir un Chile para las mayorías.
(3) Proyecto y unidad programática: Nos presentamos a la reunión con Eyzaguirre, para dejar en
claro que no pueden ser sólo los estudiantes lo que tomen parte en este debate: la sociedad toda
debe tomar parte en la deliberación sobre el proyecto educativo que queremos: estudiantes,
trabajadores de la educación, funcionarios, profesores, rectores, directivos, apoderados,
comunidades circundantes a las instituciones educativas. Debemos abrir espacio a otros actores,
con quienes construir el proyecto educativo con que haremos frente a la NM.
(4) Develar carácter neoliberal de la reforma educativa de la NM: Esta reunión debe servir para
interpelar al ministro a que responda por los elementos de la reforma educacional de la NM que
manifiestan ambigüedad, y relevar aquellos elementos que denotan las limitaciones de esta
reforma, en la cual se reafirma en carácter subsidiario del Estado. Nuestras posibilidades se
juegan en que este primer hito de aparición pública del M.E. permita reconducir el debate a los
ejes de tensión que separan aguas entre el M.E. y la NM.
2) ¿Dónde están las principales contradicciones del programa de educación de la Nueva
Mayoría?
Necesitamos identificar las contradicciones del programa de educación de la NM, porque sólo el
conocimiento acabado de este nos permitirá movernos con claridad en este periodo que se abre.
Este programa efectivamente posee importantes ambigüedades, pero no es menos cierto que existen otros
donde se concretizan parte de nuestras demandas, mientras que otras expresan limitaciones importantes.
Llamaremos ambigüedad a todos aquellos elementos que sean enunciados sin claridad sobre cómo en
concreto se llevarán a cabo, y que den espacio a salidas que pueden ser contradictorias.
Entenderemos por concesiones aquellos elementos del programa educacional de la NM que constituyan
avances parciales en la dirección planteada por el M.E. Al respecto, es central dar a entender a las
mayorías que cualquier avance concreto es fruto de la movilización y no de la voluntad política de tal o
cual gobierno. Es preciso sentar precedente de que la movilización puede ser efectiva a la hora de realizar
conquistas para el pueblo.
Las limitaciones son lo que más nos interesan. Estas dicen relación con todas aquellas demandas que no
son consideradas o en las que se avanza en dirección contraria. En la presenta coyuntura constituyen
4. nuestra principal herramienta de lucha.
Concesiones
En la medida que suponen avances parciales para nuestras demandas y para nuestro pueblo:
1. Paliar el endeudamiento familias por medio de becas al 70% de menor ingreso en la educación superior
2. Término del copago en EM
3. Garantizar el 20% de acceso a estudiantes de los 2 primeros quintiles en la Universidad (cupos de
equidad).
4. Desmunicipalización de la educación secundaria, centralizando la responsabilidad de la crisis de las
instituciones públicas en el MINEDUC, esto es, Sistema de Educación Pública Nacional y Sistema de
Educación Pública Local.
5. Capacitación continua a docentes.
6. Nuevos establecimientos técnicos: se crearán CFT es todo Chile, ligados a Universidades Estatales. Estas
instituciones deberían absorber el 50% de la matrícula del sector.
Limitaciones
1. La segregación no se resuelve con el fin del copago o con las becas
Esta es mucho más profunda, e incluye otros factores, como la capacidad de mantenerse en el sistema
educativo. No se generan propuestas uniformes en esta materia, quedando al libre albedrío de cada
institución.
2. No se menciona la derogación, ni se tiene la intención de acabar con la PSU, se mencionan formas de
acceso complementarias como los cupos de equidad “20% de la matrícula de cada una de las carreras que
ofrezca la institución, para estudiantes pertenecientes al 40% más vulnerable.
3. Profundización del financiamiento a la demanda (estudiante), manteniendo la competencia entre las
instituciones por dicho financiamiento, apelando al avance individual en base a la meritocracia. En
relación al financiamiento y gratuidad, no hay certezas de cómo se financiará esta gratuidad, pues poco se
ha dicho de esto, y hasta la fecha la única propuesta, que incluso no está dentro del programa, es la del
impuesto al ingreso de los egresado.
4. Redefinición de lo público según parámetro que posibilita la inclusión de instituciones privadas mientras
cumplan ciertos criterios (no lucrar, estandarización de aranceles, acreditación, investigaciones).
5. Fuera de lo “público” se permite la coexistencia de instituciones que lucren.
6. No se hace cargo de la democratización ni autonomía universitaria. Tampoco menciona la derogación
DFL2.
7. Se mantiene prueba inicia.
8. Se mantiene la fiscalización indirecta vía acreditación, y no se especifican los criterios de acreditación.
9. En lugar de la democratización de los espacios educativos secundarios vía control comunitario, se creará
la consulta comunitaria, mediante la conformación de consejos que integren a estudiantes, directivos,
profesores, apoderados y comunidades circundantes a la institución; sin embargo, estos órganos sólo
tendrán facultades consultivas, esto es, sin ningún poder resolutivo.
Ejes de tensión
1. Perpetuar el Lucro.
2. No hacerse cargo de la democratización y autonomía universitaria.
3. Conflicto latente con universidades privadas UDLA y Andrés Bello.
4. La segregación se mantiene en la medida en que la PSU continúa como instrumento de selección.